- Bueno Jari, ¿como va eso?. Supuse que hablaba de la comida así que asentí sonriente. - ¿Así? dijo arqueando una ceja.
- Si tranquila, lo llevamos bien -Intervino Abraham
- Bien enana, recuerda que mañana tienes control, o sea que debes pesarte. -Aclaró
- ¿Tan pronto?...
¡Maldición! Odio pesarme ¡Lo odio! Eso solo demuestra lo débil que soy, que intento pero no progreso, no ... No puedo, me quiebra por dentro, me hiere, esos números subiendo y bajando marcando mi masa corporal me asustan, me aterran.
- Tranquila... -susurra Abraham en mi oído, él sabe, él lo sabe, lo sabe todo.
- Si Ja, no es la primera vez que estas aquí y lo sabes, sabes como es, sabes que es una rutina en estas fases.
- Esta bien, seré fuerte -digo.
- Bueno, nos vemos suerte Jari, Abraham... cuidala.
- Eso no dudes ni por un segundo. -dijo mirándome a los ojos mientras tomaba mi mano.
- Bueno, espero que así sea. -dicho esto soltó una carcajada y salió.
- Adiós Eva. -dijimos amobos al unisono
- ¿Seguimos? -dijo Abraham refiriéndose a comer, Asentí y metió una cucharada de ese puré asqueroso de calabaza en mi boca, no es sólo porque odie comer sino porque la comida de aquí es horrenda, estoy harta de sopitas y pan de fábrica, la comida de hospital me da más náuseas de lo normal, trague esa cosa e hice una mueca a lo que Abraham rió.
- Si Jari, lo sé es horrible pero no tienes otra opción que comerlo todo ¡sino no hay postre!
- Pero si el postre siempre te lo comes tú!
- Por eso. -dijo riendo.
- Idiota. -dije mordiendo una rodaja de manzana, es lo único que puedo comer sola sin vomitar o sin que Abraham me lo meta en boca como bebé.
- Jari, hay algo que he querido decirte ....
- Ok, sueltalo.
- Hoy vendrá mi familia, quieren... Conocerte.
- Tu ... ¿Tu familia?
- Si, mis padres y mi hermano, les he hablando de ti.
¿Que? ¿Les ha hablado de mi? Si, seguro les dijo.
"Oh si, ella es Jari una anoréxica sin remedio por la cual me he comido el marrón de estar encerrado en ese maldito hospital con ella, pues si quieren saber de ella, pues si, eso es ella, una carga"
Quería decir eso, pero no es lo que digo
- Ah ... ¿asi? -digo con nerviosismo.
- Si, lo siento debí habértelo dicho antes.. Creí que seria una linda sorpresa pero por tu cara ... Creo que no fue buena idea.
- Oh no! Claro que no! Si .. Será agradable ver a alguien nuevo, además siempre tuve intriga sobre tu familia, nunca me hablaste de ellos.
- Porque mi mayor prioridad siempre fuiste tú.
- Te quiero
- Te quiero. -repitió
La verdad es que no me sentía cómoda al ver a su familia, aún que me intriga conocerlos, ¿Que pensaran sobre mi? La anoréxica con la que su hijo y hermano pasa encerrado en un hospital.
- ¿Les has contado mi problema?
- Pues si, quieren conocerte
- Les daré asco ... - sabía que me lo negaría pero aun así necesitaba decírselo
- ¿¡Que!? No! Jari no, quieren conocerte pero con buenas intenciones, quieren saber de ti, e incluso me preguntan por ti a cada minuto, ya sea por llamada, mensaje, o cuando voy a casa, les he ensañado fotos tuyas que me ha pasado Cris, creen que eres guapísima y lo eres.
- ¿Como que te ha pasado fotos?
- Si, me intrigaba...
- ¿Cuando vendrán? -dije ignorando su comentario
- Ya estamos aquí -dijo una voz dulce, al segundo un chico alto muy parecido a Abraham apareció por la puerta, supongo que el es su hermano, seguido de una mujer baja de estatura, rubia con cabello rizado muy bonita la verdad guapísima esta claro que es su madre, detrás de ella un hombre algo moreno alto con ojos café grandes y brillantes idénticos a los de Abraham sin duda el es su padre
- ¡Tony! - dijo Abraham alzando los brazos en busca de un abrazo de su hermano. - ¡Mamá! ¡Papá! - dijo soltándolo y abrazando a ellos dos. - No me dijeron que vendrían tan pronto.
- Quisimos darte una sorpresa, más bien ... Darles -dijo mirándome y sonriendo plácidamente. - Hola preciosa yo soy Susana, la madre de Abraham, nos ha hablado muy bien de ti - dijo dándome dos besos, mire a Abraham y él me guiño un ojo.
- Es un placer señora. - dije sonriendo
- Oh por favor! Llamame Susana
- Claro ... Susana
- Yo soy Tony, su hermano, eres aún más guapa en persona.
- Muchas gracias
- Yo soy Antonio su padre, es un gusto conocer al fin a la famosa Jari.
- ¿Famosa?
- Si, se la pasa hablando de ti, que Jari esto, que Jari aquello, que Jari aquí, que Jari allá ...
- ¡Papá! - dijo Abraham avergonzado
- Lo siento, solo dije la verdad
Una enfermera entró por la puerta con una bandeja
- Jari, te he traído tu postre
- ¡Genial! -dijo Abraham, lo cual todos lo miraron extrañando. - Quiero decir ... Es genial que coma postre, claro ... Ella.
- ¿Que has traído hoy Eva?
- Flan casero. - la mire arqueando una ceja
-Esta bien de fábrica.
Reí.
- También te traje manzanas, Veo que te has terminado todo muy bien!
- Si, costo un poco y hubo ligeros accidentes con el puré asqueroso pero lo hemos terminado todo.
Susana y Antonio se miraron el uno al otro al oír el comentario de su hijo.
- Genial, muy bien Jari mañana después del almuerzo te espera la doctora Andrade en su oficina
- Si, gracias - dicho esto salió de la habitación con la bandeja vacía en las manos.
- Lo mio - dijo Abraham.
Le tiendo el postre, él sonrió.
- Abraham ... -dijo Susana
- Tranquila mamá, Jari es intolerante a la lactosa, por eso le traen fruta también, no puede comer postres, por eso yo le hago el favor y lo como yo.
Fue raro oír a Abraham mentir, pero no iba a decirle su madre
Si, yo me como su comida mamá
Aún que solo sea el postre el sabe que le molestara
- Y ... ¿Cuando podrás salir de aquí? - preguntó Tony
Trnía que tocar ese tema...
- Supongo que cuando recupere lo perdido ya sabes ...
- Si, ¿hace mucho estas en esto?
- Eh ... No, en realidad si, bueno .. Lo tuve por tres años, me recupere y hace unos meses tuve recaída, cosas de la vida.
- Saldrás de esta cariño, eres más fuerte de lo que crees, si saldrás lo sé - dice Susana
- Saldremos ... Juntos.
Siempre apoyándome, siempre ahí, siempre conmigo, siempre acompañándome en todo sentido, no sé que haría sin él, sin sus palabras, sin esa fuerza que me transmite, sin sus abrazos, sin sus labios en mis oídos susurrando "Tú puedes, eres más fuerte de lo que crees" cuando veo un plato de comida, sin sus noches en vela junto a mi, sin sus besos en la frente en señal de buenas noches, sin su sonrisa hermosa, sin su cuerpo pegado a la puerta cuando entro al baño para controlar que no vomite, sin sus apretones de mano cuando estoy sobre una balanza, ¿Que haría yo sin él?, es tan él, es él, es simplemente a quien le debo mucho, es él si, es Abraham.