BAD GUYS I: AGGRESSIVE © |EN...

By JoleHBellamy

4.2M 241K 28.7K

Los que no ven ninguna diferencia entre alma y cuerpo, no tienen ninguna de las dos cosas. -Oscar Wilde. Hist... More

ADVERTENCIA
SINOPSIS
P R Ó L O G O
1
2
3.
4.
BOOK TRAILER.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
Especial I
18.
19.
20.
21.
22.
Instagram
23.
24.
25.
26.
Especial II
Especial III
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
AVISO.
37.
38.
39.
Portadas.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.
58.
59.
GRACIAS
60. |Final|
Epílogo

Especial IV

45K 2.8K 294
By JoleHBellamy

Un millón. En serio, no sé que decirles, pero puedo agradecerles todo lo que hacen por mí. Un escritor no es solo letras, necesita de alguien que entienda aquellas letras y eso son ustedes para mí. Son los que cada día me ayuda a crecer más, y lo agradezco mucho. 

Millón gracias por todo esto. 

He estado recibiendo preguntas por interno y las he respondido en mi no-blog (lo pueden encontrar en mi perfil), estaré gustosa de responder sus preguntas, las pueden dejar aquí en comentarios si lo desean. 

Sé que es parte del primer capítulo, pero quise hacerlo ya que hice lo mismo en WildFire, todas necesitaban saber lo que Dash sintió cuando vio a Holly por primera vez, y aquí lo tienen. 

Espero que les guste. 

Disfruten su lectura<3 

Pd: No olviden seguirme en mi cuenta alternativa Abaddon_Queen ahí aceptaré todo el spam que quieran<3 

DenisseGBellamy

~*~

—¿A quién diablos miras como si estuvieras a punto de comerte, Barton? —Ethan me aborda, golpeando mi hombro mientras me entrega una cerveza. Gruño, no quería despegar mis ojos de aquella pequeña morena. Tenía que tenerla en mi cama.

—No es tu problema.

—¿Nuevo reemplazo?

Lo observo. Ethan era mi mejor amigo, a quien le confiaba todo, pero justo ahora, quería estrellar mi puño hacia él. Mis ojos se desvían de regreso a la pequeña morena sentada en la mesa de la cafetería del frente.

Parecía asustada y yo no podía quitar mis ojos de ella.

—Yo no tengo reemplazos, Ethan —Sonaba enojado, pero no lo estaba. Aquella chica llamó mi atención desde que había ocupado aquella silla en la cafetería de los Reynolds. Odiaba ese lugar—. ¿Qué diablos quieres, Ethan?

—Mike y yo iremos a la fiesta de Leigh —Lo observo. Había follado con Leigh antes, pero prefería quedarme observando a la chica pálida de cabello negro—. ¿Vendrás?

—No —No quería tener a la morena pegado a mí como garrapata—. Pueden ir ustedes.

—Estará la manada de Reynolds —dice, como si eso fuese lo más importante en mi vida. Siento el enojo filtrarse en mi cuerpo y aprieto mis puños con fuerza—. Podemos patear la mierda fuera de ellos si se sobrepasan.

—No volveré a la cárcel por niñerías, Ethan —No volvería a pisar ese lugar ni muerto—. Mientras más lejos de los Reynolds, mejor.

—Una mierda, Barton —Ethan gruñe, parece enojado, pero lo dejo pasar por alto. Él siempre parecía estar enojado—. ¿Shawn logró meter tu trasero en la cárcel y solo lo dejarás pasar?

—Reynolds no logró nada, Ethan —Debo controlarme—. Tampoco me interesa estar con Leigh en mi brazo toda la noche. Prefiero terminar con mi trabajo.

—¿Estás huyendo de Leigh?

—Leigh no es una persona que me haga huir —Quería irme, pero perder de vista a la morena no parecía entrar en mis opciones—. Llega un momento en el que es irritante y solo me dan ganas de golpearla.

—Es una mujer.

—Créeme —gruño—, es lo único que me detiene.

—¿Quién es la chica? —Ethan capta mi atención y desvío la mirada por un segundo—. Parece un fantasma...

—No lo sé —Giro, captando toda su atención—. ¿No te ibas a una fiesta?

—Amigo —Se burla, regresando la mirada al restaurante por solo un segundo—, te conozco. ¿En serio te meterás en territorio de los Reynolds?

—La ciudad es libre —Es lo único que respondo. Tenía ganas de pelear, pero James Reynolds no estaba en mi lista. Al menos por ahora—. Pero no, es mi turno de vigilar a Amana, no está bien.

—¿De nuevo? —Niego. Al menos eso me tenía tranquilo. Ella estaba comportándose mejor—. Amigo, sabes que Amana es como una hermana para mí, ¿no llegaste a pensar que necesita ayuda?

Lo había pensado, justo antes de que toda la mierda empezara a caer sobre mí. Tener un hermano mayor pendiente de una empresa y no de su familia, me dejaba a mí, cuidando de mi madre y la pequeña Amana.

Era difícil.

—No depende de mí, lo sabes.

Ethan golpea mi hombro en señal de apoyo. Es lo que siempre hacía. No necesitábamos palabras para apoyarnos, no cuando habíamos pasado varias cosas juntos. Era la persona en la que más confiaba.

—¿Te gusta?

—¿Qué?

—La morena —Señala. La he vuelto a observar sin siquiera darme cuenta. Mi puños están apretados en cuanto la noto intercambiar palabras con el menor de los Reynolds—. No la has dejado de acosar.

—El acoso es tu trabajo, Ethan.

—Buen punto —Se ríe—. Si te portas bien prometo conseguir información sobre ella para mañana.

—No lo hagas. —Por alguna extraña razón, investigarla sonaba mal. Era nueva en la ciudad, lo sabía porque no la había visto antes. Nunca olvidaría esos ojos tan grandes.

—Investigaste a Cara —Se está riendo de mí, sus ojos verdes lo dicen todo—. Estas jodidamente bromeando. ¿Qué tiene de especial?

—Nada —gruño. Trago duro cuando regreso la atención a ella. Está observándome a través del grueso cristal, y aun así soy capaz de ver con claridad sus ojos. No podía distinguir el color al estar lejos, pero lo iba a ser, pase lo que pase—. Se me hizo conocida, pero no recuerdo haberla visto antes.

Ethan se ríe en voz baja, bebiendo de su cerveza.

La morena se mueve, levantándose con rapidez de su asiento y, prácticamente, huyendo del restaurante. Es más pequeña de lo que espere y su cabello se sacude con fuerza cuando choca contra el frió aire de nueva york.

Cabello negro y corto, me gusta.

No me mira, pero sé que nota mis ojos sobre ella, aun cuando termina subiéndose a un auto con rapidez. Cuando está en el interior, espero a que arranque, sin embargo, no lo hace. Un teléfono se presiona contra su oído y distingo un pequeño ceño fruncido.

—Joder, hombre, dale espacio a la pobre chica —Mike golpea mi espalda, haciéndome sentir incomodo—. Desde allá puedo ver como meas sobre ella.

—Mearé sobre ti si no cierra las maldita boca, Mike.

Mike era mucho más grande que yo, pero pondría su culo contra el suelo si intentaba pasarse de listo conmigo. No era yo cuando me enojaba, y ellos lo sabían.

—Lo entendí —Mike asiente—. Por lo poco que sé, es una Parks —Mi cuerpo se congela. El moreno era más rápido que Ethan, el genio de la computadora—. Al parecer Alexander Parks era un hombre que se divertía mucho.

—¿Es hermana de Elton?

—Media hermana —Corrige—. No creo que quieras estar detrás de ella.

Que sea una Parks solo me decía algo; podía tenerla de mi lado o del lado de su familia. Y, si estaba por su cuenta, me convenía mucho.

—¿Por qué nunca escuché hablar de ella?

—Es una Parks, no se sabe mucho de ellos, en realidad.

—Bueno —El motor de un auto suena, llamando nuevamente mi atención. La morena se marcha con rapidez, dándome una mirada rápida—. Será difícil, pero no imposible.

Una vez que pierdo de vista el auto, me despido de ambos para luego subir a mi moto sin esperar respuesta alguna. Tenía que alcanzarla antes de que se alejara más.

Si podía usarla para molestar a Alexander Parks, no iba a detenerme.

~*~

—Vas a tener que quedarte en casa está noche, Dash —Adrien gruñe por teléfono, parece enojado, pero simplemente no me importaba. Ya había cuidado a Amana, era su turno y la empresa me importaba una mierda—. Tengo una reunión importante para vender tus programas, ¿puedes dejar de ser un grano en el culo?

—No me quedaré en casa, tengo cosas importantes que hacer —Mis ojos están sobre la pequeña morena, quien parece inmensamente perdida en aquellos apretados jeans—. Tengo cosas más importantes que hacer.

—Mantente lejos de Holly Parks, Dash —Él gruñe, haciendo que mi ceño se frunza. ¿Cómo lo sabía? —. Ethan es tan idiota como para hacer sus investigaciones desde la empresa, ¿creíste que no lo sabría?

—Es mi problema, Adrien, sé cuando detenerme.

—¡Y una mierda! —Sisea, debo alejar el auricular de mi oído para no ser testigo de su grito—. ¡Sabes que no puedes controlarte!

—Viene de familia —Me burlo. Tanto él como yo teníamos muy poca paciencia—. Debo entrar a clases, ¿puedes molestarme después?

No espero respuesta por su parte y termino con la llamada. Mis ojos continúan sobre la pequeña morena. Holly Parks parecía un pequeño conejo perdido entre tantas personas, pero no podía acercarme, aun no.

Es hermosa, pero lo que más resalta en ella son sus enormes ojos azules. Ethan había logrado meter información de ella en mi teléfono, la cual no me contuve al leer.

Su nombre completo era Holly Elizabeth Parks Johnson, su madre había muerto dos años atrás, dejándola a ella por su cuenta. Alison Parks, la menor de los hermanos Parks, se encargó de ella y su madre mientras la segunda seguía con vida.

Padrastro borracho y hasta cierto punto drogadicto.

Toda una caja de sorpresas.

Varias miradas caen sobre mi cuando me deshago de la chaqueta negra. Los tatuajes llamaban la atención más de lo que había pensado, pero era necesario, ningún asesino logró meterse conmigo en la cárcel.

La mayoría parecía tenerme miedo.

—Barton. —Alguien saluda, a lo que solo saludo con un inclinamiento. La tela en mis manos termina en el interior de mi auto y no dudo en hacer mi camino a la universidad, siguiendo de lejos a la pequeña morena.

Holly.

No sonaba tan mal después de todo.

Choco con varios de los miembros de Irolic en mi camino, todos ellos corrían y se mantenían lejos del bando de Reynolds. Ciertamente, meterse con drogas y asesinos no estaba en sus planes.

Aun no entendía como Elton Parks terminó de su lado.

Él había sido un buen chico en su adolescencia, pero todo había cambiado, todos habíamos cambiados desde antes. La muerte de mi padre trajo consigo oscuros días de este lado de la ciudad.

Ahora, poco a poco, el sol empezaba a brillar gracias a Adrien, pero aun había mucho que hacer. Aun teníamos venganzas que cobrar.

Aun Alexander Parks tenía cuentas por pagar.

Noto que me he acercado demasiado cuando un pequeño y débil cuerpo choca contra el mío. No reacciono con rapidez y la veo caer al suelo. Maldice con fuerza, llamando la atención sobre nosotros. Varios ojos están sobre mí y sé que esperan lo peor, tal y como siempre lo hacían.

Se levanta con rapidez, tomando el gorro de tela que estaba cubriendo parte de su cabello. Sus labios tienen una pequeña muestra de labial y se entreabren cuando sus ojos chocan con los míos. Parecía tener miedo y sé que no estoy haciendo nada para impedirlo.

—¿Terminaste de babear, niña? —No soy capaz de controlar mis palabras, lo que aumenta el enojo hacía mí—. Mira por donde vas la próxima vez. —Los murmullos se detienen cuando me inclino un poco hacía ella. Sus ojos estan abiertos y el azul de ellos brilla con más fuerza.

Es hermosa.

—Idiota —Sus labios forman una dura línea, y sus brazos forman jarras. No puedo evitar observarla con confusión. Estaba asustada hace menos de un segundo—. Tu deberías ver por donde caminas y dejar de ser un gilipollas.

Tenía agallas y todos parecen notarlo.

Los jadeos y murmullos regresan, haciéndome irritar.

Mis ojos denotan enojo y no puedo controlarme cuando mi mano se aferra a su brazo, aprieto, sin llegar a lastimarla. Ella lucha un poco, su ceño está fruncido y sus labios apretados. Está enojada, pero cuando me acerco un poco más, traga duro.

Te tengo, nieves.

Su brazo tira de nuevo y no dudo en dejarla ir. Nunca golpearía a una mujer, aun cuando muchas se lo merecían.

—Te arrepentirás de eso...

—Dash —Salvada por un decano. Giro sobre mis talones, encontrándome con un par de ojos azules que me observan, esperando mi siguiente movimiento—. ¿No tienes una clase a la cual ir?

—Sí —Ahora mi enojo se enfoca en él. Alexander Clayton. Lo conocía a la perfección, también como la relación que mantenía con los Parks. Un hombre abandonado en pleno altar. Me giro sobre mis pies, enfrentando por ultima vez a la morena. Está asustada y lo noto cuando su cuerpo tiembla. Mis ojos están sobre los de ella cuando digo: —Esto no se quedará así.

Cuando me alejo de ellos, escucho la voz de Clayton llamando a Holly. ¿Ella entraría a psicología?

La mata de cabello negro de Leigh entra en mi campo de visión cuando estoy lo bastante lejos de Holly y el decano, sé que se lanzará sobre mi cuando me encuentra, pero gruño, observándola con enojo antes que llegue a tocarme.

Ve a buscar con quien follar, Leigh, no estoy de ánimos.

Continue Reading

You'll Also Like

1.4M 102K 62
Los tres mandamientos de la Bestia: Regla número 1: Obedecerás a la Bestia. Regla número 2: Venerarás a la Bestia. Regla número 3: No tentarás a la B...
254K 20K 42
Desesperada por encontrar piso, Elizabeth termina conviviendo con tres hombres, a cada cual más extravagante. Pero sin duda, en la escala de capullos...
37.9M 720K 53
Mary Hamilton tiene 17 años, una chica totalmente de familia, ¿amigos?, los necesarios, tres hermanos mayores, pero vive con solo uno de ellos, Jessi...
1.3M 98.8K 80
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...