Capitulo 21. No me volveré a enamorar.

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<(Tn___)>

Mi nombre es (Tn___), tengo diecinueve años y también una familia extraña. Desde pequeña mis padres casi nunca estaban en casa y me quedaba a cargo de mi abuela. Éramos de esas familias que se mudan una vez al año, odiaba eso.

Cuando cumplí diecisiete y estando harta de tantos cambios, decidí quedarme a vivir en el DF después de una larga temporada viviendo aquí. Mi abuela se quedó conmigo en un departamento que compraron mis papás para las dos. Sobrevivíamos con la pensión de la abuela y con dinero que mis padres me mandaban cada mes, harían eso hasta que concluyera mis estudios y comenzara a trabajar.

En ocasiones sentía que el destino me odiaba, no conforme con que casi nunca podía ver a mis padres, una semana después de cumplir los dieciocho mi abuela murió. Me quedé sola viviendo en ese departamento sin compañía alguna más que la de mi perro Spanky, el cual una tarde sin darme cuenta se escapó y aunque puse letreros de "Se busca" jamás volví a verlo.

Una noche estaba recostada en mi cama viendo televisión con el volumen no muy alto, eran como las doce am. De repente empecé a escuchar gritos "No me dejes. No me hagas esto, por favor". Supuse eran los vecinos de abajo. Eran una pareja joven, algo así como de mi edad. En ocasiones los veía llegar, según yo casi nunca estaban, aunque en los últimos meses parecía que al fin habían decidido mudarse ahí. Se veían tan enamorados que me daban ternura, al chico nunca le podía ver la cara bien ya que siempre iba abrazándola o cosas por el estilo, pero se notaba que era guapo y la muchacha también lo era. Alguna vez había platicado con la chica y era una niña súper buena onda, nos conocimos porque una vez Spanky la atacó con ladridos y casi la muerde. Siempre que me veía o yo la veía nos saludábamos pero nunca nos dijimos nuestros nombres, de repente platicábamos un poco pero su novio siempre llegaba a interrumpir porque tenían que irse de urgencia por lo cual nunca pude prestarle atención a él.

Pensé que por los gritos de esa noche, ella estaba cortándolo y que por eso él gritaba de esa manera, en sus gritos se percibía dolor. De repente los gritos eran más fuertes y un tanto agonizantes, escuché algo que no me gustó "No te mueras, yo te amo. Llévame contigo". Me asusté, pensé que el chico en un momento de locura había hecho una tontería y ella era muy bonita como para que le pasara algo así. Salí de mi casa, al principio tenía planeado pedirle ayuda a algún vecino por miedo a que el chico me atacara, pero bajé las escaleras tan rápido y de inmediato que se me olvidó y cuando me di cuenta ya estaba tocando la puerta.


- ¿Todo está bien ahí dentro?


Al principio nadie contestó, el llanto se detuvo y segundos después me abrieron. El pobre muchacho estaba con los ojos todos rojos e hinchados, al parecer no podía dejar de llora.


- ¿Qué ocurre? escuché gritos muy desesperantes.

- Está muerta. -Dijo llorando, con la mirada baja y con voz asustada-

- ¿Quién? ¿De qué hablas?


Cuando dijo las palabras "Está muerta" no lo pude creer, sentí como si la sangre de repente bajara acompañado de un pequeño escalofrió.


- Mi bonita. Mi bonita acaba de dejarme solo.

- A ver, tranquilízate ¿Dónde está ella?

- En el sillón.


Entré al departamento. Aunque no sabía mucho, mi mamá alguna vez me enseñó a tomar pulso y la pobre muchacha ya no lo tenía. Era tan raro, la chica no se veía enferma ni nada, siempre que la veía era como la niña con más ánimos en el planeta ¿En verdad estaba muerta?

Mi Mejor Casualidad «FREDDY LEYVA»Where stories live. Discover now