CAPITULO 26.
[REGRESO A LA U.A.]
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Los pasillo de la U.A a medio día se encuentran llenos de alumnos de todos los grados y todas las clases. Grupos del salón de estudios generales, los grupos del taller de apoyo y el curso de héroes que una vez al día, todos y cada uno de ellos caminan unos con otros.
Desde pequeños grupos de chicas de primer grado de estudios generales observando a los chicos de tercer grado del curso de héroes admirando tanto la belleza de estos como si se tratara de una pintura milenaria.
Chicos del curso de apoyo quienes caminan con cajas de herramientas o algún tipo de refacción apresurados a llevarlas a sus respectivos talleres mientras que se abren paso entre el mar de alumnos. Un mar que lleva olas de estos mismos hasta un par de puertas las cuales son gigantescas.
Estas al medio día son abiertas y lo que se encuentra del otro lado es un gran comedor tan grande como para admitir a más de 500 personas.
Mas de cien mesas y más de 500 sillas esperando a que los alumnos tomen asientos.
Todos los alumnos de U.A estaban a los pies de las puertas dobles las cuales como si se tratara de magia se abrieron en automático al momento de que el reloj marcara el medio día.
Algo que nunca se podrían imaginar los chicos de primer grado. Un lugar tan iluminado por la luz del sol que entra por las decenas de ventanales que avanzan hasta casi llegar al techo dejando espacios de concreto de unos dos metros ascendiendo hasta llegar a los 10 metros de altura de todo el lugar.
Era aun difícil creer para los de primer grado que la U.A contara con un lugar tan extenso para algo tan sencillo como lo es el comedor pero para la institución y el héroe a cargo de la cocina, ˂Lunch Rush˃ la comida del medio día era la mas importante de todo el día pues esta otorga la suficiente fuerza para seguir el día con el pie derecho y esto lo dejaba bien en claro en todos los platillos que sirve a gusto y orden de sus comensales.
Tras un par de minutos, la gran mayoría ya estaba sentada en sus respectivos asientos de costumbre mientras que otros yacían de pie frente a la gran barra de servicio de la cocina donde aquello que pedias, no tardaba de 5 minutos en estar listo.
En cierta mesa donde un trio de alumnos estaban sentados uno al lado del otro y el tercero enfrente de los otros dos, miraban sus platillos.
―¿Ya lo escuchaste? ―pregunto una voz femenina con un toque meloso.
―¿Sobre? ―inquirió confundido una voz masculina con un toque de confusión.
―Hay muchas personas como siempre... ―mascullo una voz al lado de la anterior la cual como era de costumbre para si misma se hallaba en forma de murmuros sea por temor o vergüenza.
―Vamos Mirio. Me dirás que no has escuchado últimamente como se llevan las cosas con la clase de primero. ¿Cuál era? ―se quedo pensativa la chica de cabello celeste―. ¡Oh, ya lo recuerdo! La clase de primero A ―termino de decir.
―¿Primero A? Oh, ya se. ¿Es la del chico que flota como un globo verdad? ―Mirio dejo escapar risas ahogadas mientras una mano se extendía a su hombro tomando su camisa.
―No rías tan fuerte, muchos nos miraran... ―dijo temeroso un joven de espalda curveada como un arco y mirada hundida sobre sus muslos.
Se trataba nada mas y nada menos que Tamaki Amajiki, un joven de tercer grado en la escuela de U.A de héroes y heroicidades que por sortilegios de la vida misma sufre de extrema timidez la cual pasa a ser distante y casi deprimente. Un típico caso de introvertides, especialmente en público.
Es el tipo de personas que odia la atención y se pone nervioso muy fácilmente cuando trata con otras personas, y si llegase el caso de que su ansiedad se apoderase de él, fácilmente ocultara su rostro de los demás apoyándola en una pared y escondiéndose como un topo.
―Pero bueno, Nejire, ¿Qué se supone que debería saber? ―pregunto a la vez que dejaba de reir y tomaba con fuerza la cuchara sacándola del tazón de sopa llena de la misma.
―Bueno... ―llevo su dedo índice hacia su mentón pensativa.
Ella es del tipo, ˂Espíritu libre˃ alguien que tiene una pasión genuina por aprender cosas nuevas y extrañas donde no tiene miedo de decir lo que piensa o mostrar como se siente. A ella parece gustarle saber más que los demás, pero no de manera orgullosa, ya que le gusta explicar cosas a la gente y compartir sus conocimientos.
―¿Eh? ―ella se detuvo cuando sus ojos zafiro terminaron por encima del hombro de mirio logrando captar un grupo de chicos.
Estos eran ni mas ni menos que estudiantes de primer grado del grupo de primero A, justo de quienes ella estaba hablando.
―¡Ya lo recordé! ―exclamo con una gran sonrisa. ―¡El! ―con su dedo índice saliendo disparado desde su mentón hasta el frente, justo en medio entre Tamaki y Mirio, la chica apunto a un joven de cabellera encrespada de color verdoso fango.
―¡Midoriya Izuku! ―bramo su nombre con tal fuerza que, como un disco rayado que se detiene a media fiesta, todos en automático llevaron sus miradas quebradas hacia la entrada del comedor donde poco a poco estaban entrando 6 personas de la clase A las cuales al notar las miradas de todos encima de ellos o mas bien, encima de izuku, ellos también llevaron sus ojos hacia él.
Uraraka Ochako, Tenko Shimura, Iida Tenya, Yaoyorozu Momo y Mina Ashido movieron sus miradas entre Nejire y el chico que estaba parado con los ojos en blanco.
Nejire mantenía una sonrisa en su rostro.
Como se sabe, la chica le gusta saber mucho pero esto no implica en que todo lo sabe y ahora mismo eso que no sabe es como mantenerse callada.
―¡Midoriya Izuku! ¿¡Verdad?! ―ella se puso de pie―. ¡Hola, hola! ―saludo una y otra vez con una gran sonrisa en su rostro sacudiendo su mano derecha de lado a lado como si en el mundo solo existieran sus dos amigos eh Izuku quien claro, seguía de pie con media alma escapando de su cuerpo.
―Hoy tenia ganas de comer en la azotea de todas formas... ―murmuro derrotado dándose la vuelva poco a poco cuando una mano tomo su hombro. En automático, miro por el rabillo de su ojos al propietario de esta acción, era Tenko quien miraba hacia delante con el mentón bien en alto.
Ante los ojos de izuku pudo vislumbrar una gran y poderosa estela blanca plateada brillar desde el frente de tenko como si este mismo tuviera la verdad absoluta, como si estuviera a punto de decir o hacer algo impresionante.
Entonces...
―Ahdft...ajdbah...dhadn ―la luz desapareció.
Debido a la herida de su mejilla donde entro un hueso y logro lacerar su lengua de un lado, esta misma a pesar de estar curada, el chico tiene que seguir untándose una crema especial para evitar dolor e infección la cual por obvias razones le entume la misma y se la hincha al punto de no poder decir nada que se pueda entender.
Cosas como estas son una indefinida prueba de la mala suerte de Midoriya Izuku. Pero para tener mas certeza de esta ˂mala suerte˃ tendremos que volver unas horas atrás justo en la puerta de un taller de apoyo donde el chico ya mencionado se encuentra de pie a horas tempranas donde los alumnos apenas están llegando al colegio.
El aun mantiene la costumbre de llegar temprano.
También para su mala suerte, Izuku durmió mal la noche anterior. Tanto su madre como su padre entraban y salían de sus sueños por alguna razón sin que estos le dirigieran la palabra; mientras tanto, bakugou se encontraba mirándolo con una gran furia sobre el cuerpo muerto de su madre y sus demás compañeros mientras que izuku los veía.
Una pesadilla de las tantas a las cuales se había acostumbrado.
―¿De verdad esta bien que venga? ―se preguntó a si mismo mientras extendía su mano derecha hacia el orificio de la puerta la cual funcionaba como un cierre para moverla hacia un lado pues esta al igual que todas, era corrediza.
La noche anterior, justo ya unos días despues de que saliera del hospital, All Might le había llamado informándole que al día siguiente que fuera a la U.A, procurara llegar al taller de apoyo donde la joven Mei esperaba por verlo.
No tenía de otra.
Si el ignoraba el aviso, seguramente la chica iría a buscarlo a media clase causando un gran alboroto. Esto en parte le asustaba pero en otra le daba igual puesto que ahora ya tenia amigos, o eso creía.
A parte de las pesadillas que no lo dejaban de despertar hora tras hora en la madrugada, las ideas tontas sobre que ya nadie quería ser su amigo tras verlo como era su poder en realidad sin embargo, el otro lado de su cabeza le decía que era una idiotez encontrándose en una lucha moral y una gran contradicción la cual termino siendo un enorme calvario en su cabeza.
―¿Eh? ―todas sus tontas ideas y pensamientos se vieron interrumpidos con los estruendosos sonidos que se encontraban retumbando al otro lado de la puerta.
En aquel salón de apoyo había mucho jaleo. Por lo que pudo oír mientras pensaba si abrir la puerta o no, izuku comprendió que la chica de cabello rosado ya estaba haya adentro.
Entonces la puerta fue abierta de golpe.
―¡Hatsume Mei! ―bramo furioso el profesor encargado del taller de apoyo de la U.A, el maestro héroe, ˂Power Loader˃ un hombre bajo y delgado con una apariencia juvenil para su avanzada edad. El tiene el pelo pelirrojo puntiagudo como una fresa, que le llega justo debajo de los hombros y ojos azules apagados, así como una boca notablemente grande.
Sus manos parecen ser la parte mas grande de su cuerpo, desproporcionadas a su cuerpo bastante pequeño y, debido a su don, tiene una pieza naranja en forma de ˂L˃ al final de cada dedo.
―¡...Podrías haberle hecho daño a alguien de verdad, idiota!
―¡...No tengo tiempo para palabrerías si hay trabajo que hacer!
Hatsume se encontraba corriendo en el salón de apoyo, muy aturullada, cuando izuku estaba apenas dando un paso hacia atrás. Mei lleva sus grandes anteojos mecánicos en su cuello balanceándose debido a que como apenas hace unos minutos había llegado, no estaba completamente lista.
Entonces una gran luz fue encendida y todo el taller de apoyo brillo en una incandescente luz blanca que llamo la atención de izuku.
Jamás había visto tan detalladamente el taller de apoyo como lo había visto ahora, era como si algo hubiera cambiado.
Las decenas de escritorios de trabajo vacíos de los demás estudiantes del taller al fondo de la gran habitación mientras que el de Mei estaba justo al lado del de Power Loader siento aun mas grande y desordenado que el del mismo profesor.
No solo era su escritorio, por todo el piso cerca de la entrada había un mar de papeles con instrucciones o requerimientos, planos y demás los cuales parecían provenientes del mismo escritorio de la chica peli rosada.
―Esto es una perdida de tiempo... ―con un todo derrotado, el hombre se dio la vuelta mientras mei se sentaba en su usual banco de madera viejo el cual estaba en medio de su escritorio en ˂U˃ el cual estaba repleto de cosas mecánicas y electrónica.
A un costado tenia su computador donde programaba cada cosa que a su lado derecho construía y en su lado izquierdo manejaba en términos de electrónica.
Ella como siempre, una joven inteligente y "Amistosa", tolerante aunque casi siempre molesta. El tipo de personas que adora crear artilugios y también tiene la costumbre de ir al grano a tal punto de que es muy rápida al hablar.
Ella es una personas completamente desvergonzada.
―Tu... ¿Qué haces aquí? ―pregunto el profesor mirando a izuku quien sin darse cuenta estaba tocando una esfera de metal preguntándose para que servirá―. ¿Por qué tocas mi pisapapeles? ―inquirió al ver al chico manosear su esfera.
―¿Eh? L-lo siento ―de golpe él se apartó dos pasos disculpándose en voz alta lo cual detuvo el tecleado de Mei quien giro su cabeza en 180 grados.
Esa escena le recordó a izuku la película que vio hace mucho tiempo sobre una chica que tenia un demonio dentro de ella la cual al momento de intentar sacárselo, esta misma giro su cabeza contra toda lógica biológica del cuerpo humano, exactamente lo que mei hizo.
―¡Hgg...! ―gimió dando un paso en falso y cayendo hacia atrás con la mitad del cuerpo fuera del taller, justo en el pasillo.
