15 de Febrero

324 44 0
                                    

Hace medio mes que no lo veo... e, irónicamente, no me duele, aunque tampoco puedo pronunciar su nombre de nuevo. ¿Por qué?

Ya en varias ocasiones varias personas (chicos y chicas) se han acercado a mí queriendo conquistarme, pero he sabido sonreír y rechazarles. Y es que desde que terminó mi relación, siento que no me puedo fijar en alguien más. Siento... extraño, aquí, dentro de mí. Una sensación rara que no me permite sentir nada por nadie. ¿Por qué?

Andreas me felicitó hoy por sobrellevar bastante bien la ruptura. Vaya, parecía que me festejaba la cosa. Ria y Georg siempre están al pendiente de mí, como si temieran que mi sonrisa y mi tranquilidad fueran fachada y por dentro me estuviera muriendo. Ya muchas veces les he dicho que no es así, que realmente estoy bien. Y Gustav... bueno, él está más que feliz por haberme alejado de "él" y más gusto le da el saber que ahora me importa poco si regresa y me explica las cosas.

Sí, me siento vacío, pero es un vacío que se limita al corazón; a sentir algo tan fuerte como el "amor" por alguien más así que... no estoy tan mal, ¿cierto? Supongo que, si me llego a enamorar más adelante, seré mucho más cuidadoso en escoger a quien pueda entrar en mi vida.

Supongo, porque, con lo enamoradizo que soy, es imposible asegurarlo.

He terminado de guardar todas nuestras fotos y recuerdos en aquel cofre de madera tallada que alguna vez me regalara a las pocas semanas de empezar a salir y lo he guardado en el fondo del clóset, esperando que no haya necesidad de abrirlo pronto... o nunca.

Diario de un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora