Cuando al fin llegamos a la universidad ya eran las 8:20 a.m. No lo puedo creer, mi primer día y llego tarde.
- Muchas gracias Adam. -Dije tomando mi mochila.
- Cuando quieras... Suerte en tu primer día. -Me guiñó un ojo y semi sonrió.
- Gracias. -Salí del auto y corrí hacia la entrada de la universidad.
Cuando llegué giré a ver a Adam y aún seguía estacionado en el mismo lugar sólo viéndome.
Mejor ya entro a la universidad que no vengo tan temprano que digamos.
Iba corriendo por el pasillo hacia la clase que me tocaba, psicología, lo bueno que ya sabía dónde quedaba cada uno de los salones.
En menos de un minuto ya me encontraba tocando la puerta del salón. Escuché un Adelante y abrí la puerta cuidadosamente.
- Disculpe...
- ¿Es usted la Srita. Somerhalder? -Me preguntó tal parece el profesor. Yo asentí con la cabeza- Tome asiento por favor, ¿no se quiere presentar?
- No, no gracias... -Le contesté cortante, no era mi intención decirlo así- Y perdón por llegar tarde.
- No se preocupe, es nueva. Pero que no se vuelva a repetir de aquí en adelante. -Yo asentí con la cabeza, de nuevo- Tome asiento.
Me dirigí casi a la penúltima fila y me senté en medio de una chica morena y un chico que se veía algo nerd.
Saqué mi computadora portátil ya que la mayoría la tenía fuera. Saqué mi móvil de la mochila también y lo puse en silencio.
Cuando al fin se acabó la clase me dirigí en busca de mi nuevo casillero.
- ¡Hola! -Dijo una chica simpáticamente colocándose a mi lado mientras yo caminaba por el pasillo.
- Hola. -Respondí fría.
¿Qué tal si no es tan simpática como aparenta y es una de esas que viene más chismear a la universidad que a estudiar?
- ¿Eres nueva no? -A pesar de mi frialdad ella siguió sonriendo.
- ¿Tanto se nota? -Respondí su pregunta con otra y sonreí un poco sin mostrar los dientes.
- Los nuevos, como tú, obviamente que se notan.
- ¿Tú no eres nueva?
- Sí. -Rió un poco- Pero todos me conocen aquí. ¿Y qué estudias?
- Criminología. ¿Y tú?
- Psicología. Te miré en clase, y que no querías presentarte. -Sonrió.
- Me llamo _______ Somerhalder. -Estiré mi mano. Ella la tomó e hicimos un saludo formal.
- Shanike Monroe. -Se presentó ahora ella.
- Oye, ¿por qué dijiste que ya todos te conocen aquí? -Pregunté curiosa.
- Bueno, soy la hija del director. -Sonrió algo tímida.
- ¿En serio?
- Sí. Y bueno, ¿qué clase te toca ahora?
- Hmm, -Miré mi horario- literatura, ¿y a ti?
- ¡También! ¿Nos vamos juntas? -Me preguntó entusiasmada.
- Está bien, pero primero tengo que encontrar mi casillero. -Hice una mueca.
- ¡Yo te ayudo a buscarlo!
- Okay. A ver si no llegamos tarde -Murmuré.
- No te preocupes, tenemos 5 minutos para ir hacia otra clase. -La miré aliviada- Lástima que ya pasó más de 5 minutos.
Abrí mis ojos como platos viéndola. Ella como que no se había dado cuenta de lo que dijo hasta que vio mi cara e hizo lo mismo, abrió también los ojos como platos. Pero relajó su rostro y lo cambió a uno tranquilo y alzó una ceja.
- ¿Qué? -Ella sonrió.
- Pero como estás con la hija del director puedes llegar hasta 10 minutos después. -Dijo Shanike y me guiñó un ojo.
La miré fijamente.
- Espero que no estés bromeando Shanike. -Dije tratando de sonar seria seria pero no tardé en embozar una sonrisa.
- No estoy bromeando. -Alzó ambas palmas de sus manos.
- Tú no eres como la típica hija de director.
- ¿Gracias? -Dijo dudando- Pero, ¿por qué?
- Casi todas son así de "las hijas de papi". ¿Sí me entiendes?
- Oh si. Te entiendo. -Dijo ella asintiendo lentamente con una pequeña sonrisa- Pero, ¿eso es malo? ¿o bueno?
- Bueno. -Contesté y cambió su expresión para después sonreír.
Cuando al fin encontramos mi casillero, el 407, guardé mi mochila ahí pero antes había sacado la laptop y mi móvil.
Nos fuimos a clase de literatura y como dijo antes Shanike; cómo yo venía con ella la profesora no me dijo nada por llegar tarde.