50.
Ya era viernes, el día en el que volvíamos a casa. Estos últimos días fueron increíbles, un poco extraños pero muy bonitos al fin y al cabo.
-¡Vamos Tony, que perderemos el vuelo! -gritó Cris.
-¡Aquí estoy! ¡Aquí estoy! ¡Aquí estoy! -entró gritando, mientras cargaba su maleta.
Me coloqué mi mochila y arrastrando mi maleta salí de allí.
Cuando llegamos a la calle antes de subirnos al taxi y después de cargar nuestro equipaje en el maletero nos miramos el uno al otro y nos abrazamos sonriendo.
-Gracias por esto. -le agradecemos a Tony.
-No hay de qué, pequeños. Lo pasé increíble con ustedes...
Al llegar al aeropuerto nos sentamos a esperar que anuncien nuestro vuelo mientras los chicos iban a registrar las maletas con anticipación junto con Cris nos pusimos a charlar.
-Oye -insistió- ¿Pasó algo con Abraham? -preguntó.
-¿Algo como qué? -respondí.
-No sé, alguna cosa... En especial -insistió alzando una ceja.
-No -mentí.
Levanto la vista y diviso a un chico venir hacía nosotras.
-Pardon me, do you speak English? -preguntó mirándonos.
-Yes of course. -respondió Cris.
-Oh great! Can you tell me where I can take a taxi? I'm just lost. -preguntó él.
-Sure, look ... -respondí- Here a few steps is the service door that takes you to the parking lot, there you will find a large sign that says "Taxi here" You will receive treatment, most drivers know English, do not worry about it . -concluyó Cris.
-Thank you very much really -dijo, regalándonos una sonrisa.
-No That, Good luck! -exclamé, viéndolo irse.
En resumen, nos preguntó si sabíamos donde podía tomar un taxi, nada fuera de lo común...
-Hace tiempo no hablaba inglés... -comentó Cris, risueña.
-El otro día te oí dándole clases a Antonio, fue tierno -me reí.
-¡Antonio es lo máximo! -exclamó alzando sus brazos.
-¿Qué pasa conmigo? -dijo Tony, apareciendo por detrás, seguido de los chicos.
-Tú no, tu padre -respondió Cris.
Minutos después nos encontrábamos tomando café mientras charlabamos de lo increíble que estuvo el viaje. Mire a mi izquierda y divisé a Samu hablando alegremente con su cámara, sonreí por eso, él, desde que tengo uso de razón siempre en todos sus viajes los ha guardado como recuerdos en esa maldita y nefasta cámara, tiene toda con recopilación de todos sus viajes al rededor del mundo en videoblogs, en su mayoría son divertidos, ya que él es una persona muy interesante en muchos aspectos.
Al fin anunciaron nuestro vuelo y fuimos a embarcar después de que nos revisen hasta en donde no nos da el sol. El vuelo transcurrió muy pero muy aburrido, Abraham se durmió apenas planto su culo en el asiento balbuceando estupideces en sueños haciéndome reír. Samuel y Tony iban escuchando música en su mundo y Cris, como era de esperarse se durmió cual morsa. ¿Yo? Tengo hambre.
-Hola... -dijo alguien a mi lado.
Me voltee sorprendida topándome con un pequeño.
-Hola... -respondí con una sonrisa- ¿Cómo te llamas?
-Mateo, ¿y tú? -sonreí cuando dijo eso.
-¿Te llamas Mateo? ¿De verdad? -asintió- Pues mira, este de aquí -dije señalando a Abraham- También se llama así.
-¿Se llama Mateo? -preguntó curioso, con un leve brillo en sus ojos.
-Bueno, no. Se llama Abraham, pero su apellido si es Mateo, yo soy Jari -sonreí.
-¿Es tu novio? -preguntó.
-Sí -respondí- ¿Cómo lo sabes? -reí.
-Porque te dio un beso antes de dormirse -contestó, mirándolo.
-¡Oh, si! -me reí- Y, ¿cuantos años tienes?
-Seis, ¿y tú?
-Diecisiete -respondí.
-Eres bonita... -dijo y sonreí.
-¡¡¡Mateo!!! -oí gritar- Oh, aquí estás -dijo un chico acercándose a nosotros- ¡Te estuve buscando por todos lados pequeño!
-Pero estoy bien, estoy hablando con Jari, ¡Vete! -dijo él pequeño, empujándolo yo me reí
-Lo siento, ¿te está molestando? -me preguntó el chico, cargando al pequeño.
-No, para nada, de hecho, creo que ya somos amigos, ¿no, Mateo? -le sonreí.
-Sí -respondió- Él es mi hermano.
-Soy Juan Pablo -se presentó él, tendiendo su mano con una sonrisa.
-Soy Jari, un gusto Juan Pablo -digo, tomándola.
-El gusto es mio bonita, bueno... Nosotros ya nos vamos, ¿No campeón? -preguntó a su hermano.
-Si tu quieres... -rodó los ojos a lo que volví a reírme.
-Bueno, Adiós Jari... Fue un gusto conocerte -dijo- Oh, lindos ojos... -guiño uno de los suyos.
-¡Tiene novio, imbécil! -dijo Mateo, golpeando su hombro y él se rió.
-Gracias.... -sonreí- Adiós Matu -dije saludándolo.
(...)
Al llegar a casa los padres de Abraham fueron a recogernos. El señor bajó del avión todo contracturado gritando "¡He salido hecho un culo de allí!" recibiendo miradas extrañas de la gente que pasaba por allí. Cuando subimos al auto Susana y Antonio nos llenaron de preguntas sobre el viaje, a las cuales respondimos amablemente, al llegar a casa luego de dejar el equipaje todos en nuestras respectivas habitaciones bajamos a cenar, ya eran como las diez de la noche o eso creo. Después de cenar a exquisita lasaña hecha por Susana nos sentamos en el sofá esperando a que Samuel conecté el USB de su cámara al televisor para poder ver las fotos y vídeos que tomamos....
-¡Cris, en el avión! -exclamó Tony.
-Jari, pasándola mal... -comentó Cris y reímos.
-¡Esa foto salió genial, solo porque la tomé yo! -dijo, Abraham.
-Las chicas presumiendo sus mochilas... -dijo Samu.
Esa noche después de cenar nos fuimos a dormir después de una ducha, el vuelo fue muy denso como para no dormir, los chicos fueron a su casa para ordenar un poco antes de que lleguen sus padres... Mañana.
-¿Ya tienes sueño, Ja? -preguntó Abraham.
-No... -murmuré- ¡Ay, no! ¡No, no, no! ¡No me toques ahí, por favor! -rogué haciendo una mueca.
-¿Qué pasa, amor? -preguntó sabando mi espalda.
-¡No me toques ahí! -le grite- Me arde...
-¿Te has quemado demasiado, verdad? -preguntó acariciando mis mejillas.
Asentí.
-Esperame... -murmuró- ¡¡¡Mamá!!! -gritó haciéndome saltar en mi lugar.
-¡¿Qué pasa, amor?! -gritó Susana desde su cuarto.
-¡Ven ma, por favor! -le pidió.
-¡Abraham! ¿Qué haces? -le pregunté.
-Dejame a mí -sonrió.
-Bueno... -asentí.
-Dime, cielo -entró Susana a la habitación.
-Es que... Jari está que le arde su sexy espalda -dijo y recibió un codazo de mi parte- ¿Me prestas tu crema? Esa la que tiene no sé que gel relajante... -pidió.
Ella asintió saliendo de la habitación a lo que yo aproveche para regañar a Abraham.
-¿Por qué tenías que decir eso? -proteste.
-¿Qué? ¡Libertad de expresión, Jari! -exclamó.
Rodé los ojos.
-Toma -dijo Susana teniéndole el pote de crema- Y cuidado con estar haciendo cochinadas, las paredes son finas y se oye -dijo.
Yo reí y me oculte bajo las sabanas ruborizada.
-Te amo Mami -dijo Abraham, besando su mejilla.
-Yo también, gordo -dijo ella.
¿Él? ¿Gordo? Seeeeh y yo soy Obama.
-Buenas noches, bonita -me sonrió.
-Buenas noches, Susi -le devolví la sonrisa.
-Uyyyy, gordo -me burle cuando ya su madre no estaba.
-¡Si!, ¡subí tres kilos en una semanas! -se quejó.
-Estás peor que yo, chico.... -dije.
Se ríe.
-Quitate la camisa -ordenó.
-¿Qué?
-Que te la quites, lo vamos a pringar todo sino.
-"Ensuciar", Abraham. Se dice "Ensuciar" -dije.
-¡Es lo mismo! Verbo transitivo. -dijo.
Riendo me quité mi camiseta, bueno... Su camiseta que utilizo para dormir recibiendo una mirada punzante sobre mi.
-¡Deja de mirarme! -me ruboricé.
-Es que es inevitable, joder.
Golpee su hombro.
-Solo recuestate boca abajo, ¿si? -sonrió.
-Me vas a violar... -reí.
-Si tú me dejas...
-Si yo te dejo no me estarías violando, porque yo estaría aceptando por voluntad propia.
-Ya... Pero podrías denunciarme por abuso de menores. -dijo untando crema en mi espalda.
-Pero si tú eres menor...
-Falta muy poco para que no lo sea más...
-¡¡¡DEJA DE ROMPERME EL CORAZÓN DE ESA FORMA!!!
Se rió.
Después de llenarme de ese producto grasiento y resbaladizo por toda mi espalda y hombros me devolvió mi camiseta y nos recostamos al fin.
-Jari... ¿Puedo preguntarte algo? -dijo, acariciando mi cabello.
-No me asustes, ¿qué pasa?
-Mira, como la próxima semana regresaré a la escuela. Mi madre dijo que iríamos este fin de semana a casa de mis tíos y me dijo que te le gustaría que tú vayas, ya sabes... Para presentarte a mi familia. -dijo.
-Eh, no sé... ¿y si no les caigo bien? -pregunte.
-De eso no te preocupes, les caerás genial, son buena gente...
Mi familia también era buena gente, y sin embargo aquí estoy...
-¿Cuando vamos?
-Saldríamos la madrugada del viernes y volveríamos el domingo después del almuerzo, porque el lunes tendría clases y ellos viven un poco lejos...
-Está bien -sonreí- Si hay comida y WiFi, cuenta conmigo -bromeé.
-Por eso te amo -rió.
-La última noche... -recordé.
-La última no, solo la más complicada...
Continuará...
¡Hola! ¿Cómo están? ¿Qué dicen?
¿Cuanto sin subir? ¿Una semana? ¿Más?...
No crean que por no actualizar las tengo abandonadas, estoy trabajando en muchas cosas que estoy segura de que les va a gustar mucho. Como ya dije estoy trabajando en eso, ya pronto van a saber de que se trata.
Bueno, espero les haya gustado en capítulo de hoy...
Gracias por leer💕