Crown

By SamR_16

80.5K 5.6K 379

Liah, princesa de Evigheden, próxima monarca del reino más grande y poderoso conocido hasta la fecha. Luna, p... More

Prólogo
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capitulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
XIV
XV
Recuerdo I
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capítulo XXV
Capítulo XXVI
Capítulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXX
Capítulo XXXI
Capítulo XXXII
Capítulo XXXIII
Capítulo XXXIV
Capítulo XXXV
Capítulo XXXVI
Capítulo XXXVII
Capítulo XXXVIII
Capítulo XXXIX
Capítulo XL
Capítulo XLI
Capítulo XLII
Capítulo XLIII
Capítulo XLIV
Capítulo XLV
Capítulo XLVI
Capítulo XLVII
Capítulo XLVIII
Capítulo XLIX
Capítulo L (50)
Capítulo LI
Capítulo LII
Epílogo

Capítulo LIII

523 39 1
By SamR_16

SIGLO ANTIGUO

PALACIO REAL DE EVIGHEDEN

LIAH'S POV

Me removí sobre el asiento, estaba cansada de esperar y estar en la misma posición.

-Liah, enhorabuena por el nacimiento de tu bebé.

Oxford apareció con un vaso de agua en sus manos, luego me lo entregó.

-Esto es para ti.

Asentí.

-Gracias.

Sonreí y tomé agua.

-Entonces, ¿es un varón o una dama?

Suspiré y recordé el rostro regordete de mi heredero.

-Varón.

Oxford sonrío y dio dos pequeñas palmadas en mi hombro para luego alejarse.

Termine mi vaso de agua y lo deje a un lado.

No estaba en la habitación, ya que me habían pedido algo de privacidad para una revisión a Luna y a nuestro hijo. No dude dos segundos en despedirme rápidamente y salir de allí. Sabía que entre más rápido salía, más rápido entraría nuevamente.

Ahora, solo esperaba que me dejaran entrar y pasar un tiempo juntas antes de ser ambos trasladados a otra habitación designadas.

-Majestad, su madre ha sido informada y está viajando hacia aquí.

Informo Zúrich. Asentí y volví a posar mi mirada en la puerta de aquella habitación.

¿Podría abrirla si seguía mirándola de esta manera?

Sonreí para mis adentros ante aquella idea loca. Sin embargo, a los segundos la puerta se abrió y salió el doctor con sus cosas en un maletín.

Me puse de pies y él se acercó.

-Todo esta en orden, Su Majestad. Dos de mis enfermeras más calificadas quedarán a su disposición y cuidarán de Su Majestad y de Su Alteza Real.

Asentí. Todo había salido bien gracias a los seres sobrenaturales.

-Volveré mañana temprano, así verificare que nada esté fuera de lo normal.

Volví a asentir.

-Muchas gracias, doctor.

Sonrío y negó.

-El honor ha sido todo mío, Majestad. Nos vemos mañana.

Nos despedimos rápidamente y luego entre a la habitación donde se encontraba mi esposa descansado.

Las enfermeras estaban acomodando a mi hijo en otra cama aparte. Él no hacía ningún ruido, pero pude ver sus ojos abiertos mirando a nada en particular.

-¿Liah?

Enfoque mi mirada en mi reina y me acerqué. Ya tendría tiempo para ver con más detenimiento a nuestro pequeño.

-¿Sí?

Luna me miró y sonrío. Se veía cansada con sus ojos apenas abiertos.

-Lo logramos.

Sonreí y negué besando su mejilla.

-Tú lo haz logrado, cariño. Haz traído a nuestras vidas a nuestro heredero.

Su sonrisa se mantuvo y asintió lentamente. Sujete su mano con cuidado y la lleve a mis labios.

-Debes descansar, haz hecho un trabajo asombroso, mi hermosa reina. Déjame cuidar de ti ahora, ¿sí?

Miró alrededor. Supuse que buscaba a nuestro bebé.

-Elijah

Fruncí el ceño y me acerqué más. Su palabra había salido como un susurro.

-No te he escuchado claro, cariño, ¿Podrías repetirlo, por favor?

Sonrío y asintió mirándome.

-Su nombre... Elijah.

Parpadee varias veces y una sonrisa se instalo en mi rostro.

-Claro... Elijah...

Asentí.

-Me encanta, Lu. Es perfecto, sí.

Sonrío y levanto su mano libre para acariciar mi rostro.

-Dormiré un poco. No lo pierdas de vista, ¿sí?

Asentí.

-A ninguno de los dos de ahora en adelante.

Prometí. Me dio una última mirada antes de cerrar los ojos y finalmente descansar después de su arduo trabajo.

~•~

Murmure palabras vagas de algunas melodías infantiles que había escuchado alguna vez en mi vida mientras mantenía a Elijah en mis brazos. Lo mecía suavemente sobre mis brazos manteniéndolo en completa paz.

Bastaron cinco minutos más en la misma posición para que Luna empezará a despertar lentamente. Sonreí al verla querer dormir nuevamente, pero al abrir los ojos y verme frente a ella con algo entre mis brazos le impidió su cometido y despertó completamente.

-Te ves muy bien así, Liah.

Sonreí y detuve mi movimiento. La pequeña persona en mis brazos se removió algo enojado porque dejara de mecerlo.

-¿Cuánto he dormido?

Mire el reloj y calcule los minutos rápidamente.

-¿Dos horas? Probablemente.

Ella asintió y volvió a dirigir su mirada a mis brazos. Sonreí y me coloque de pies para dejarlos en sus brazos, sabía que lo quería desde que despertó.

-¿Se despertará?

Cuestionó al ver mis movimientos. Me encogí de hombros, realmente no lo sabía.

-Habrá que averiguarlo.

Murmuré y finalmente lo coloque sobre sus brazos. Luna de inmediato sonrío al tenerlo.

-Es hermoso, Liah.

Reí y asentí.

-No podría salir de otra manera por tu parte, cariño.

Aseguré. Luna rió y me miró.

-Tú eres igual o más hermosa que yo, Liah, ¿de qué hablas?

Besé su frente y sonreí.

-Nadie se compara a ti, ni siquiera yo.

Luna se sonrojo y volvió a mirar a nuestro hijo.

-¿Y él?

Reí y negué.

-Será apuesto, seguramente.

Afirme. Luna asintió y peino los delicados cabellos de Elijah. Había nacido con cabello, así que no era un bebé calvo como temía.

-La enferma comento que en cuanto llorara intentaras amamantarlo. Tendrá que estimular tu pezón.

Informe las últimas noticias que me había dado la enferma antes de irse y dejarnos a solas. Fue hace aproximadamente treinta minutos atrás. Ellas tomarían un descanso en sus respectivas habitaciones.

-Está pesado...

Reí ante el comentario de Luna.

-Bueno, tú te encargaste de mantenerlo muy bien alimentado.

Luna me miró sorprendida.

-¿Me dices que comí mucho?

Detuve mi risa y negué.

-Claro que no, Lu. Ambos se ven perfectos y eso es lo único que nos debe importar.

Aseguré para su tranquilidad. Realmente no mentía, pero sus preocupaciones podrían sobrepasarla algunas veces.

-Pensé que aún tenías en mente llamarlo Luke.

Recordé el primer nombre que me había compartido hace meses atrás.

Luna me miró y sonrío.

-¿Lo recuerdas?

Asentí.

-No lo olvidaría, mi hermosa Luna.

Sonreí y miré a ambos.

Mi familia. Finalmente tenía una propia y todo gracias a Luna. Ella había hecho realidad mi más grande sueño.

-Supongo que he olvidado nuestro legado con las "L".

Reí y asentí.

-Podremos seguirlo más adelante.

Murmure, pero me gane una mirada de un rotundo no.

-Solo si tú quieres, obviamente.

Aclaré rápidamente. Ella sonrío y asintió.

El pequeño entre sus brazos se removió tranquilamente antes de estirar su brazo derecho y colocarlo de manera suave y tierna sobre la piel desnuda del pecho de mi esposa.

-No ha llorado desde que salió de ti. Que raro.

Susurré acariciando su poco cabello. Él seguía removiéndose, pero no hacía sonido alguno.

La puerta se abrió suavemente. Una enfermera se asomó con su cabeza clavada en el piso.

-La reina madre se encuentra aquí, Majestad.

Asentí. Mire a Luna y sonríe.

-Iré a verla y luego vendré nuevamente, ¿sí?

-Claro, no iremos a ningún lado.

Murmuro con humor. Reí y me puse de pies, besé su frente y luego miré a nuestros pequeño heredero.

Definitivamente sería un príncipe muy apuesto.

Salí de la habitación, espere encontrarme con mi madre, pero no se encontraba allí, solo estaba Oxford.

-¿Mi madre?

-Su Alteza se encuentra en su habitación, Majestad.

Respondió. Asentí y caminé con dirección a su habitual recamara.

Al entrar ella estaba de espalda a mí colocando algunas cosas sobre la cama.

-Alteza, Su Majestad está aquí.

Su sirviente me aviso. Mi madre de inmediato se giró y me miró con una gran sonrisa.

-¡Cariño!

Abrió sus brazos y camino hacia mí para abrazarme. Sonreí. Me abrazo y luego beso mi frente.

-Te he extrañado mucho.

Confesó. Sujete sus manos y las alejé de mi rostro.

-Sí, seguro. Pensé que irías de inmediato a la habitación de Luna.

Ella sonrío y negó.

-Seguramente está cansada, lo último que quiere es recibir una visita de su suegra. Iré en cuanto la cambien de habitación, ¿sí?

-Como digas, madre.

Asentí.

-¿Ambos están bien?

-Completamente.

Sonrío.

-Debes cuidarlos mucho durante los próximos días.

-Lo haré. Mi familia será lo más importante para mí desde hoy en adelante.

Volvió a acariciar mi rostro y sonrío.

-Tu padre siempre lo quiso, lo intentó, pero es muy difícil. Seguramente tú podrás hacerlo mejor.

Besé el dorso de su mano y asentí.

-He preparado a todos los reinos para su llegada. Podré tomarme unas semanas libres.

Aseguré.

-Estoy segura de ello, Liah. Ahora ve y permanece al lado de ambos.

Reí y asentí.

-Nadie me sacara de allí, madre. Te lo aseguro.

~•~

Humedecí mis labios mientras veía parte de mi pueblo y el horizonte desde el balcón de la habitación.

Luna se encontraba recibiendo algunos consejos para amamantar mejor a Elijah para que acabará saciado cada vez que se apartara de su seno.

Me pareció un buen espectáculo unos minutos, pero luego sentí que estorbaba y preferí alejarme.

Ver a mi pueblo en total tranquilidad me llenaba de paz. Poco a poco entendía que mi trabajo estaba dando frutos después de algunas caídas.

La Unión se encontraba más fuerte que nunca. Los cuatros reinos más fuertes y ricos se encontraban unidos gracias a mí. Me servían solo a mí luego de demostrarles que era fuerte y podría con el peso de tal carga.

Mi reino próspera cada día, a cada hora. Mi consejo se encargaba de mantener todo en orden mientras no estaba allí para hacerlo por mí misma. Cada pueblerino nos amaba, a ambas y ahora a su futuro rey. Estaba segura que cada uno de ellos daría la vida por nosotros si alguna vez alguien se revelará contra el reinado Evigheden.

El reinado más antiguo, fuerte y próspero.

Ahora, mi familia había aumentando un poco más. Mi heredero, el príncipe y futuro rey estaba en nuestros brazos. Estaba fuerte y sano. Crecería de igual manera. No estaba segura si sería una buena maestra, pero daría lo mejor de mí para que él siguiera nuestro legado con honor y lealtad, así como cada uno de mis antepasados y yo habíamos hecho.

Me mantenía consciente que no todo permanecería en tranquilidad como estábamos justo ahora. Sabía que más peleas, desacuerdos y guerras vendrían a nosotros y debíamos afrontarlo con total valor. Sin embargo, debía disfrutar los buenos momentos con mis pueblerinos y con mi familia.

Mi nueva familia.

Mire al cielo, estaba despejado y con el sol más brillante que nunca. Sonreí imaginado que mi padre podría estar en algún lugar muy lejano allá arriba.

-Lo hice, padre. Por ti, por mi madre y por mi legado.

Sentí una pequeña lágrima deslizarse por mi mejilla hasta finalmente verla caer en el mármol que me detenía de una caída al vacío. Sabía que la lágrima no era de tristeza, más bien era de alivio y de felicidad por todo lo que había logrado en poco tiempo.

Esparcí la gota con mi dedo índice y allí vi mi anillo de monarca. Un símbolo que se pasaba de generación en generación. Un accesorio que me hacía diferente al resto.

Tome un suspiro hondo y aparte la mirada.

El día estaba perfecto como si hubiera sido creado solo por la llegada de un nuevo heredero de la corona. Suponía que todos los dioses habrían de recibir bien a nuestro bebé o de lo contrario el día no sería tan hermoso.

-Liah.

Escuche el llamado de mi esposa. Giré mi rostro y noté que estábamos en total soledad nuevamente.

Caminé de regreso hasta su lado y me senté en la silla más cercana a su cuerpo. Nuestro bebé estaba en su seno amamantado arduamente. Era la primera vez que lo veía haciéndolo, pero se notaba que le estaba gustando ser alimentado.

-Será muy grande y fuerte.

Ella sujeto mi mano y la acerco a su boca para dejar un pequeño beso en mi anillo. Sonreí y acaricié su rostro con adoración.

-Será lo que tiene que ser, mi hermosa reina.

Asintió y me miró fijamente.

-Te amo, mi reina.

Susurró. La miré y sentí el típico revuelo en mi estómago.

-Y yo te amo a ti, mi Luna.

Fue mi turno de besar su mano y luego de entrelazar nuestros dedos.

-Tendremos mucho trabajo de ahora en adelante.

Hablo refiriéndose al pequeño cuerpo en su otro brazo. Reí y asentí.

-Lo afrontaremos juntas, ¿verdad?

Sonrío y asintió segura.

-Claro. Juntas.








_______________________
Nota de la autora:

Buenas buenas, aquí con ustedes el último capítulo del día de esta historia.

Finalmente llegamos al último capítulo de esta hermosa historia.

Aún que, falta el epílogo y lo podrán leer en seguida de éste.

Así que, pueden deslizar con seguridad.

Pero no olviden comentar, ni dejar su voto.

Sin más que decir.

Nos leemos en el epílogo.

Continue Reading

You'll Also Like

116K 1.4K 21
Jinx manhwa
20.1K 1.2K 16
Una guerrera con el pelo en llamas, el corazón congelado y los ojos del diablo; será visitada por la muerte tres veces, antes de que despierte del su...
2.2K 139 7
Yuichiro yandere no se si luego pondré a Muichiro yandere pero bueno Xd bye mis Chikis beybis 😻👍
271K 33.3K 8
ପ 𝗺𝗶𝗻𝘀𝘂𝗻𝗴 ‎‎:ㅤel amor verdadero dura para siempre.ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤ...