Mi Mejor Casualidad «FREDDY LEYVA»

Capitulo 34. El concierto.

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Recibí un mensaje de Freddy diciéndome que le gustaba y quería saber si a mí también me gustaba él, cosa de la que no estaba totalmente segura. ¿Me gustaba físicamente? ¡Pero por supuesto que sí!; ¿Me gustaba su forma de ser? siempre me la pasaba excelente y me hacía reír, entonces la respuesta a esa también era un definitivo ¡Sí!; ¿Me gustaba sentimentalmente? Esa era la única duda que aún me quedaba. Pensé en que tenía que conocerlo mejor, una persona puede gustarte pero igual puedes no quererla y aunque sonaba raro, sentía que eso me pasaba con Freddy y como no quería pasar por otro "Cristhian" decidí que mejor esperaría a estar cien por ciento segura de mis sentimientos hacia él antes de que ocurriera cualquier cosa, ya fuera una relación formal o sólo sexo. Aunque también estaba segura de que Freddy no se atrevería a usarme sólo para eso, confiaba en él.

No contesté el mensaje y no tenía contemplado hacerlo, me iba a ir a dormir para meditar un poco las cosas, a veces mi almohada era la mejor consejera de todas. Escuché un grito que venía del departamento de Freddy, era un grito enojado con un poco de frustración ¿Le había afectado que no le contestara? lo cierto es que yo también estaba confundida, no solo él.

Pero así como él en alguna ocasión subió a mi departamento a aclarar cosas, esa noche yo bajé para explicarle lo que sentía. Realmente no tenía planeado qué decirle pero ya que estaba con él, las palabras salieron solas, lo entendió muy bien y me pidió una disculpa la cual no creí necesaria pero me hizo sentir segura. Me dieron ganas de abrazarlo y lo hice, así nos quedamos platicando del concierto del día siguiente.

- ¿Estás listo para mañana?

- Claro, ya quiero que llegue el momento. En los ensayos se sentía tan buena vibra y el lugar es enorme. Hay varias sorpresas ¿Vas a ir verdad?

- Pues Carmen me había dicho que tenía los boletos y que era para las dos, luego no me dijo nada y ahora no me habla.

- Te dije que si no tenías boletos me avisaras antes. Ya no queda ninguno. -Se quedó pensando- Los últimos que tenía se los di a mi papá porque quiere invitar a conocidos suyos.

- Puedo hablarle a Carmen y preguntarle si irá y luego decirle que me dé uno.

- No, si no te quiere invitar que no lo haga. Yo te voy a meter a ese concierto.

- ¿Cómo?

- De contrabando, cosas ilegales ¿Sabes? -Lo dijo con un acento medio raro pero chistoso-

- Eres medio tonto.-Esas risas espontaneas que sólo él me provocaba aparecieron- Pero está bien.

- Mañana subo por ti a la una ¿Ok?

- De acuerdo. -Me aparté un poco del abrazo- Creo que ya es hora de que me vaya.

- No, quédate otro rato. Me gusta ser abrazado.

- Ni modo, tienes que descansar. Ya vete a dormir. -Me paré del sillón y mientras caminaba a la salida vi su cara, la cual me provoco gracia- Deja de hacer pucheros, no sé con quién sí funcione eso pero conmigo no. -Abrí la puerta- Te veo.

- Qué grosera, pero está bien. Te veo mañana.

Subí y fui a dormir.

Al siguiente día desperté temprano y me bañé. Me quedé toda la mañana perdiendo el tiempo escuchando las canciones de CD9 para mínimo cantar un poco. Cuando me di cuenta ya casi era la una y comencé a arreglarme lo más rápido que pude. Una blusa sin mangas, los primeros jeans que mi mano tomó, peiné mi cabello y cuando iba por el maquillaje, Freddy tocó la puerta y tuve que correr a abrirle.