BAD GUYS I: AGGRESSIVE © |EN...

By JoleHBellamy

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Los que no ven ninguna diferencia entre alma y cuerpo, no tienen ninguna de las dos cosas. -Oscar Wilde. Hist... More

ADVERTENCIA
SINOPSIS
P R Ó L O G O
1
2
3.
4.
BOOK TRAILER.
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7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
17.
Especial I
18.
19.
20.
21.
22.
Instagram
23.
24.
25.
26.
Especial II
Especial III
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
Especial IV
36.
AVISO.
37.
38.
39.
Portadas.
40.
41.
42.
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47.
48.
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50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.
58.
59.
GRACIAS
60. |Final|
Epílogo

16.

68.3K 4.1K 311
By JoleHBellamy

Las miradas no tardan en caer sobre mí, y me arrepiento de haber puesto un pie fuera de mi cama. No necesitaba ser una vidente para saber lo que pensaban, o susurraban a mi paso.

Todo se reducía a una sola oración: La nueva puta de Dash.

Siento pena, miedo o simplemente decepción de parte de todos esos ojos observándome. ¿Por qué juzgar a una persona sin saber los hechos?, ¿Por qué juzgarme si sólo tenía menos de dos meses pisando la universidad?

Ciertamente, podía entender un poco a Dash.

—Holly...

Mis ojos se detienen sobre la alta figura que esta frente a mí, puedo ver sus ojos grises atreves de mis anteojos oscuros, y la incomodidad surca cada uno de sus gestos.

—Voy atrasada a una clase. —Es lo único que suelto. Dash parece confundido con mi actitud, pero no le explico nada. Simplemente quería terminar con el día, e ir a casa.

Ir a mi lugar seguro.

Dejo a Dash en medio del pasillo, totalmente desconcertado, y bajo el atento ojo del resto de los estudiantes.

—¡¿Qué diablos ven?! —Soy capaz de escuchar la voz del moreno elevarse, pero no me detengo. Claramente, su irritación no iba dirigida hacía mi.

Una vez que llego a mi salón, ingreso en el, dando un pequeño asentimiento a los que dirigen un saludo en voz baja hacia mí. Mis ojos se dirigen al final del salón, desde el mismo lugar de siempre, Colin me observa.

El verde pálido de sus ojos parece denotar arrepentimiento. Sin pensarlo dos veces, camino hacia él, sabiendo que no podía enojarme con la primera persona que intento acercarse a mí.

Aun teniendo dobles intensiones.

Dejo caer mi bolso en el lugar junto al suyo, y sus ojos decaen sobre mí, su boca se cierra, y por un instante pienso que lo he dejado sin habla, pero me sorprende con rapidez.

—Hola.

—Hola —Respondo, ahora sin saber que decir. ¿Qué le puedo decir a Colin? El conocía mi apellido y sabía de algún modo el parentesco que tenia con Elton. Ellos eran amigos mucho antes de conocerme... —. Yo...

—Lo siento —Él se adelanta, su sonrisa decae un poco, pero no se elimina completamente—. Lo que ocurrió con Elton... No sabía que eran hermanos... No hasta que él me lo confirmó.

—Olvídalo —Lo corto, negándome a volver a pensar en Elton. Tenía que alejarlo de mí vida—. Sólo... no digas que es mi hermano —Mi vista se posa en el único pizarrón del aula, negándome a ver sus ojos—. Yo no tengo hermanos, Colin.

—Holly...

—Mi madre murió por culpa de su padre —Suelto, siento el enojo agolparse en mi sistema, y parpadeo con rapidez cuando mis uñas se clavan en la madera de mi mesa—. Nunca perdonaré a ninguno de ellos... Él la dejó cuando más lo necesitaba... Cuando lo necesitábamos...

—Lo sé —Las palabras de Colin son suaves, su mano termina sobre la mía, y con cuidado, aleja mis uñas de la madera—. Elton no sabía nada de esto, Holly.

—No me interesa —No puedo evitar alejarme de su toque, limpiando una lagrima traicionera que se desliza por mi mejilla—. Sólo no quiero volver a saber nada de él, ni de su familia.

Observo al rubio, y parece dudarlo por un segundo, pero termina asintiendo, dejando de lado ese tema.

La maestra ingresa en el salón diez minutos después de un largo silencio, y agradezco a Dios tener una distracción de todo.

El mudarme aquí era para alejar todos esos recuerdos, para empezar una nueva vida, pero había ocurrido todo lo contrario, y ahora me encontraba con el titulo de puta colgado en mi espalda, con un hermano que no sentía mi hermano y un amigo que, aun en el fondo, me observaba con recelo.

Decido pasarme por alto los susurros e insultos en voz baja de los pasillos pidiendo permiso a la maestra. Colin sólo observa en silencio y paso por algo la línea dura que se adueña de sus labios.

Tenía hambre, y no pensaba pasarme dos horas libres metida en la universidad. El rechistar de mis zapatos resuena en los pasillos, y por un segundo, dejo que lo único en mi cabeza sea ese molesto sonido.

El recuerdo del viernes en la noche se filtra en mi cerebro, y lo bloqueo con rapidez.

Me encontraba huyendo de clases por su causa, ahora etiquetada por todos gracias al moreno lleno de tatuajes. De alguna manera, no era su culpa, pero él afectaba indirectamente en todo esto.

Los demás eran unos idiotas.

Mis pies se detienen cuando observo mi auto.

Moreno, tatuajes, músculos y aquella seguridad propia me dejan sin habla.

Dash Barton se encontraba apoyado contra mi auto, observándome con una expresión seria. ¿Por qué diablos tenía que verse tan... Dash?

Me apresuro a llegar a mi auto, y este detiene su peso sobre sus pies, dándome una mejor vista de su alto y musculoso cuerpo.

—Pensé que te quedarías de por vida ahí —Suelta, parece divertido, pero ni una sola sonrisa aparece en sus labios—. ¿Podemos hablar?

—Dash...

—Lo siento por los susurros de hoy —Dice, sin importarle mi gesto de "detente, no importa" —. No se meterán contigo, Holly.

—Puede defenderme sola, Dash...

—No voy a dejar que te digan... —Se corta, claramente incomodo—. No lo eres.

—No lo soy —concuerdo con él, pero mis mejillas se calientan ante el recuerdo de nosotros en el baño de aquella fiesta... Si, tenía que terminar con eso—. No es necesario que hagas nada.

Su expresión se endurece aun más, y simplemente inclina la cabeza hacía mi auto.

—Quiero contarte algo, pero aquí no. —No lo pienso mucho y termino lanzando mis llaves en su dirección. Dash sonríe un poco, pero no logra llegar a sus ojos, y la duda ataca mi sistema mientras me dirijo al lugar del copiloto.

¿Será otra de sus confesiones?

Yo misma me encargo de cerrar la puerta y Dash da la espalda al auto. Sus ojos observan las llaves, y al siguiente minuto se encuentra subiendo al auto, ocupando el lugar del piloto.

No pierde el tiempo en correr el asiento hacia atrás, dándole más espacio a sus largas piernas.

—¿A dónde iremos? —No puedo evitar preguntar, Dash me observa por un segundo, y su rostro se oscurece.

—A ningún lugar en particular —Su voz es baja mientras se aleja de la universidad, las personas ajenas al chico dentro de mi auto caminan en la calle del frente, cada una metida en sus asuntos—. Sólo voy a conducir...

—¿Estás bien?

—No me arrepiento de haber golpeado a Tristán —Me corta. La sorpresa no tarda en agolparse en mi sistema, y todas las alarmas suenan n mi cabeza—. De lo único que me arrepiento es de haberlo dejado vivo.

No sé cómo responder a eso, y simplemente atino a guardar silencio.

¿Él realmente quería matar a ese chico?, ¿Quería acabar con la vida de una persona?

—¿Querías matarlo? —Mi voz es dudosa, y puedo sentir sus ojos sobre mí por un corto segundo, pero el miedo sigue sin aparecer. ¿Por qué no le tenía miedo?

—Mi familia me llama monstruo por eso —Él ignora mi pregunta, parece sumido en sus pensamientos y una sonrisa llena de dolor se desliza en su boca cuando lo observo—.Yo sólo... No puedo controlarme.

—Dash...

—Por eso debes alejarte de Colin... de Reynolds —Me corta, su ceño se frunce por un segundo y el auto se detiene al siguiente. Mis ojos se detienen en nuestro alrededor, y enfoco frente a nosotros el Central Park, Dash parece no notarlo, y simplemente me observa a mí—. No quiero que me tengas miedo, Holly. Tu no.

—No te tengo miedo —Repito. Era lo único que repetía una y otra vez. No tenía miedo del chico bipolar frente a mí, y esa resolución sólo lograba confundirme aun más—. Ya lo sabes.

—Lo harás —Dice, su mirada se ensombrece con rapidez y noto como todo su cuerpo se tensa—. Lo harás igual que todos. Lo harás cuando veas cuánto daño puedo infligir...

—El que lo repitas una y otra vez no lo hará real, Dash— Tentando mi suerte, levanto la mano y apoyo la palma en su mejilla, eso parece relajarlo por un segundo, porque noto cuando se inclina—. No eres lo que ellos dicen.

—Soy un monstruo, Holly.

Su voz ronca, completamente impregnada de miedo resuena en el interior del auto. Soy capaz de sentir el dolor en sus palabras, el dolor que transmite a través de sus ojos grises y aquella sensación de soledad que transmitía.

Dash no era un monstruo. Él sólo necesitaba alguien en quien confiar, alguien que vea a través de sus errores.

—Eres una persona que defiende a los que quiere —Sé que me estoy mintiendo a mí misma, pero quería eliminar aquella expresión de su rostro—. Yo hubiera hecho si mi madre si hubiera tenido una sola oportunidad.

Dash me observa con intensidad, y siento el leve recuerdo de mamá siendo maltratada cuando yo era una niña, los gritos en mi dirección ordenándome encontrar un lugar seguro mientras ella se enfrentaba a aquella bestia.

El pulgar de Dash se levanta, y retira con gentileza una lagrima de mi mejilla. Me siento estúpida por revivir aquellos recuerdos, ya los había dejado atrás, mamá se encontraba en un lugar mejor.

Lejos de toda esa mierda.

Lejos de todo el sufrimiento que Alexander Parks nos había causado.

Lejos de mí...

—No dejaré que nadie te lastime, Holly —Su voz está llena de promesa, pero elimino aquella idea de mi cabeza. No tenía que hacerme ideas en mi cabeza. No quería encariñarme con él. No quería sufrir lo mismo que mamá había sufrido—. Primero tendrán que pasar sobre mí.

No quería sufrir por un amor no correspondido y un corazón roto.

No era lo suficientemente fuerte para eso.

—Pareces un niño —Murmuro con diversión. Dash mantenía los ojos fijos en su helado antes de fijarlos sobre mí. Parece sumido en sus pensamientos, pero, rápidamente, la diversión se adueña de sus ojos—. Nunca había visto a alguien tan interesado por su helado.

—Me gusta el helado de chocolate —Su voz es ronca, y no paso por alto cuando sus ojos se detienen sobre mis labios. Trato de hacer caso omiso a aquello, y me enfoco en mi helado—. Te pareces a tu tía, pero con ojos azules.

—Lo sé. —murmuro, rodando los ojos cuando él parece haber notado aquel parentesco.

Nuevamente el silencio explota entre nosotros, y me enfoco en observar a las personas a nuestro alrededor, varios de ellos, parecían ser chicos de la universidad. Todos observaban escondiendo su interés hacía nosotros, y Dash parecía no notarlo.

—Déjalo estar —Llama mi atención, haciendo que regrese mi vista hacía él—. Lo hacen porque estás aquí, conmigo.

—Estoy bien —Suelto, sabiendo que era mentira. Quería que todos dejaran de verlo, él no era una atracción de circo, ni un león enjaulado para estar bajo su escrutinio todo el día—. ¿Desde hace cuanto corres?

Mi pregunta nos toma por sorpresa a ambos, pero no me retracto.

Quería saber más de él.

—Seis años —Frunce un poco el ceño—, pero creo que oficialmente son 5.

—¿Trofeos?

—Sólo dinero —Parece incomodo y observo cómo se remueve en su lugar—. La última vez le gane 10 a Parks.

Mi mano se detiene sujetando la pequeña cuchara que remueve ahora el helado de vainilla. Sé que se refiere a Elton, y me sorprende el hecho que no lo llama "Tu hermano".

—¿Diez dólares? —Dash se ríe. Parece bastante divertido por mis palabras y me detengo cuando voy a comer nuevamente. Mi ceño se frunce y él parece más interesado en mí.

Sus codos se apoyan en la mesa, y hago lo mismo, observándolo con seriedad.

—Te sorprendería lo que hace el ego de un hombre —No logro entender lo que dice, pero después de un segundo mi cerebro empieza a trabajar—. Elton es de los hombres que creen ser mejor que todos, pero a la hora de correr, no llena los zapatos de su antecesor.

—¿Jefe?

—Shawn Reynolds —Él suelta. Su mandíbula se endurece con rapidez cuando menciona al hermano de James—. Shawn era el jefe de Elton.

Mi helado queda a medias y sé que tengo una rara mueca cruzando mi rostro. Tener que conocer a Dash resultaba ser confuso, y bastante aterrador.

¿Convertirse en un corredor significaba terminar en bancarrota o ser preso de una silla de ruedas?

N/a:

Tenía el capítulo listo ayer, pero mi mamá no me dejo meterme en la computadora ewe estoy escondida en el baño publicando esto, así que deberían amarme. 

También quiero decirles que ando enferma (más muerta que viva), y tardaré en actualizar, también quería decirles que si pueden pasarse por mi historia WildFire, recién tiene 4 capítulos, pero seguro les gusta(? 

Y... creo que eso es todo. 

Las amo<3


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