BAD GUYS I: AGGRESSIVE © |EN...

By JoleHBellamy

4.2M 241K 28.7K

Los que no ven ninguna diferencia entre alma y cuerpo, no tienen ninguna de las dos cosas. -Oscar Wilde. Hist... More

ADVERTENCIA
SINOPSIS
P R Ó L O G O
1
2
3.
4.
BOOK TRAILER.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
Especial I
18.
19.
20.
21.
22.
Instagram
23.
24.
25.
26.
Especial II
Especial III
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
Especial IV
36.
AVISO.
37.
38.
39.
Portadas.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.
58.
59.
GRACIAS
60. |Final|
Epílogo

27.

56.1K 3.5K 543
By JoleHBellamy

Instagram: JoleHBellamy

¿Se pasan por mi nueva historia? Se llama Scarlet Desire, la encontrarán en mi perfil<3

 ~*~

—Necesito que lo tengas listo para antes que vuelva —Dash suena molesto, pero su semblante cambia en cuanto fija sus ojos sobre los míos—. Está bien, adiós.

—Aquí está tu chaqueta —Le entrego al tatuado la prenda, ignorando su ceño fruncido. No quería probarlo, no luego de lo que había pasado la noche anterior—. ¿Nos vamos?

—¿No quieres ir a comer primer?

—No —Me niego—. Quiero terminar cuanto antes con el contrato, luego comeremos. —Dash pasea su dedo por mi mejilla, observándome con intensidad, y siento nuevamente aquel malestar en la boca de mi estomago.

¿Qué estaba pensando?

Sabía que, luego de haberme sincerado con él, obtendría su mirada llena de pena, y eso era lo que no quería. Sólo quería que todo sea igual, que la actitud de Dash no cambie conmigo.

Yo había superado esa parte de mi pasado que, aunque seguía atormentándome, yo dejaba atrás aquello. Enfocándome en mis estudios y en mi vida.

—No me mires así —Mi voz es más dura de lo que pretendo, pero no me echo atrás. No quería ver la pena en los ojos de Dash. No iba a soportarlo—. No me mires como si sintieras lastima de mí.

Dash deja caer su mano ante mis palabras, deslizando nuevamente su ceño fruncido hacia mí.

—No siento lastima por ti, Holly —Su voz es algo dura, pero se mantiene algo sereno—. He tratado de enfocarme toda la mañana en ti, pero lo único que puedo pensar es matar a ese hijo de puta.

—Pero no lo harás.

—No lo haré aun —Su voz es fría, tal y como la recordaba la primera vez que intercambie palabras con él—. Ese bastardo debe pagar, Holly. Aunque no estés de acuerdo.

—No estoy de acuerdo en que termines en la cárcel por alguien que no vale la pena —susurro. Sintiendo como el pánico se desliza en mi columna ante el mero pensamiento de Dash en prisión—. No estaré de acuerdo con algo que te mantendrá lejos de mí. Promete que no intentarás nada, por favor.

Mis palabras son sinceras, tanto como para formar un nudo en mi garganta. No quería que Dash corra peligro por mi causa. No me lo perdonaría.

—No puedo prometerte eso, Holly.

—Si me amas tanto como dices te mantendrás alejado de él —Uso mi carta bajo la manga, tomando por sorpresa al moreno—. Dash, te amo, y por eso mismo no soportaría verte en prisión, lejos de mí.

Sé que es algo estúpido discutir sobre este tema en el pasillo del departamento. Dash aprieta la mandíbula, dándome a entender que gané por un momento.

—Eres la primera persona a la que le cuento lo que siento —Suena enojado, y sé que lo está, más no me dejo intimidar por su ceño fruncido—. ¿Cómo puedo demostrar que te amo? Sería capaz de matar por ti, Holly.

—Eres la primera persona que sabe lo de Richard —Digo, a mi vez, tratando de controlar mis sentimientos—. Nunca amé tanto a alguien como te amo a ti, Dash. Tú eres el único que me mantiene en Nueva York.

Mis palabras no alcanzan a liberarse, ya que tengo a Dash sobre mí. Sus labios atacan los míos con fuerza, y sus brazos se deslizan a través de mi cuerpo, haciéndome olvidar por completo la pequeña discusión.

Mi espalda choca contra una de las paredes, y las manos de Dash no tardan en colarse bajo mi blusa. El deseo no tarda en explotar con rabia en mi cuerpo, obligándome a acercar más al moreno.

No permitiré que nadie te lastime, Holly... —Un jadeo me abandona cuando las manos de Dash entran en contacto con mis pechos. Largos y gruesos dedos atormentan mis pezones, haciendo que el deseo baje de golpe al sur de mi cuerpo.

—Dash...

Lo sé. —Sé que intento detenerlo, pero la voz me falla. El deseo de tenerlo sobre mí, junto a mí y dentro de mí es más fuerte que mi sentido común.

Mis pensamientos son eliminados con rapidez cuando el botón de mi pantalón desaparece en un segundo. Dash me toma en vuelo, ignorando el hecho de que tendíamos que salir, y me lleva de vuelta a la cama.

Una vez sobre esta, mis jeans y mi ropa interior desaparece, dejando al alto tatuado entre mis piernas aun vestido. Sus manos no tardan en deshacerse de mi blusa y de mi sujetador, dejándome completamente desnuda bajo su cuerpo.

Intento alcanzar el dobladillo de su camisa, pero gracias a su cuerpo me encuentro completamente inmovilizada. Dash parece darse cuenta, y cumple la tarea por mí, quedándose únicamente en pantalones sobre mí.

—Tenemos que irnos. —Un gemido se libera de mis labios cuando el tatuado toma una de mis pezones entre sus labios. El dolor sutil en mi vientre me hace retorcer bajo el moreno, encontrando un punto de fricción para eliminar la incomodidad.

Dash parece notarlo, y su mano viaja entre nuestros cuerpos. Ansió el toque de sus manos entre mis piernas, pero este nunca llega. En su lugar, puedo sentir como la tela de sus pantalones es eliminada junto a sus bóxers, dejándolo completamente desnudo. La dureza de su miembro esta sobre mi vientre, haciéndome desearlo aun más.

—Tómalo con calma —musita, subiendo sus labios a lo largo de mi cuello. Su respiración golpea contra mi oído, haciéndome estremecer de pies a cabeza. Una de sus manos se desliza a lo largo de mi pierna, y en menos de un segundo la eleva, dejándola en su espalda. La respiración me falla cuando la cabeza de su miembro se detiene en mi entrada, y con un lento movimiento de cadera, Dash se introduce en mi interior—. Holly respira.

Los labios de Dash muerden los míos con suavidad, haciendo que mi respiración retome su ritmo. Aun cuando trato de luchar contra el gemido que se forma en mi garganta, el moreno se encarga de mover sus caderas, golpeando el punto perfecto para que un grito se libere de mis labios.

¿Más? —Un agudo "Si" me abandona, y dejo que Dash haga lo que quiera. El lento y pausado vaivén desparece cuando mis uñas se clavan en los brazos de Dash. Sus ojos se enfocan en los míos, y noto como el deseo empieza a apoderarse del lustroso gris—. No hagas eso — Dash gruñe con fuerza, deteniéndose en mi interior y es cuando me aprieto nuevamente a su alrededor, tratando de no mostrar mi diversión—. Estás tan malditamente estrecha.

Las palabras de Dash en lugar de enojarme, aumentan el deseo en mi torrente sanguíneo. Todo pensamiento cuerdo se ve eliminado cuando Dash toma en serio su papel y aumenta la velocidad. El cosquilleo en mi vientre aumenta y, cuando estoy a punto de dejarme ir, Dash se detiene, moviendo las caderas con lentitud.

—Dash, por favor... —La risa del moreno no tarda en aparecer, y con eso, me toma nuevamente entre sus brazos y, como si no pesará nada, me apoya contra una de las paredes más cercana. La respiración me falla nuevamente ante la profunda penetración por parte del moreno—. Diablos...

—¿Lo sientes? —Dash mueve las caderas con más fuerza, concentrando su voz en mi oído—. Eres mía, Holly.

Esas palabras son las que hacen falta para explotar en pedazos alrededor de Dash. El grito que lucha por salirse de mi garganta, es intersecado por el moreno cuando cierra sus labios sobre los míos.

Sus movimientos no se detienen, alargando mi orgasmo unos minutos más y, cuando sus dientes se clavan en mi cuello, lo siento tensarse en mi interior.

Calor es lo que inunda mi vientre, haciéndome saber que por la calentura, ambos habíamos olvidado el condón. Pero lo dejo pasar, sabiendo que mi periodo no estaba lejos.

Aun cuando Dash parece notarlo, no dice una sola palabra. Ambos nos quedamos ahí, abrazándonos, hasta que somos capaces de poder respirar con normalidad.

***

—¿Él abogado te dijo que tenía todo listo? —Dash pregunta. El enojo parece haber sido eliminado por completo de su sistema, y es cuando agradezco al sexo por haber calmado a la fiera.

—Si —Mi ceño se frunce cuando un auto negro se detiene frente a mi ex vivienda, y el elegante hombre baja del auto, observando el lugar—. En realidad es él.

—Bien. —Dash es el primero en bajar del auto, para rodearlo y abrir mi puerta con rapidez. La mano del moreno toma la mía, con más fuerza de la normal, y se encarga de colocar llave al auto.

Auto que había alquilado a mis espaldas.

—Señor Caplan —El hombre alto se gira hacia nosotros, sonriendo con cordialidad para luego tendernos la mano a ambos—. ¿Podemos terminar ya con esto?

—Claro que sí —El acento alemán aparece en su voz, y ahora entiendo el leve enamoramiento que Alison tenía con él—. Sólo tenemos un pequeño problema.

—¿Cual? —Dash es el primero en preguntar.

—El señor Miller se niega a firmar la parte de su contrato.

—Si se niega el deberá asumir todos los gatos —Mi voz es firme, hasta sueno un poco enojada—. De mi parte no saldrá un centavo más, tengo mi residencia en Nueva York.

—El dueño del lugar se niega a dejar todos los pagos al señor Miller —Sé la desconfianza del dueño hacia Richard, pero ese ya no era mi problema—. Se negará a firmar el documento si alguien no se hace cargo del lugar.

—La policía de California puede hacerse cargo de sacar a ese hijo de puta —Aprieto la mano de Dash, tratando de mantener a raya su enojo—. Holly no va a seguir pagando ese lugar.

—Lo sé, señor Barton —Me sorprende el hecho de que el abogado conozca a Dash, pero lo paso por alto, sabiendo de antemano que Alison era demasiado cotilla—. Trataré de hacer que el dueño firme, sólo necesito su firma, y podrá irse por ahora, señorita Parks.

—Bien —Concedo, apartándome un momento de Dash para seguir al abogado hasta su auto. Este coloca el portafolio sobre el capó de su auto, y unos papeles no tardan en aparecer en mi campo de visión—. ¿No necesitaré venir a este lugar de nuevo?

—No —el asegura, dejando ante mí una sola hoja, indicándome el lugar donde debía firmar—. Eso será todo por ahora. Estaré en contacto con Alison y ella le hará saber todos los movimientos. Que tengan un buen viaje de regreso, señorita.

—Gracias. —Mi mano es estrechada por el rubio, pero el ambiente cambia drásticamente cuando aquella ronca y nauseabunda voz suena con fuerza.

—¿Holly?

Mi corazón late con fuerza, pero todo a mí alrededor parece viajar en cámara lenta. Soy testigo del cuerpo de Dash pasando de mí, haciendo su camino hacia el canoso hombre. Sangre y odio es lo único que se dibuja frente a mí.

