BAD GUYS I: AGGRESSIVE © |EN...

By JoleHBellamy

4.2M 241K 28.7K

Los que no ven ninguna diferencia entre alma y cuerpo, no tienen ninguna de las dos cosas. -Oscar Wilde. Hist... More

ADVERTENCIA
SINOPSIS
P R Ó L O G O
1
2
3.
4.
BOOK TRAILER.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
Especial I
18.
19.
20.
21.
22.
Instagram
23.
24.
25.
26.
Especial II
Especial III
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
Especial IV
36.
AVISO.
37.
38.
39.
Portadas.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.
58.
59.
GRACIAS
60. |Final|
Epílogo

11.

74.4K 4.9K 444
By JoleHBellamy

Los ojos de Alison me recorren totalmente incómodos, podía sentir la tensión irradiar de su cuerpo, y era únicamente por el hecho de que no yo no había soltado una sola palabra desde que había entrado en el café.

—Y bien... —La morena empieza, dejando de lado la su bolso. Ojos cafés se enfocan en mí, y creo que empieza a sudar cuando apoyo los codos sobre la mesa—. ¿Sobre qué querías hablar?

Entrecierro mis ojos hacia ella, tratando de entender la mirada que me dirige, pero termino regresando a mi postural principal cuando ella frunce el ceño.

—¿Cuándo pensabas hablarme de Elton?

Puedo jurar que Alison no se esperaba aquella pregunta de mi parte, la manera en que sus ojos se abren, y termina boqueando como pescado, me lo confirman.

—¿Elton? —Su voz la abandona en un chillido, pero lo cubre de inmediato en cuanto aclara su garganta—. ¿Quién te hablo de él?

—Eso no importa —Intento mantener el secuestro que Dash había llevado a cabo hace menos de dos días. Sabía que a Alison no le agradaría la idea de que estuviera rodeada de motociclistas. Yo odiaba aquella idea—. Lo único que puedo decir es que lo quiero lejos de mí, tía. Hablo enserio.

—¿Te buscó?

—Fue hasta la universidad —Respondo, tratando de hacer el ambiente un poco comodo—. No quiero tener relación con ningún miembro de tu familia, tía. Tú eres mi única excepción.

Los ojos de Alison se deslizan por las personas que nos rodean. De antemano sabia que los lugares pequeños ponían incomoda a mi tía, aun más cuando el tenebroso Irolic (sus palabras), estaba justo frente a nosotras.

—No tengo una relación cercana con Elton —murmura, ahora parece más incomoda—. Él siempre ha estado rodeado de esos extraños amigos suyos —Sus ojos se enfocan en los míos y se inclina en la mesa, como si estuviera a punto de contar algo demasiado importante—. Han logrado meterlo a la cárcel varias veces, pero siempre queda suelto por delitos menores.

—Creo que no me sorprende... —murmuro, mas para mí misma, pero lamentablemente fallo en eso. Los ojos de Alison se enfocan en mi, completamente interesada—. Es un idiota.

Ella asiente, aun lanzándome una mirada que no logro entender. La boca de Alison se abre, pero se ve interrumpida por un mesero –uno que no lograba reconocer-, justo cuando está a punto de decir algo.

—Espero que te este yendo bien en la universidad, Holly. —Revuelvo mi café luego de colocarle azúcar. El recuerdo de Dash haciéndolo por mí aquella noche se cuela en mi mente y me hace sonreír. En realidad, el no era tan mala persona como parecía, solo era algo egocéntrico...

—Si —Suelto, sin saber exactamente que había dicho—, grandioso.

—¿Qué me puedes decir de Dash, Holly?

El movimiento de mi mano se detiene en cuanto el nombre del chico tatuado abandona los labios de mi tía. Sé que no debería estar nerviosa, pero falló estrepitosamente a la hora de responder con algo cuerdo.

—¿D-Dash?

—Holly —Alison empieza, enfocando toda su atención en mí—. No quiero parecer la típica madre oso contigo, pero sé cuando te digo que ese chico no te conviene. No le conviene a nadie.

—No tengo nada con él —Aclaro, omitiendo los besos que él me había dado en mi contra—. Sólo compartimos una clase de psicología, nada más.

Alison parece poner a prueba mi respuesta pero, luego de unos segundos, suelta un suspiro, regresando la atención a su café.

—Él no está bien —susurra en voz baja—. Lo que ocurrió en ese bar fue realmente horrible. Luego los rumores que se esparcieron... Siento pena por él —Intento mantener mi ceño escondido, pero algo de enojo se filtra en mi sistema. ¿Sentir pena por alguien? Dash no parecía ser el chico que necesitaba ayuda alguna, en realidad, parecía tener suficiente ayuda de sus puños—. Tener que lidiar con él mismo... Simplemente no sé porque Dios castigo a un niño con eso.

—¿Con que? —Pregunto, tratando de aclarar la confusión en mi mente—. Para mi es solo un tipo demasiado engreído...

—Cariño, eso es algo que no me concierne a mí, sólo puedo decir que te cuides y te mantengas alejada de él.

***

El incesante golpeteo de mi lápiz contra la dura madera de la mesita de centro logra desconcentrarme por un segundo. Tener que estar enfocada en la tarea de psicología, y recordar la extraña plática con Alison, sólo lograban irritarme con el paso del tiempo.

Tener que lidiar con un hermano que no conocía, un idiota que me perseguía como sombra, y una tía que me repetía una y otra vez lo que tenía que hacer, me tenían completamente estresada.

Lista para golpear a la siguiente persona que tocará la puerta de mi casa.

La mañana y la conversación con Alison habían pasado más rápido de lo normal luego de dejar de lado a Elton y Dash, ciertamente, no era algo de que debía hablar con ella -al menos el tema de Dash-, pero el tema de Elton era otra cosa completamente distinta.

Saber que tenía un hermano mayor, con mucho dinero, y con un ego más grande que su propio cerebro, solo me afirmaba que no necesitaba nada de aquella familia.

Ellos solo arruinarían todo, tal y como lo hacían siempre.

Mis ojos se enfocan en la ventana que daba al jardín del frente. Hacer tareas un viernes por la noche no era la mejor velada para una chica de 20 años, pero no quería salir.

Al menos no sola.

El irregular golpeteo contra mi puerta me hace fruncir el ceño. Eran pasadas de las 11, y claramente no esperaba a nadie. Negándome a abrir la puerta de a primeras, intento asomarme en la ventana sin que la persona logrará pillarme, pero lo único que soy capaz de diferenciar, es una alta sombra cubriendo parte de la entrada.

Intento pensar con claridad en lo siguiente que haré, pero el golpeteo incesante aumenta las palpitaciones de mi corazón. Estaba nerviosa, y no sabía cuál era la razón.

Talvez era un asesino.

O talvez solo era Alison percatándose de que estaba en casa y no en una carrera de motos junto a Dash.

Niego con rapidez. Alison me había dicho que saldría de la ciudad a las 6, el recuerdo de unos tratos que debía terminar esta semana la habían obligado a despedirse lo más rápido posible de mi.

Mis ojos se enfocan en la perilla de la puerta.

Tenía dos opciones: ignorar el sonido de la puerta y continuar con mi tarea, o abrir la puerta, sin saber exactamente que me esperaba.

—¡Holly! —El grito detrás de la madera me toma por sorpresa, y es cuando caigo en cuenta de a quien le pertenecía la voz. La perilla se mueve con brusquedad, obligándome a contener la respiración—. ¡Maldita sea, abre la puerta!

La voz de Dash se escuchaba torpe, como si se hubiera levantado hace unos cuantos minutos, como si... como si estuviera borracho.

Me alejo unos cuantos pasos de la puerta, pensando que en cualquier minuto la tiraría abajo, pero esto no ocurre, simplemente escucho un último golpe contra esta, y todo parece volver a la calma.

Aprieto mis labios, intentado luchar contra el suspiro que desea ser libre, pero un nuevo sonido llama mi atención.

Holly, por favor... —Silencio —. Sé que estas ahí...

La suplica en su voz me hace parpadear con rapidez, y cuando me doy cuenta, estoy acercándome nuevamente a la puerta. Mi mano se cierra alrededor del pomo, tragando duro justo cuando esta sede, dejándome abrir la puerta con lentitud.

La visión de Dash frente a mi hace que mi corazón se acelere con rapidez, pero la visión de sangre cubriendo parte de su rostro me hace volver a la realidad.

¿Qué pasó contigo?...

El moreno se tambalea un poco, y logro llegar a él justo a tiempo. Grandes y pesados brazos se aferran a mi cuerpo cuando lucho por entrar al tatuado. El fuerte olor a alcohol invade mis fosas nasales cuando logro cerrar la puerta principal.

No lo sé —Se rie, tratando de luchar contra mi débil agarre—. Puedo solo...

Dash intenta alejarse de mí, pero no le dejo la tarea tan fácil. Empujo el cuerpo del moreno hasta el sofá en el que estaba apoyada hace unos minutos, y lo dejo caer sobre este, escuchando el quejido que abandona sus labios con algo de satisfacción.

Mis manos se cierran en su rostro cuando enfoco las heridas con algo más de claridad. Puedo ver el dolor cruzar su expresión, pero no dejo de examinarlo.

—Parece que peleaste con un oso —murmuro, dejando ir su rostro. Dash parece algo confundido cuando me dejo caer junto a él, tanto que en menos de un minuto tengo su cabeza sobre mis piernas. Intento luchar contra su peso, pero me detengo, sabiendo que no lo movería ni un centímetro—. Dash, debes irte.

—No. Quiero —Suelta. Soy consciente de su estado de embriagues por el modo en el que arrastra las palabras, pero no soy capaz de moverse un solo centímetro cuando sus ojos entran en contacto con los míos. Una de sus grandes y callosas manos se eleva para acariciar mi mejilla con suavidad—. Eres hermosa...

Alejo sus manos de mi rostro, tratando de mantener a margen sus palabras. Él me había llevado a una carrera de motos contra mi voluntad, y también había golpeado a Elton, quien termino siendo mi medio hermano.

No podía perdonarlo así de fácil.

Me levanto con rapidez, dejando que el chico sobre mi sillón termine en el suelo con un sonoro golpe. El quejido que le continúa me hace preocupar, pero no me acerco a él.

—Debes irte —Apremio, observando la montaña de músculos en el suelo de mi casa—. No debes estar aquí, Dash.

La risa del moreno me confunde, y no puedo evitar ver como su cuerpo se mueve con lentitud cuando se levanta del suelo. Tenía dos hipótesis; el alcohol le había afectado más de lo normal, o él simplemente deseo terminar de esa forma.

Completamente fuera de control.

—¡No puedes pedirme que me marche! —El siseo que abandona sus labios me sobresalta, obligándome a mantener mí distancia. La mandíbula de Dash se aprieta al darse cuenta del temor que recorre mi sistema. Justo ahora, todo lo bueno que había conocido de él empezaba a eliminarse de mi cabeza, dejando únicamente el recuerdo amargo de todas nuestras malas situaciones—. Holly...

—No. —Suelto, justo antes de que me alcance. El nudo en mi garganta crece cuando un gruñido abandona el pecho de Dash. Lo próximo de lo que soy testigo, me sobresalta de sobre manera. El florero que había encontrado hace días en el ático, se encontraba completamente hecho añicos luego de estrellarse contra la pared. Un sollozo me abandona ante el siguiente golpe.

—¡No es cierto! —Su grito me obliga a mantenerme junto a la pared, tratando de mantener más espacio entre nosotros. No quería que me tocara. No quería que me haga daño...

—Holly, mírame —Callosas y grandes manos se cierran alrededor de mi rostro en menos de un parpadeo, la cercanía de Dash solo hace aumentar el temor, obligándome a respirar con rapidez—. Nunca te haría daño, nunca...

El enojo reflejado en sus ojos no era dirigido a mí, podía ser testigo de ello, pero el tenerlo tan cerca, sujetándome y observándome completamente desesperado, aumentaba el temor en mí.

Mis ojos se cierran al instante en que su tacto desaparece de mi piel. Aun podía sentirlo cerca de mí, pero esta vez parecía pensar las cosas con claridad.

Voy a matarlo —Suelta, su voz me golpea como un tempano de hielo, y antes de pensar con claridad lo sujeto del brazo. Mis delgados y torpes dedos sujetan la chaqueta que cubre al chico tatuado frente a mí. Sus ojos me observan completamente confundidos, y sé que me veo patética, demostrando lo bipolar que era—. Elton es una basura.

—N-no hagas nada —Mi voz es extraña a mis oídos y, aunque me gustaría ver sufrir un poco a Elton, no podía permitir que Dash hiciera algo tan absurdo. No me preocupaba por Elton, al contrario, él podía hacer lo que quisiera, pero la idea de ver a Dash en problemas por mi causa, dejaba un sabor amargo en mi garganta—. E-estás herido.

Sin saber exactamente qué hacer, deslizo mi mano por el brazo del tatuado, sintiendo la tensión en cada uno de sus músculos. Dash no parece ceder y, aunque trato de llevarlo con lentitud de vuelta al sofá, termino aprisionada contra la pared detrás de mí.

Grandes y pesadas manos se cierran en mi cintura, aprisionándome contra la montaña de músculos.

No les creas... —musita, observándome con intensidad—. Tu no, por favor...

Continue Reading

You'll Also Like

1.6K 215 52
Erick, un ogro que se ve obligado a raptar a Eva, una fuerte hechicera. Juntos encontrarán todo lo que buscan en el otro, pero las garras de sus enem...
64.5K 4.8K 55
Cuando mi madre entró por aquella puerta, y me dio aquella noticia, me desmayé. Un matrimonio forzado haría que una alianza hiciera del reino que gob...
40.4K 3K 90
Cuando Oksana es destinada a casarse con el emperador de un país lejano; característico por su eterno invierno y por ser tierra de salvajes, se vera...
104K 11.3K 31
¿Alguna vez han leído la típica historia de "El bad boy" y la "Chica nerd"? En esta historia los roles cambian. Ahora, Abby Morgan será la encargada...