1. Locas Historias De Amor

By NacidaParaLeer

76K 6.6K 5.9K

"Un grupo de amigos. Una casa. Seis romances. Mil locuras. " CRÉDITOS TRÁILER: OneGirlCrazy17 More

"Provocaciones matutinas y una carta maldita. "
"Una discusion sexy y un regreso inesperado."
"Ironias afiladas y una cacería"
"Un arresto policial y un beso inocente "
"Un corte de suerte y recuerdos rotos"
"Un escote prohibido y ultimas voluntades"
"Un bate de béisbol y cerezas demasiado dulces"
"Tamaños importantes"
"Una profesora herida y Sra. Plastico"
"Otra carta maldita"
"Campanas de boda y posturas extrañas"
"Circos en clase y amigos cariñosos"
"Explicaciones y un tatuaje sorpresa"
"Fregaderos y un armario abierto"
"Ojos tapados y treguas interminables"
"Lennox celosa y Jace desconcertado"
"Él hermano de Tyler y los celos de Tyler"
"Una proposición indecente y Lucy al teléfono"
"Prepativos y sorpresas"
"Encuentros incomodos y fuegos artificiales"
"Ropa fuera y un novio celoso"
"Lucha, y discusiones apasionadas"
"Ojo por ojo, y confesiones"
"Rayos de sol, y falta de chispa"
"Washington, y celos que no son celos"
"Diaros adolescentes, y charlas de barra de bar"
"Derecho a roce, y falsas esperanzas"
"Disputas sexuales, y buenos comportamientos"
"El desfase más grande de todos los desfases"
"La Princesa Putilla, Él Príncipe Gay, y La Bruja Transexual"
"Un testamento y nata"
"Mensajes ocultos, y nada más que añadir"
"Visitas, y segundos asaltos"
"Ejercitos de plomo, y domingos misteriosos"
"Libertad, y sexo textual"
Test: ¿Que personaje eres?
"Maletas que traen problemas, y tratos por un beso"
"Enamorados, cristales rotos, y karaoke. "
"Síntomas, y un tren"
"Insomnio, y complicaciones"
"Positivo, y negativo"
"Aliados, y desastres"
"El principio del fin"
"Descubiertos, y despedida"
"Cuatro notas"
"Epílogo"
"Complicadas Historias de Amor"
Aviso

"Una noche llena de emociones"

1.4K 132 58
By NacidaParaLeer

Jace tenía una cita. Una cita importante.
Su futura esposa podía estar en aquella cita.
La sola idea le daba vértigo.

La chica se llamaba Clarise, y era prima de Andrew. Una estudiante de Ciencias de veintidós años.
Tenia buena pinta. Era bonita, y muy alta. Algo que no le gustaba.

Gine era más su tipo. Pequeña, delicada, preciosa y dulce. Pero no existían más Gine's en el mundo, y tenía que conformarse.

Habían quedado en un pub muy ambientado. Estaba hasta los topes.

Todos los chicos le habían acompañado, los muy morbosos.

Gine destacaba entre la multitud. Haciéndole tener ganas de ir y besarla.

Agitó esos pensamientos.

No podía amar a Gine. Sería demasiado complicado.
Ella solo era una chiquilla de diecisiete años. Una chiquilla que podía cambiar de parecer en minutos, y enamorarse de otro. Era algo perfectamente posible.
Después de haber crecido con Kira podía asegurarlo. Las chicas, los adolescentes en general, eran volubles. Estaban confundidos con las hormonas. ¿Quien podía asegurarle que Gine le quería de verdad? Nadie, y no podía arriesgar todo. Su futuro, el de ambos, y el de Lennox. No podía arriesgar. No por una niña caprichosa.

Jace divisó a Clarise cuando entro. Alta como una torre. Le sonrió nada más verle.

, chica, soy real. Pensó él con ironía.
Clarise le dio un beso en las dos mejillas. Dos besos muy efusivos y resonantes.

–¡Eres más guapo en persona! –exclamo la chica.

Jace sonrió.

Ya lo sabía. Quiso decir, pero ella no era Gine. No se reiría y le diría feo. Ella pensaría que era un creído y un superficial. Así que se calló.

–Tú lo eres más. –dijo con una sonrisa.

