Estoy completamente avergonzada y apenada.
Acabo de despertarme y no recuerdo muy bien lo que ocurrió anoche y lo que me es más extraño es que estoy en pijama y no en el vestido rojo que ayer me puse para la gran celebración de mi hermana, un Shadow serio y cruzado de brazos está frente a mí mirándome sin expresión en las facciones de su rostro.
- ¿Estás molesto cierto?- me atrevo a preguntar en un susurro.
- Ni modo de que estaría feliz como una estúpida lombriz después de tus acciones estúpidas de anoche Rose- dice con total indiferencia y molestia, sea lo que sea que haya hecho metí la pata muy en el fondo.
- No recuerdo muy bien lo que pasó...- confieso en un susurro sintiéndome indefensa ante la mirada tan vacía que me penetra hasta el alma.
- ¿No recuerdas...?- dice esas palabras con algo de fastidio- Pues te refrescaré la memoria con gusto- sonríe de forma sínica y eso me preocupa, hace tiempo que no sonríe de esa forma- Estuviste actuando como una completa ofrecida después de que estuvieras totalmente ebria, conocí tú lado pervertido y me sorprendió que tanto vocabulario sucio y vulgar saliera de tus labios, estuviste a esto...- dice y lo veo apretar la quijada- De tirarte encima de otro sólo porque no acepte tú ofrecimiento de ninguna manera, por mucho no te desnudaste frente a todo el mundo porque de haber sido así tendría que haberte matado yo mismo- aprieta los puños- Toda tú me pertenece sólo a mí y yo soy el único que puede verlo- dice y sus ojos se vuelven más oscuros y puedo ver en ellos la rabia acumulada floreciendo rápidamente- Aparte de eso, me descuidaba un momento, sólo un misero momento y cuando volvía a buscarte, estabas tratando de ligarte a cualquiera sin importar que estuviera acompañado o completamente solo.
- Yo... yo...- trato de hablar en mi defensa pero nada sale de mis labios.
- Ahórrate tus excusas, no intentes buscarme en todo el día, de lo contrario te estregaré todo lo que estoy a punto de decirte en tu rostro- dice y se da la vuelta para salir de la habitación y cierra la puerta de un portazo.
........
Estuve todo en día en mi recámara, no salí de ella en ningún momento, ni siquiera para ir a desayunar, almorzar y cenar, el pensar que estaría ahí y con su humor de perros no me ayudaba en absoluto, estuve en cama todo el día y por mucho comí algo de la cena, solo me levanté de cama para ir al baño y atender mis necesidades y para darme un relajante baño o eso era lo que yo quería. No puedo creer que se me hayan ido las luces de esa forma, nunca me había pasado tal cosa (quizás sea porque no estoy acostumbrada a tomar).
Estaba a punto de caer dormida cuando escucho como la puerta de la recámara se abre y se cierra, dirijo mi mirada hacia allá y lo veo entrar más tranquilo y relajado, me ve y se queda mirándome un momento para después entrar al baño, "lo mejor será irme a dormir, conozco lo rencoroso que es este erizo y dudo que vaya a perdonarme rápido", me acomodo de mi lado y cierro los ojos con la intención de dormir, estaba a punto de entrar al mundo de los sueños cuando una voz familiar y gruesa llama mi atención, busco al dueño de la voz y veo que es Shadow, está parado a mi lado.
- Dudo que me estés hablando para perdonarme- digo poniendo los puntos sobre la mesa, sonríe de lado y niega con la cabeza con diversión- ¿Qué diablos pasó con Shadow The Hegdehog?- digo con algo de miedo y me alejo un poco, su actitud es sumamente extraña.
- No me ha ocurrido nada- dice sonriendo y no me agrada para nada como está actuando, miro sus ojos carmesí y noto algo raro en ellos, han perdido ese brillo que adquirieron desde que estamos juntos como pareja sentimental.
Algo tuvo que pasar con él, pero como todo esta a oscuras no puedo notar nada raro, me levanto de la cama y escucho como me llama, lo ignoro y camino hacia el interruptor para encender la luz y descartar mis recientes pensamientos, escucho sus pisadas detrás de mí y algo dentro de mí me hace sentir peligro, camino un poco más rápido, llego al interior y lo enciendo, me volteo y quedo algo asustada y preocupada por ver su estado.
-¿Qué te pasó?- le pregunto y me acerco para mirar mejor su rostro, veo como aprieta los puños y la mandíbula- No pensabas decirme, típico de tí...- me acerco y le tomo el rostro entre mis manos, se aleja apartando mis manos.
- Ya me conoces lo suficiente como para poder mentirte- dice pasando su guante sobre un hilo pequeño de sangre que estaba sobre la comisura de sus labios, miro sus guantes y noto que están algo ensangrentados y sucios, miro su pelaje y está embarrado de tierra.
