Hola a todos. Al final tendré que hacer tres partes sobre el reencuentro entre Killua y Bakugo. Si lo hacía todo en esta parte se me hacía un capítulo de más de cerca de 9000 palabras. Aunque hay partes repetidas del torneo de chunin, no me gusta poner capítulos tan largos.
Espero que lo entendáis, un besito a todos.
Todos los personajes y la historia pertenecen a Kohei Horikoshi y Masashi Kishimoto
—¡He cambiado de opinión, Onii-chan!—oyó con dificultad a su hermana, por el ataque de risa que aún no se había detenido.—¡Ya no quiero que gane esa chica de pelo bonito! ¡Quiero que gane ese chico!—dijo señalando a Bakugo, mientras éste seguía discutiendo con los espectadores.
—¿Y eso?—le preguntó Killua, limpiándose las lágrimas de la cara. Finalmente, pudo contener la risa.
—Porque es muy divertido y me encanta verte reír, Onii.chan.—respondió Alluka.
—Sí que es divertido.—reconoció Killua.—Creo que yo también quiero que gane. ¡Parece un pomeranian (N/A: una raza de perro) cabreado! —otra vez el ataque de risa se apoderó de su ser.—¡JAJAJAJAJA!—
Pasaron los minutos y el último combatiente aún no aparecía. La prórroga de 30 minutos para que se presentara Sasuke Uchiha se había terminado.
—Qué lástima, quería ver por qué el público tenía tanta expectación con ese tal Sasuke Uchiha y su misterioso sharingan.—pensó Killua, emitiendo un suspiro de resignación.
—¡Damas y caballeros, gracias por vuestra asistencia en el día de hoy a la Selección Anual de Chunin que se celebra este año en la Aldea Oculta de Konoha! ¡Comenzaremos los combates principales entre los ocho aspirantes a chunin que han pasado las fases preliminares! ¡Espero que podamos disfrutar todos juntos de maravillosos combates!—oyó Killua anunciar a un tipo rubio con ropajes blancos y un enorme sombrero en lo alto de las gradas.
—Ese debe ser el temible Rayo Amarillo de Konoha ...—pensó Killua analizando los gestos de Minato desde la distancia. Gracias a su aguda vista, podía verle perfectamente aún estando a más de 100 metros de distancia.—Creí que solo observándole podría medir su fuerza, pero parece ser que no. Necesito verle en acción. Ojalá haga alguna demostración de fuerza durante el torneo ...—
Los ánimos de la gente se caldearon al oír el anuncio del Hokage. Aplausos, aclamaciones por los favoritos y algún que otro insulto hacia Bakugo se escucharon por todo el estadio. Poco después, un chico muy parecido físicamente al Hokage saltó a la arena.
—¡¿A qué estás esperando, tipo de la arena?! ¡Baja de una vez! —gritó el chico rubio señalando a su contricante que seguía esperando en la grada reservada a los participantes.
—¡Ese es el hijo del Hokage!—dijo un hombre que sentaba una fila atrás de Killua a su mujer.—¡Yo he apostado 500 Ryos a que ganará el torneo!—
—¿El hijo del Hokage? El examinador dijo lo mismo al presentarlo hace media hora ...—pensó Killua, arqueando una ceja. Miró a la grada superior donde estaba Minato y luego abajo donde estaba Naruto.—Es cierto que se parecen, pero ...—leyó el cartel donde estaba la foto de Naruto. —Naruto Uzumaki ... Creo recordar que el Hokage se llama Minato Namikaze .... ¿Por qué no tomó el apellido de su padre? Bueno, supongo que eso no importa mucho ...—
Al cabo de poco más de un minuto, el rival de Naruto, Kankuro, llegó a la zona de la derecha del examinador.
—El inicio del primer combate entre Sabaku no Kankuro y Naruto Uzumaki comienza ...—Genma dio una pausa dramática.—¡AHORA!—
—Examinador .... yo me retiro. Pase al siguiente combate—anunció Kankuro. Y sin esperar respuesta por parte de Genma o de Naruto, se encaminó de vuelta a la zona de espera con el resto de participantes.
—¿Qué? / ¿Cómo?—dijeron a la vez gran parte del público. Killua se limitó a levantar una ceja.
Gritos de indignación recorrieron el estadio. Kankuro adelantó a Bakugo en la carrera de ser la persona más odiada del estadio.
—¡Kankuro se ha retirado!—gritó lo más alto posible Genma, para hacerse oír entre las protestas de los espectadores.—¡Por lo tanto, Naruto Uzumaki gana!—
La chica que al principio era la favorita de su hermana Alluka bajó a la arena planeando con su gran abanico. Hubo una disputa entre la chica y Naruto. Eso desconcertó aún más a Killua. Esa tal Temari no tenía ni pizca de miedo de Naruto, entonces ... ¿por qué había abandonado su hermano que tenía pinta de tener una fuerza muy similar a ella?
—Aquí algo no encaja ...—pensó Killua mordiéndose la una de su pulgar para concentrarse.—Podría ser una tontería, pero mi instinto me dice que algo serio están escondiendo esos hermanos de Suna.—luego emitió un suspiro de resignación.— No sé por qué le doy vueltas a esto, con la poca información que tengo de este mundo ni con mil intentos podría adivinar lo que está ocurriendo aquí.—
Así que Killua decidió dejarlo pasar y centrarse en el combate que estaba por producirse. Temari contra el favorito tanto de él como de su hermana, Katsuki Bakugo.
—¡El segundo combate entre Sabaku no Temari y Katsuki Bakugo comienza ...! —anunció el segundo combate Genma.—¡AHORA!—
El combate era una repetición constante entre los torbellinos creados por Temari y el bloqueo posterior de Katsuki Bakugo con su gran espada. Nada de lo que veía impresionó a Killua. Lo único destacable era que ese chico tan gracioso y rabioso que tanto le recordaba a su amigo Leorio pudiera mover con tanta agilidad esa espada tan grande y pesada.
Sin embargo, algo cambió cuando la chica de Suna invocó a una extraña comadreja haciendo que el tornado fuera mucho más mortífero. El bloqueo con la espada del llamado Katsuki Bakugo no fue esta vez lo suficientemente eficaz para evitar que el chico acabara con el cuerpo lleno de cortes.
—Ese ataque de esa chica no ha estado mal.—pensó Killua algo impresionado, aunque no muncho.—Pero si se enfrentara contra mí, ya estaría muerta antes de que pudiera extender ese extraño abanico. Si este es el poder de los mejores adolescentes de este mundo, no tengo de qué preocuparme. Aún sin Nen, mi velocidad y fuerza es muy superior a la de ellos. No será difícil impresionar con mis habilidades a alguno de los numerosos Señores Feudales que están disfrutando de este espectáculo. ¿Qué sueldo debería pedir como guardaespaldas? ¿20.000 Ryos (N/A: sobre 2.000 euros) mensuales? ¿Será eso suficiente para que Alluka y yo vivamos cómodamente? Mmmmm, bueno supongo que ya lo iré viendo conforme pase el tiempo. Creo que esa cantidad de primeras es .... —
Killua se quedó con la mente en blanco al ver como no solo Katsuki Bakugo no se rendía por las heridas, sino que hacías grandes explosiones con las palmas de sus manos haciendo que volara en dirección a su contrincante.
—¿Acaba de realizar una explosión con sus manos?—pensó Killua, muy sorprendido.—¡Ese chico está utilizando un poder parecido al psicópata de Genthru! ¡¿Es que en este mundo también pueden usar Nen?! ¿O será algo parecido con otro nombre? Ya decía yo que me parecía algo raro como esa chica manejara ese abanico como un avión remoto a su antojo. No era solo fuerza bruta lo que empleaba para crear esos tornados Antes de lo de ser guardaespaldas, tengo que aprender sobre ese poder tan similar al Nen.—
N/A: Genthru, el de la foto, es un villano de Hunter x Hunter que mató a decenas de usuarios con Nen con su poder de explosiones. Al final fue derrotado por Gon (el protagonista)
El poder de Katsuki Bakugo sorprendió mucho a Killua. Pero la sorpresa fue nada en comparación a lo que sucedió un instante después.
—¡DEADLY MISSILE HEAD! (N/A: Cabeza de misil mortal)—oyó Killua como rugía Katsuki Bakugo mientras volaba persiguiendo a su contrincante.
La garganta de Killua se secó de golpe. De la impresión, estaban por salírsele los ojos de sus cuencas. Su mente se quedó completamente en blanco unos minutos digiriendo lo que acababa de pasar. Solo comenzó a reaccionar cuando el combate había acabado en favor del rubio.
—¡El ganador del segundo combate por KO es ...! —Genma levantó su brazo en dirección a Bakugo—¡Katsuki Bakugo!—
Muchos espectadores se habían quedado en el mismo estado de shock que Genma. Unos segundos después de que Genma anunció el vencedor, algunos espectadores empezaban a aplaudir con fuerza a Bakugo. Poco a poco, la multitud se unió en las alabanzas y vitores a Katsuki Bakugo.
—¡Wow!—abrió completamente los ojos la Alluka de lo sorprendida que estaba.— ¿Has visto eso, Onii-chan? —dijo la niña volteando su rostro hacia Killua.—¡Ese niño tan gracioso ha volado y ha vencido! ¿No te ha parecido genial, Onii-chan?—
Que Katsuki Bakugo pudiera volar o usar explosiones era lo menos sorprendente para Killua. Su corazón había dado un vuelco cuando oyó como gritaba en un perfecto inglés el ataque victorioso.
—Ese chico ....Acaba de hablar en inglés ....—pensó Killua con el corazón aún acelerado.—Eso quiere decir .... ¡Que es como nosotros! ¡Y puede que sea la clave para regresar a nuestro mundo!—
Killua no quitó los ojos a Katsuki Bakugo en ningún momento. El torneo había perdido toda importancia. Ahora su mente solo estaba en descubrir como otro habitante de su mundo había acabado aquí y cómo había seguido pudiendo utilizar Nen en este extraño universo. Cuando vio como se adentraba al interior del recinto seguido de un par de enfermeros, le entró la ansiedad por no poder seguirlo con la mirada.
—Voy al baño. Vuelvo en cinco minutos.—mintió Killua a su hermana. Odiaba mentirle, pero más odiaría darle falsas esperanzas de poder regresar a su mundo.—Espera a tu Onii-chan y no te muevas de aquí.—
—¡Hai!—asintió su hermana de forma adorable.
—Voy a descubrir quien eres realmente, Katsuki Bakugo.—pensó Killua, con una mirada que mostraba una gran determinación.
Con un sigilo propio de uno de los mejores asesinos de su mundo, Killua se internó en la enfermería donde se encontraba Katsuki Bakugo sin que nadie lo detectara. Allí dentro se encontraban los combatientes heridos, Temari y Bakugo, tendidos en camas individuales y una anciana enfermera que se preocupaba por atender sus heridas.
Killua vio como la anciana le ponía a Katsuki Bakugo vendajes de forma muy cuidadosa en las heridas abiertas que le había ocasionado Temari.
—Señora, dése prisa o déjeme que me ponga yo esas vendas.—oyó Killua como se quejaba Katsuki Bakugo.
—Como le digo siempre a mi nieto ... Las prisas no son buenas consejeras.—replicó la anciana.
—Más bien a tu tataranieto ....—murmuró Bakugo tan bajo que la señora no lo escuchó, pero sí Killua.
—¿Nunca te habían dicho que eres un chico muy guapo?—dijo la señora. —Es una lástima que chicos tan jóvenes y enérgicos como tú tengan que librar las peleas que unos ancianos como yo deciden en sus lujosas mansiones. Debería estar prohibido que os enviasen a pelear. Los chicos de tu edad deberían jugar y no pelearse a muerte por el disfrute y los intereses de los adultos—
—Menos cháchara y más trabajo, señora.—le apremió Bakugo.
Killua decidió que era ya el momento de conocer personalmente a Katsuki Bakugo. Su aparición de la nada sobresaltó a la anciana enfermera y al herido rubio ceniza.
—Vaya susto me has dado, jovencito.—dijo la enfermera anciana llevándose la mano al pecho. —¿Cuánto tiempo llevas ahí? No te he oído entrar.—
—Jejeje. Un buen rato—sonrió Killua quitándose la capucha dejando ver un rostro pálido, con el cabello blanco y puntiagudo y unos ojos de color azul.—Me daba vergüenza interrumpiros.—
—Qué malo es hacerse mayor. Estoy perdiendo oído. —suspiró la anciana. Luego volteó la cabeza en dirección a Bakugo—¿Es un amiguito tuyo?—
—No conozco a ese extra. —respondió el rubio ceniza, entrecerrando los ojos y mirando con desconfianza a Killua.—¿Quién eres?—
—Jejeje.—Killua se rascó la cabeza.—Es que he visto tu combate y me has impresionado muchísimo. Y .. bueno, esperaba obtener un autógrafo tuyo.—
—¿Eh?—arqueó una ceja Bakugo, no esperando esa respuesta del chico pálido.
—¡Vaya! ¡Ya te ha salido tu primer fan, Katsuki! ¡Enhorabuena!—exclamó la anciana enfermera mientras colocaba otra venda en el cuerpo magullado del rubio ceniza.
—Bakugo, señora.—le rectificó Bakugo, matándola con la mirada.
—Jejeje.—rió la anciana.—Tan joven y tan formal. Eso es muy raro en estos tiempos. —cuando iba a aplicarle otra venda, se dio cuenta que ya no había ninguna más en la enfermería.—Oh, se han terminado las vendas. Voy a buscar más. No te muevas de aquí, jovencito—
—¡Señora, ya le he dicho que no tengo todo el día! ¡Tengo que ver el siguiente combate!—la anciana, ya se había dado la vuelta dirigiéndose a un ritmo muy lento hacia la salida de la enfermería.—¿Señora, es que no me ha oído?
—Eres demasiado impaciente, Katsuki.—a Bakugo casi le explota una vena al oír su nombre de pila de nuevo por parte de la anciana.—Y ....—la anciana miró al joven pálido.—chico que casi me mata del susto ... No puedes estar aquí. —
—Solo será un minuto, se lo prometo.—dijo Killua cara de angelito.—Por favor, déjeme hablar con él.—
—Está bien, puedes quedarte. —a la anciana le enterneció la súplica del chico.—Pero cuando regrese con las vendas, espero que hayas vuelto a las gradas, jovencito. —Killua asintió con una amplia sonrisa.—Aunque no estoy segura que vayas a conseguir un autógrafo de ese pequeño cascarrabias.—
—¡Señora, la estoy escuchando!—protestó Bakugo, cada vez más irritado por la tardanza de su estancia en la enfermería.
La anciana no replicó a Bakugo, simplemente rió siguiendo su camino hacia la sala contigua de la enfermería, donde estaba el inventario de provisiones del estadio. Ahora, en la enfermería solo estaban Bakugo, Killua y Temari, que yacía inconsciente en una de las camas de la enfermería.
—Así que eres mi fan, ¿eh?—dijo Bakugo con ironía, ya que no se creía las palabras del chico.
—Sí.—mintió Killua, que seguía mostrando una gran sonrisa.—Sobre todo me ha impresionado cuando has volado con tus manos. ¿Cómo has llamado a esa técnica?—preguntó con la intención de que repitiera las palabras en inglés que había escuchado para cerciorarse de que lo que había oído no había sido producto su imaginación.
Antes de que pudiera contestarle el rubio ceniza, un quejido proveniente de atrás hizo que ambos chicos voltearan su rostro hacia la cama donde yacía Temari. Ésta se incorporaba frotándose el cuello magullado por la técnica de estrangulación de Bakugo.
—¿Por qué no me has matado?—preguntó Temari, mirando con odio a Bakugo. El joven desconocido abrió los ojos, realmente sorprendido por la pregunta de la chica. En cambio, Bakugo ni se inmutó. Viendo que el rubio ceniza no contestaba, Temari decidió proseguir en su pequeño interrogatorio hacia el vencedor del combate.—Después de todas las heridas que te he causado, nadie te lo habría reprochado. Si los papeles hubieran estado cambiados, yo te habría matado sin dudarlo. ¿Por qué no me has matado?—volvió a preguntar, pero esta vez con un tono de voz más elevado.
—...—Bakugo se quedó unos segundos en silencio, mirando a Temari. La joven y Killua esperaban ansiosos la respuesta del rubio ceniza. —Hace falta algo más que unas picaduras de mosquito para que quiera malgastar mi tiempo en matarte, coletitas. Hace falta muchísimo más.—añadió con la mirada sombría.
—...—esta vez fue Temari, la que se quedó sin palabras. Apretó los dientes con fuerza y salió echa un basilisco de la enfermería.—¡Te arrepentirás de haberme dejado con vida, Katsuki Bakugo!—
—Lo dudo ...—murmuró Bakugo.
La curiosidad de Killua en Katsuki Bakugo aumentó al oírle pronunciar esas palabras. Acercó su cara a un palmo de distancia de la del rubio ceniza, examinándole el rostro.
—¿Qué cojones ....?—dijo Bakugo, enfurecido por la proximidad del chico, quiso darle un empujón, pero el chico lo esquivó con una agilidad sobrehumana.—Te repito la pregunta, ¿quién eres? Y no me vengas con la mierda de que eres mi fan.—
—Katsu ...—viendo la mirada que le ponía Bakugo, Killua rectificó. Se anotó mentalmente llamarle por su apellido—Bakugo, ¿has matado a alguien?—cuestionó, ignorando la pregunta que le había hecho el rubio ceniza.
—¿A qué viene esto, bastardo?—dijo Bakugo, algo sobresaltado por la súbita pregunta del chico.
—Lo digo por como has contestado a esa chica y la cara que has puesto luego. Parecía que estabas recordando un suceso de tu vida.—explicó Killua.
—Mira me importa una mierda que no me digas quien eres, pero deja de tocarme los cojones.—exclamó Bakugo, marchándose también de la enfermería y, por tanto, ignorando la orden que le había dado la anciana enfermera.
—Pero, la enfermera dijo que...—Killua siguió a Bakugo, aún tenía mucho que preguntarle.
—¡Que le den a esa vieja!—gritó Bakugo, con paso ágil en busca de la arena del estadio.—¡Va apañada si cree que voy a esperarla! ¡Y tú deja de seguirme de una puta vez!—
—¡Es que aún necesito hacerte unas preguntas, Bakugo!—protestó Killua
—¡Pues que te den a ti también! ¡No pienso contarte una mierda, jodido acosador!—replicó Bakugo, malhumorado.
Killua siguió a Bakugo hacia una de las primeras filas para ver mejor el combate entre Neji e Ino.
—¡Aparta de ahí, chaval!—se quejó uno de esos espectadores que estaban viendo el combate en primera fila. Bakugo ni se inmutó y siguió allí viendo con una mueca de disgusto como Ino intentaba atacar a Neji, pero éste esquivaba los ataques sin ningún esfuerzo.—¡Te he dicho que te apart ...!—el espectador enmudeció al ver a Bakugo volteándose con una mirada terrorífica y haciendo mini explosiones.
—¿Decías algo, viejo?—preguntó Bakugo, mostrando los dientes como un desquiciado. El espectador se apresuró a negar con la cabeza.–Ya decía yo.—
Tanto Killua como Bakugo no sabían cuánto tiempo llevaban combatiendo, pero lo que sí sabían ambos es que sin un milagro, Ino perdería. Y es que todos los ataques de Ino los esquivaba Neji sin apenas esfuerzo.
—Ese tal Neji Hyuga está jugando con la chica.—comentó Killua, poniéndose otra vez la capucha.
—Grrr...—gruñó Bakugo, irritado en parte por la presencia del chico y en parte porque tenía razón.—¿Aún sigues aquí, acosador? Vas a terminar con agotar mi paciencia, criajo—
—Este combate no se parece nada al tuyo.—ignoró Killua las quejas de Bakugo, emitiendo un bostezo.—El examinador debería parar el combate. Está claro que ese Hyuga es muy superior a su rival.—
—Vete de una puta vez antes de que te asesine delante de todos estos miles de extras.—murmuró Bakugo, con un tic nervioso en el ojo.
—Ya que hablas de asesinar ... —Killua ignoró la amenaza de Bakugo, aprovechando de encauzar la conversación a cosas que le resultaran de utilidad.—He oído que existe un lugar muy lejano de aquí donde viven una familia de asesinos muy famosa.—
—Déjame ver el combate tranquilo de una jodida vez ....—dijo Bakugo, muy irritado.
—Haz memoria. Seguro que has oído hablar de esa familia legendaria de asesinos.—Killua se colocó delante de Bakugo con una agilidad felina dificultándole la tarea al rubio ceniza de seguir viendo el combate.—Viven en una montaña gigantesca.—
—No lo repetiré. Apártate de mi vista.—dijo Bakugo, extendiendo una de sus manos y haciendo mini chispazos.—Quiero reservarme para mis futuros combates, pero te estás ganando a pulso que te de una paliza que jamás olvides.—
—Solo responde a una pregunta y te prometo que te dejaré en paz. —replicó Killua, acercando su rostro a escasos centímetros de Bakugo para estudiar las facciones del rubio.
—Una pregunta. Luego me dejas en paz de una puta vez.—dijo Bakugo, bajando el brazo que había extendido previamente. Posteriormente se cruzó de brazos.—Adelante, jodido acosador. Haz tu puta pregunta.—
—Esa familia legendaria de asesinos que te he mencionado antes ... —dijo Killua, entrecerrando los ojos. Todo rastro de infantileza e ingenuidad que había mostrado en la enfermería, desapareció por completo. La mirada del joven se ensombrecía.—¿De verdad no has oído nada sobre la familia Zoldyck?—
—¿Eh?—arqueó una ceja, confundido.—Pues no. Y ahora déjame en paz de una jodida vez.—contestó Bakugo.
—Pero ...Eso es imposible ...—Killua abrió los ojos como platos, sorprendido porque no los conociera. Killua no detectó que Bakugo mintiera en su respuesta —No ... No ... Yo antes te he oído ....—el joven estaba en estado de shock negando con la cabeza.—Pero ... entonces .... ¿Habrá sido imaginación mía?
Killua estaba tan conmocionado que se perdió el resto del combate. Se fue a la grada donde se sentaba su hermana Alluka.
—Ya estoy aquí.—anunció Killua a su hermana, abatido porque Bakugo desconociera su identidad.
—Ya no estoy tan seguro que ese rubio venga de nuestro mundo.—pensó Killua, sentándose.— ¿Habré oído mal el nombre de la técnica que utilizó para volar?—
—¡Killua! —dijo Alluka, haciendo pucheros.
—Solo me llamas por mi nombre cuando te enfadas, Alluka—dijo Killua acariciando el pelo a su hermana.—Sí que has debido estar enfadada.—
—¡Es que dijiste que volverías en menos de 5 minutos!—se quejó Alluka.
—Lo siento, Alluka. ¿Me perdonas?—le pidió Killua poniendo su cara de gato lastimero
—Mmmm ...—se llevó el dedo índice a sus labios haciéndose de rogar.—Solo si me acaricias la cabeza.—
—Claro.—dijo Killua con una sonrisa, por la petición de su hermana. Al acariciar el cabello de su hermana, ésta se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja.—¿Entonces me perdonas por haber tardado tanto, Alluka?—
—¡Claro que te perdono, Onii-chan!—dijo Alluka siendo la niña más feliz del universo en ese momento.
Killua estuvo acariciando el cabello de su hermana distraídamente mientras su atención se volcaba en Bakugo.
—Aunque Katsuki Bakugo no sepa quien es mi familia, eso no quiere decir que esté equivocado. Estoy seguro que no le he escuchado mal. Dijo las palabras Deadly Missile Head. Tiene que ser de nuestro mundo. Ha de serlo. —pensó Killua.—Katsuki Bakugo, estaré vigilando todos tus movimientos y descubriré cómo has podido utilizar Nen en este mundo. Si conozco como lo ha conseguido ... Haré que Nanika vuelva y entonces le pediré que nos regrese a nuestro mundo.—
Killua no quitó en ningún momento sus ojos de encima de Bakugo. Ni se inmutó cuando el examinador anunció que el combate entre Sasuke Uchiha y Sabaku no Gaara se volvía a retrasar. Su interés en el sharingan y el poder de los Uchiha había desaparecido casi por completo. Todo ese interés se había dirigido en Katsuki Bakugo.
Además, el retraso del combate entre Sasuke y Gaara significaba que se adelantaba la semifinal entre Bakugo y Neji. Si le volvía a oír hablar en inglés, entonces no habría duda. Pertenecía a su mundo. Seguiría siendo raro que no hubiera oído hablar nunca de la familia Zoldyck, pero su mejor amigo Gon Freecss tampoco había oído nada acerca de su familia cuando se encontraron por primera vez. Era raro, pero no imposible.
Con esa nueva línea de pensamiento, el ánimo de Killua se recobró. Por desgracia, durante todo el combate Katsuki Bakugo no dijo ninguna palabra en inglés. Lo único que le resultó de utilidad del combate a Killua era ver que el chico tenía un gran aguante y que también era capaz de hacer explosiones con las plantas de sus pies. Ese ataque con las plantas de sus pies fue lo que hizo que ganara, ya que le pilló por sorpresa a Neji y le hizo quemaduras en la cara.
Después de su victoria, volvieron a llevarse a Bakugo a la enfermería porque a pesar de ganar a Neji, el rubio ceniza había quedado en peor estado que el Hyuga. Killua estuvo tentado en volver a la enfermería a espiar a Bakugo, pero descartó la idea. No quería volver a dejar a solas a Alluka. Además, Bakugo parecía del tipo que no le gustaba hablar. Si seguía importunándolo tan pronto, se arriesgaba que jamás le contara su secreto para aprender Nen. Debía dejarle espacio y aprovechar la oportunidad perfecta para interrogarle de nuevo.
Finalmente, Sasuke apareció y luchó contra Gaara. A pesar que Killua seguía dándole vueltas a todo lo relacionado con Bakugo, disfrutó mucho del combate entre los dos.
Y se equivocó cuando ya creía que era imposible que algo le sorprendiera tanto como el ataque en inglés de Bakugo. Sus ojos volvieron a abrirse como platos cuando vio el Chidori en acción. Era un ataque muy parecido a su Palma Relámpago. Era evidente que en este mundo los ninjas tenían un poder muy similar al Nen. Por tanto, si aprendía como lo usaban podría enseñárselo a Alluka para que Nanika volviera y que les llevara de vuelta a su mundo.
El sexto sentido de Killua se activó cuando vio como la gente a su alrededor se dormía de repente.
—¿Onii-chan? ¿Qué está pasando?—preguntó Alluka, asustada.
—No lo sé ...—respondió Killua, sudando frío por no saber qué estaba ocurriendo.
Se dio cuenta que solo los ninjas de las gradas seguían despiertos. Tanto los aldeanos, como los señores feudales dormían.
—Está claro que alguien está haciendo dormir a la gente. —pensó Killua. Vio como aquellos ninjas que seguían despiertos hacían símbolos raros con las manos.—Los que siguen despiertos están haciendo alguna clase de técnica para no dormirse ¿Pero por qué tanto Alluka como yo seguimos despiertos? ¿Será por qué venimos de otro mundo?—
—Onii-chan ....—Alluka agarró de la manga a Killua. La chica estaba apunto de sollozar.
—Alluka ... Quiero que sepas que todo lo que hago lo hago por tu bien.—Killua le acarició las mejillas a Alluka con ternura.— Así que espero que puedas perdonarme cuando despiertes—
—¿Cuando desp ....?—Alluka no terminó la pregunta ya que cayó inconsciente gracias a un golpe seco con el dorso de la mano de Killua en su nuca.
—Lo siento, Alluka.—Killua besó el pelo de su hermana.—Pero estarás más segura dormida.—
Killua se llevó a cuestas a la inconsciente Alluka y huyó en dirección al centro de la aldea. Se estaba produciendo una guerra entre Konoha contra la Aldea Oculta de la Arena y la Aldea Oculta del Sonido.
En su huida a un lugar seguro, Killua tuvo que esquivar alguna que otra explosión y los ataques de una serpiente gigantesca. Entre tanto, también le arrancó la cabeza de un patadón a un ninja del sonido de casi dos metros que trataba de asesinar a un par de niñas aldeanas. Killua no se detuvo para recibir las gracias de las niñas y siguió huyendo.
Se dio cuenta que cerca de su posición un ninja de Konoha con cabello castaño atado en una cola de caballo lideraba una expedición de más de 30 niños asustados.
—¿Iruka-sensei? ¿A dónde estamos yendo? ¡Tengo mucho miedo!—preguntó una chica con ojos negros y cabello anaranjado recogido en dos coletas con ligas rojas.
—¡No tienes por qué preocuparte, Moegi! —trató de calmarla Iruka. —Estamos yendo a un refugio. Pronto el Hokage arreglará todo esto. ¡Demostrará a los invasores el por qué es el hombre más fuerte del mundo!—
—El hombre más fuerte del mundo ...—pensó Killua.—Es una oportunidad perfecta de ver la diferencia de nivel entre él y yo. Para saber si corremos Alluka y yo alguna clase de peligro mientras estemos en este mundo. Además, no puedo permitir que ese Bakugo muera en esta batalla. Aunque antes tengo que garantizar la seguridad de Alluka en esta batalla—
—Disculpa ...—Killua se acercó a Iruka. —¿Podemos acompañaros al refugio?—
—¿Eh?—Iruka se puso alerta y apoyó su mano izquierda en la base de su kunai. Al ver que Killua era un niño que cargaba a una niña aún más pequeña se tranquilizó. —Claro, no hay problema.—
Un par de minutos, llegaron a una puerta que les llevó a un refugio subterráneo. A Killua le convenció la robustez del sitio.
—¿Eras Iruka, verdad?—dijo Killua. El ninja asintió.—Tengo un amigo fuera y debo ayudarle. Dejo a mi hermana a tu cargo. —
—¿Qué estas diciendo? ¡No es seguro ir ....!—la cara sombría de Killua dejó a Iruka petrificado.
—Protege a mi hermana con tu vida.—lo interrumpió Killua poniendo su cara de asesino.— Volveré lo más pronto posible. Si alguien le daña un solo cabello, responderás con tu vida. ¿Queda claro, Iruka?—
—....—Iruka solo pudo asentir en silencio.
Iruka se preguntó como era posible que un crío de la edad de sus protegidos pudiera inferirle más terror que el temible Kyubi cuando asesinó a sus padres. Iruka se sintió extremadamente aliviado al ver a Killua partir hacia el exterior del refugio. Al profesor de Konoha no le hacía falta ningún estímulo para hacer todo lo posible para salvar la vida de esos niños, pero se dijo a sí mismo que a la primera que salvaría sería a la hermana de ese temible niño.