<Freddy>
(Tn__) se fue a hacer el encargo que le pedí y yo me quedé terminando de recoger la mesa. Pensaba en que ella era muy linda y comenzaba a ser alguien importante para mí, quizá sólo era una bonita amistad y así se quedaría siempre, o quizá me gustaba más de lo que yo pensaba. Era chistoso provocar que se pusiera nerviosa, yo le decía que no lo hacía intencional pero era mentira; me parecía chistoso ver cómo sus mejillas se sonrojaban y comenzaba a temblar por los nervios, era tierno y atractivo.
Terminé de lavar unos cuantos trastes y me senté a ver televisión, era la misma serie que veía minutos antes con (Tn___), había un maratón en aquel canal. Terminó el capítulo y alguien comenzó a tocar la puerta, pensé que podía ser (Tn__), pero era muy pronto para que regresara. Quizá había olvidado algo aunque igual era raro ya que antes de pedirle que fuera a recoger a Layla a casa de mi papá, le di las llaves para que se las llevara con ella. Hubiera podido abrir la puerta sola.
- ¿Quién?
- Hola, soy la amiga de (Tn__). Carmen.
- Un momento. -Con cuidado me levanté y fui a abrir la puerta, lo hice poco a poco- Hola ¿Cómo estás? Tenía mucho que no te veía.
- Bien gracias. Y sí ¿verdad? Ya hasta sentía que te extrañaba.
- Igual. -Solté una carcajada- ¿Qué se te ofrece?
- Vine a buscar a mi amiga pero no está en su casa. Quizá pienses que soy atrevida, pero escuché que tuviste un accidente, todos han hablado de eso y quise tocar para ver si te encontrabas bien.
- Ah sí. Ya estoy mucho mejor, gracias por preocuparte.
- Me alegra.
De la nada me abrazó, pero lo hizo tan fuerte que me dolió demasiado.
- ¡Aaah!
- Perdóname ¿Te hice daño? No era mi intención.
- No, no te preocupes. Me abrazaste muy fuerte y estoy algo lastimado, pero no hay problema.
- Siéntate, te ayudo.
No era que me molestara, pero ni siquiera la había invitado a pasar y ya estaba adentro sentándose después de sentarme a mí.
- Y... ¿Por qué te paso?
- Problemas, luego que (Tn__) te cuente. Después de todo son cosas personales de ella.
- ¿Ósea que ella tiene que ver en todo esto? Si te hizo algo me vale que sea muy mi amiga yo no volveré a hablarle jamás.
- No, ella no tuvo la culpa de nada. Aparte a mí ni me conoces y a ella sí, no creo que sea amable cambiar a una persona que te aprecia por alguien que no sabes nada aparte del nombre, sin querer sonar grosero.
- Tú eres muy importante para mí aun así, aunque sólo me sepa tu nombre como tú dices. Y si ella no tuvo nada que ver ¿Entonces por qué debería contarme ella y no tú?
- Es una larga historia. En fin, no creo que sea prudente que yo te la cuente.
Sin narrar la historia completa le conté lo que habían dicho en el hospital acerca de lo grave que fue y la suerte que tuve, también de cómo (Tn__) se quedó esos días cuidando de mí. Ella me contaba otras cosas, de cómo conoció a (Tn___).
- Sí, al principio me caía muy mal. Nos odiábamos.
- ¿En serio? Pero se ve que son excelentes amigas.
- Lo somos, pero no fue así siempre. Antes me molestaba y la molestaba, para mí no era más que una payasa. Incluso una vez se metió con el chavo que a mí me encantaba sólo para fastidiarme.
- Wow, no me imagino a (Tn___) haciendo algo como eso.
- Bueno, no lo hizo nada más porque sí. Yo también la había estado fastidiando. Digamos que me lo gané.
- ¿Y cómo se hicieron tan amigas después?
- Resulta que siempre que nos encarábamos y peleábamos yo me metía en el tema de su familia. Todos en el salón sabíamos que nunca veía a sus papás y yo llegué a ser muy cruel y decirle que no la querían y por eso jamás estaban con ella, que por eso la habían abandonado aquí con su abuela. Aunque después me enteré que no fue exactamente así, pero ya sabes, cuando eres adolescente actúas de una manera muy idiota.
- ¿En serio nunca ve a sus padres?
- Casi no, ellos trabajan mucho y siempre están de una ciudad en otra. Bueno, el punto es que ella en la escuela no tenía muchos amigos que digamos. Sólo le hablaba a unas cuantas personas, un día vi que ella lloraba, tenía la cara fatal, parecía que ni había dormido; una semana antes pasó lo de que se metió con el que a mí me gustaba, quise regresársela. La espié mientras hablaba con un chico para saber por qué lloraba y luego hacerle burla, pero me sentí mal. Le estaba contando que su abuela acababa de morir, que se sentía muy sola y ya no tenía a nadie en el mundo que la quisiera y aún recuerdo las palabras "Carmen tiene razón, yo no le intereso a absolutamente nadie, ni a mis padres" y me sentí la persona más horrible en el mundo. Esperé a que terminaran de hablar y que (Tn___) saliera del salón. Yo soy algo impulsiva, a veces cuando las cosas me nacen hacerlas sólo las hago, cuando al fin salió la tomé del brazo y aunque al principio me vio entre sorprendida y asustada, no se negó a recibir mi abrazo. Se nos hizo raro a ambas, pero se podría decir que con ese abrazo empezó todo. Le pedí disculpas y ella a mí, le dije que no debía pensar que estaba sola y que a ningún padre le da igual sus hijos. Pasaron los días y cada vez nos llevábamos mejor, tenemos varias cosas en común y también por eso somos tan amigas. Ahora la quiero mucho.
- ¿Ya ves? Y me andabas diciendo que dejarías de hablarle.
- Es que si es capaz de casi matar a alguien, me daría miedo seguir siendo su amiga. Aunque igual creo que la ayudaría para que le den atención medica por loca, aunque bueno, esa ya la necesita.
Intenté no reír para evitar el dolor en mi abdomen, pero no pude. Estuvimos platicando de otras cosas; de cómo ella nos conoció, de lo ilusionada que estaba por conocernos, de cómo me sentía yo al estar cumpliendo mi sueño y más. Aunque creí que esa chica era un poco atrevida, no me caía nada mal.
- Yo siempre he dicho que mi debilidad es Alonso. Pero teniéndote aquí puedo notar que eres mucho más guapo de lo que pensaba o de lo que se ve en las cámaras.
- Qué linda -le sonreí- gracias, tú también eres bonita.
- Gracias.
- Oye... -Me quedé pensando un momento- ¿Puedo contarte algo? Y después tú me das tu opinión.
- Claro, dime.
- Es que no sé qué me sucede exactamente, pero creo... bueno no, estoy seguro de que empieza a gustarme...
No terminé de decirle y ella ya estaba encima de mí besándome, fue algo espontaneo. Ya me había pasado en algunas firmas de autógrafos que fans de la nada llegaban y me besaban, pero jamás en mi propia casa, fruncí el ceño y quería quitarme pero evidentemente no podía gracias a mi falta de movilidad.
- Entra Layla, ya estás en... -Alzó la mirada- ¿Carmen?
La chica se quitó rápido y se le quedó viendo a (Tn__) algo sorprendida, ella estaba inmóvil en la puerta nada contenta, su rostro se veía confundido y decepcionado.
- No es nada. -Intente explicar- Tu amiga me besó. Pero te juro que...
- No tienes que decir nada. ¿Por qué deberías? está bien. -Se encogió de hombros- Ya traje a Layla, si necesitas algo más me... bueno dijiste que estabas bien, supongo que no me necesitas.
- Creo que le gusto a Freddy. -Dijo Carmen muy entusiasmada-
- Oye no. -Rápido le aclaré- No quiero ser grosero pero no, tú no me gustas. No me dejaste terminar lo que te iba a decir y simplemente me besaste.
- Tú respondiste el beso. -Replicó-
- No importa qué haya pasado, esas son cosas suyas y no tienen que explicar nada, por mí no hay ningún problema, al contrario. Felicidades. -Dijo muy desanimada- Yo sólo vine a traerte a Layla y ya me voy. Los dejo solos.
- No. -Intenté levantarme pero caí en el sillón de nuevo- Espera quiero que me cuides. Recuerdas que hoy en la mañana dijiste que lo harías.
- Y tú dijiste que ya te sentías mejor, no me necesitas.
- Mentí, por favor quédate.
- Carmen puede cuidarte.
Agachó la mirada, dejó mis llaves a la entrada y salió, estaba triste y se le notaba demasiado.
- Ella tiene razón. Yo puedo quedarme. -En ese momento me molestó demasiado oír la voz de Carmen-
- Vete por favor.
- Pero...
- Lárgate, arruinaste todo. -Le grité en un tono horrible-
- No tienes por qué hablarme así.
- Eres una completa tonta, lo echaste a perder.
Después de un segundo de haber dicho eso me sentí muy culpable y estúpido, realmente no tenía que tratarla así pero me sentí frustrado al ver a (Tn__) salir triste y la culpa no era del todo de Carmen, sólo había sido una confusión. Vi cómo sus ojos se pusieron tristes.
- Carmen, perdóname. No debí...
- Vete al carajo.
Salió azotando la puerta y se escuchó que bajó las escaleras corriendo, me sentía mal por ambas chicas pero claramente más por (Tn__). Layla subió al sillón y se acostó a un lado mío.
- Layla, te extrañaba mucho. ¿Qué crees que deba hacer?
La dulce perrita comenzó a lamer mi mano.
Decidí subir al departamento de (Tn__) y hablar con ella, pero aunque no me sentía mal, con duras penas podía caminar bien ¿Cómo iba a subir las escaleras?
- Layla deséame suerte, espero no caerme. Iré a disculparme ¿De qué? No sé, pero iré a hacerlo.
Me levanté con cuidado y salí al pasillo. Mire las escaleras y aunque no eran tantas, vi como si hubiera doscientas de ellas. Comencé a subir con un poco de dolor en el abdomen. Después de algo que normalmente hacía en menos de medio minuto, llegué a su puerta en casi cinco.
Toqué y abrió con la mirada triste.
- Hola. -La miré apenado pero le sonreí-
- Hola.
- Oye, noté que te pusiste mal.
- ¿Mal? -Comenzó a reír- ¿Por qué? ¿Por qué te vi besando a mi mejor amiga? ¿Crees que me importas tanto?
- Yo creo que sí, realmente eso espero.
- Pues estás equivocado. Eres libre, me da igual lo que quieras o no hacer, a quién quieras o no besar.
- ¿Te da igual a quién quiera besar? -Pregunté en un tono coqueto a pesar de que ella estaba molesta-
- Sí, definitivamente sí.
- ¿Entonces no te molestaría si en estos momentos te beso a ti?
Lo que normalmente yo hubiera hecho en esa situación era tomarla de las mejillas para impedir que escapara e ir directo y rápido a su boca sin decir ni esperar más, pero seguía adolorido y no podía hacerlo rápido así que me acerqué poco a poco sosteniéndola del cuello para pegarla a mí. Evidentemente y no me sorprendió, ella se volteó justo cuando mis labios iban a rosar los suyos.
- Creí que había sido bastante clara cuando te dije que no hicieras esfuerzos.
- Tenía que subir a ver qué tan mal estaban las cosas y a pedirte perdón por lo sucedido.
-¿Perdón por qué? -Bufó- Ya te dije que no tienes que disculparte ni darme explicaciones. En verdad no hay problema, sólo somos amigos. -Su indiferencia me lastimó un poco-
- Creí que era necesario.
- No, no lo era. -Puso una sonrisa que no llegó a su mirada- Si salí rápido de tu departamento fue porque no quise interrumpir nada y creí que ella se quedaría cuidándote, eso es todo. Ven te ayudo a bajar para que te recuestes.
Aunque ella decía que no, claro que estaba enojada y un tanto triste. Se le notaba demasiado en la cara, tono de voz y en su actitud.
Cuando terminamos de bajar las escaleras y entramos al departamento me recostó en mi cama, ya iba a salir pero la detuve del brazo.
- Espera, quédate un rato. Me hace bien platicar contigo, se me van los dolores.
- Tengo que ir a...
- Por favor. -La interrumpí y ella suspiró-
- Está bien. -Se sentó en la cama a un lado de mí-
- Oye, si lo piensas bien lo que sucedió fue muy chistoso. A excepción de que tú te enojaste.
- Ya te dije que no me enojé.
- Claro que sí, de hecho sigues enojada, se te nota. Tienes fruncido el ceño desde hace rato, justo aquí. -Toqué su frente- Y estas así, mira -Imité su gesto incluyendo fruncir la boca-
Ella se empezó a reír, era justo lo que quería lograr. Se veía bonita enojada pero no era la misma. Risueña y platicona me gustaba más.
