Sí, tal vez Tom no me corresponde... pero ahora mismo no me importa. Lo quiero... y no quiero alejarme de nuevo de él.
O, bueno... ya no sé.
Andy me ha dicho que lo mejor para mí sería terminar la relación... y yo, no sé. Lo amo... creo que sigo amándolo, pero su distanciamiento me lastima. El que sea frío ahora también conmigo; el sentir que está del otro lado del mundo cuando está aquí, es... extrañamente hiriente.
Tal vez sí sea masoquista. Después de todo, siempre he estado en relaciones donde no me va del todo bien.
Con Matt no había día en que no saliera lastimado o humillado... y aún así, duré cerca de seis meses con él. Cuando estuve con Amber todo fue un juego donde yo era el idiota que le creía cada una de sus mentiras y estuvo ciego de los engaños que me jugaba durante nueve meses. Y antes de ellos... todo era juegos. Incluso una vez pasé por una relación donde recibí algunos golpes.
Tom había sido bueno conmigo hasta ahora. Nunca me engañó; jamás me puso una mano encima y siempre me ha respetado. Él no era malo... pero, si no lo era, ¿por qué me dolía tanto?
- Deberías terminar la relación. No quiero verte sufriendo por mi hermano. -era la cuarta vez en el día que me lo decía, cuando Tom se ausentaba del departamento.
- No puedo, Andy.
- ¿Por qué no? Será sencillo. Dile que ya no puedes más con su frialdad.
- No es tan sencillo -suspiré-. No quiero ganarme otro "gracias por nada" de su parte. Y sé que si temrino de nuevo con nuestra relación, eso me ganaré. Y me odiará... y no quiero eso.
Sí, ese era mi miedo. No quiero hacerle daño...