La guerra estaba finalizada, el trío de oro había vencido a Lord Voldemort y devolvía al mundo mágico la paz quedando como héroes. El nuevo año escolar se acercaba y el trío dorado acordaron que cursarían su último año juntos en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. El primero de septiembre Harry, Ron, Hermione y Ginny se encontraban en la plataforma 9 3/4 despidiéndose de los señores Weasley, mientras sonaba el silbato apresurándolos a abordar el tren; los cuatro chicos subieron encontrándose con Luna y Neville en un compartimento y no dudaron en sentarse juntos. El trayecto fue muy tranquilo y divertido, se la pasaron hablando, riendo y comentando todo lo nuevo que pasaría en el colegio, en cuanto llegaron a la estación de Hogsmeade vieron bajar a un grupo de serpientes que hablaban muy a gusto ignorando las miradas de los demás estudiantes, pues este año sería diferente y muchas cosas cambiarían.
Después del gran banquete de bienvenida la profesora McGonagall ahora directora pidió atención a sus estudiantes.
—Queridos estudiantes, sean bienvenidos a su nuevo año en el colegio. Espero que sea tan agradable como los anteriores a pesar de los acontecimientos, debo agregar que daré a conocer los nuevos premios anuales de este año: Hermione Granger de la casa de Gryffindor y Draco Malfoy de la casa de Slytherin.—dicho esto se escucharon las felicitaciones y los murmuros, nunca se la habían llevado bien y ahora tendrían que convivir juntos —. Estudiantes por favor silencio y déjenme finalizar, espero respeto por parte de ustedes nuestra decisión y a los premios les comento que sus cosas las esperan en la torre de los premios anuales, pueden irse a sus respectivos dormitorios, tengan feliz noche. —McGonagall se retiró con una gran sonrisa dejando a sus estudiantes anonadados.
—¡Fantástico! ¿Tenía que ser con la peor de las serpientes?—decía Hermione molesta.
—Bueno Herms solo te deseo suerte y espero que ese maldito hurón no se le ocurra tocarte un pelo porque se las verá conmigo. — sentenció Ron.
—No creo que haga falta Ron, recuerda lo que sucedió en tercer año. —comentó Harry riendo y haciendo que Hermione se sonrojara.
—Chicos espero que pasen buena noche, nos vemos mañana. —Hermione se despidió de Harry y Ginny con un abrazo y de Ron con un dulce beso en los labios, pues estos se hicieron novios antes de la guerra siguiendo los pasos de Ginny y Harry.
Hermione llegó a la sala de los premios anuales encontrándose con Malfoy.
—Vaya, vaya pero miren quien llegó, la rata de biblioteca. Espero que disfrutes tu estadía, Granger, sólo no te hagas la importante por compartir la torre conmigo. —dijo Malfoy con burla.
—No te hagas ilusiones falsas hurón, no me agrada la idea de compartir algo contigo. —repitió Hermione molesta.
—Pues por primera vez estamos de acuerdo en algo Granger, pero ya habrá tiempo de charlas por ahora me iré a dormir, a no ser que quieras otra cosa. —manifestó Malfoy con una sonrisa de medio lado.
—Eres un idiota, Malfoy. Ve y consíguete una de las tantas que tienes, yo no soy un juguete desechable. —dicho esto la castaña dio un portazo, dejando a Malfoy satisfecho, pues había conseguido su objetivo.
***
Al día siguiente Hermione despertó temprano como de costumbre y se percató que solo había un baño en la sala, y para su desgracia Malfoy también se había levantado.
—Bueno Granger, veo que tendremos que compartir también el baño, primero lo usaré yo y luego lo usarás tú. —declaró Malfoy autoritariamente.
—Ni lo pienses hurón, primero lo usare yo. —respondió la castaña molesta.
—No dejaré que lo uses primero, pero hay otra solución. —dijo Malfoy pícaramente.
—Ni en tus sueños hurón oxigenado. —contestó Hermione, comenzando a correr hacia el baño pero Malfoy la empujó haciéndola caer y entró primero al baño.
—Me la pagarás, Malfoy.
—Quiero verlo. —rió desde el interior del baño.
Hermione molesta se dirigió a la torre de Gryffindor, pues no quería verle más la cara al rubio y así una vez lista bajaría a desayunar al gran comedor junto con Ginny.
Transcurrido el desayuno, los chicos se dirigieron a la clase de DCAO que para la desgracia de la castaña la compartirían con Slytherin, al llegar se sentaron juntas hasta que el nuevo profesor llegará.
—Buenos días jóvenes, mi nombre es Thomas Johnson, — anunció un hombre de baja estatura con su cabello completamente rubio, no parecía tener más de 35 años. —y seré su nuevo profesor de DCAO. Practicaremos en parejas por un tiempo. —todos empezaron a verse los unos con los otros haciendo saber sus parejas, hasta que el maestro agregó. —La profesora McGonagall me comentó que existe una rivalidad entre estas dos casas así que los juntaré y no quiero reclamo alguno. En cuanto diga su nombre busque a su pareja y en seguida les asignaré el trabajo, comenzaré a llamar: Harry Potter y Pansy Parkinson; Neville Longbotton y Astoria Greengrass; Blaise Zabinni y Ginevra Weasley; Draco Malfoy y Hermione Granger; Theodore Nott y Lavender Brown; y, por último, Ronald Weasley y Daphne Greengrass.
La clase fue un poco –bastante– incómoda para los estudiantes pues muchos no estaban de acuerdo con su pareja de trabajo. El día terminó y Hermione subió a su torre pues solo quería descansar, puesto que el día la había dejado completamente exhausta, pero se escucharon unas risas que la sacaron de sus pensamientos, se sorprendió al ver a 3 Slytherins en su torre riendo a carcajadas.
—Lo que me faltaba. —se quejó. —¡¿Qué demonios hacen estos dos aquí Malfoy?!
—Bueno Granger, "estos dos" son Blaise y Theo MIS amigos y yo los invité a quedarse, pero eso no te incumbe. —respondió Malfoy con sorna.
—Claro que me incumbe, idiota, esta es la torre de premios anuales y ninguno de ellos lo es.
—Cuida tú boca, Granger. —amenazó —. Y van a quedarse cuando yo quiera y punto, no tengo por qué darle explicaciones a alguien como tú- finalizó, continuando con su tema de conversación e ignorando a la castaña.
¡¿Quién se cree que es?! Sólo es un idiota hurón oxigenado, arrogante y presumido. —pensaba la ojimiel subiendo a su habitación.
***
—¿Que tal la estancia aquí, Draco? —preguntó Theodore Nott.
—Pues no me quejo, esta torre tiene una gran vista y la habitación es cómoda, lo único de malo es la sangre sucia. —escupió con desdén.
—Pues, amigo, la verdad no veo nada de malo, puede ser una sangre sucia pero es un chica, ¿no? —comentó Blaise Zabini.
—Sí, puede que sólo sea para satisfacernos como hacen todas, pero con Granger es diferente. —manifestó Malfoy.
—¿Por qué lo dices, Draco? —inquirió Nott.
—¿Es que no es obvio? Nunca compartiría la cama con una sangre sucia, tendría que estar muy necesitado para hacerlo. —respondió el rubio con sorna.
—Les propongo una apuesta. —dijo Blaise con una sonrisa ladeada.
—¿Qué es? —preguntó el azabache con curiosidad.
—Theo, ¿quién es tú compañera de DCAO? —preguntó el moreno.
—La insoportable de Lavender Brown, ¿por qué?
—Amigo andas de mala suerte. —rió Zabini.
—Bueno, pues Brown es mujer fácil, así que no cuenta, propongo lo siguiente. —sonrió.
—Blaise, déjate de rodeos y ve al grano— interrumpió Draco.
—Bien, te propongo que lleves a Granger a la cama. —sentenció.
—¡¿Estás loco Blaise?! —saltó Malfoy, frunciendo el ceño.
—¿No eres capaz? —preguntó Zabini riendo, llevándose una mirada asesina por parte del rubio. Un Malfoy era capaz de todo lo que se propusiera.
—Acepto, pero, ¿qué me das a cambio? —inquirió pensativo.
—Lo que quieras. —respondió.
—Llévate a Weasley a la cama. —retó, dejándolo anonadado. No esperaba eso.
—Bien, lo haré. —aceptó —. Pero tú, Nott, no te salvas.
—Oigan a mí no me metan es sus rollos, déjenme en paz.
—Eres un cobarde, Theo. —acusó Blaise, soltando una carcajada junto con el rubio.
—Digan de una vez que quieren que haga. —manifestó con rectitud.
—Que te lleves a la cama a la lunática. —propuso Draco.
—No te dejamos con Brown porque sería tarea fácil, pero con la lunática, todo cambia. —rió Blaise.
—Bien. —aceptó
—Falta agregar algo.
—¿Y ahora qué demonios quieres, Blaise? —Theo rodó los ojos cansado.
—Solo las llevan a la cama y listo, no se vayan a encariñar de ellas. —declaró Blaise riendo junto a Draco.
—Estás loco, ni en sueños. —negó el rubio.
—Bueno, eso espero y otra cosa, tenemos 2 meses para cumplir la apuesta, ya que son un poco difíciles y algunas tienen pareja, así que empezamos mañana. —terminó Blaise.
—De acuerdo.—dijeron Draco y Theo al unísono, levantándose para ir a dormir, pues ya era tarde y mañana sería un gran día.