- ¿Por qué le has dado me gusta a ese de ahí?
Pregunta Abraham detrás de mi.
- Pero, ¿tú no estabas durmiendo? -pregunto al oír su voz.
- Sí, pero es imposible dormir mi siesta más de cinco minutos cuando tú estás besando mis ojitos cerrados.
- Y por eso prefieres andar de chismoso. -alzo una ceja.
- No respondiste a mi pregunta -reclama.
- Ay, porque es lindo, contento?
Me mira y se voltea dándome la espalda dejándome ver su espalda aún dañada.
- Aún tienes marcas -murmuro.
Comienzo a pasar las yemas de mis dedos sobre su piel rasgada por mi... ¿En serio yo le hice eso?
- Dejame -masculla y da un movimiento brusco.
Hago el intento de no reírme, amo hacerlo enojar, es muy tierno.
- ¿En serio?
- Si -afirma.
- ¿Estás celoso?
- No.
- ¿Y entonces?
- Tengo sueño.
Comienzo a reír, en serio no puede ser más adorable.
- Eres muy lindo, sabes?
- Y tú muy mala.
Me reincorporo sobre la cama apoyándome sobre mi codo derecho y comienzo a dejar besos por sus hombros descendiendo a sus mejillas.
- Eres muy tierno.
- Sigues siendo mala -canturrea.
- Te amo -murmuro contra su piel húmeda por mis besos.
- Yo también.
- ¿Tú también qué?
- También me amo.
Se voltea y me mira divertido, lo miro seria y comenzamos a reír al mismo tiempo.
- También te amo, hermosa -sonríe.
- No, ahora me enfado yo -me volteo.
- Ah no. -se posiciona a horcajadas sobre mi mirándome divertido.
- No Abraham... No eso que estas pensando, por favor. -suplico.
- ¡Lluvia de cosquillas!
Sus dedos viajan a mi abdomen haciendo un roce rápido en él provocándome un cosquilleo, horrible.
- ¡No! ¡No! ¡Por favor! ¡Eso no! ¡Basta! ¡Abraham! -grito retorciéndome debajo suyo.
Se detiene quedando sobre mi con una sonrisa traviesa hasta que su boca llega hasta mi abdomen haciendo sonar como trompita, ya saben ese típico "Prrr" "Prrrr" que se les hace a los tiernos bebés en sus barrigas.
- ¡Ya basta, quitate! ¡O voy a gritar que me quieres violar!'
- No lo harías...
- ¿Ah no? ¡¡¡AXILIO, QUIE...!!!
- ¡Shh! ¡Cállate! -cubre mi boca reprimiendo mis gritos.
Lamo sus manos haciendo que las quite haciendo una mueca.
- Cochina... -murmura. Limpiándose con las sábanas.
- Igual te encanto y lo sabes...
- No te das una idea de cuanto... ¡Entonces un ataque de besos!
- Tu labio sigue herido...
- ¿Sabes? Aún me arde la espalda como ni te imaginas, mi labio aún duele también y mi hombro tiene tus colmillos marcados allí... Estar contigo es todo un riesgo.
- "Colmillos" dice, no soy Drácula, Abraham.
- ¡Pero mira! Ahí están tus dientes, si no eres Drácula, pues serás pariente -exclama.
- Estúpido... -murmuro y ríe- Hey, ¿Tus padres no tienen problema con eso del viaje sorpresa de Tony?
- Y, Yo creo que no, sino no hubieran dejado que vayamos y aunque no lo creas, Antonio Junior es muy responsable.
- Si alguno se pierde en el camino, morirá.
(...)
- ¿Crees que deba llevar algún abrigo? -pregunta Cris acomodando su ropa en la maleta.
- Yo sí llevo, no creo que todos los días sean de calor intenso, además creería que por la noche si hará algo de frío.
- ¿Chaqueta o suéter? -dice, levantando ambas perchas.
- ¿Ambos?
- Buena elección -ríe- ¿Tú que llevas?
- Prácticamente lo mismo, solo que menos ropa, vamos una semana no nos quedaremos a vivir, Cristina.
- Uno nunca sabe lo que puede llegar a pasar. -comenta.
Ruedo los ojos.
- ¿Llevas planchita, secador o algo así?
- Sipí -responde- Tony dijo que saldríamos por allí así que no quiero verme horrible.
- ¿No te parece un poco extraño eso del viaje? -pregunto.
- La verdad es que sí -dice- Pero bueno quizá le hicieron descuento -ríe.
- ¿Ya terminaste?
- Sí -afirma- Solo queda empacar las cremas, perfumes y eso, pero eso después.
- Ven, veamos si los chicos necesitan ayuda.
Andamos hacía la habitación de Tony donde se encuentran los tres "armando" sus valijas.
- ¡No cierra, tío! -exclama Abraham, luchando con el cierre de su maleta.
- ¡Abraham, ven y pon tu culo inexistente sobre esto! -grita Samuel.
Abraham corre hacia allí y estampa su trasero fantasma sobre la maleta de Samuel, tirándose encima suyo, haciendo que este empuje a Tony y los tres acaben en el suelo.
- ¡Dije sobre la maleta, no en mi cara! ¡Quitate! -grita Samuel.
- Bueno, cierrala tú -Gruñe, Abraham.
- ¿Alguien lleva condones? -pregunta Samuel.
- ¿Piensas ponerla? -pregunta Abraham, riendo.
- ¿Acaso tú no?
No.
- Eso es información confidencial... -responde él.
- Ya sí claro, justamente tú no vas a querer hacer nada teniendo a Jari semi desnuda enfrente de tus narices.
Hombres...
