Capítulo XXXV

1K 55 1
                                    

SIGLO ANTIGUO

PALACIO REAL DE EVIGHEDEN

LIAH'S POV

Compartir la corona no habia sido una tarea fácil. Mucho menos acostumbrarse a las nuevas leyes, costumbres y tradiciones.

Luna estaba haciendo su mayor esfuerzo para ser aceptada totalmente por el pueblo. Paseaba entre ellos, hablaba con ellos, hacía de todo. Su iniciativa era única y la había apoyado en cada cosa que deseaba hacer.

Sin embargo, el consejo no estaba de acuerdo con esto. Según ellos, el pueblo debería aceptarla sí o sí. No había por qué convivir con ellos. Era una monarquía, no un país político. Luna no sabía nada de lo que tuve que hacer para que sus palabrerías machista no llegarán a su oído. Ella no se merecía ser tratada de aquella manera.

Tuve que usar toda mi poder de monarca para hacerlo callar y acatar nuestra decisión. Decisión de las reinas. Vi sus rostros ponerse rojos de rabia. Pero, no tenía otra más opción que acatar la orden. Sólo estaban para dar algunas directrices, pero quienes mandaban éramos nosotras dos.

-Su Majestad, su Alteza Real pregunta por usted en la sala del té.

Mire el reloj y recordé nuestro almuerzo. Farfulle para mí misma por no haber recordado nuestra programación del día. Después de algunos días, al fin, tendríamos un momento para nosotras. La extrañaba un montón, pero nuestras responsabilidades nos hacían vernos solo poco por las noches.

Casi llegue corriendo hasta allá. La puerta se abrió ante mí y la note mirando por el gran ventanal. Su cuerpo de inmediato se giro a mi encuentro. Baje mi cabeza, arrepentida.

-Discúlpame. He olvidado nuestro almuerzo.

Veo su hermosos vestido ponerse en mi campo de visión.

Se veía sumamente hermosa este día. Sus vestidos eran únicos y dejaba claro aquello en cada uno de ellos. Tenía un diseñador especialista para ella y lo utilizaba muy bien a su favor.

-Liah, mírame.

Levanto mi cabeza, aún sintiéndome mal. La había descuidado y era mi culpa.

-No te preocupes. Sé que estás ocupada. Agradezco que hayas sacado tiempo para mí.

Comenta con su voz serena. Levanto mi rostro y veo una sonrisa tranquila.

-Claro que sacaría tiempo para ti, Luna. Siempre.

Tomo su mano y beso el dorso como tenía por costumbre. No me cansaría jamás de hacerlo.

Ella sonríe, el rubor apareciendo en sus mejillas pálidas. Rió porque aún después de todo este tiempo se sonroja por pequeñas palabras mías.

-¿Almorzamos?

Cambia de tema, señalando la mesa. Afirmó con mi cabeza y nos dirigimos hasta allí.

Abro su silla, se sienta y luego me siento yo en mi silla. Frente a frente. La comida se veía riquísima, además no había desayunado. Pronto, estábamos ambas comiendo y conversábamos en pocas ocasiones.

-Está mañana haz salido muy temprano de la cama- comenta, asiento con mi cabeza -. ¿Algo muy importante?

Suspiro. Si tan solo supiera.

-Estamos teniendo problemas con otro reino.

Comento, ella me mira interesada.

-¿Cuál reino?

Cuestiona con curiosidad.

Pienso en si decirle. No quiero decirle que por diferentes opiniones, nuestro reino y el de su padre se han visto en una discusión donde las tropas militares se han movido a la frontera. ¿Cómo afrontar aquello? ¿Cómo decirle?

CrownWhere stories live. Discover now