Capítulo XXIX

1.3K 70 4
                                    

SIGLO ANTIGUO

LUGAR DESCONOCIDO

LUNA'S POV

-Que nada malo pase...

La escuche susurrar una y otra vez a mi lado. Sonreí al verla angustiada por dejar su pueblo en manos de la reina madre. Liah amaba demasiado su puesto, de eso no había duda.

Su mirada estaba puesta en el horizonte, su mano derecha se movía de arriba a abajo en su muslo y su mano izquierda la tenía puesta en la puerta del carruaje en descanso. La mire desde el puesto contrario y intente no reír ante su momento de caos.

-Que nada malo pase...

No dejaba de repetir esas palabras. Al menos no había detenido el carruaje y nos había hecho volver.

-¡Hemos llegado, Su Majestades!

Informa el guardia, abre la puerta y me ayuda a bajar primero. Le agradezco con un asentimiento y luego siento el cuerpo de Liah a mi lado.

Quedo anonadada con la hermosa vista frente a nosotras. Jamás en la vida había visto algo como ésto. Era digno de tomarle un retrato y colgarlo en mi habitación. Seguro, la vería día y noche. No me cansaría de ver el contraste del lago rodeados por grandes montañas. Una nube hermosa estaba sobre aquella hermosa vista.

Era una obra de arte creado por la naturaleza.

-Necesito ver esto por el resto de mis días.

La escucho murmura, justo a mi lado. Tenía el mismo pensamiento que yo.

Ambas mirábamos atontadas el paisaje. Parecía que algún pintor muy bueno en su trabajo había venido aquí, sólo para pintar y mezclar todos los colores posibles en los lugares correctos. Cuanto hubiera querido poder retratarlo yo misma.

Habíamos pasado toda la noche de nuestra boda en el viaje, por lo cual el sol del amanecer estaba saliendo. Haciendo aún más hermoso el lugar.

-Luna...

Me veo en la obligación de dejar de mirar aquella obra de arte para ver a Liah. Otra obra de arte hecha carne y hueso. Ella mantenía su rostro sereno y tan bonito como siempre, desde que la conocí.

-¿Dime?

Cuestioné al ver que no apartaba la mirada de mí. Tomó mis manos con las suyas y las mantuvo entre ambas.

-Estás pálida, ¿estás bien?

Vuelvo la mirada hacia el paisaje a nuestro lado. ¿Cómo podría estar mal estando en un lugar como éste?

-No puedo creer que esté en un lugar como éste. Parece sacado de una fantasía.

Respondí en un murmuro. Sentía que podía dañar el lugar con mi voz o con nuestra presencia. Merecía permanecer en silencio con solo la presencia de los animales que seguramente habitaban alrededor.

-El norte de Igor tiene los mejores lugares para visitar y pasar unos buenos días, pero, por las noches hace mucho frío. Tengo entendido que en el invierno han habido personas que han perdido la vida, a causa de las bajas temperaturas.

Sonrío, mirándola. Puedo ver como dice cada palabra concentrándose. Tomo su mano, que está más fría de lo normal, ella me mira.

-¿Siempre eres tan brillante?

Cuestiono con una sonrisa. Un color rojizo se apodera de sus mejillas blancas. Aprieta sus labios, aún cuando logró ver las comisuras elevarse un poco.

-¿Te estoy aburriendo?

Pregunta en un susurro. Niego y doy un paso adelante para depositar un beso en su mejilla colorada.

CrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora