(Canción de Tyler y Bonnie en la multimedia.)
Bonnie y Tyler se miraban de hito en hito mientras comían en silencio.
Los demás, demasiado entusiasmados con la comida de Josh, no se daban cuenta de su juego de miradas cómplices.
Era excitante.
Mirarse y leer con claridad todos los secretos que compartían. Todos los momentos robados a escondidas. Sabiendo que sus amigos ni se lo imaginaban.
—Necesito un novio. Estoy realmente aburrida. —decía Lennox.
Lochan dejó de masticar. Sus ojos paralizados en ella. Su expresión fría.
—¿Un novio? ¿a que mierdas viene eso? —le espeto.
Lennox le miro. Rosa cálido manchando sus mejillas.
—Soy soltera. Puedo tener todos los novios que quiera. —murmuro tímidamente.
Lochan fruncio el ceño. Su puño cerrándose entorno a un trozo de pan.
—¿Todos lo que quieras? ¿planeas tener muchos?
Lennox rodó los ojos. Cada vez más roja.
—Con un uno me sirve.
Lochan siseo entre dientes. Volviendo su atención al plato.
Kira se aclaró la garganta.
—Si quieres puedo presentarte a Corey. Es él enfermero de mi hermana.
Lennox alzó las cejas. Interesada.
—¿Enfermero? Me gusta.
Lochan gruño por lo bajo. Tratando de no parecer muy obvio.
No lo estaba consiguiendo.
—Tiene treinta y dos años. Rubio con ojos verdes. Alto y fuerte. Sonrisa pícara. Te encantará. —sonrió Kira.
Lochan la fulminó con la mirada.
—¿Treinta y dos años? ¿quieres presentarle a un viejo?
Lennox fruncio el ceño.
—Mi antiguo novio tenía treinta, y no era para nada un viejo.
Lochan fruncio él ceño violentamente.
—¿Me tomas el pelo? ¿acostumbras asaltar residencias de ancianos?
Lennox alzó las cejas.
—Son diez años de diferencia. No es ningún impedimento.
Gine hizo un mohín a Jace. Triunfal.
—¿Ves, Jacie? No es un impedimento.
Jace suspiro. Divertido.
—Esta bien, Gine. Lo que tú digas.
Gine sonrió.
—¿Que no es nada? —le espeto Lochan a Lennox. —¡Diez años! ¡una década!
Lennox fruncio el ceño.
—¿Que más da? ¿que te importa de todos modos?
Lochan abrió la boca como un pez. Sin emitir sonido.
—¿Te le presento, o qué? —pregunto Kira.
Lennox la miro. Luego le lanzó una mirada a Lochan. Con carácter.
—Claro. Estaré encantada de conocerle.
Era un reto. Una provocación. Para Lochan.
Él apretó la mandíbula. Mirándola fijamente. Su mirada dura, pétrea.
—Seguro que lo pasas muy bien con él viejo verde. Solo necesitarás dos o tres botes de viagra.
Lennox alzó las cejas.
¿Estaba celoso? ¿podría ser? ¿por qué le gustaba tanto la posibilidad, de todas formas?
—No creo que le haga falta. ¿Tú me has visto bien? Le excitare como nunca en su vida. Soy genial en la cama, ¿lo sabías?
—No, no lo sabia. Siempre has tenido cara de ser sosa. Ya sabes, para el tema. —le espeto.
Lennox siseo. Enfadada.
—Oh, tú no me has probado.
Lochan sonrió de medio lado.
—Pues cuando quieras te pruebo, preciosa.
Gine se atraganto con la Coca-Cola. Avergonzada.
—¿Queréis, por favor, dejar de decir cosas guarras? Lennox sigue siendo mi hermana, por si lo habéis olvidado. Se me revuelve el estómago solo de, puag, pensarlo.
Jace se río entre dientes.
—Tiene razón, chicos. Vayan al cuarto y consuman de una vez. No nos metan en sus disputas sexuales.
Tyler se echó a reír.
—Eso, eso. Quiten esa tensión.
Lennox le fulminó con la mirada.
—Oh, por Dios. ¿Hablas tú de tensión? ¡Si llevas seis años queriéndote tirar a Bonnie! ¡seis años! ¡y ahí estas, frustrado!
Tyler arqueo una ceja. Sonriendo.
Miro a Bonnie. Burlón.
—Ay, Lennox, si yo hablara. Te tragarías esas palabras.
Bonnie le dio una patada debajo de la mesa. Su cara roja.
Todas las miradas se posaron en ella. Acusadoras.
—No le hagan caso. Es un idiota. Un fanfarrón.
Jace y Andrew compartieron miradas. Sonriendo con complicidad.
—Oh, si, si. Un fanfarrón. —dijo Andrew por lo bajo.
Bonnie le miro furiosamente.
—Dejen ya el sexo. Estamos comiendo, Dios. —se quejo Cody.
Kira alzó una ceja hacia él.
—¿Es que te da envidia? ¿La buena de Sho no te da lo tuyo?
Cody la miro mal. Muy mal.
—Ese no es asunto tuyo. —le espeto.
Kira sonrió.
—Tomare eso como un no.
Gine resoplo de impaciencia.
—¡Callar de una vez! ¡coman su comida y punto! ¡pesados! —exclamo.
Jace la miro de reojo, sonriendo de medio lado mientras volvía a comer.
…
—¡¿Estas tonto!? —le espeto Bonnie. —¡¿Quieres que nos pillen?!
Tyler negó con la cabeza. Enfadado.
—No se han dado cuenta. Se lo han tomado a broma.
—¿Crees que esa es excusa? Algo así nos puede descubrir. Ya sabes como son. Le piden a las estrellas para que nos acostemos. Están muy pendientes del tema.
Tyler la agarro de las muñecas. Su rostro serio.
—Deja de preocuparte. No van a saber. Todo seguirá igual.
Bonnie seguía mirándole mal. Con ojos brillantes de enfado.
—No vuelvas a hacerlo. De veras.
Tyler suspiro. Inclinándose hacia ella.
—Vale. Mantendré la boca cerrada. Lo prometo.
—Es en serio, Ty. Joder. No pueden saber.
—No pasará nada, María. No sospechan nada.
Bonnie hizo un mohín. Cediendo.
—Deja de decirme María. Es muy molesto.
Tyler soltó un resoplido.
—Esta bien, María. —murmuro.
Bonnie resoplo. Queriendo parecer cabreada sin conseguirlo.
—No me agradas.
Tyler se encogió de hombros.
—Tampoco me agradas.
—Lo digo en serio. —dijo ella con muy poca fuerza.
—Yo también.
Sus labios se juntaron. Lentamente. Sin prisas, y con paciencia. Sus lenguas uniéndose con parsimonia, en sincronía. En calma. Tranquilamente.
Bonnie suspiro contra sus labios.
Olvidándose de las preocupaciones en ese mismo instante.
Tyler acunaba su rostro entre sus grandes manos. Tomándola con suavidad.
Ella le abrazaba por la cintura. En un gesto cómodo, natural.
Se separaron solo unos centímetros. Lo justo para hablar. Sus frentes unidas.
Los ojos de él brillaban con luz propia.
—He reservado en el Rirz. —dijo suavemente.
Bonnie alzo las cejas.
—¿Un hotel? ¿como si fuera una vulgar putilla? —le espeto.
Tyler alzó las cejas.
—¿Que mierda? —dijo desconcertado.
Bonnie fruncio el ceño.
—Los hoteles son para amantes y prostitutas. No pienso ir.
Tyler arrugo el gesto.
—¿Y que más da? No es como si fuéramos novios. No tenemos que hacer planes románticos y toda esa mierda de velas y pétalos de rosa. Vamos a un hotel, y follamos. Punto.
Bonnie abrió mucho los ojos.
—¿En que momento he hablado yo de noviazgo?
Tyler rodó los ojos.
—No te estoy acusando de decirlo, Dios. Solo estoy diciendo que no pasa nada por un ir a un hotel. No eres una puta, o una amante. Eres una chica normal y soltera que tiene sexo con otro chico normal y soltero. Fin de la historia.
Bonnie se puso roja de rabia.
—Tal vez Melani no tenga ningún problema con los hoteles, pero yo sí, maldita sea. ¡No voy a hoteles! ¡no!
Tyler fruncio el ceño con fuerza.
—¿Por que tienes que hablar de Melani ahora, joder? Estas obsesionada.
Bonnie apretó los puños.
—¡Obsesionado tú, gilipollas!
Tyler alzó las cejas con sorpresa.
—No tengo ganas de discutir, Bonnie, en serio. Te he propuesto un buen plan de fin de semana, pero tú no paras de gritar. Mejor lo olvidamos y cada uno por su lado.
Bonnie le miro ojiplatica. Su boca abierta.
—¿Estas... se acabó? —musito.
Tyler torció el gesto.
—¿Qué? —le espeto.
—¿Hemos acabado?
Tyler fruncio el ceño.
—No he dicho eso, por Dios, María. Solo quiero dejar de discutir.
Bonnie suspiro aliviada.
—Me has asustado. —exhalo.
Tyler negó con la cabeza.
—Eres tonta, Mary.
Bonnie fruncio los labios.
—Vale. Soy tonta. Deja de estar serio.
Tyler suspiro pesadamente. Mirándola intensamente.
—Ven aquí de una vez. —suspiro.
Bonnie le miro con timidez, y él tiro de su muñeca.
Se estrelló contra su pecho.
Tyler bajo la cabeza, y encajo sus bocas juntas. Sus cuerpos uniéndose perfectamente. Un puzzle perfecto.
…
—¿Vas ha quedar con ese tío? —le pregunto Lochan.
Lennox mordió su labio.
—Si. Me casaré con él.
Lochan resoplo.
—No estoy de broma. ¿Quedaras con él de verdad?
Lennox le miro.
—He dicho que sí. Kira ya me dio su teléfono.
Lochan negó con la cabeza. Cabreado.
—Es un maldito viejo.
—No es viejo.
—Sí que lo es.
—No lo es.
—Lo es.
Lennox resoplo.
—¿Por qué te importa?
—No me importa.
Lennox rodó los ojos.
—Pues dejame en paz.
—Pero vas ha salir con un viejo.
—No. Es. Un. Viejo. —le espeto.
—Sí que lo es.
Lennox gimió de impaciencia.
—Eres gilipollas.
Lochan la miro.
—Y tú una idiota.
—Olvidame.
—No quiero.
—Vete a la mierda.
—Vete tú.
Lennox siseo.
—Dios. No te aguantó.
—Deja de fingir. Estas enamorada de mí.
Lennox puso los ojos en blanco.
—Vale. Estoy enamorada de ti.
Lochan sonrió.
—Se te ve en la mirada.
Lennox se río entre dientes.
—¿Qué mirada?
Lochan suspiro.
—Tienes muchas miradas.
—¿Cuantas?
—La de deseo, la de amor eterno, la de lujuria medieval...
Lennox se echó a reír.
—Oh, claro. Lujuria medieval.
—Lo digo totalmente en serio. —dijo Lochan con cara seria.
Lochan la miro. Sus ojos brillando con el sol.
—¿De verdad tienes que quedar con ese viejo?
Lennox suspiro.
—¿Te molesta?
Lochan cerró la boca. Cohibido.
—No. No me molesta.
Lennox arqueo un ceja.
—¿Seguro?
Lochan soltó un resoplido.
—Que no.
Lennox puso los ojos en blanco.
—Mientes fatal.
Lochan se despeino el pelo. Sin mirarla.
—He dicho que no me molesta. ¿Por qué iba a molestarme?
Lennox se encogió de hombros.
—Sigues enamorado de mí.
Lochan negó con la cabeza.
—No me molesta. No estoy enamorado de ti.
—Sí que lo estás.
Lochan arrugo el gesto.
—No lo estoy.
—Lo estás. Hasta las trancas.
—No lo estoy.
Lennox sonrió.
—Lo estás.
—NO. LO. ESTOY.
Lennox fruncio el ceño.
—Reconocelo; estas loco por mí.
Lochan se llevo manos a la cabeza.
—Vale, Lennox, lo estoy. Bien. Lo estoy.
Lennox sonrió deslumbrante.
—Ya lo sabía.
…
Cuando Lennox entró en el salón, todo era paz y armonía.
Tyler y Bonnie se sentaban enfrente uno del otro. Mirándose con disimulo.
Kira y Josh se acurrucaban juntos. Viendo Castle.
Gine se pintaba las uñas. Sus pies encima del regazo de Jace. Él cerraba las manos entorno sus pantorrillas. Subiendo y bajando.
Cody, Lochan y Andrew jugaban a las cartas sentados en el suelo.
—¿Bonnie? —la llamó Lennox.
Todos los ojos se fijaron en ella.
—¿Si? —dijo Bonnie.
Lennox levantó una cajita blanca. Muy pequeña y alargada. Mostrándola a todos.
—¿Estas tomando la píldora?
Los ojos de Bonnie se dispararon gigantes.
Tyler se paralizó.
—¿La píldora, estas de broma? —exclamo Lochan.
Andrew y Jace se miraron. Queriendo reír.
—Yo... no... Son de una amiga. —dijo Bonnie.
Lennox alzó las cejas.
—¿Vas a utilizar esa excusa? ¿estas de coña?
Bonnie infló sus carrillos. Sin tener idea de que decir.
—¿Te estas acostando con alguien? —pregunto Gine.
Bonnie negó con la cabeza.
—Joder. Nie perdió la virtud. —exclamo Josh.
—¡No... no son mías! —estallo ella.
Su cara roja. Sus ojos enormes, asustados.
Lennox puso una mano en su cadera.
—Esto son píldoras anticonceptivas. Estaban en tus cosas. Son tuyas.
Bonnie mordió su labio.
—¿Y por qué tocas mis cosas, para empezar? —le espeto.
Lennox suspiro.
—Buscaba una camiseta.
—No puedes tocar mis cosas sin mi permiso...-
—¿Te acuestas con alguien? —la corto Lochan de golpe.
Bonnie volvió a negar con la cabeza.
—No. Yo... soy virgen, ¿recuerdan?
Lennox arqueo una ceja.
—Faltan pastillas. Has tomado de ellas.
Tyler tuvo que morder una sonrisa.
—He dicho que no son mías.
Lennox resoplo.
—Joder, Nie. No me puedo creer que no me quieras decir algo tan importante. Eres mi mejor amiga.
Bonnie apretó sus puños.
—¿Y como voy ha decirte? ¡Mira lo que has hecho! ¡lo has descubierto todo sin hablar conmigo primero!
La boca de Lennox cayó.
—Pensaba... creía que no teníamos secretos.
Bonnie negó con la cabeza.
—No estaba lista... para decirlo. ¿Entiendes? Necesitaba tiempo.
—¿Entonces es verdad? ¿estas teniendo sexo?
Bonnie miró a Tyler. Nerviosa.
Él le guiño un ojo. Dándole ánimos.
—Si. Estoy teniendo sexo. ¿Contentos?
Todos sisearon. Impactados.
—¿Quien? ¿cuando? ¿donde? —pregunto Kira a toda velocidad.
Bonnie volvió a mirar a Tyler.
—No le conocéis.
Tyler soltó una risita.
…
Michel miraba el Facebook de Josh.
Acababa de subir una foto de Kira y Gine. Las dos poniendo los ojos bizcos. Sonriendo.
“Lo sé, tengo las amigas más guapas del mundo. X” había comentado Josh.
Michel sintió envidia.
Sus amigos podían verle, escucharle, estar con él a todas horas.
Él tenia que seguir atrapado en un matrimonio de mentira. En una vida que no le gustaba, y que lo hacia infeliz.
Apenas recordaba como era todo antes de Josh. No tenia color. Como si no fuera nada. Como si no importase.
Se había pasado veintiséis años sin vivir en absoluto. Todo había sido un hueco sin sentido.
Toda su existencia se concentro en Josh en cuanto le conoció. Lo demás se había esfumado.
—¿Michel? —la voz de Saura le hizo saltar.
Miro hacia ella, con ojos enormes.
Su mujer miraba la pantalla del ordenador con el ceño fruncido. Sus brazos puestos en jarras.
—¿Quienes son esas? —le espeto.
Michel se aclaró la garganta. Disimulando.
—Son... Las entreno. Soy su monitor.
Saura seguía mirándole mal.
—¿Quien es Joshua Lopez?
Michel trago duró.
—También le entrenó.
—¿Y que haces viendo sus fotos?
Michel alzó las cejas.
—Sube muchísimos memes graciosos. Me hacen reír.
Saura mordió su labio.
—Estas tan raro, Mich.
Michel volvió a mirar la pantalla del ordenador.
—La gente cambia.
Saura hizo un mohín.
—¿Ya no me quieres? —musito.
Michel no la miro.
—Te quiero, sí. Te quiero Saura.
…
Gine peinaba su pelo cuando Jace entró a la habitación.
Venia de otra cita. Otra vez.
Los ojos de ella se hicieron más grandes, inciertos.
Jace cerró la puerta detrás de él. Su mirada neutra.
—Fue un desastre. —dijo al fin.
Gine rompió en una expendida sonrisa.
—Genial.
Jace rodó los ojos.
—Disimula un poco esa alegría. Cortate un poco.
Gine seguía sonriendo.
—Lo siento. No lo puedo evitar.
Jace llego a ella. Sentándose a su lado.
—Estoy agotado. Odio esas citas absurdas.
Gine puso cara astuta.
—Olvidate de todas y casate conmigo.
—Tienes diecisiete. No es momento para bodas. Ahora te toca estudiar y madurar. Vivir tu vida.
Gine resoplo.
—Lo repites tanto que aburre.
Jace suspiro.
—Deja de quejarte, ¿quieres? Solo quiero lo mejor para ti.
Gine le miro con cara brillante.
—Lo mejor para mí eres tú.
Jace suspiro.
—Tú. Tú sí que eres lo mejor para mí.
Gine parpadeo frenéticamente. Nerviosa.
—Me siento ligera cuando me dices cosas bonitas.
Jace la cogió la mano.
—Por eso no puedes irte. Te hago sentir ligera. No puedes vivir sin mí. —dijo burlón.
Gine se río.
—Te aprovechas de lo que siento por ti.
Jace se encogió de hombros.
—Tú también lo haces. Me vuelves loco.
Gine sonrió con picardía.
—¿Que le voy a hacer? Soy tu mayor tentación.
Jace se río.
—Sí que lo eres. Lo eres completamente.
Gine acerco su rostro al suyo. Sugerente.
—¿Quieres que te tiente un poco? —ronroneo.
Jace trago duro. Su expresión vacilando.
—Vamos a ser buenos, ¿si? —murmuro con muy poca voz.
Gine arqueo una ceja.
—No es mi estilo. Ya lo sabes, Jacie.
Jace se aparto de ella. Solo un poco.
—Las cosas ya lo son bastante complicadas. Es mejor no tentar a la suerte.
—No te hagas él tonto. Te encanta que te tiente.
Jace apretó su mandíbula. Su voluntad desapareciendo.
—Ginebra... No podemos. —dijo con voz forzada.
Gine fruncio el ceño.
—¿Por qué no?
Jace suspiro. Cerrando los ojos.
—Me da miedo no poder parar. Me da miedo... llegar al final. No poder contenerme.
Gine alzó las cejas.
–Jesús, Jace. Ya hemos hecho todo lo que se puede hacer. No importa llegar al final.
Jace la miro. Sus ojos brillando.
—No quiero robar tu virginidad, Gine. Quiero respetar al menos eso.
Gine resoplo.
—No vas a robar nada. Yo te la doy.
Jace tomó una respiración agitada. Sus manos temblando al cerrarse en puños.
—No me digas eso. No sabes hasta que punto es tentador.
Gine envolvió su mano entorno su brazo.
—Quiero que me beses, y no me importa hasta donde podamos llegar. Puedes tomar lo que quieras.
Un músculo salto en la mandíbula de él.
—No. No es momento, ni el tiempo. No...
La mano de Gine se posó en la ingle de Jace.
—Creo que es el momento. Es exactamente, el momento.
Jace siseo.
Tenía la erección más complicada de su vida. La más grande y palpitante.
La excitación se enredaba en su estomago como fuego abrasador.
—No me hagas esto, Gine. Señor. No me puedes hacer esto.
Gine sonrió. Apretando su palma contra su miembro endurecido.
—Besame, Jacie. Vamos. Puedes hacer lo que quieras.
Jace respiro hondo. Tratando de dejar su mente en blanco.
Pero no sirvió. No sirvió para nada.
Volteo su cara, y beso a Gine directo en los labios.
…
Sho, Cody y Andrew veían la televisión en el salón.
Un película de Jason Staham y Jennifer Lopez.
Los brazos de Cody colgaban flácidos a los lados de Sho. Abrazándola de forma muy sosa.
—No me puedo creer que se haya ido. Es un idiota integral. —dijo Sho.
Esperaba una respuesta de su novio, pero solo recibió silencio.
—¿Verdad, cariño? —le susurro a Cody.
Él le miro de golpe. Distraído. Su mirada confusa.
—Oh, sí, cielo. Un auténtico idiota.
Sho fruncio el ceño.
—¿Me has escuchado, para empezar?
Cody abrió mucho los ojos.
—Sí, sí. Claro que sí. Siempre te escucho.
Sho arqueo una ceja.
—¿De que estaba hablando?
Cody trago duro. Su mandíbula firme.
—Pues... em... Sobre las vacaciones.
Sho resoplo.
—Dejalo, Cody. No hace falta que lo intentes.
Cody no dijo nada, y volvió su atención a la nada. Sus ojos en ninguna parte.
Andrew la miraba en la semi oscuridad. Sus ojos brillando.
—Yo también lo creo, Sho. Jennifer es mejor que su novia. No tuvo que haberse ido.
Sho le miro. Sorprendida.
Una sonrisa de agradecimiento se estiro en su cara.
—¿A que sí? Jennifer es mucho mejor. —dijo animada.
Andrew sonrió. Como un ángel.
—Totalmente de acuerdo.
Sho suspiro. Sintiéndose bien. Solo poco.
Andrew la escuchaba. Al menos... Alguien la escuchaba.
Continuará...