Capitulo 2. Conociéndonos.

511 30 2
                                    

<Ros>

- Apúrate Ros. -Mi mamá no dejaba de gritarme desde el pasillo- Se nos va a hacer tarde.

- Ya voy, estoy terminándome de arreglar. Aparte es hasta las dos y apenas son las doce, no te alteres.

- Sí pero recuerda que está lejos y me gusta estar una hora antes para preparar todo.

- Ya, ya acabé. -Salí de mi cuarto- Vámonos.

- ¿Y por qué tan arreglada? -Me preguntó mientras me examinaba de pies a cabeza- Ayer no te fuiste tan linda.

- Pero si siempre me arreglo, lo que pasa es que... ayer ya era tarde.

- Ayer era tarde, pero hoy si estamos a tiempo ¿no? A mí no me engañas, ayer me pusiste hasta peros para ir, no querías y hoy accediste muy rápido, hasta arreglada vas.

- Bueno ¿Qué no ya se te hacía tarde? Ya vámonos. -Le sonreí algo nerviosa-


Mi nombre es Rosalía aunque siempre me dicen Ros, tengo una vida normal o al menos eso creo. Estos últimos días mi mamá quiere que vaya a todos lados donde ella esté, siento que ya no es la misma. Antes era súper alegre, paciente y muy atenta; después fue como todo lo contrario, ahora siempre esta apresurada y se nota un poco de tristeza en su cara en ocasiones. Cuando le pregunto qué tiene nunca quiere responder.

Ella trabaja en una academia de canto y le dieron la noticia de que dará clases privadas a cinco chicos. Le comentaron que es un nuevo proyecto musical, que necesita prepararlos muy bien para que inicien su carrera cuanto antes, al parecer los cinco cantan pero sólo dos de ellos lo hacen con mas facilidad y tienen la voz mas educada que los otros tres, es por eso que las clases les urgen.

Como era de esperarse, me obligó a acompañarla a la primera clase y aunque la verdad yo no quería creo que terminé feliz por haber aceptado. Los chicos son súper guapos y uno en especial me gustó. Aunque pude notar que no es precisamente el mas guapo, su sonrisa y su mirada tienen algo que logró acaparar toda mi atención. 

En esta segunda clase procuré ir un poco mas arreglada y no en facha total como el día anterior y no por querer llamar la atención, bueno sí un poco, pero también qué pena que chicos guapos como ellos te vean fatal y con una mancha de café enorme en la blusa.


- ¿Ya ves? Te dije que te apuraras quería estar una hora antes. -Me reclamó mi mamá mientras se estacionaba-

- Bueno en media hora yo creo que puedes arreglar todo antes de que lleguen los chicos.


Se bajó enseguida del auto y tuve que hacer lo mismo, me reí entre dientes cuando la vi "correr" al salón. Ni siquiera estaba corriendo, hacia un raro intento de trotar. Yo seguí mi camino un poco mas calmada ignorando la histeria de mi mamá por llegar supuestamente tarde.

Me senté en una silla que estaba justo a lado de la puerta del salón a observar cómo se volvía loca arreglando sus cosas para la clase. Por un lado se le caían unas hojas y mientras las recogía se le caían otras del otro lado, no pude evitar soltar una carcajada viendo la escena y me gané una mirada de enojo por parte de ella como advirtiéndome "Si no vas a ayudar mejor cállate", entonces eso hice... callarme.


- Buenas tardes maestra.


Escuché la voz de alguien y me giré un poco para ver quién entra. 

Mi Mejor Casualidad «FREDDY LEYVA»Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