- ¡Ten esto y cállate! -exclama Abraham, dejándole una tira de condones que guardaba en su maleta.
- De hecho... Yo creo que Abraham, estará más sobre protector con ella que nunca. -cometa Tony.
- No tanto... -dice él- Es decir, claro la estaré cuidando pero tampoco voy a andar de perrito faldero.
- Creo que no deberíamos estar escuchando esto... -susurro a Cris, quien se encuentra riendo.
- ¿Mejor entramos, no? -pregunta a voz baja.
- ¡¡¡¿Por qué mierda no cierra esto?!!! -grita Tony, frustrado.
- ¿Necesitan ayuda? -pregunto entrando a la habitación seguida por Cris.
Ellos levantan la vista hacia nosotras y sonríen.
- ¡Es que no cierra! -protesta Abraham.
- A ver... Quitense -los hacemos a un lado.
- ¿Ven lo necesario que son las mujeres en esta vida? -cometa Samuel y ellos ríen.
- ¡¡Pero esto es un caos!! -exclamo- Claramente jamás cerrará.
- Primero van las prendas más grandes, y lo más pequeño al final, por ejemplo esto -dice Cris, sacando los condones de la maleta de Samuel.
- ¡Oye espera! -exclama Tony- Sophia no irá... ¿A quien piensas engatusar?
- Encontraré a alguien... -respondió.
- Esa fidelidad, mejor no me la regales... -dice Abraham.
- ¡Deja de decir idioteces y ayudame con esto! -protesto.
(...)
- ¡Tengo hambre! -grita Abraham, llamando la atención de todo el centro comercial.
Hemos venido a comparar tonterías para el vuelo, ya saben películas, auriculares, Cris quiere un libro y una almohada, creo... Pero como él es Abraham y hay que alimentarlo.
- ¿Pero no es que ya comiste? -pregunta Tony.
- Hace dos horas con veinte minutos que mi sistema no obtiene proteínas.
- Ya está devuelta con sus proteínas.... -bufa, Samuel.
- ¿Mc Donnals? -pregunto.
- ¡Mc Donnals! -afirman.
- Ese puede ser nuestro "Siempre" -cometa Tony.
Entre los cinco nos miramos fijamente y comenzamos a reír como subnormales.
Vamos hacia el patio de comidas y una vez sentados enviamos a los chicos a pedir, seguro rompen algo.
- ¿Como estás? -me pregunta Cris.
- ¿Eh?
- Sí, tú.. ¿Como estás? Te ves triste...
- Estoy bien, solo algo cansada.
- Te conozco Jari, es porque les queda poco tiempo, no?
- Sí...
- Solo los separan un par de calles, tranquila.. Todo estará bien.
- El problema no es ese, es que al volver a casa Abraham y tú volverán a la escuela, Samuel a la universidad, bueno y Tony ni idea, yo debo quedarme en casa y seguramente viajar con tus padres a la nebulosa si es posible, no creo aguantar sin él. -confieso.
- Dime una cosa... ¿Nunca has pesando en regresar?
- ¿A casa? ¿Realmente? Sí, la verdad es que sí. Pero aquí los tengo a ustedes... Aquí esta él, y volver a ese lugar seria como volver al pasado y no quiero eso, si hay veces en las que me siento un peso, sabes? Pero no puedo regresar, y sobre todo... No puedo hacerle eso a él.
- ¿Ya se lo...?
Plantea Cris, pero es interrumpida por los chicos colocando las bandejas de comida sobre la mesa. Abraham toma asiento frente a mi y me sonríe antes de entregarme la gigante hamburguesa que tiene allí, seguida de unas papas, Coca Cola, y creo que son nuggets esos que tiene allí, a este paso creo que terminaré siendo vegetariana.
- ¿Y tus proteínas Abraham? -pregunta Samuel, burlón mandándose una papa.
- ¡Tengo Coca Ligth! -se defiende alzando las manos.
Todos ríen y él me guiña un ojo a lo que yo le sonrío tímida. La mirada asustada de Cris se posa en mi y le sonrío triste, no voy a decirle que he pensado en regresar, aunque no lo haga, no se lo diré.. No a él.
(...)
- ¿Puedes venir a dormir Abraham, por favor? -pregunto por milésima vez.
Todavía no entiendo porque se tarda tanto en ducharse, más cuando se pone a cantar, como ahora que se encuentra cantando "BeFoUr" de Zayn, seguramente usando el cepillo de dientes como micrófono.
- Malísimo ese inglés, Mateo -comento riendo.
- Uy, habló la gringa -dice, saliendo del baño.
Viene corriendo hacia mi cama, que ahora es nuestra porque hace meses no duerme habitualmente en la suya. Al instante que se cubre con la manta mi cabeza se posa sobre su pecho y mis manos rodean su espalda húmeda.
- Eso querías tú.. -murmura haciéndome reír.
- Bueno, si quieres me quito... -me volteo.
- ¡No! -jala de mi haciendo que me pegue a él.
- Mientes y luego te arrepientes -canturreo y él ríe.
- ¿Estás nerviosa por mañana?
- Algo... Hace mucho no viajo, sabes? -respondo.
- Espero que sea el primero de muchos, juntos...
- Espero lo mismo... -suelto un suspiro.
Continuará...
¿Que me dicen si les digo que ella se va? ¿Me matan? Bueno, mejor no. ¡Mentira! No se va a ir, sino le estaría sacando sentido a todo y Abraham se va terminar colgando de un árbol y fin.
Perdón por no estar muy activas, ya saben... La escuela y sacando que tenemos horarios muy distintos.
¡Quiero saber que les parece! Beso 💕