- ¿Te peleaste con alguien porque quisiste o porque te provocó?- le pregunto acercándome de nuevo a él, esta vez no se retira de mi tacto.
- Porque me han provocado, aunque estuviera completamente molesto contigo, no iba a soportar que se expresarán de mi chica como si fuera una zorra- dice y sus ojos adquieren un brillo malicioso, dejo de tocar su rostro y camino al baño.
Me preocupan más sus heridas que lo que pudieran decir de mí, después de todo, volveré a Möbius, ya no tengo nada que hacer aquí después de todo, entro al baño en busca del botiquín de primeros auxilios, antes de darme la vuelta siento unos brazos rodearme por la cintura y una respiración en mi cuello, aunque esté completamente seria, esa simple acción me derrite y no puedo caer esta vez tan fácil en su juego.
- Debo limpiar esas heridas y deberías darte un baño- sugiero y hago un movimiento no tan brusco para separarme de sus brazos.
- ¿Ahora tú eres la que está molesta?- me pregunta con diversión.
- ¿Eh?- alzo una ceja incrédula- El que aún sigue molesto eres tú, solo quiero curar tus heridas es todo- explico con tranquilidad.
- Si así quieres las cosas...- menciona y camina a la bañera, abre los grifos y el agua comienza a fluir- Aceptaré ambas peticiones, pero tú serás mi enfermera- me mira como si me estuviera quitando la ropa con la mirada, me sonrojo y le corro la mirada.
- Está bien- acepto- Pero primero debo hacer algo, ve dándote el baño- digo y dejo la pequeña caja en el suelo al lado de la bañera.
Salgo del baño y camino a mi armario, esa mirada suya es obvio que algo va hacerme hoy y lo mejor será que no esté preparada para lo que sea que tenga en mente, ahora que caigo en cuenta, estaba por dormirme con la primera ropa que encontré cuando me bañé, saqué una pijama de dos piezas, me quité mi camisa algo gastada y mis shorts rotos. Me pongo la camisa de tiras de franjas de diferentes colores y el pantalón capri, camino hacia el baño, entro y cierro la puerta, dirijo mi mirada hacia Shadow y lo veo dentro del agua haciendo algunas muecas.
- ¿Tan difícil fue la pelea?- pregunto divertida, solo abre uno de sus ojos y me mira, me acerco a la bañera y tomo la caja con la cruz roja dibujada.
- Fueron cinco contra uno, no sirvieron ni siquiera para calentamiento- abre su otro ojo y voltea su rostro para clavar su mirada en mí- Aunque si lograron darme un buen golpe en la espalda.
- ¿Ni para calentamiento?- me burlo.
- Otros dos tipos me atacaron por la espalda y no me dieron tiempo de reaccionar ya que los otros idiotas que tenía en frente atacaron al mismo tiempo- dice con molestia e irritación.
- Que valientes- digo con sarcásmo- Dudo mucho que haya sido tú única pelea para que tus guantes quedarán ensangrentados.
- Créeme, no querrás saber lo que hice con ellos- sonríe con sinismo, mis condolencias para ellos, abro la caja y saco un poco de alcohol y como no hay algodón, unas gasas, las humedezco y dejo el tarro del alcohol a un lado.
- Bien, no vayas a moverte- digo y este sólo cierra los ojos, apoyando su mentón en el orillo de la bañera, acerco la gasa y comienzo a limpiar sus heridas, no hace gestos ni gruñe, su rostro se mantiene tranquilo.
Término de limpiar sus heridas y las que no son tan grandes o profundas, me limito a ponerles una curita, hay una que está sobre su pómulo que hace ver su mejilla algo hinchada y tiene un corte en ella, tomo un par de gasas limpias y las adhiero a su rostro con cinta adhesiva, guardo lo usado y cierro la caja, tomo las gasas que he usado y las boto en la caneca de la basura, me levanto del suelo y dejo en su lugar el botiquín de primeros auxilios, vuelvo a sentarme cerca de la bañera.
- Es un feo corte el que te hicieron en la mejilla- le digo y él abre los ojos mirándome.
- Fue la rama de un árbol, después de ese leve enfrentamiento, me introduje en el bosque y comencé a golpear y destruir todo a mi paso, dejando fluir toda la energía negativa que estaba acumulando desde anoche, ya me siento más relajado- deja de mirarme y deja de apoyar su mentón en el orillo de la bañera para ponerse en una mejor posición- Ya no tengo tanta rabia como esta mañana.
- Es bueno saberlo- me limito a contestarle.
Un silencio incómodo se hace presente, hemos llegado al mismo punto, como antes cuando no soportábamos hablarnos sin que estuviéramos insultándonos el uno al otro sin importar lo que sintiera el otro, si desde que formamos nuestra relación se han ocasionado silencios pero han sido cómodos y el ambiente no se ponía tan tenso, me levanto del suelo con la intención de irme y dejarlo sólo, yo ya estoy haciendo estorbo en este lugar, me doy la vuelta y como esperaba, no hace nada para detener mi avance, salgo de ahí y me dejo caer en la cama, quiero descanzar y no quiero llorar por algo tan insignificante como nuestro distanciamiento, me duele, siento que algo me hace falta y ese algo en realidad es ese "alguien" y ese alguien es el erizo azabache de vetas rojas que está dándose un baño, cierro mis ojos dispuesta a dejarme entregar sin luchar al mundo de los sueños, cuando estoy por caer dormida, siento un peso sobre mí, abro mis cansados ojos y veo sus ojos carmesí mirándome fijamente, chillo asustada y me remuevo con rudeza en la cama.
- ¿Miedo?- me pregunta sonriendo de lado.
- ¡Sólo a tí se te ocurre asustar a una persona que trata de dormir!- le reclamo.
- No seas melodramática- dice rodando los ojos con irritación- Solo quería hacer algo y encontrarte en ese estado no me dejaba hacerlo completamente- admite y yo lo fulmino con mi mirada- Quita esa mirada Rose- amenaza con diversión en sus ojos.
- ¿Qué es lo que quieres?- le pregunto frunciendo el ceño.
- Esto- dice y se acerca de forma rápida a mi rostro y atrapa mis labios con los suyos, me cuesta creer lo que hace, se supone que su orgullo es algo que nunca puede tocarse y más siendo Shadow The Hegdehog, no le correspondo el beso y por no hacerlo sus manos me quitan el capri de un tirón, me separo de él y lo miro molesta- Puedo hacer lo que quiera Amelia- dice y yo levanto mi mano y le doy una cachetada.
- Pues hoy no- lo enfrento y su mirada en vez de molestarse adquiere un brillo distinto- Quítate de encima quiero dormir- le pido con algo de molestia.
- Quiero que escuches algo de mí antes de que te duermas- siento sus manos sobre mis caderas- Mis cuatro consejos en la vida: Gritar, llorar, correr y pensar pero jamás hacerme daño, quiero que lo recuerdes y lo apliques siempre ¿Oíste?- dice, acerca su rostro besa una de mis mejillas para quitarse de encima y acostarse en su lado.
Lo medito un momento pero al final ignoro sus palabras por su atrevimiento, acomodo mi pantalón capri y me acomodo de costado dándole la espalda, de forma rápida me dejo llevar por los brazos de Morfeo al mundo de los sueños. Tiempo después despierto y me doy cuenta que aún es de noche, me remuevo un poco y unos susurros algo inaudibles llegan a mis orejas las cuales se encrespan al escuchar el sonido, volteo a mirar a Shadow y parece estar teniendo pesadillas, está sudando y a veces mueve el cuerpo de forma extraña, no había vuelto a pasarle desde hace un buen tiempo, lo abrazo por la espalda, brindándole mi protección, deja de moverse después de un rato y deja de susurrar o mas bien, balbucear cosas sin sentido, aunque me gane uno de sus insultos, no lo soltaré así que de a poco me voy quedando dormida.
.......
Estoy terminando de escribir una carta que estaba pensando enviarle a Tails para que sepa que en unos dos o tres días regresaré a casa y es justo lo que pienso hacer. Ya pasé mucho tiempo evadiendo lo que me hace daño y ya es tiempo de que enfrente mis propios problemas. Dejo la pluma a un lado y estiro mis brazos hacia arriba para quitarme la pereza con la cual me he despertado. Después de haber abrazado anoche al azabache dormí más tranquila y cómoda, al parecer ya me he acostumbrado demasiado a él. Cuando me desperté, me dí cuenta que los papeles habían cambiado, la abrazada era yo y él el abrazador y se le veía más tranquilo, aproveché y pude dormir como media hora más antes de que mi cuerpo sintiera el abandono del cálido calor que transmitía su cuerpo.
Me levanto de mi escritorio y salgo de la recámara para bajar a desayunar, esperando que no fuera realmente tarde, al llegar al salón del comedor, veo a toda mi familia (incluyendo a Dark) comenzando apenas, tomo asiento y en menos de tres segundos ya tenía el plato de porcelana frente a mí, el vaso con el zumo de naranja y la taza de café, así que pido permiso y comienzo a seleccionar (de lo servido en la mesa) lo que quiero como desayuno, escojo unos panecillos, algo de fruta, huevos revueltos y una pequeña rebanada de queso. Iba a hacer el primer bocado cuando por el rabillo del ojo ví un pelaje azabache, espero no tener problemas y mucho menos delante de mí madre, no quisiera preocuparla de más y que el desayuno se torne incómodo por ello.