- ¿Ya ves? Así está mejor. -Le sonreí de lado-
- Ya, está bien.
- Recuéstate. -Le ofrecí y me hice a un lado dándole espacio-
- Pero no...
- Anda, sólo somos amigos ¿Recuerdas?
- Bueno. -Con cuidado se recostó boca arriba- ¿Y por qué dices que lo que paso fue chistoso?
- Pues porque tu amiga es súper aventada y un poquito imprudente. Yo estaba a punto de decirle algo, pero me calló con su beso y luego ya no pude quitarme, y para colmo, fue justo el momento en que abriste la puerta. Le quería contar de alguien que creo comienza a gustarme y quería que me aconsejara, pero creo que mal interpretó las cosas.
- La conozco desde hace tiempo y siempre ha sido así de aventada, aunque al principio era algo que odiaba de ella, ahora es eso lo que hace que me caiga bien. Y cuéntame a mí ¿Quién es esa persona que comienza a gustarte? a lo mejor yo también te puedo aconsejar.
- No te diré algo que es evidente tú ya sabes... -Me quedé callado y volteé la mirada hacia la ventana, luego regresé a prestarle atención a ella- Fue súper chistoso cuando dijo "Creo que le gusto a Freddy" aunque en ese momento la odie un poquito. -Se lo dije riendo-
- No te rías, pobrecita. -Carcajeó-
- Tú también te ríes. Siento que arruiné una bonita amistad entre ustedes dos.
- Ya te dije que no te sientas tan importante, a ella la conozco desde antes que a ti. Hayan hecho lo que hayan hecho, yo prefiero mi amistad con ella, se ha convertido en mi mejor amiga y la quiero mucho, nunca dejaría de hacerlo. Carmen es de esas personas que no importa lo que pase, una vez que la conoces a fondo jamás podrías odiarla.
- Sea lo que sea, algún día tendré que disculparme con ella.
- ¿Por qué?
- Justo cuando saliste le hablé muy feo. Pero es que me enojé, más porque tú te saliste así de la nada. Eras mi cuidadora personal.
- Lo sigo siendo.
Se puso de lado y ella sola comenzó a acercar su rostro al mío. Fue lindo, técnicamente empezó a jugar conmigo y yo no quitaba mi vista de sus labios. Estaba entre el "te beso, no te beso", sentía su respiración y aliento tan cerca que mi corazón se empezó a acelerar. Quería besarla ya y como ella no lo hacía decidí atreverme yo; puse mi mano en su mejilla y ya iba a atrapar su labio inferior con mis dientes, justo en ese momento entró Layla y se subió a la cama de un salto.
- ¡Layla! -Grité pero aun así Layla siguió subiendo hasta llegar a mí- Tan metiche como siempre. Me interrumpiste en el mejor momento.
- Se puso celosa, por eso.
- Pero mira, mínimo ella no jugó con mis sentimientos y sí me está dando besitos. -Le dije después de que Layla empezó a lamerme-
- No es cierto. -Reía- Te está babeando la cara.
- Son besitos. -Dije mientras acariciaba a mi perrita y recibía su afecto- Pero por favor, no te vayas a poner celosa y luego salgas corriendo del departamento. Entre Layla y yo sólo hay cariño paterno.
- Eres un tonto.
Ella no dejaba de reír. Luego de que acariciáramos un rato a Layla, la bajé ordenándole que saliera del cuarto y tan obediente como siempre me hizo caso. (Tn___) cerró la puerta y se recostó nuevamente de lado.
- ¿En qué nos quedamos? -Pregunté- Ah, sí. Yo estaba a punto de besarla a usted, cuando mi mascota llegó y la salvó.
- ¿En serio? Porque hasta donde recuerdo la que estaba a punto de besarlo era yo.
- Pero no lo hiciste.
- Y ahora menos. Guácala, estás todo babeado.
- Sabes que aun así quieres y mueres por besarme.
Se acercó, casi poniéndose encima de mí pero sin hacerlo totalmente, recargó sus manos a cada uno de mis costados. Se fue agachando viéndome con seguridad, sus labios ya casi estaban en mi boca, los rozó ligeramente en un toque sensual, en eso abrieron la puerta de la recamara y los dos volteamos asustados.
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La cara de Freddy cuando por más que intenta no puede besarla xD :
Esta imagen captura la verdadera esencia de don Rede ♥