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"Cambio de planes"
|Pov' Quackity|
En toda la vuelta a casa no puede parar de tocarme la gorra y sonreír tontamente por el detalle que había tenido Luzu conmigo, realmente nunca me habían regalado algo digamos que mis padres no son muy fanáticos de regalarme cosas nisquiera en mi cumpleaños y alguien que además no conozco hace mucho.
—¿Se puede saber a que o quien se debe esa sonrisita?—Pregunto Staxx haciéndome salir rápidamente de mis pensamientos.
—No, no es por nada ni nadie—Sentía que mi cara se enrojecia, mierda.
—Si, si claro—Hablo Willy sin quitar la vista de la autopista.
—Después nos tienes que presentar a la chiquilla—Propuso el oji esmeralda volteando a verme— o al chaval.
Mi estómagos se revolvió y no pude evitar imaginar esta misma situación con mis padres, ellos nunca hubieras pensado que el culpable de mi tonta sonrisa podría ser un chico y si se llegasen a enterar por la virgencita ni quiero saber que me harían.
Aun recuerdo la vez que les dije que me parecía lindo un chico de mi primaria, aun recuerdo el ardor de aquella cachetada y lo que me habían gritado.
"—¡Nunca pero nunca vayas a volver a a decir eso!—"
"—¡Tu nunca serás un maricon! ¡¿Entendido?!—"
Cuando los oscuros recuerdos que llenaron mi mente simplemente dirigí mi vista hacia la ventana del auto, observando las bonitas calles del barrio, siempre trato de no pensar en ello y simplemente actuar como siempre, como si todos esos recuerdos e inseguridades no existieran, realmente odio pensar en estas cosas pero aveces me resulta inevitable.
Ante el feo pensamiento solo puede volver a tocar la gorra, no se porque, pero tocarla me hacia sentir bien, es extraño y ni yo se como describir la sensación pero por el momento voy a suponer que no es nada "raro".
(...)
|Pov' Luzu|
Me encontraba caminando directo hacia una cafetería donde me había citado Auron, íbamos a tener una cita aunque realmente eso no era en lo que realmente pensaba, mi cabeza estaba muy ocupada repitiendo una y otra vez el momento donde le había dado mi gorra a Quacks, y si antes de regalársela era mi gorra pero ya que no la usaba y sinceramente podría comprar la tienda entera con tan solo pedírselo a mis padres, decidí dársela a el, me pareció un lindo gesto y supe que fue lo mejor que puede haber echo cuando vi su sonrisa más brillante que el sol volver a formarse en su rostro, podría compararse a cuando sale el sol después de un horrible día lluvioso y nublado.
¡Por dios Luzu! Deja de fantasear con la sonrisa de Quckity, ya mejor me calmo y me concentro en ir con Auron, después de todo solo me parecía linda su sonrisa solo eso ¿No?.
Al estar tan sumido en mis pensamientos no note cuando ya estaba enfrente de la cafetería donde me había citado Auron, entre haciendo que la campanita que estaba en la puerta sonará, tan pronto entré lo vi saludando me desde una de las mesas, no espere más y me dirigí rápidamente a el.
—Hola Amor—Lo salude con un corto beso en los labios para sentarme en la silla que se encontraba frente a él.
Últimamente nuestros besos siempre eran así, cortos y hasta diría que ¿secos?, no lose pero sentía que se estaban volviendo monótonos, no planeaba decírselo en lo más absoluto, no quiero mostrar inconformidad con como estamos llevando nuestra relación.
—¿Me estas escuchando cariño?—Interrogó sacándome de mis pensamientos.
—Eh si—Afirmó aunque no tuviera ni idea de lo que me estaba hablando—Hey amor te quería decir algo.
—Claro cuéntame—
—Hable con Quackity—Hable notando como su cara pasaba de una sonrisa a una mueca de desagrado— Y pues me contó de la broma que le hicieron tu y Rubius.
—¿Ya a ido de chismoso?—
—¡Auron!, es enserió no puedes ir haciéndole eso a la gente—Le regaño alto pero no lo suficiente como para que la gente a nuestro alrededor lo escuchase.
—Ya hasta lo defiendes—Afirmó el, enserió me estaba enojado—Que va si solo fue una pequeña bromilla no fue para tanto es solo un estúpido gorro.
—Tal vez para ti lo sea pero no sabes el valor que puede tener para el—Argumente calmante enojada con sus comentarios, apretando mis puños.
—¿Y yo que iba a saber?—Alzó los hombros con indiferencia—Eso le enseñará a no meterse con mi novio.
—¿Todo esto es por celos?—Pregunté dándome cuenta de la obvia situación—No tengo tiempo para esto.
Me levante sin siquiera mirarlo, yo lo amo sin dudas, pero no voy a tolerar su comportamiento infantil y menos hacia alguien que no le hizo nada, salí de la cafetería con prisa, realmente no quería ni escuchar sus excusas.
—¡Luzu!—Sabía que el me estaba siguiendo pero segui caminando con prisa.
—¡Luzu!—
—¡Luzu!—
—¡Ya Auron!—Harto de la situación me voltee enojado—Dejemos lo así después hablamos y deja de seguirme.
Sin dejarlo darme una respuesta seguí caminando y cuando estuve seguro de que se había ido regule mi caminata, respire hondo y me tranqulice.
No se porque me pongo así por alguien que conocí esta semana, osea me acabo de pelear con mi novio se casi un año por un chaval del que no se ni el nombre de los padres, no le encuentro el sentido realmente no lo hago.
—¡Hey-...!—
—¡Te dije que me dejaras de seguir Auron!—Le pegue una cachetada a la persona que supuestamente era Auron.
—¡Ayy! Eso me dolió no chinges cabron—Exclamó la persona, mierda, no era Auron era Quackity.
Rápidamente lo tome de las mejillas viendo la parte donde le había pegado, uy creo que si me pase.
—¡Lo siento!¡Lo siento!—Me disculpe incitables veces acariciando sus mejillas.
Cuando deje de disculparme lo mire fijamente, no sabía porque pero es como si hubiera una fuerza misteriosa que hacia que no pudiese dejar de mirarle.
Nos quedamos en silencio, solo observandonos, y si tal vez en ese momento para la gente que se encontraba en la calle parecíamos un par de idiotas pero poco me importaba.
—Te perdono si me llevas a tomar un helado chico fresa—Hablo de repente el silencioso hambiente con su escandalosa voz.
—Va esta bien, solo como disculpa—Acepte sin muco problema, después de todo planeaba tener la cita con Auron todo el día y como se había cancelado no tengo mucho que hacer.
(...)
|Narrador Omnicente|
Habían ido a la heladería favorita del oji rubí, que aunque literalmente tuviera una máquina gigante de hacer helados en su casa le gustaba más ir a la heladería, se sentía un hambiente mucho más diferente.
Ambos adolecentes se dirigieron al mostrador con el objetivo de pedir algún sabor, Luzu ya tenía claro cuál pediría el pero digamos que Quackity andaba algo perdido, a lo máximo que llegaba la heladería de su barrio era a la menta granizada así que no conocía a la mayoría de sabores que se veían en el mostradores.
—Me gustaría un helado de crema napolitana, con salsa de dulce de leche y algunas moras—Pidió con confianza el castaño al joven que atendía la caja registradora.
El de gorra ahora estaba en un lío, no quería escoger uno solo, tenia muchas ganas de probar todos pero lastimosamente no había traído suficiente dinero y no quería pedirle dinero al castaño.
¿El avergonzado por pedir algo?, Esto si es totalmente imposible, ¿Como es posible que con lo confianzudo y desvergonzado que era el tuviera vergüenza de pedirle dinero a Luzu?.
—¿Quacks que pasa porque no pides nada?—Pregunto en un tono bajo al ver como el de menor estatura se quedaba callado mirando a la vitrina sin decir una sola palabra.
—Bueno esque...—Dijo el azabache dudando si contarle o no—Me gustaría probar más de uno pero no traje mucho dinero.
Al ver la cara de perrito mojado que traía su Quacks no pudo evitar querer hacer algo para que esa sonrisa brillante volviera a relucir en su rostro.
No lo pensó más y de uno de sus bolsillos sacó una tarjeta de crédito, volteo y se la enseño.
—Quacks—Lo llamo haciendo que se voltee—Pide todos los sabores que desees, todo corre por mi cuenta.
Y ante estas palabras apareció un intenso brillo de emoción en los ojos del más bajo acompañados claro de una enorme sonrisa y empezó a dar mini saltitos, cosa que al castaño le pareció de lo más adorable.
Quackity ni perdió el tiempo y empezó a elegir todos los sabores que veía, estuvieron así unos diez minutos hasta el oji carbón dejó de elegir sabores.
—¿A-algo más?...—Pregunto desconcertado y nervioso el cajero por la abrumadora cantidad de helado que había escogido el Mexicano.
—Nop eso seria todo—Aseguró con una gran sonrisa.
—Buena pueden elegir una mesa y ya les serviremos sus helados—
Y en poco tiempo ya se encontraban degustando sus helados, bueno para el Quackity el primero de muchos, los dos estaban tranquilos y completamente callados, pero no era un silencio aburrido era más bien un silencio cómodo y necesario.
Luego de el primer helado empezaron a tener conversaciones de cosas triviales y experiencias que habían tenido.
—Y entonces llega el vato que era como dos metros más grande que yo y el wey me dice, "dame tu almuerzo mocoso", pero claro que yo no me iba a dejar y nos empezamos a pelear y te juro que estaba apunto de ganarle al cabron pero llega la directora y nos manda a la dirección—Contó una de las tan famosas experiencias que había tenido en la primaria mientras comía de a cucharadas su ya sexto helado.
—No puedo creer todas las cosas que te pasaban en la primaria—Río alegremente el castaño.
—Y ahí mucho más de donde salio eso mi querido chico fresa—
Y cuando menos se dieron cuenta ya habían pasado más de dos horas hablando y riendo mientras el azabache seguía comiendo helado, el oji rubí pensaba que le daría diabetes de tanta azúcar que el otro había consumido, aunque lo importante esque no habían parado de reír y disfrutar en todo el tiempo que pasaron hablando.
—Bien creo que esos fueron todos los helados—Supuso recortando se en la silla tocando su estómago.
—Voy a pagar, espérame afuera—Propuso levantándose de la mesa llendo directo al mostrador.
(...)
Minutos después ya se encontraban paseando por las calles del barrio y como no el azabache le seguía contando cada una de aquellas maravillosas anécdotas que habían ocurrido en la primaria mientras el de sudadera lo escuchaba con total atención sin perderse ni un solo detalle.
—Y así chico fresa fue como se hundió mi primaria—Finalizó de contar alegremente.
—Enserió no me canso de tus anécdotas—Aseguró sonriente— ¿Cómo esque te pasaron tantas cosas tan "raras"?
—Solo diré dos palabras...—Formó un número dos con los dedos— México mágico.
—Me gustaría ir a México alguna vez—Afirmó mirándolo—Es uno de los países que me faltan por visitar.
—¡Cuando quieras te doy un recorrido por mi maravilloso país!—Exclamó emocionado por la idea—¡Te aseguro que te va a E-N-C-A-N-T-A-R!.
—De eso no hay dudas Quacks—Dijo en un tono dulce pero bajo.
—¿Cuantos países has visitado tu?—
—Pues eh ido a Estados Unidos, Inglaterra, Japón, Lituania, Alemania y creo que nada más—Contó cada País con los dedos y al terminar vio como la cara del peli negro era de total sorpresa.
—¡Ay no mames chico fresa pero si has visitado un chingo de lugares!—Grito enormemente asombrado por los lugares que había mencionado el otro—¡Para la próxima me tienes que llevar eh!
—Si claro que te llavare—Prometió con seguridad—Te llevare al otro lado del mundo si te apetece.
—Si que me gane la lotería contigo—Afirmó orgulloso—Si fueras un poco mayor ya serias mi Suggar Daddy.
—Lo que tu digas Quacks—Hablo sin darle importancia a sus palabras—Lo que tu digas.
Ambos siguieron pasando y caminando, realmente no sabían a donde iban solo iban caminando sin rumbo y cuando menos se dieron cuenta las luces de la calle se encendieron, ya era denoche.
Para ambos no parecía ser una noche normal, ambos adolecentes sentían que era una noche mágica, tal vez era porque la luna llena parecía ser más hermosa que nunca, o porque las estrellas se apoderaban del azulado cielo nocturno tan brillantes como una perla bajo el mar o tal vez era por la maravillosa compaña que tenían en ese momento.No lo sabían pero decidieron no hacerse más preguntas y seguir disfrutando de su charla y caminata.
Luzu sentía que, si, la luna y estrellas estaban increíblemente hermosas esa noche pero no podían ni comprarse a lo brillante y bella que se veía la sonrisa de su Quacks, y Quackity por otro lado sentía que por más brillante que estuviera aquel lindo cielo nocturno, los ojos rubí de Luzu brillaban intensamente con un brillo tan especial como el sol de verano opacado los otros cualquier otro brillo.
"Sus brillos nunca se comparara al tuyo porque tu brillo es capaz de opacar cualquier cosa, tan hermoso como una flor y tan intenso y adictivo como una droga".
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Buenas buenas gente!!.
Si ya se que actualize bien tarde hoy pero bueno es lo que hay.
Hoy el capitulo ando medio largo pero quería meter todo esto en un mismo cap espero no les moleste.
Espero les haya gustado y si me re inspire al final del cap pero bueno eso creo que le da un plus extra.
Y como siempre espero tengan un lindo fin de semana y hasta aquí mi reporte Tito Rubiuh ♡ Byeee.