El capricho de amarte

By nacaridportal

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Ella está completamente rota. Yo tengo la manía de querer repararlo todo. Ella es un perfecto desastre. Yo... More

Sophia Pierce.
Ser rara está bien
Una dosis de vida
¿Has sentido el dolor?
Al carajo el futuro
Las personas no queman
Te necesito a ti
Tú también eres una princesa
Detrás de las estrellas
Fabricantes de esperanza
Ojalá nunca te vayas
Concéntrate en mí 😏
Gracias por sostenerme Julie.
A veces necesitas irte
Conociendo Christopher
Del cielo al piso
Mi innegable verdad.
Mucho más que el dinero
Para: Julie
Sonrisas y dolor
Mi sueño es ella
Mi solución en su sonrisa
Adiós a las reglas
Universo para dos
11:11 mi deseo eres tú
Nunca vas a ser tú
Érase una vez
Ebriedad
Somos más que el dolor
Solo de ti
¡Tuya!
"No voy a abandonarlo".
En busca de un sueño
Destruyó a la princesa
El mundo perdido
La leyenda de las estrellas
Duerme conmigo
El hilo rojo
Asco de mí
"El paso de las lágrimas"
Nunca más voy a sentirme sola
Tú nunca vas a terminar
Epílogo
Fin
Escalera al cielo
¿FIN?
El Capricho de Amarte - SEGUNDO LIBRO - La sombras de Sophia Pierce
Y conocí a una princesa
El presente - Sophia Pierce
Tres meses antes - Sophia Pierce
No todo tiene un precio - Sophia Pierce
Hay tristezas que no se van
EL ABIERTO DE AUSTRALIA
MÁS QUE UN SIMPLE JUEGO
Se acabó el juego
La Diosa del caos
Caos en mi interior
Julie Dash - Pasado
Julie Dash - Pasado
Heridas que vuelven
Un nuevo comienzo
JULIE DASH - CÍRCULO VICIOSO
Cantándole a las estrellas
La fiesta del descontrol
Enfrentar los miedos
La maga
11:11 mi deseo sigues siendo tú.
Heridas que se vuelven a abrir
JULIE DASH - TORPEZA
Sophia Pierce - Querer en libertad
Julie Dash - Montaña rusa de emociones
No supe desear
JULIE DASH - Encontrando mi voz
Sophia Pierce - Mi vida sin ella
JULIE DASH - Después del placer
SOPHIA PIERCE - DOS MESES DESPUÉS
Sophia Pierce / Celebrando a Paula
Sophia Pierce - Almas que te salvan
JULIE DASH - Pequeña eternidad
TE QUIERO DE VERDAD
TE ESCOGERÍA A TI
TE QUIERO LIBRE
SUEÑOS QUE SE CUMPLEN
EN OTRA VIDA SERÁ
LA MAESTRA DEL SEXO
"SOY TU PREMIO"
JULIE DASH - NO SOY TU CHICA
JULIE DASH - DE NADA
JULIE DASH - NOCHE DE EBRIEDAD
JULIE DASH - VERDADES
LAS REGLAS SON LAS REGLAS
Julie Dash -NO PUEDO VIVIR SIN TI
SOPHIA PIERCE - MILLONES DE EMOCIONES
SOPHIA PIERCE - PREMIO DE CONSOLACIÓN
LA ECUACIÓN DE DIRAC
JULIE DASH - DESPEDIDA
¿PODEMOS HACERLO DISTINTO?
SOPHIA PIERCE - INSTANTES PERDURABLES
QUIERO ESTAR CONTIGO MIENTRAS SANAS
Julie Dash - Antes del final
SOPHIA PIERCE - EL INICIO DE MIS PESADILLAS
SOPHIA PIERCE - NO SOY UNA ASESINA
SEAMOS SINCERAS
5 MESES DESPUÉS
SOPHIA PIERCE - DEBO SOLTARLA, AUNQUE ME DUELA.
CONTINUACIÓN
¿GANARÍAS POR MÍ?
JULIE DASH - ANDREA VS SOPHIA
LA FINAL
KSENYA KHOKRYAEVA - LA ÚLTIMA VEZ
KSENYA KHOKRYAEVA - TU VIDA ES LA MÁS VALIOSA
JULIE DASH - LA ELIGIÓ A ELLA
KSENYA KHOKRYAEVA - MIS MURALLAS
JULIE DASH - "El Final".
SOPHIA NO TIENE FINAL
Para: los bebés del futuro De: Sophia Pierce
LIBRO 2 - JULIE DASH
Besar los Sueños
Cuando los conocí. Julie Dash.
Rotas en la irrealidad - Julie Dash
Para: Ksenya
Ksenya K. La vida sin ti.
Ksenya K - Cuando te conocí
Julie Dash - Realidad irreal
Julie Dash - Realidad Irreal
Julie Dash - Punto de inflexión
Julie Dash - Presente
Julie Dash - Ella está viva.
Julie Dash - Final "feliz".
Julie Dash - Después de todo, tú.
El sacrificio del peón - Julie Dash.
Sophia Pierce - Una mente sin recuerdos

PENICILINA - SOPHIA PIERCE

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By nacaridportal

Antes de que el avión de Ksenya saliera, Julie se encontraba dubitativa. Estaba pegada a su móvil como si algo le afectara. La conocía lo suficiente como para saber que estaba necesitando hablarme, pero no encontraba las palabras.

-¿No quieres ir?

-No es eso, es tu concierto, el lanzamiento de tu disco con Chris, claro que sí que quiero ir. Además, sabes lo mucho que extraño mi país.

-¿Entonces qué sucede?

Soltó un suspiro y se dejó caer de espaldas contra el respaldar de la cama.

-Operan nuevamente a Kelly, es la operación decisiva y es delicada, la más compleja. Acaba de aterrizar en el país y mañana...

No necesité que terminara de hablar.

-Habrá un montón de conciertos, princesa, pero no sabemos si tendrás otra oportunidad para verla, aunque espero que sea así. Sé lo que significa para ti, lo que significa para ambas. Esa niña te adora tanto o más que Jesús.

-Tú significas todo para mí y es tu día especial, es importante. -Se veía frustrada. Se frotó los ojos con ambas manos y soltó-: No te quiero fallar. Siento que por no poder estar contigo puedes pensar que mi amor disminuye y es todo lo contrario, cada segundo te amo más.

En ese instante entendí porqué había estado llorando durante la noche. Se había apegado a esa niña, aunque me repetía que no era lo correcto y que estaba tomando distancia, pero no lo logró. Era importante para ella, habían formado un lazo. La niña pasó un largo período de tiempo viviendo en el hospital y en ese momento se convirtió en su respaldo. Ambas se apoyaron mutuamente y ahora, iban a operarla. No sabían si resistiría la operación. Muchos doctores se negaron a operarla, pero Chiara no. Chiara lo haría.

-Te necesita y tú necesitas estar con ella. En serio, no me molesta que te quedes por algo tan importante como esto.

-No quiero que mi trabajo me haga apartarme de ti, o que sientas que estás en un segundo plano. No quiero volver a perderte.

-¿Cómo podría pensar que estoy en segundo plano? Es una niña que amas y sé que mañana estará buscándote, estará esperando verte antes de entrar al quirófano. Es solo un concierto, princesa. En serio, no es para tanto. Yo hice el disco porque quería apoyar a otros niños, y no voy a sentirme feliz de verte entre la gente, sabiendo que por acompañarme dejaste de apoyar a una niña que amas y que te necesita. No vas a perderme por ser la mejor versión de ti misma. Eso solo hace que te quiera más. No necesito que cenemos juntas todos los días, me basta ir al hospital y dejarte la comida. O sorprenderte en la universidad así sean cinco minutos.

-¿Por qué eres tan hermosa?

-La hermosa en nuestra relación eres tú, mi chiquita que está creciendo. ¿Si sabes lo afortunada que me siento de poder acompañarte en este proceso?

Me lancé con ella en la cama y la arropé en mis brazos. El cabello castaño le caía por la cara, su rostro se veía cansado, pero hermoso. Lucía como una mujer, ya no como una niña y eso me gustaba. Sus besos llegaron apresurados, como si necesitara más.

Fue besándome rápido y mordiéndome el labio inferior. Hice lo mismo y me gimió tan cerca de la boca, que mis besos tomaron la misma necesidad que los de ella.

-Gracias -la oí decir, pero mi mano estaba concentrada dejando un camino de caricias por la parte baja de su abdomen-. Estoy loca por ti.

Con la cara más sexy que había visto en mi vida logró que se me olvidara que tenía un viaje y que debía salir hacia el aeropuerto. Le desabotoné el pantalón y ella se lo quitó en tiempo récord sin dejar de mirarme. Con mi otra mano le quité la camisa, mientras simultáneamente, Julie me desnudaba.

Todo fue tan rápido, y dejé de pensar con claridad como si una parte de mí necesitara devorarla. Lograba que perdiera la cabeza, que quisiera más de forma incansable, hasta el exceso. Nunca había entendido cómo lo hacía, pero con Julie no había un punto de satisfación porque apenas llegaba el punto, seguían dos puntos suspensivos y volvíamos a la acción.

-Átame y luego, hazme lo que quieras -la oí susurrar y no había tiempo, pero salté al closet a buscar lo que pedía, lo que sabía que era capaz de enloquecerme. La esposé a la cama con las manos extendidas y ella abrió las piernas mostrándose hacia mí-. Decrétame tuya.

-Tengo que irme -fue lo que dije, antes de meter uno de sus pezones en mi boca.

-¿Puedes hacérmelo antes? Por favor -y esa súplica, esa jodida súplica con sus ojos tiernos y su boca entre abierta... lograban todo en mí.

-¿Qué quieres que te haga?

-Hazme obedecer a todos tus deseos.

Fuck, fuck, fuck.

Se me olvidó el viaje.

Le abrí las piernas dejándome llevar por la excitación. Me gustaba cómo lograba transformarse para mí. La manera en la que se convertía en otra persona solo en el sexo.

Pasé mi lengua entre su labio inferior y fui jugando con sus pliegues, al tiempo que gemía. Sentí su humedad aumentando y continué con mi labor.

-¿Quieres que me corra en tu boca? -me preguntó con un tono de voz ronco cargado de excitación-. Si eso quieres, pídemelo.

Jugué con sus pezones, metiéndolos y sacándolos de mi boca, mientras ella gemía moviéndose a causa del placer. La sostuve fuerte por la mandíbula y la obligué a besarme mientras mi mano izquierda jugaba con su clítoris.

-Quiero que te corras en mi boca y tragarme todo lo que produzco en ti -le hablé sobre sus los labios sin soltarle la mandíbula, obligándola a que me mirara, y ella gimió cuando introduje un dedo en su interior.

-Soy tuya.

-Eres mía.

Volví a su entrepierna y me quedé allí apretando con fuerza su culo, mientras mi lengua acariciaba sus labios vaginales. La escuché gemir de placer, pero no me detuve. Sentí que sus piernas se tensaron, pero no paré. Subí y bajé mi lengua con movimientos delicados que solo hacían que gimiera y me exigiera más. Por momentos se la metía, pero la sacaba de inmediato dejándola con ganas. Hasta que me detuve en su clítoris, lo moví de un lado a otro, me lo metí completo en la boca, lo apreté con mis labios y sus gemidos eran incesantes y subían de intensidad. Me gustaba su sabor. Me gustaba que no se cohibiera. Me gustaban sus ojos café entrecerrados de la excitación y sus gemidos cada vez más altos. Me gustaba que se corriera en mi boca y que luego, me pidiera más. Sus piernas comenzaron a temblar, sabía que estaba a punto de correrse, por eso seguí frotándola con mi lengua, hasta que varias contracciones me hicieron saber que llegaba el orgasmo seguido de una explosión que terminé saboreando. Me gustaba que se corriera en mi boca.

Teníamos tiempo sin hacerlo con juguetes, a Julie últimamente le gustaban más mis dedos. Pero yo lo quería. Así que lo busqué.

-¿Qué haces?

-¡Te hago obedecer! Dijiste que te hiciera lo que quisiera -le recordé mostrándole el arnés y ella sonrió dándome el acceso.

Introduje la punta intentando que se acostumbrara, ella gimió un poco y le solté las esposas. Me gustaba la fricción que hacía en mi espalda cuando se lo estaba haciendo. Me apretó de inmediato los hombros y la pegué contra el copete de la cama. Sus caderas se balancearon hacia adelante, así que terminé de metérselo. Me apreté más a ella y antes de continuar...

-¿Te duele? Si te duele puedo ir más lento, princesa.

Un gemido me hizo entender que le estaba gustando, así que subí la vibración del juguete en la tercera velocidad y sus caderas comenzaron a balancearse hacia adelante y hacia atrás, rápido, con un frenesí intenso, mientras sus senos pegados a los míos hacían que el contacto fuera delicioso.

-Joder -se escapó de mis labios.

Verla así con la frente sudada, sus ojos pidiéndome más, esos movimientos deliciosos y sus gemidos, por Dios, sus gemidos eran lo que más me excitaba. Estaba a punto de llegar a un orgasmo visual y el corazón me latía muy rápido. Le apreté la cintura y la moví a mi antojo contra mí. Nuestros ojos se encontraron y me besó tan rico, tan suave, mientras yo la iba montando de arriba abajo sobre mí, inclemente, y ella gemía entre los besos dejándose llevar por mi ritmo. «Quiero esto. Te quiero a ti así, siempre» fue lo que dije embriagándome de su cabello, de su piel, de su rostro. Mientras la conexión de nuestros cuerpos fluía, y la vi tensarse, sabía que en pocos segundos iba a correrse así que la puse de espalda contra la pared y se lo saqué para metérselo de nuevo, pero desde atrás. La puse en cuatro para mí y comencé a follármela rápido, muy rápido, dejándome llevar por una parte de mí abismal, una que necesitaba poseerla. Necesitaba decretarla mía.

-Más, más -me exigió porque eran parte de nuestros acuerdos.

Ella marcaba el ritmo y yo obedecía, porque aunque teníamos juegos bastante fuertes en el sexo, jamás haría algo que le hiciera daño de algún modo.

Ni siquiera bajo los efectos del deseo.

Julie seguía gritándome más y yo seguía haciéndoselo, mientras con mi mano izquierda tomaba su cintura y su trasero, con la derecha la halaba del cabello hacia mí.

Por un segundo, la sentí mía, completamente mía. Ella me estaba dando lo que quería y verla así hizo que pudiese llegar a un orgasmo. No necesitaba ponerme un dedo encima para hacer que me corriera. Con mi mano libre comencé a masajear su clítoris, mientras con el juguete la penetraba, y sus gemidos me dieron la aprobación. Estaba estremeciéndose ante mi contacto rápido e intenso. Sentí sus músculos tensarse y a ella moverse al ritmo de mis embestidas hasta que sus gritos fueron más profundos, más incontrolables como siempre que tenía un orgasmo.

La puse boca arriba y alcé sus piernas porque todavía no había terminado. Mi boca quería su sabor así que fui reclamándolo mientras metía uno de mis dedos en su trasero. Separé más sus nalgas para comérmela entera y un grito de placer volvió a calentarme. Saqué mi dedo de allí y le di el turno a mi lengua para que explorara. La vi gemir de nuevo y morder la almohada. Iba a comerme cada parte de ella incluida esa.

Sentí que las piernas de Julie comenzaron a temblar, mientras ella repetía mi nombre una y otra vez. Yo también estaba sudando, pero mi lengua llevaba un ritmo de descubrimiento, uno incansable, que adoraba llenarse de ella. Como si un nuevo idioma se creara entre nuestros cuerpos, uno en el que hablábamos a través de la piel.

Succioné y lamí hasta que sentí que se corría lo suficiente como para empapar la cama, y sus manos halaban mi cabello con desesperación mientras liberaba cada tensión cada preocupación, cada dilema mediante el sexo.

-Te amo -fue lo que dijo entregándose al descanso.

-Y yo te amo a ti -respondí montándome sobre ella para besarle cada parte de su cara, de su cuello, y luego sus senos, su espalda.

Empecé a dejar un masaje en su espalda, uno que solía hacerle mientras estudiaba o cuando se iba a dormir. Duré cinco minutos en eso hasta que una llamada nos recordó a ambas que tenía un avión esperándome. Corrí a bañarme y ella me sacó la ropa y me ayudó a maquillarme. Tenía lista mi maleta y dejó varios besos en mi rostro. Se abrazó a mí y pude notar en su mirada que le dolía tanto como a mí separarnos. «Tú eres la cura de cualquier tristeza, así que hoy tengo que prestarte para que acompañes a Kelly. Te amo, y cuando llegue te cantaré todo el disco. Me das un orgasmo y te canto una canción, es un buen trato, ¿no te parece?». «Un orgasmo por canción, vale, me suena bien eso del concierto privado» dejó otro beso en mis labios y salí a Venezuela, pidiéndole a Dios por Kelly, merecía vivir y Julie la amaba tanto que no podía imaginarme cómo le afectaría su muerte.

SOPHIA PIERCE - EL LANZAMIENTO DE UN SUEÑO

Llegamos al poliedro de Caracas, el lugar icónico en el que los más grandes artistas se presentaban y el más difícil de llenar.

Eran las ocho de la noche y ya habíamos hecho los ensayos técnicos. Ksenya insistió en elegir mi ropa y dejé que lo hiciera a su estilo. La verdad no me disgustó el resultado. Ambas estábamos vestidas de forma similar, me dijo una y otra vez que por una noche dejara que fuera mi asesora de estilo. Pensé que lo odiaría, pero no fue el caso.

El lugar era enorme y al entrar me sentí intimidada. Fue mucho peor cuando lo vi repleto de gente hasta el último rincón. Más de cuarenta mil personas emocionadas gritaban el nombre de Christopher, y era obvio que fueron a verlo a él. Tenía una trayectoria enorme y fanáticos en todo el mundo, incluso me sorprendí cuando escuché que también gritaban mi nombre al unísono. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, y la mano de Christopher en mi hombro evitó que saliera corriendo.

-Estoy orgulloso de ti, hermanita-escucharlo llamarme así me puso más emotiva y estaba en mis días, por lo tanto, más sensible.

-Si lloras te mato, me costó mucho maquillarte con los ojos hinchados de ayer, así que ni una lágrima -me advirtió la rusa y traté de contenerme.

Chris dejó un beso en mi frente y salió corriendo con su guitarra, mientras las luces deslumbrantes iluminaban todo el escenario, y el murmullo de la multitud se desvaneció cuando Chris se acercó al frente. Por unos segundos hubo silencio como si no pudieran creer que estaban allí frente a él, hasta que los gritos fueron cada vez más altos y sentí que el piso temblaba de tanta emoción.

Las personas estaban saltando, gritándole que lo amaban y él tuvo que hacer una seña para que lo dejaran hablar.

-¡Después de tanto tiempo he regresado para quedarme! Una persona me ayudó a realizar el disco más importante de mi carrera y por eso, después de tanto borrar y escribir canciones, ¡estamos preparados para mostrárselos! Ustedes hacen que nuestro sueño sea posible -exclamó Chris antes de añadir-: Y ella, es la hermana que me regaló la vida y ha logrado hacerme recordar cuál es mi pasión. ¡Con ustedes... Sophia Pierce! Tenista, pintora, cantante, pero nada de eso la define. Cualquiera con sus talentos sería una patada en el culo, pero su mayor talento es ser extraordinaria y buena. Ella para mí no encaja con este planeta. Y desde que llegó a mi vida sentí una conexión especial. Fue ella, quien sin saberlo, estuvo mostrándome que aunque Mat se hubiese muerto, yo seguía vivo. Y ella, en la tierra, es mi alma favorita.

Me quedé pasmada y las lágrimas comenzaron a salir. Ksenya estaba preparada y con un algodón fue limpiándome la cara para que no estropeara el maquillaje.

-¡Haz magia, maga! -escuché sus palabras en mi oído y corrí hacia la tarima como si me hubiese dado el impulso para seguir.

-Hoy es un día especial porque no solo estamos aquí para celebrar la música, sino también para marcar el comienzo de una historia maravillosa. De un libro en blanco que cientos de niños podrán llenar con las herramientas para hacer de su vida un lugar maravilloso lleno de oportunidades. -El público aplaudió ansioso queriendo saber de qué se trataba y Christopher continuó-: Ella tuvo una idea preciosa y es justo que sea ella quien les dé la noticia.

Me entregó otro micrófono mientras me apretaba la mano y ambos avanzamos unos pasos hacia el frente. Los aplausos se hicieron cada vez más intensos y observé esos rostros, en ellos estaba mi madre. En ellos también estaba Julie. Nos han hecho creer que el amor solo cuenta cuando está a tu lado 24/7 y eso no es cierto. Mi madre estaba en los pájaros, en mi voz, en mi alma y en cada palpitar de mi corazón. Mi madre estaba de primera en ese concierto diciéndome que era su maga, y también estaba Julie.

Julie estaba conmigo incluso cuando no compartíamos la cena ni el desayuno. Estaba conmigo sin necesidad de verla. Porque nuestro amor se transformó en algo enorme. En algo que supera distancias. Ella tenía un propósito divino. Ella había nacido para salvar vidas y eso estaba haciendo esa noche. Ella no solo cursaba medicina en una de las universidades más importantes y difíciles, también trabajaba y estudiaba todo el tiempo. La vi llorar de estrés por sus finales, y luego sonreír por haberlo entendido. Su mente era privilegiada y juro que esa noche estuvo en ese sitio. Estuvo en esas caras junto a mi madre. Con la diferencia de que mi princesa me esperaría al volver a casa.

-Hace un tiempo estaba perdida y Christopher fue parte de mi cambio, él me dio una oportunidad cuando muchos me daban la espalda. En la vida nos dirán que todos somos iguales, pero no nos dicen que no todos tenemos las mismas oportunidades. Y verán a un montón de personas hablando de dependencia, hablando de apegos, hablando de que debemos lograrlo solos, que hay que luchar, pero esos no saben las condiciones, no saben la atmósfera en la que se vive. No saben que tal vez naciste en una familia que no quiso tenerte, o naciste en la calle. No escogemos el lugar en donde nos toca nacer y por eso... hoy puedo decirles que me da igual la palabrería extrema de aquellos que juzgan y no accionan. La persona que soy hoy no tiene que ver con mis talentos, sino con otras personas que me ayudaron a potenciarlos. ¡Tiene que ver con otras personas que me tendieron la mano! Si yo pude lograrlo es porque otros me apoyaron sin compartir sangre, o sin tener obligación alguna. Eso me hace creer en un mundo nuevo, en un mundo distinto, y si todos replicamos el apoyo, conseguiremos tener esta misma tierra, pero con más niños felices que luego... harán a otros felices, hasta que todo nos sintamos orgullosos de ser humanos.

Los aplausos impidieron que continuara y tuve que esperar unos segundos porque los gritos de apoyo a mis palabras llenaron el espacio.

-Un día me di cuenta de que podía continuar la cadena y quería hacerlo, por eso le propuse a Christopher hacer un álbum musical independiente en el que TODAS las ganancias fueran las futuras oportunidades de muchos niños en Venezuela, y con este álbum que vamos a lanzar hoy, se crearán becas de comida, de estudio y de deporte para muchos niños del país. Pagaremos becas en instituciones privadas y nos encargaremos de cubrir los gastos completos de su manutención, y es el comienzo... es solo el inicio, porque aunque no lo crean, siempre podemos dar más. Quisimos usar la música para marcar la diferencia y ayudar a aquellos que nos necesitan. Tender la mano y hacer algo significativo así como Christopher lo hizo conmigo.

-¡Todas las ganancias serán destinadas a varias organizaciones que apoyan a los niños sin hogar! Y a muchos niños de la comunidad de Petare, que aunque tienen hogar, no cuentan con los recursos para obtener una buena educación -declaró Christopher con determinación y la multitud estalló en vítores y aplausos.

Busqué a Ksenya detrás de la tarima y me conseguí con su sonrisa. Quería seguir mirándola, pero el público estaba en frente y Chris me hizo la seña de que me concentrara. Las personas recibieron la noticia con una ola de gratitud y admiración. Muchos rostros reflejaban la esperanza de que la música pudiera ser la fuerza para el cambio. Y Chris invitó al público a unirse a nuestra causa.

-Para todos los que me leyeron desde mi diario, desde Amor a cuatro estaciones, y hoy están aquí después de conocer mis tristezas y mis altibajos, ¡gracias por esperarme! Cada canción que escuchen en este álbum, cada melodía que se quede en sus corazones, será un pequeño acto de amor para aquellos que necesitan nuestro apoyo, y nada hubiese sido posible sin ti, Sophia.

El poliedro vibró con la energía y el entusiasmo de la audiencia y comenzamos a cantar.

Juntos dimos inicio a nuestro concierto y terminamos invitando a aquellos cantantes nuevos y talentosos que ahora formaban parte de nuestro disco. No había ego, no había competencia; había equipo, hermandad, unión, amor, y con eso... se mueve el mundo.

-Esta canción la escribí cuando quería desaparecer. Cuando pensaba que era mejor irme para así huir de eso que me atormentaba. Muchas veces pensé en no incluirla en el álbum, pero cortaría un pedazo de mi realidad. Sufro de depresión y no me avergüenzo, ahora entiendo que hay una salida en las terapias, y que puedo ser mi mejor versión. Hoy... después de años queriendo morir, ¡abrazo mi vida! Y abrazo la vida de las personas que estuvieron a mi lado, porque no es un camino sencillo. Ya esta canción no me entristece, ahora me hace recordar el hueco en el que estaba y cómo pude salir adelante, todavía lo estoy haciendo.

«Cada vez que cojo el pincel,
me adentro en un mar de dolor,
cada brochazo que doy,
me recuerda aquel oscuro horror.

No puedo escapar de mi mente,
de esa sangre que me persigue,
y aunque intento pintar lo que siento,
sólo consigo que me castigue.

Pinto mis sombras y mis demonios,
mis pesadillas y mi oscuridad,
cada cuadro es un grito de auxilio,
que se pierde en la inmensidad.

Aunque intento ignorar mi dolor,
éste siempre me encuentra,
cuando duermo y sueño despierta,
y mi mente se desborda y se quiebra.

No puedo escapar de mi mente,
de esa sangre que me persigue,
y aunque intento pintar lo que siento,
sólo consigo que me castigue.

¿Por qué me persigue el pasado,
por qué me cuesta tanto olvidar?
¿Por qué cada pincelada me duele,
y mi arte no me puede sanar?

Y así me ahogo en mi propia tristeza,
pintando mi dolor sin parar,
sólo espero que algún día mi arte,
me pueda finalmente liberar».

Christopher y yo cantamos a dúo esa canción tan íntima y dolorosa, pero esa noche no me dolió. Mis pinceladas serían hacia los nuevos comienzos y ya no para guardar con llave lo que me daña.

Y así fue transcurriendo la noche en una energía divina hasta que llegamos a la última canción, pero luego de finalizarla, Ksenya y Chris tenían una sorpresa para mí. Algo que no me esperaba en absoluto.

Las luces multicolores se movieron a lo largo del escenario, iluminando el enorme recinto. Un zumbido de anticipación se fue propagando en la multitud cuando nos despedimos y estábamos a punto de salir de la tarima, mientras mi corazón latía al ritmo de la música que sonaba de fondo.

De repente, las luces se atenuaron y un silencio se apoderó del lugar. La tarima ya estaba vacía, se suponía que ya estábamos listos para irnos, hasta que se reveló al nuevo artista en el centro del escenario. La ovación fue ensordecedora, con gritos de alegría y aplausos.

Se trataba de Noreh, uno de mis cantantes favoritos

Christopher y Ksenya sabían que lo admiraba, pero me habían dicho que no podría presentarse. La rusa me miró dedicándome una sonrisa de medio lado y cuando pensé que iba a abrazarme, la vi caminando hacia el centro del escenario. Noreh la esperó y la abrazó como si ya se conocieran, y entonces levantó el micrófono y saludó al público.

-¡Inicié en la música a la edad de doce años, y sí, algo trágico me acercó a ello, pero eso me enseñó dos cosas. La primera es que no tenemos algo llamado «destino escrito» porque nosotros nos definimos por cada paso y dirección que tomamos. Y la segunda, es que por más empinado que se vuelva el reto de escalar tanta basura personal y tantos miedos que tenemos, no podemos parar. No puede ser en vano el esfuerzo que hiciste, ni el esfuerzo de aquellos que te quieren y se esforzaron por ti. Por eso esto se los dedico a ustedes y agradezco ser parte de este lanzamiento con propósito. Yo soy Noreh, y estoy agradecido de estar aquí.

Los presentes gritaron y aplaudieron por sus palabras y él cantó la primera canción en medio de la euforia. "Salvavidas" fue cantada a todo pulmón por miles de personas.

-Estoy emocionado de que esta noche vencen las ganas sobre los miedos -exclamó él, provocando una respuesta ensordecedora en la multitud y me hizo una seña con la mano para que me acercara.

Caminé con rapidez y cuando estuve cerca de él, no pude evitar darle un abrazo. Sus letras me acompañaron en mis momentos más tristes. Su canción "Funeral" fue parte de mi luto y ahora ambos compartíamos tarima.

-Se me había hecho imposible venir a este concierto y una persona logró solucionar cada una de mis trabas para lograr que pudiese estar hoy frente a ustedes -dijo Noreh hacia el público y luego volteó hacia detrás de la tarima donde se encontraba Ksenya y así como a mí, también le pidió que se acercara.

No entendía qué estaba pasando hasta que la vi acercarse hacia donde estábamos.

-¿Hoy asumes ser valiente? -le preguntó Noreh y Ksenya dio dos pasos hacia él.

-Lo asumo -respondió ella hablando hacia el micrófono y su mirada fue directo a mis ojos causando una opresión en mi pecho.

Estaba a su lado y no comprendía qué hacía frente al micrófono. La gente gritaba emocionada, pero al mismo tiempo, nos otorgaban espacios de silencios como si estuvieran tan ansiosos como yo por saber qué estaba sucediendo. Ella me regaló una sonrisa que hizo que se marcaran los hoyuelos en sus mejillas. Intenté sonreír, pero esa parte de mi cuerpo estaba petrificada y sin entender el porqué de mis miedos, me quedé observándola en silencio y tuve que obligarme a tomar una gran bocanada de aire para tranquilizarme.

-Casi todas las personas hablan del amor correspondido, del amor que necesita recibir, del amor que solo funciona cuando es mutuo -habló con su acento peculiar y esa voz ronca indescifrable que sonaba fría, pero que al menos conmigo, siempre se sintió cálida-: Yo no conocía ni creía en el amor, para mí era como un invento absurdo que distraía a las personas. Para mí la vida sin complicaciones sonaba mejor, y, aunque me daba igual entregar mi cuerpo a cambio de placer... nunca pensé que podría entregar mi alma.

Las personas comenzaron a gritar en apoyo a sus palabras y no dijo nada durante algunos segundos en donde solo se escuchaban las personas, pero sus ojos desprendían intensidad, fuego, como si estuvieran dispuestos a quemar, a quemarme. No apartó la mirada de mí y la vi apretando los labios hasta que continuó con su discurso.

-Siempre supe que no me elegirían y eso estuvo bien para mí. No me importaba porque conocía mi lugar, y aunque a veces me dolía tener que desprenderme... valía más cada segundo a su lado, y sí... terminé enamorándome de alguien que ya estaba enamorada. Y al volver con el amor de su vida, ¿dónde quedaba yo? ¿Suena triste?

La gente respondió que sí, el público en general le gritaba que ellos la «elegían» incluso muchas mujeres gritaban lo mismo. Los móviles estaban grabándola, la prensa también y me sorprendía que hasta eso le diera igual. Era la campeona mundial y estaba dando un discurso frente a miles de personas.

-Piensan que es triste porque no conocen a la persona de la que me enamoré -prosiguió-: Si vieran sus ojos, o la manera en la que siguió eligiéndome como su amiga, entenderían que es mentira que el amor tiene que ser correspondido para que sea amor. Entre tantas personas me eligió de alguna forma, y eso me basta.

Tragué hondo y ella me sonrió de nuevo, era una sonrisa cálida y sus labios gruesos estaban hinchados, la vi mordérselos como cada vez que estaba nerviosa, pero cuando pensé que había terminado... continuó:

-La clase de amor que yo siento por esa persona no necesita ser correspondido, porque sea como sea, soy feliz amándola. Y no me importa que la sociedad diga lo contrario, porque la sociedad está equivocada en casi todos sus preceptos. Y que muchos no sepan lo que es el amor libre, no significa que yo deba limitarle. Por eso el día de hoy necesitaba pararme frente al mundo entero, frente a los que han tratado de conseguir una noticia de mi vida privada, o a los que me decretaron la reina del hielo. Alguien derritió mi hielo y esta será la última vez que hable de lo que siento. Pero necesitaba decirles, que entre tantas opciones, la elegiría una y otra vez aunque me escogiera como una amiga. Necesito decirles que volvería a hacerlo. Que no me importa el final, que ver a esa persona siendo feliz de verdad, siempre será parte de mi propia felicidad. Y si está mirándome desde algún rincón del mundo quiero que recuerde que hay un multiverso en donde sí somos en todas las formas. Un día, en otra vida... ¡llegaré a tiempo! Así que da igual los que dicen que es imposible. Hay una clase de amor que no limita ni encadena. Un amor que no necesita tocar ni poseer. Un amor libre que disfruta sabiendo que esa persona existe, aunque no sea a su lado.

Sabía que no estaba dedicándome esas palabras de frente por respeto a Julie, y a mí, y tal vez a la prensa, pero mi corazón bombardeaba cada vez más rápido tratando de canalizar sus palabras, mientras Key se relamió los labios y me sonrió con debilidad, pero enseguida Noreh se acercó al micrófono y ella se apartó unos pasos hacia atrás.

-Esta canción la escribí con Jay Wheeler, y esta noche... habla del amor libre, del amor que sigue eligiendo por encima del resultado, de esas personas que aman y son felices amando aunque no sean correspondidas. Esta canción se la dedica Ksenya a la persona que ama en libertad.

Me quedé inmóvil y la respiración me faltaba. Eran demasiadas emociones juntas batallando en mi interior. El hecho de que me quisiera por sobre todas las cosas, aunque supiera que yo quería a Julie. El hecho de que se hubiese atrevido a hablar frente a tantas personas para decirme sus sentimientos y hacerme saber que no le hacía daño, que era su elección, que aceptaba mi amistad... Todo estaba dándome vueltas y cuando la música comenzó a sonar, me di cuenta de que se paró junto a mí y junto a Christopher.

-«Amar en silencio es como atrapar el viento en un frasco, pero eso no hace que el viento deje de existir», Oscar Wilde era muy sabio. Y lo único que quiero que recuerdes es que tú nunca vas a poder hacerme daño, porque desde que estás conmigo... soy mejor.

-Key... -traté de hablar pero me silenció tapando mis labios con sus dedos.

-«El amor platónico es aquel que se encuentra en el espacio entre el sueño y la realidad, donde los corazones se entrelazan sin tocarse» eso lo decía Friedrich Nietzsche, y coincido. En algún multiverso no es infidelidad, pero en esta vida... en esta vida no.

Luego entendí porqué citaba tanto. Ella había estudiado literatura y filosofía, se había graduado de forma online, y hablaba cuatro idiomas. Ruso, inglés, español y mandarín. Key vivía por el tenis, pero era más que el tenis, aunque tampoco le interesaba demostrarlo. De no ser por su madre jamás me habría enterado, son cosas que no dice en entrevistas ni tampoco están en internet.

-Escucha la canción que te dediqué -me dijo invitándome a ver al cantante, porque mis ojos estaban concentrados en examinarla.

Ninguna de las dos volvió a decir nada, solo se escuchaban las personas coreando la canción que Noreh había empezado a cantar.

Multiverso - Noreh ft Jay Wheeler

Lo que es pa ti ni aunque te quites.
Lo que no es, ni que te pongas.

No creo en el destino, pero algo nos quería juntos.
Quién será aquel que nos elige a las personas que queremos.
Sabiendo que hay 7 mil millones en el mundo.

Y si me reinician y nazco en otra parte
Sé que de algún puto modo trataría de encontrarte.
Y si es que no existes en ese momento.
Me verás saltar perdido y loco por otros universos,
hasta encontrar en el que llego a tiempo.

Pasado, presente o futuro (FUTURO)
En todos los tiempos soy tuyo (TUYO)
Mami si otra vez te puedo encontrar
Te prometo que ya no te vuelvo a soltar.

Tantas opciones y yo que te elijo,
Tú que me elijes a mí.
Si la muerte nos separa
Yo viajo pa' atrás al día que me dijiste que sí.

La música resonaba en el aire, envolviendo todo el lugar y los rostros estaban iluminados por sonrisas. En mi interior se debatían un torbellino de emociones y sobre todo dicha y agradecimiento. La euforia se propagaba como en contagio alimentando mi propia energía y la energía colectiva de la multitud. Cuando terminó de cantar se desató una ola de gritos y aplausos atronadores. Las luces parpadeaban hacia nosotros y la multitud estaba sumergida en felicidad, o al menos eso era lo que yo respiraba.

-La siguiente canción se llama Penicilina -anunció Noreh y esa era una de mis favoritas-. Una persona especial me confesó que esta canción así como yo se la dedico a mi novia, ella se la dedica a la suya. A su persona penicilina.

Noreh me llamó para que lo acompañara y me quedé desconcertada viendo a Ksenya.

-Dedícasela a Julie, sé que has estado practicando para tocársela en guitarra. Hazle sentir que estás a su lado, aunque estés a muchos kilómetros, artista.

-Key.

-No te limites, nunca lo hagas por nadie, pero mucho menos por mí -respondió ella antes de agregar-: Te dediqué MULTIVERSO, y he estado allí contigo, pero Julie, ella es tu penicilina. ¡No dejes para después decir lo que sientes! No eres una cobarde, artista. Y yo no soy un limitante, sino un empujón.

Me empujó por la espalda para que me acercara al cantante y al segundo micrófono que estaba lateral a él.

-Ayúdenme a que este video llegue a ella, vamos a grabar este instante para que dure para siempre. Hoy no está conmigo porque está curando a alguien más. Ella está convirtiéndose en la mejor doctora, y aunque no fui su mejor paciente... nunca se rindió conmigo. Hace unos años estaba en una camilla en una clínica porque ella salvó mi vida. Pero no fue la única ocasión. Más de diez crisis nerviosas con el cuadro, con mis pesadillas de las que les hablé en la primera canción, ella siempre estuvo allí curándome con sus ojos y motivándome a aguantar cuando mi alma quería apagarse para siempre. El problema es que mientras trataba de salvarme, fue enfermándose y hoy, lo que más me llena por dentro es que nuestro amor no es un retraso, nuestro amor es impulso y es inmortal.

La melodía acústica y un solo de piano envolvió a todos en una especie de tranquilidad infinita, las personas dejaron de gritar y movían sus manos de un lado a otro en perfecta armonía siguiendo el ritmo de la música.

Comencé a cantar y Christopher se unió a nosotros, Noreh nos invitó a ambos a que lo acompañáramos en los micrófonos y eso hicimos. Cantando entre los tres una canción que llevaba semanas aprendiéndome y Ksenya lo notó. Ella estaba atenta a mí hasta el punto de conocer y memorizar cada uno de mis detalles. No solo se encargó de traer a mi cantante favorito, sino que planificó todo para que pudiera dedicarle la canción a Julie, incluso después de que ella me dedicara una de las canciones más hermosas de Noreh.

Ksenya intentó apartarse para darnos espacio, pero le cogí de la mano y con el micrófono inalámbrico la invité a sentarse conmigo en el borde de la tarima, mientras cantaba las partes que me correspondían hacia las cámaras que me grababan.

-Yo fui lo menos oportuno de tus coincidencias, lo nuestro ha sido el resultado de un viaje aplazado.

-No sé cómo fue que domaste mis manías suicidas, no sé cómo me diste ganas de cambiar mi vida - siguió Christopher con esa parte de la canción sabiendo que sin duda, tenía que ver con lo que sentía.

-Yo he sido el menos conveniente de tus pretendientes, lo nuestro curativo, más que la penicilina -canté-: Antes de ti era una guitarra, pero que no afina.

-Cúrame, abrázame y te quedas para dormir, oblígame a reír aunque siga mal, recuérdame que el tiempo es muy corto, y que se acaba, pero mírame cuando nadie quiera mirarme ya, recuérdame aquel beso que te pedí -canté y sintiéndome en un período de plenitud ilimitado, de éxtasis, como si ni el pasado doliera, ni el futuro pesara, como levitando en el presente y sabiéndome plena.

Entre los tres cantamos el coro y me levanté sintiendo las palabras, dejándome suavizar por la letra y por el momento.

-Y cúrame... y cúrame... que no quiero morir, que no quiero dejar que una buena historia tenga un mal final. Todo lo que viví que me hizo cambiar, tú me lo arreglaste y no te costó na' -cantamos todos al unísono, pero yo le canté a Julie.

Mi voz y mi mente estaba en ella con la esperanza de que le llegara. Que un video tocara su puerta para recibir mi mensaje. Como si de algún modo estuviera abriéndome el corazón en ese instante y curándome de verdad.

-Perdóname por las veces que fallé y no estuve a la altura que prometí, sé que dije que la calle me hizo así, pero no es excusa pa cambiar por ti -Noreh siguió cantando y terminamos el concierto juntos, pero una sensación recorría mi cuerpo, mi espíritu.

Así se terminó un concierto que significó el inicio de miles de cambios. Esa noche, montada en la tarima me di cuenta de que era feliz. Estaba hackeando la realidad que no me gustaba. Estaba logrando apoyar a otras personas como me apoyaron a mí, y me sentía feliz sabiendo que me sentía bien al estar viva. Pero cantar "Penicilina" terminó sensibilizándome. Junto a Ksenya nos apresuramos a mi camerino y solo entonces me dijo:

-Llora lo que necesites, llora y drena lo que necesita salir.

Me privé en llanto echándole la culpa a la menstruación, pero esa canción significaba mucho, era como si su letra llegara a cada centímetro de mi alma colonizando mis espacios, haciendo casas donde antes había dudas. En realidad... esa canción afloró mi espíritu porque descubrí que era cierto... ya no quería morir.

-Te equivocaste en algo, Key -le dije después de un rato sentadas en el piso como acostumbrábamos. Sin decir ni una palabra, ella me acompañaba a llorar sin invadirme, y yo drenaba lo necesario hasta que mis palabras volvían.

-Nunca me equivoco, artista.

-Tú no eres penicilina, eso es cierto, tampoco eres doctora, pero sí que eres una Diosa y sin ti en mi vida, no estaría en este punto. Cierro los ojos y tú estás. En la azotea, en la cancha, ayudándome a expresarme con el juego de cartas, llevando a Julie a Disney para darme el mejor regalo de cumpleaños, o en nuestro recorrido en moto por las auroras boreales cuando pude verme por dentro para entender que necesitaba terapia. Son pocos instantes, Key, son muchos más, como ayer con mi padre cuando me observabas de lejos, sin importarte estar en un barrio, o la madrugada en la galería cuando me cuidabas de mis demonios. Llevas noches velando mis sueños y deberías saber en este punto, que me cuidaste como hubieses querido cuidar a tu hermana. Conmigo lo hiciste. Llegaste a tiempo.

Nota de autor: El disco de Noreh salió y pueden escuchar ambas canciones: MULTIVERSO Y PENICILINA. PRIMERO MULTIVERSO Y LUEGO PENICILINA. ES IMPORTANTE QUE LAS ESCUCHEN EN SPOTIFY O EN YOUTUBE, EN DONDE PREFIERAN PERO ESCÚCHENLAS ANTES DE LEER ESTE CAPÍTULO.

¿Qué les ha parecido?

Parte favorita.
¿Cuál canción les gustó más?
¿Pudiesen amar en libertad? O MEJOR DICHO, ¿Creen que el amor en libertad existe?

Pronto podrán escuchar la canción de Sophi de sus pinturas.

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