Capitulo 18. Ángel Cruel.

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Como a las cuatro de la mañana nos fuimos de casa de mi tío a la de la abuela. Todos nos fuimos a recostar un rato, a Freddy le dieron una habitación, pero todos estaban tan rendidos que ni cuenta se dieron que media hora después, se coló de contrabando a la mía.

Cuando amaneció para nosotros, como a las nueve de la mañana, mi mamá, Freddy y yo nos regresamos al DF. Después de un largo viaje, en el cual sólo dormimos, llegamos a mi casa. Dejamos mis mochilas para después tomar un taxi e irme con Freddy al departamento.

Estando ya en el edificio vi que en la jardinera había una chica con un libro leyendo y el que supuse era su perro se me abalanzó a los pies ladrándome muy a la defensiva, era un chihuahua.


- Pero que suerte tengo con los perros, siempre me quieren atacar.

- Ven -Freddy me jaló para alejarme de ahí- no te vaya a morder.

- Es un mini perrito ¿Qué puede hacerme? de hecho se ve adorable.

- Spanky, déjala y ven acá. -La chica enseguida dejó su libro a un lado en el pasto y se levantó-

- Déjalo -yo carcajeaba- no está haciendo nada.

- Lo siento es medio bravo y no creas, sus mordidas si duelen.

- ¿Cómo dices que se llama? -Le pregunte-

- Spanky. -Se agachó para cargar al perro que aún me gruñía-

- Que tierno. -Intenté acariciar su oreja pero no se dejo-

- ¡Spanky! deja de ser grosero. -La chica le soltó un leve golpecito en el hocico-

- Se llama como el niñito de "The Little Rascals".

- De hecho por esa película le puse así, es de mis favoritas. Nunca nadie me había dado esa referencia, usualmente todos saben quién es pero nunca se acuerdan de su nombre.

- Es que también es de las mías. Amo mucho esa película.

- Te dejo aquí platicando. -Freddy besó mi mejilla- Voy a subir mis cosas. -Comenzó a apartarse para entrar al edificio-

- Claro amor, ve. -Lo observé hasta que empezó a subir las escaleras- ¿Eres vecina?

- Sí, vivo en ese departamento. -Señaló al tercer piso-

- No inventes, vives justo arriba de nosotros. Nunca te había visto.

- Yo a ustedes sí, bueno de repente los veo llegar, pero supuse no vivían aquí.

- Si, en realidad no. Solo venimos de vez en cuando. Amo a tu perrito, es muy adorable.

- Cuando no se pone agresivo. -Ambas reímos y ahora el perro si se dejo acariciar por mí-

- ¿Tu cómo te llamas?


Antes de que pudiera decirme su nombre, Freddy bajo súper rápido y la interrumpió diciendo que mi mamá le había marcado. Ese día llegamos tan rápido y salimos hacia el departamento tan de prisa que había olvidado tomar mis medicamentos así que Freddy me tomó del brazo y subimos a su auto sin terminar la plática con la vecina.


- No vemos luego, vecina. -Me despedí-

- Claro.


Se me hizo padre ver que en ese mismo edificio vivía alguien de mi edad, pensé que seria bueno socializar un poco y hacer una nueva amiga pero pasaron los días y no volví a verla.

Mi Mejor Casualidad «FREDDY LEYVA»Where stories live. Discover now