La chica sonrió cálidamente y le indico que se sentarán.

La cita comenzó.

Pidieron dos mojitos, y nachos. Charlaron, Clarise charlo. Jace estaba mas ocupado mirando a Gine entre el gentío.

Su expresión normalmente alegre y vivaracha, ahora estaba mustia y sin gracia. Sus labios estirados, sin sonrisas a la vista.

Jace se retorcía en la silla. Preocupado.

Como quería decirle que no importaba. Que mañana no le importaría su boda o su novia. Mañana estaría tal vez enamorada de otro. Mañana tal vez le olvidaba, que hoy era una niña inmadura y que no sabia nada de la vida todavía.
Y también quiso estar equivocado. En el fondo de él mismo deseo que ella no le olvidará jamás.

Clarise fruncía el ceño a la mitad de su bebida.

–¿Jace, estas bien? ¿te pasa algo? –pregunto extrañada.

Sus ojos castaños –demasiado parecidos a los de Andrew–, no dejaban de dispararse hacia donde sus amigos –y Gine–, estaban.

–No, lo siento. Todo esta bien. Continua. –dijo Jace.

Clarise continuó hablando.  Contando sus sueños, sus metas ambiciosas, sus relaciones fallidas.

Pero Jace no podía escucharla.

Chicos se acercaban a Gine. Todo el tiempo. Y aunque Cody intentaba apartarlos, no daba a basto. Sho le distraía y los chicos lograban alcanzarla.

Jace empezó a sufrir un tic nervioso en la pierna. Sus dedos largos cerrándose con fuerza en torno a su copa.

–¿Seguro que estas bien, Jace? Podemos dejar la cita para otro día... –le dijo Clarise.

Jace negó con la cabeza rotundamente. Concentrándose en lo que ella le decía.

–No, por Dios. Te juro que estoy bien.
Pero no estaba bien.

Clarise era interesante, bonita, y lista. Pero no era suficiente. Nunca seria suficiente.

Clarise siguió hablando. Esta vez sobre su familia. Sobre su amado perro Otis.

Los ojos de Jace se desviaron solo un poco hacia Gine, solo un poco, y luego ya no pudo parar. Volvió a poner toda su atención en ella.

Un chico le hablaba. Un chico mayor.

Cody se besaba con Sho, y no estaba apartando a los chicos de Gine –como él muy cabrón había prometido–.

Jace bebió lo que quedaba de su bebida, y encaro a Clarise.

–Siento haber estado tan distraído, pero... –empezó a decir.

Clarise negó con la cabeza, silenciandole.

–Sé quien es la chica; Gine. Es la hermana de Lucy y Lennox Landon. Andrew me la presentó el año pasado, en su cumpleaños. Ve con ella. También te mira. –sonrió.

Jace suspiro aliviado. Agradecido con la prima de Andrew.

–Eres muy considerada, gracias. Siendo haberte hecho perder el tiempo. –se disculpo.

Clarise sonrió.

–No importa. Yo también he salido con chicos para olvidar a otros. Te entiendo a la perfección.

Jace fue a corregirla, decirle que no había nada que olvidar, que no estaba enamorado de Gine, pero ella no le dejó.
Le dio otros dos besos, y se levantó de la mesa. Se despidió de Andrew, y se perdió mágicamente entre la multitud.

Jace se levantó rápidamente de la mesa. Aparto a todo el mundo a su paso. Con impaciencia y un poco de desesperación.

Llego a Gine.

Sus ojos bicolor –el derecho miel y el izquierdo negro–, se iluminaron.

Jace tiró al chico que le hablaba de la chaqueta.

Él chico se sobresalto, y se encogió.

–Lejos de ella, chaval. No está disponible. –le espeto.

Gine sonrió grande y brillante.

Él chico trago saliva, y asintió. Jace no llegó ni a escuchar su voz.

Se fue rápidamente.

Jace sonrió pícaro a Gine, y abrió los brazos para ella.
Gine se chocó contra ellos en un latido. Cerrando sus ojos, y aspirando su olor magnético.

–Has venido. –susurro.

Jace también cerró los ojos, y la envolvió por completo con su cuerpo.
Puso su boca en su oído, oliendo su pelo. Dándole un suave beso.

–No podía dejar de mirarte. –confeso.

Gine sintió un manojo de mariposas atacadas subir y revolotear en su estómago.

Apretó los brazos de él.

–Yo tampoco a ti. Estaba celosa. –dijo con voz risueña.

Jace río suavemente.

–Yo también. Es increíble la cantidad de chicos que se te acercan.

Gine río infantil.

–No me he fijado. Solo me importaba uno, aquel sentado al fondo, con una chica muy fea, muy fea, mientras no dejaba de querer casarse conmigo.

Jace beso su pelo.

–Que afortunado, ese chico. –murmuro.

Y sí que era afortunado.

Tyler estaba rodeado de chicas. Plásticas todas.

Estaba relajado, y coqueto. Dándole atención a todas. Conquistando a todas.

Nunca había explorado su lado mujeriego, pero estaba dispuesto a hacerlo.

Bonnie bebía en la barra. Bebía mucho. Miraba a Tyler, rodeado de plásticas. Quiso escupir las a todas en los ojos.

Tyler le lanzaba una mirada a cada pocos minutos. Siempre manteniendo su vista periférica en ella.

A cada copa que Bonnie pedía, más tensos parecían los hombros de Tyler.

Bonnie tenía las mejillas rojas, pareciendo aún más adorable.

Tyler había notado a un tío musculoso mirarla. Muy cerca. Demasiado cerca.

Ella que era tonta, no se daba cuenta.
Lennox no estaba para cuidarla, y Tyler estaba cada vez más inquieto.

Bonnie se bajo del taburete de la barra, tropezó hacia delante, y premio, ¡tin tin tin! El tío musculoso la agarro del brazo. Impidiendo que cayera al suelo.

Tyler dejo de escuchar a las chicas.
Se abrió paso hacia la pelirroja.

Él tipo musculoso hablaba con ella. Muy sonriente.

–¡Bonnie! –exclamo él, dominante.

Los ojos del chico se alzaron hacia él. Bonnie le dedico una mirada perezosa, pero nerviosa.

–¿Ty-Ty? –pregunto ella.

Tyler la agarro de la cintura. Tirándola hacia él con fuerza.

–A casa. Se acabó la noche para ti. –dijo con fuerza.

Él tipo fruncio el ceño.

–¿Hay algún problema, tío? –dijo amistosamente.

Tyler le fulminó con la mirada.

–Mi amiga se a pasado con las copas, y me la llevo a casa. Eso es todo. –dijo fríamente.

Bonnie se retorció en su agarre.

–¡Dejame, Cornamenta! ¡Quiero ser una joven alocada! –exclamo arrastrando las palabras.

Tyler negó con la cabeza, molesto.

–A casa dije, loca. Que estas loca. –le espeto.

Bonnie fruncio los labios en un puchero de borracha.

–¿Eres mi padre acaso, Ty-Ty?

Tyler la quitó el pelo despeinado de los ojos.

–Sí, soy tu padre. Ahora a casa.

Bonnie arrugo la frente.

–¿Eres mi padre? ¿estas seguro de eso?

Él chico musculoso ya había reculado. Andaba rondando a Kira ahora.

–He dicho que sí, María. Soy tu padre. Camina.

Bonnie se estiro. Cuidando no caer de sus tacones. Su boca quedo debajo de la barbilla de Tyler. Sus ojos fijos en su boca.

–¿Por qué me pusiste ese nombre tan feo, padre?

Tyler rodó los ojos.

–¿Quieres parar? ¡Vamos a casa de una vez!

Bonnie sonrió lentamente.

–¿Vas a follarme otra vez, papi? –ronroneo.

Un cubo de hielo imaginario cayó por espalda de Tyler. Su expresión de congeló.

–María... No. Estate quieta. –dijo con voz ronca.

Bonnie rozó su boca con la barbilla de él. Mirando sus labios.

–¿Lo harás otra vez?

Tyler cerró los ojos con fuerza.

–Oh, santo infierno... –murmuro.

Los chicos empezaban a mirarlos con sospecha. Jace alzando las cejas.

–Ya estas duro para mí, Ty-Ty. –susurro ella. –Tan grande.

Tyler la apartó por los codos. Respirando duro.

–Basta. Estas borracha. Para ahora. –exigió.

Bonnie mordió sus labios. Haciéndolos mas rojos.

–¿Es que no te gustó, no quieres repetir?

Tyler palpitaba en sus pantalones. Dolorosamente duro.

–No sabes lo que estas diciendo, Bonnie. Vamos a casa y mañana lo verás todo más claro. –dijo Tyler con voz inestable.

Bonnie apretó la pierna contra su entrepierna.

–¡Um, que grande! –gimió.

Tyler pudo venirse allí mismo. Rodeado de gente. Siendo visto por sus amigos. Sin ni siquiera tocarse.

Ese fogonazo fue el impulso que necesitaba para sacar a Bonnie de allí.

La agarro de las caderas, y la subió a su hombro.

Aquella era una escena muy típica en su grupo. Un icono ya.

Bonnie se tambaleo al entrar por el umbral de su habitación.

Tyler la estabilizó por la cintura. Cuidando no tocarla demasiado.

–Sientate. –la ordeno con voz firme.

–¿Y si me acuesto? –dijo Bonnie con voz sexy.

Tyler respiro hondo.

–Para de una vez, por favor. –suplico.
Bonnie apretó su trasero contra las caderas de Tyler.
Él gimió. Dolorido.

–Sigues duro por mí, Ty-Ty... –ronroneo.

Tyler cerró los ojos fuertemente. Respirando fuerte.

–Estate quieta. –suplico.

Bonnie se río.

–Quiero que me la metas otra vez. Muchas veces. –murmuro ella con voz ronca.

Tyler la aparto por las caderas.

–Estas borracha. Muy... borracha. –gruño.

Bonnie se volteo rápidamente. Sonriendo.

–¿Entonces no vas a tocarme? –susurro con ojos oscuros.

Tyler trago saliva. Sus ojos brillando.

–No estas pensando. No sabes lo que estas haciendo. –grazno.

Bonnie le besó. Suavemente. Mirándole a los ojos. Lentamente. Dando golpecitos con la barbilla.

Tyler gimió como un animal. Su pecho levantándose y cayendo estrepitosamente.

–¡Jesús! –exclamo contra sus labios.

Bonnie sonrió a mitad del beso. Estirando sus labios contra los suyos.
Sus lenguas se acariciaron con parsimonia. Con pasión y sensualidad.

Tyler pensó en rojo. Todo se sentía distante, alejado. La conciencia se alejaba a pasos gigantes. Solo su necesidad hablaba ahora.

La agarro por el culo. Empujándola contra sus caderas. Su erección abultada palpitando más rápido.

Bonnie llevo sus manos a los rizos suaves de él. Enredando sus dedos en ellos. Moviendo su lengua con más lujuria.

Tyler apretó los párpados. Llamando a la cordura. Llamando a algo, a alguien, que fuera capaz de detener esto.

Nadie acudió.

Empezó a empujarla hacia la cama. Ligeros toques con sus caderas. Moviéndola un centímetro cada vez.

Sus cuerpos se retorcían en una sincronía carnal. Encajando sus curvas, sus huesos, como un puzzle perfecto. Como un baile.

Sus anhelantes respiraciones exhaustas. Ruidosas.

Tyler sabía que tenia que parar ya. Que había sido suficiente. Que no podría aguantar más.

Ella estaba borracha, y no continuaría ni un segundo más.

Odiando el gesto, la cogió por los codos. Apretando fuerte las dedos contra su hueso, para darse coraje.
La saco de su boca, de su contacto, como una ventosa. Un empujón rápido, sin compasión.

Los ojos de Bonnie llamearon furiosos. Sorprendidos. Sus labios hinchados y rojos por los besos.

–¿Que haces? –exclamo.

Tyler negó rápidamente con la cabeza. Repetidas veces.

–No voy a hacerlo. No voy a seguir. Estas borracha. No pienso aprovecharme de ti.

Bonnie dejo caer su mandíbula. Incrédula.

–Te estoy dando permiso; aprovechate todo lo que quieras.

Tyler miro hacia otro lado.

–No. No quiero hacerlo.

Bonnie resoplo.

–Los dos sabemos que te mueres por hacerlo.

Tyler suspiro.

–Pero tú no quieres. No de verdad. No estas en tus cabales.

Bonnie dio un paso hacia él. Como la tentación acechándole.

–Sí que quiero. No sabes hasta que nivel quiero. –dijo con voz oscura.

Tyler la miro.

–Te has pasado las ultimas dos semanas esquivandome. Casi sin hablarme ni mirarme. No compartimos la misma estancia si puedes evitarlo. Ahora estas borracha, y no estas pensando. Pero yo sí, y me niego a seguir.

Bonnie negó con la cabeza. Sus ojos incrédulos.

–¿En serio vas a dejarme así?

Tyler trago duro.

–Mañana me lo agradecerás.

Bonnie rodó los ojos. Y salió de la habitación.

...


Lennox hizo girar la llave. La cerradura sonó con un suave clic, y la puerta se abrió.

Marla la seguía de cerca cuando entraron en la casa.

–¿Preparas tú la cena? –pregunto Lennox.

Marla sonrió cálidamente.

–Encantada.

Lennox sonrió de vuelta y se sacó los tacones.

Cerró la puerta y encendió las luces.

–He soñado con tu comida durante años. –dijo la joven.

Marla entro en la cocina. Llena de preposición.

–Pues tus sueños se cumplen hoy. La hada madrina al fin te escuchó.

Lennox río y la siguió.

–Ya era hora. –sonrió.

Marla se ato el delantal y Lennox se subió a un taburete.

–¿Cuando llegaran los chicos? –pregunto Marla.

Lennox se encogió de hombros.

–El coche de Tyler está en la puerta. Los demás no tardaran en llegar; Kira me dijo que la cita de Jace fue un desastre.

Marla río.

–Ese plan loco de la boda es muy complicado.

Lennox asintió.

–Y más teniendo en cuenta la relación que Jace tiene con mi hermana. No creo que pueda separarse de ella.

Marla encendió los fuegos. Todo tipo de ingredientes llenaban la encimera.

–No entiendo que tipo de relación es esa, pero no cabe duda que es intensa.

Lennox fruncio los labios.

–Da vértigo, la verdad. Verlos me hace querer llorar de alegría y gritar de furia. No sé que es peor.

Marla la miro de reojo.

–Cada vez que esos chicos se miran creo que vas a saltar y matarlos. Me sorprendo enormemente ante tú tolerancia. –dijo Marla con apreciación.

Lennox suspiro.

–Es de Jace de quien estamos hablando; de mi mejor amigo, mi primer amigo. Me gusta para Gine. Nadie la querrá más, y ella ya le ha elegido. No puedo hacer nada en realidad.

Marla río.

–Bien visto.

Lennox cogió una manzana del cesto.
–¿Que me dices de ti, Marla?

Marla arrojo un tazón de agua a la hoya.

–Sigo soltera. Como siempre. –se limito a decir.

–¿Desde Luke? –dijo Lennox extrañada.

Marla asintió pesadamente.

–Desde Luke.

Luke era su gran amor perdido.
Se conocieron en la universidad; él estudiando magisterio y ella enfermería.
Se enamoraron como locos.
Cuando hicieron público su compromiso, él padre de Lochan, hermano de Marla, enfureció. No quería a su hermana, su prometedora y hermosa hermana, con un pobretón inútil. No se detuvo hasta que los separó.

Marla nunca pudo olvidar a Luke. Nunca lo había intentado. Su amor era un acto de rebeldía hacia su hermano; algo a lo que él, su dinero y su poder nunca podrían deshacer.

–¿No has vuelto a saber de él?

Marla negó con la cabeza.

–Sigue casado. Pronto será abuelo. –dijo con tristeza.

Lennox hizo un mohín triste.

–Lo siento mucho, Marla.

Ella sonrió.

–No te preocupes; la vida siempre sigue. Puede doler, pero sigue.

Lennox asintió.

–Cierto.

Marla la miro.

–¿Y tú? ¿sigues en contacto con Scott?
Lennox se paralizó. El recuerdo de Scott, su novio de dos años, la congeló.

–Le dejé con una nota. –musito.

Marla fruncio los labios.

–Muy mal, Lennox. Fue tu novio por dos años. Tenías algo serio, importante.

Lennox respiro hondo.

–Solo fue un parche, Marla. Bien lo sabe Dios.

Marla fruncio el ceño.

–Él te quería de verdad. Merecía una despedida digna.

Lennox cerró los ojos.

–Lo sé. Mis problemas dejan cada vez más daños colaterales.

Marla asintió.

–Y tanto.

En ese momento, sonó el timbre de los puerta.

–Ya voy yo. –dijo Lennox.

Salto del taburete. Encaminándose hacia la puerta.

Iba tarareando cuando abrió.

Un grito aterrado salió de su garganta. Rompiendo el silencio.

Cayó de rodillas. Temblando. Sus ojos llenos de lágrimas.

A sus pies estaba Lochan. Golpeado hasta la mierda. Inconsciente.

–Tranquila, tranquila. –repetía Marla. –Él se pondrá bien, Lennox. Él se recuperará.

Lennox besaba la frente de Lochan con devoción. Lágrimas saladas saliendo en manada de sus ojos hinchados y enrojecidos.

–¿Quien pudo hacerle esto? ¿quien le dejo así? –lloraba.

Lochan había sido dejado apaleado y drogado en la puerta de su casa.

Drogas duras. Nada de marihuana o hachís. Esta vez había sido heroína, cocaína y éxtasis.

Su cuerpo era una fiesta de ciencias.

Lennox no entendía que le estaba pasando. A que venía su inclinación hacia drogas más fuertes.

Se culpaba. Una y otra vez. Una y después otra vez.

–Ya sabes las compañías y antros que frecuenta; no es raro que esto pueda pasarle. –la consoló Marla.

Lennox cerró los ojos. Oliendo su olor. Queriendo convencerse de que estaba aquí, que no le había ocurrido nada.

–Si le hubiera pasado algo... Te juro, que si le hubiera pasado algo... –divagaba.

Beso su frente. Acarició su pelo una vez más.

–Pero esta bien. Ya escuchaste a los médicos. Está perfectamente. –le tranquilizó Marla.

Lennox se sorbió los mocos.

–Mira su cara; mira como dejaron su cara. –dijo con un puchero.

Lochan apretó su mano. Despertando.

–Deja de llorar, Lenny. –dijo con voz ronca.

Lennox río y lloro al mismo tiempo.

–¡Loch! –exclamo.

Lochan sonrió con los ojos cerrados. El lado derecho de la boca torciéndose hinchado.

–Estoy bien, Lenny. Tranquila. –murmuró.

Quería abrir los ojos, pero no podía. Estaban demasiado hinchados.

–Como vuelvas a asustarme de esta manera... Te mato. Entonces sí que te mato de verdad.

Lochan besó su mejilla. A ciegas.

–Vale. Te dejaré.

Lennox volvió a su tarea de besar y besar su cara. Cada golpe, cada raja.

–Has tomado heroína. –murmuro Lennox después.

Lochan se tenso.

–Solo un poco. –reconoció con un hilo de voz.

Lennox se echó a llorar.

–No me hagas esto, Lochan, por favor. –dijo con voz espesa.

Lochan sintió su interior agrietarse.

–Lo siento. No lo volveré a hacer.

Lennox dejo caer más lágrimas.

–No es la primera vez, ¿verdad?

Lochan no contestó.

–Maldita sea, Lochan. –maldijo Lennox.

–No estoy enganchado. Lo juro. Solo fueron un par de veces.

Lennox se sacudió en un sollozo silencioso.

–Así se empieza, Loch. Poco a poco. Con un par de veces.

Lochan apretó sus párpados.

–No lo volveré a hacer.

Lennox rozo la nariz con su mejilla.

–Por favor. Hazlo por Marla.

Lochan suspiro.

–Lo hago por ti.

Continuará...



Continue Reading

You'll Also Like

1.6M 49.4K 61
❝Adán y Eva pecaron por tentación, ella y yo también, y sé que con todo lo que paso iremos directamente al infierno, pero por ella me arriesgare❞ -¿E...
354K 8.6K 111
Ai Xiaoxiao es una chica pobre. Un día descubre que su marido está teniendo una aventura con un joven guapo y adinerado. ¡Espera, solo le dio un beso...
664K 33.5K 34
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
27.8K 359 36
no sé que poner ☠️ Bueno. Hago este libro por aburrimiento. Algunas historias van a ser +18 y otras no todo depende de mi imaginación, estaré actuali...