17 de Abril

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"He perdido la cuenta del tiempo que llevas dormido, pero hace días que lo estás... y sigo odiándolo.

Después del intento que hicieras por despertar hace unos días, ya no lo has vuelto a hacer. ¿Por qué, Bill? ¿Qué te hace falta para hacerlo? ¿Qué más razones quieres para abrir tus ojos y regresar con nosotros? Ya todo mundo te ha dicho que te necesita; ya te hemos llenado de razones... y ni siquiera has hecho un intento más de volver.

Anis es el único que me da ánimos, mientras los demás parecen haberse dado ya por vencidos. Georg ha tenido que regresar al trabajo al igual que Gustav y Ria simplemente no se ha presentado ya. Andreas tuvo que regresar a casa para seguir su recuperación y Andy... mi hermano ha regresado al colegio. Soy el único que queda aquí, en tu habitación.

Los libros que Nathaly me trajo para leerte están por terminarse. Los he hecho durar gracias a que te he repetido las historias... esas tres que tanto te gustan. Más la del Tanabata. Sé que esa te gusta tanto como las demás... ¿recuerdas? Esas dos veces que te la leí en aquel pequeño campamento que montamos a las afueras de la ciudad, te lamentabas por el destino de los personajes y celebrabas la acción de las urracas. Decías también que te gustaría celebrar ese día. Que se te hacía lindo y divertido escribir deseos y colgarlos en el árbol de bambú que yo te compraría algún día. Ese día que nunca llegó...

Vamos, abre los ojos. Si los abres lo celebraremos aunque no estemos en el séptimo mes... y haremos todo lo que quieras. Iremos de viaje por el Japón y las Bahamas, como siempre lo quisiste. Te llevaré a esos paisajes que solo conoces por medio de postales y revistas, para que te deleites como nunca, y haremos todos esos juegos de niños pequeños que te fascinan y que nunca dejaste de jugar. Saldré a mojarme contigo bajo la lluvia como siempre me insististe y nuca acepté... haré todo eso que siempre me pediste y jamás cedí, pero por favor, abre los ojos...

Creo... creo que dejaré esta página sin terminar. Lo siento... pero ya sabes: cuando la vista se nubla, corres el riesgo de que llueva sobre la hoja y se corra la tinta..."

Diario de un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora