24 de Diciembre

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Estos doce días no quise abrir este diario. No quería ver todas esas fotos que tengo al lado de Tom, no después de lo que hablé con Gustav.

Días después que Tom se fuera, llegó a casa cuando Andy se encontraba haciendo las compras. Entró con gesto apesadumbrado, triste. Muy decaído.

— ¿Qué pasa, Gus? —nos sentamos uno frente al otro en el sofá. Él me miró con cierto aire de tristeza.
— ¿Recuerdas a Rachell? — asentí, preguntándole qué pasaba— Terminé con ella y... no sé, estoy pensando en pedirle que regrese.
— Espera, ¿no ya habías terminado con ella hace meses?

Suspiró, entrelazando las manos al tiempo que echaba su cuerpo hacia adelante.

— Es la segunda vez... no, espera, la tercera que terminamos, Bill.
— Yo no le daría más de segundas oportunidades a alguien —susurré viéndole—. ¿Aún lo estás pensando?

Asintió.

— Pero, ¿tú crees que valga la pena? Es decir: soy yo el que la busca ; si no le hablo, ella no hace el intento de buscarme si quiera. No sé. Es...
— ... Fría y distante. —le interrumpí.
— Exacto —suspiró—. ¿Qué hago? ¿Crees que valga la pena regresar?
— Como yo lo veo... no. Es decir: los dos tienen que poner de su parte; si te deja todo a ti no es una persona que valga la pena. Ella también tiene que buscarte; que decirte "te amo" y ser atenta contigo. Si no puedes tener eso con ella, entonces no es buena idea que trates de salvar una relación sin futuro.
— Creo... creo que tienes razón. No regresaré con ella.

Un rato después, se fue con gesto pensativo.

Y entonces, fui yo quien se quedó clavado en el sofá, con dudas. ¿Cómo había podido decirle eso cuando yo estaba pasando por algo paarecido con mi novio? Tom también era distante y frío; muchas veces era yo quien tenía que mensajearle o llamarle por teléfono o simplemente se desaparecía, como fantasma.

Entonces, fui yo quien parecía apesadumbrado y pensativo, aunque en precencia de Andy trataba de ser el mismo chico sonriente de siempre.

Me pregunto si... bueno, si Tom no estará olvidándome ahora mismo..

Diario de un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora