WhatsApp:
Abraham: ¿Estás despierta? :v
Jari: Sip.
Abraham: Bien, porque necesito el consejo de una chica.
Jari: Que intenso, dime.
Abraham: Quiero salir con una chica mañana, y no sé como pedírselo... ¿qué me aconsejas?
Jari: ¿Preguntándoselo? Si, eso.
Abraham: ¿Quieres salir conmigo mañana?
Jari: Genial, ahora enviáselo a ella.
Abraham: Jari, ¿es en serio? ._.
Jari: ¿El que? ._.
Abraham: ¡Estoy hablando en serio!
Jari: Ah, ah, no estás hablando, estás escribiendo, porque si estuvieras hablando te tendría en frente, y no estas... Lo cual me deprime.
Abraham: ¿Me extrañas?
Jari: Mucho...
Jari: Necesito tus abrazos, ¿sabes?
Abraham: Pero, si nos vimos hace veinte minutos, te estuve abrazando todo el tiempo, y estamos solo a dos habitaciones de distancia...
Jari: Igual te extraño.
Abraham: ¿Quieres venir conmigo?
Jari: Pero, están los chicos durmiendo contigo.
Abraham: Me refería a lo de mañana, pero me gustó mas tu idea. 😏
Abraham: Veeeeeeeeeeeen
Abraham: ¡Por favor!
Jari: Que conste que solo porque Cristina ronca mas que tú.
Abraham: Sili pirqui Cristini rinci mis qui ti. 😒
Abraham: ¡Cállate! Me necesitas, lo sé.
Jari: JAJAJAJAJAJ
Abraham: ¿De qué te ríes?
Jari: Es que seguro tardaste un siglo en escribir todo con la maldita "i" como un chinito enfadado.
Abraham: ¿Realmente? Si, ¡Y es frustrante!
Abraham: ¡NO ENTIENDO COMO LA GENTE LO HACE!
Jari: ¿Y entonces por qué lo haces?
Abraham: Por que todos lo hacen.
Jari: Y si todos se tiran de un puente, ¿tú también?
Abraham: Estoy experimentando un "véja vu", ahora mismo.
Jari: ¿Por qué?
Abraham: Porque eso que acabas de decir me lo decía mi madre cuando era pequeño.
Abraham: Como cuando no me dejaba ir a cumpleaños y le ponía la excusa de "irán todos", ella decía eso.
Abraham: O cuando reprobaba un examen e intentaba rescatar mi trasero de la chancla diciendo... "pero, a todos les fue mal", ella decía eso.
Abraham: ¿Tú nunca lo has hecho?
Jari: No.
Abraham: ¿Por qué?
Jari: 1). No me gustaban los cumpleaños, porque allí había comida y seria sospechoso que no comiera nada en toda la fiesta, o... Que viera a la alguien comer y corriera al baño a vomitar.
Jari: Estaba embarazada, o... Te necesitaba a ti. Yo creo que la segunda.
Jari: 2). Nunca me fue mal en un examen, de alguna manera siempre quise estar alineada en ese tema, ya que era en lo único que mi madre me ponía un poco de atención.
Abraham: ¿En que momento esta conversación dio un giro completamente y se convirtió en algo realmente dramático y triste?
Jari: ¡Hello! Tienes como novia a una anoréxica suicida, ¿que esperabas? ¿que te hablará del clima?
Abraham: ¿Siendo así?, prefiero vivir en la ignorancia.
Jari: Touché.
Abraham: Yo solo espero una respuesta... ¿Saldrás conmigo mañana?
Jari: ¿Quieres que vaya ahora, o no?
Abraham: Por favor... No creo poder dormir sin tus patadas y culazos en las madrugadas.
Jari: Espera que me cambie, estoy desnuda.
Abraham: ¿QUE HACES DURMIENDO DESNUDA?
Abraham: Y SIN MI.
Jari: Es que estaba tomando una ducha, y resulta que ALGUIEN me aventó a la jodida piscina con maleta y todo y ahora no tengo ni un puto trapo seco que ponerme.
Abraham: Con eso puedo ayudarte, ¿estás sola?
Jari: Sí, Cris salió y dijo que volvería en la madrugada, ¿que hay con eso?
Abraham: Esperame allí, no te muevas.
Jari: Dah, ¿donde me iría? ¿al bonito balcón? ¿a hacerles un streep tease en toalla a los sensuales albañiles que están del otro lado de la calle?
Abraham: ¡NO TE MUEVAS DE ESE PUTO BAÑO!
Abraham: Espera... ¿de verdad estás desnuda?
Jari: ¿No era que preferías vivir en la ignorancia?
Abraham: ¿Contigo así? Para nada.
Jari: ¡No te enviaré una foto si es lo que intentas!
Abraham: No hace falta, ya las tengo.
Jari: Prefería vivir en la ignorancia. ✔✔
Visto: 00:03 a.m.
(...)
-Realmente estabas desnuda. -habla, escaneandome de arriba abajo.
-Sí, ¡y deja de mirarme! Es incomodo... -exclamo cubriéndome.
-¿Qué tiene? No es nada que no haya visto antes. -alza sus hombros, siguiendo mis pasos desde el baño hasta el dormitorio.
Realmente estoy desnuda en frente de sus narices y para él es todo tan casual...
Se acerca a mi y besa mis labios abrazándome por la cintura y siento como mis piernas rozan con la suave colcha de la cama. Me siento sobre ella pero él es mas rápido y me toma por las caderas para estampar su culo, él sobre la cama, haciendo que yo quede sentada a horcajadas sobre su regazo. Entrelazo mis piernas a través de su espalda y él me sujeta del trasero, según él, para no dejarme caer.
-Creo que debería vestirme, digo, antes de que se te pare... -susurro, abrazándome a él.
-Yo creo que es algo tarde -murmura, haciendo que me ría.
- ¿Puedes darme la supuesta ropa que trajiste?
Desliza sus manos desde mi trasero hasta la parte interna de mis caderas dejando un sendero de besos por mis clavículas. Devuelvo el beso sobre sus labios y entrelazo mis dedos sobre su abundante y sedoso cabello.
- ¡Oh, si! Espera...
Me levanto de encima de él y voy hacia el enorme placar, que por cierto, estaba vacío excepto por un conjunto de ropa interior que puse en no bolso de mano por si acaso, en el momento en que Abraham me tiró a la piscina, Cris lo llevaba así que es lo único de mi ropa que se salvó de haberse empapado. Me pongo la ropa interior ya dicha y me volteo para encontrarme con Abraham tendiéndome una de sus camisetas, bueno, si es para dormir está bien. Supongo que para mañana mi ropa ya estará seca.
-¿Dormimos, ya? -pregunta, una vez que yo me puse la camiseta.
De un salto me cargo sobre sus caderas enroscando mis piernas en ellas, se tambalea sobre su peso con la carga del mio pero logra sentarse en la cama antes de que caigamos como estúpidos al suelo.
-Amo cuando haces eso, no sé que tipo de destreza elástica tengas en las piernas que logras hacer eso con tanta facilidad -dijo sonriente.
-Talento natural. -dije antes de besar su nariz.
(...)
- ¡Samuel, ¿puedes apagar esa maldita cámara?, no me dejas ni cagar, tío! -se queja Abraham desde el baño.
-Ay bueno, ya -murmura Samuel rodando los ojos.
-¿Pueden salir de mi baño? -pregunto- No lo entiendo, ustedes tienen su habitación, que necesidad de estar aquí de invasores -protesto.
-Oye, el hotel lo estoy pagando yo, así que puedo meterme donde yo quiera -afirma Abraham.
-¡Mentira! -exclama Cris- Tú lo único que pagaste fue el taxi que me acompañaste a tomar esta mañana para ir por no sé que cosa para Jari, en todo caso la habitación la está pagando Tony.
-Sí, pero es mi hermano, ¡lleva mi bella sangre A positivo así que de alguna manera yo también pagué! -proclama, es absurdo.
-Veté Abraham, por favor -le pido.
-Bueno -dice yendo hacia la puerta.
-¡No, espera!
-¿Si? -pregunta, volteandose.
-¿Bikini celeste o negra? -pregunto, elevando ambos pares.
Se ríe.
- Mmm... La parte de arriba celeste y la de abajo negra -propone.
- Buena elección -sonrío, y voy hacia el para besarlo y volver a mi lugar- ¡Bueno, ahora, sí...! ¡Largo! -exclamo.
-Las esperamos abajo -dice- Ah, ¡y lleven algo para taparse! -se voltea para decir lo anterior- Ah, Cris... Ten cuidado de te escapará una teta. -ríe, señalándola.
- ¡Adiós! -digo, cerrándole la puerta en las narices.
Junto con Cris nos miramos y comenzamos a reír como focas.
-Y, Mana... -murmura.
Hace mucho no me llamaba de esa forma.
-Dime...
-¿Aún no ha pasado nada entre ustedes..? Ya sabes... -tartamudea.
-No, no sé, ¿de qué hablas?
-Ya sabes, si ya... ¡Eso!
-Ah, sí, entiendo... -balbuceo- Y sobre eso...
La miro, me mira y de repente sus ojos se abren cual semáforos y comienza a toda histeria.
-¡¡Ya te la metió, ¡¿Y no pensabas decírmelo?! Ay, Jesús!!
-Emm... ¿si? -pregunto y muerdo mi labio reprimiendo la risa.
-¡Ahh! ¿Y como fue? ¿dolió? ¿usaron protección? ¿sigues tomando tus pastillas, cierto? ¿cuando fue? ¿como? ¿donde? ¿dolió? Oh, espera... Eso ya lo pregunté.
Vamo a calmarno.
-Sientate -digo, sentándome junto a ella.
-¡Uy, charla de chicas!... Entonces fue intenso -canturrea, sobando sus manos.
-Respondiendo a tus preguntas... Fue increíble, si dolió, pero sólo al principio...
- ¡Te dije! -interrumpe.
-¡Shh! Dejame terminar, ¿quieres saber o no?
-Joder, sí.
-Sí, sí usamos protección, sí, sigo tomando las benditas pastillas. De hecho, aquí están -digo sacándolas de un pequeño cajón- Fue la noche del cine, esa en la que llegamos tarde... Un par de días después de ya sabes... Mi accidente. Y... Fue en un hotel.
Alza una ceja curiosa y pícara, haciéndome reír.
-Oh, con razón ese día no podías ni siquiera caminar -comenta.
-¡Ay, que exagerada!
-Y, ¿la tiene grande? ¿O es un manícero? -pregunta, mirándome con picardía.
-Eso a ti que te importa... -me ruborizo.
-¡Siempre quise saber! -exclama- Cuando eramos niños y nos tocaba dormir juntos en las habitaciones de hotel, bueno... No tan niños el tendría unos doce o así, cuando despertaba su gloria mañanera se hacia presente detrás de mi espalda, y bueno, él salía corriendo con su padre.
Vivía mejor en la ignorancia.
- ¿Qué? -pregunta al ver que la estoy mirando con una mueca- Debe de tener la torre inclinada de Pisa allí para que después ni siquiera camines...
-¡Cállate! ¡Que horror! -cubro mi rostro con mis pequeñas manos.
-Ay, bueno... Dime una cosa, si estabas depilada, cierto? -pregunta.
-Claro que sí, no iba a hacer esas cosas toda llena de cardos, por Dios. -contesto, indignada.
-Bueno, es que yo tenía una amiga que...
-¡Ya Cris, no me cuentes esas cosas, por Dios!
-Debió ser muy tierno, ¿verdad?
-¿Él? Sí, demasiado, y estoy feliz por eso, hasta me hizo llorar...
-¿Del dolor?
Me río.
-Si, también, pero sobre todo lo que dijo. Igual, no te daré detalles. -digo poniéndome de pie.
-Hey, yo si te los di... Aunque luego no salieras de tu casa por una semana por el trauma.
-Para tu información... Más de quince centímetros, asegurado. -susurro a su oído antes de salir corriendo hacia el elevador.
Continuará...