—¡Dash! —Mi grito suena con fuerza, pero no soy capaz de acercarme. El alto tatuado esta sobre el hombre de avanzada edad, atestando duros golpes contra su rostro.

El señor Caplan es el único que se mueve hacia ellos dos, tomando a Dash como puede, alejándolo del hombre sobre el suelo.

Lagrimas pican en mis ojos, y me muevo con rapidez hacia Dash, tomando su rostro entre mis manos. El enojo inyectado en sus ojos lo hacen pasar por otra persona.

—Dash por favor —Mi voz es un débil susurro, el cual lucha por traer de regreso al Dash que conocía. Al dulce y divertido chico con tatuajes que era hace menos de una hora—. Mírame, por favor.

—Señorita Parks...

—¡Saque a esa basura de aquí! —Siseo, dirección al abogado, quien duda antes de soltar a Dash. El moreno lucha contra mi agarre, pero cuando sus ojos se enfocan en los míos, la ira parece disiparse de golpe—. No me dejes, Dash. Quédate conmigo.

La visión descontrolada del hombre del cual estaba enamorada, me hace recordar lo que me había dicho aquella noche en el riachuelo. Él no se podía controlar.

—Dash —Lo llamo nuevamente, quitando su atención del hombre detrás de nosotros. Rezaba interiormente para que el señor Caplan se hubiera llevado a esa basura—. No estás solo, estoy contigo... pero por favor, mírame.

Las manos del moreno se cierran alrededor de mis brazos, apretando con fuerza. Sé que no es él, sé que se está dejando controlar por el impulso. Pero el quejido que brota de mis labios cuando los dedos de Dash se presionan con más fuerza en mis brazos, parecen traerlo a la realidad.

¿Holly? —susurra, lleno de pánico. Sus manos me sueltan, y lo veo retroceder casi por inercia—. Lo siento. No quise, yo... ¡Mierda lo siento!

Sin decir nada, me acerco a él rodeando su cintura con mis brazos. El moreno parece sorprendido, y lo siento dudar antes de rodear mi cuerpo con sus brazos.

La tensión parece desaparecer antes cada segundo, pero sé que no es así. Dash estaría enojado consigo mismo por haberme hecho daño, aunque lo hizo sin querer.

—Me asustaste —Me sincero. Sintiendo lágrimas caer sobre su camisa. El miedo de ver a Dash hundido en su personalidad, me hacía temblar de miedo. Él no se podía controlar. Luchaba contra eso, pero aun así, el impulso parecía ser más fuerte—. Pensé que ibas a cometer una locura.

Yo también —Su voz es un susurro bajo. Su cabeza cae sobre la mía, apoyándose un poco sobre mi cuerpo. Sé que llamamos la atención de las pocas personas paseando por la calle, pero sinceramente no me importa—. Quería matarlo...

No lo hago arrepentirse de sus palabras. Yo también quería matar al hijo de puta, pero no lo había hecho. No valía la pena ensuciarme las manos con su sangre.

Richard Miller no valía la pena.

Tú me trajiste de regreso. —Mis pensamientos se ven interrumpidos por el moreno, y siento su corazón latir con fuerza contra mi mejilla—. Tu lo hiciste, Holly.

φ$'T#

Continue Reading

You'll Also Like

254K 20K 42
Desesperada por encontrar piso, Elizabeth termina conviviendo con tres hombres, a cada cual más extravagante. Pero sin duda, en la escala de capullos...
53.5K 4.8K 30
Leah es una chica con un carácter peculiar. No se deja amedrentar por ningún chico y no importa el tamaño, nunca han logrado someterla. Tras lo que...
792K 53.9K 40
Egocéntrico. Sarcástico. Posesivo. Arrogante. Y brutalmente honesto. Pero sobretodo, divino. Él es Suryan. Serie Divinos I #35 En Fantasía 《11/11/1...
104K 11.3K 31
¿Alguna vez han leído la típica historia de "El bad boy" y la "Chica nerd"? En esta historia los roles cambian. Ahora, Abby Morgan será la encargada...