Su mirada se emboco al final del pasillo donde pudo observar como un trio de chicos estaba llegando al piso por las escaleras los cuales rápidamente reconoció como Tenko Shimura, Uraraka Ochako y Yaoyorozu Momo.
Sus ojos se abrieron en primera instancia al verlos.
―¡M-i-d-o-r-i-y-a! ―con un tiempo apremiado, el chico apenas extendió su mano hacia los chicos con intención de llamarlos pero antes de esto, como si la película de terror siguiera paso, el chico fue arrastrado dentro del taller y las puertas se cerraron.
Un grito ahogado y el joven pelinegro observo a mitad del pasillo una nube de polvo pero no presto más atención a esto.
―¡Hatsume, déjalo! ―replico molesto el profesor de apoyo quien sin mucho esfuerzo tomo de la camisa del colegio a la chica alzándola como si fuera una muñeca de tela―. Ni si quiera te has cambiado de ropa y ya estas causando tanto alboroto tan temprano ―el suspiro―, creo que haberte dado las llaves y la idea de ser la primera en llegar al taller puede ser malo... ―power loader volvió su mirada hacia el chico quien estaba encogido en hombros al lado de la puerta con una expresión de terror.
―¡Midoriya! ―volvió a clamar Mei con una gran sonrisa―. ¡¿Dónde has estado?! ¡Tengo tu traje listo y le hice muchas mejoras más! ―mei junto sus manos justo delante de su rostro las cuales, una de ellas tenia un guante de tela mientras su otra mano estaba desnuda.
El hecho de que ni si quiera se haya molestado en quitarse el uniforme y siguiera en falda, podía explicar con facilidad el aspecto desalineado de la chica.
―Conseguí una tela especial que es mas flexible y resistente mientras puede soportar una gran temperatura. También agregue una aleación especial de acero y fibra de carbono para aligerar mas el traje y permitirme mas movilidad. A tu mascara le proporcione un filtro especial que solamente los trajes de alta radiación tienen y también... ―mei parecía no ser consciente de su situación mientras que con sus dedos contaba cada cambio que hizo al traje.
Por parte del profesor intercambio sus miradas entre izuku y mei dándose cuenta del cabello encrespado de izuku.
―¿Midoriya Izuku? ―pregunto este al chico quien encontró su mirada con el profesor.
―S-si... ―respondió apenado.
Entonces, Power Loader miro devuelta a su alumna quien seguía hablando y hablando como si nadie fuera capaz de pararla, entonces el hombre se dio la vuelta y con su otra mano tomo la mochila de gran tamaño de mei mientras caminaba hasta el fondo del taller.
―La llevare a que se prepare, mientras toma asiento ―dijo con un tono tranquilizador―. Supongo que si estás aquí tan temprano, es por algo, ¿Cierto? ―izuku se estaba levantando cuando volvió su mirada del suelo hacia power asintiendo.
Power Loader llevo cargando a su alumna hasta el fondo donde una habitación de almacenaje se asomaba en forma de reflejo a través de las ventanas. La chica fue arrojada dentro de ahí junto con sus cosas mientras Power le cerraba la puerta detrás suya.
―Ya sabes la normativa Hatsume. Cámbiate y prepárate, el día no se acabará en minutos y no me hagas tener que soldar la puerta. La ultima vez tuvimos que pedir un cambio a administración y sabes que los chicos son muy quisquillosos con el presupuesto que nos dan... claro, desde que entraste tu ―evidentemente lo ultimo lo dijo para si mismo mientras se devolvía hacia izuku quien estaba con los ojos prefijos sobre los pesados y sordos pasos del hombre que a pesar de su pequeña estatura, todo lo que lo rodeaba lo hacía gigantesco.
―Entonces... ―Power se coloco al frente de izuku―. ¿Midoriya Izuku? ―el pecoso asintió.
―U-un gusto... profesor Power Loader.
―¿Por qué estas tan tenso? ―pregunto.
Izuku encogió los hombros y empujo su mirada al suelo.
―L-lo siento yo... ah ...― no era capaz de responder debido a que apenas vio el rostro cubierto de su profesor cuando recordó todas esas cosas que decían en las noticias y periódicos sobre él.
Él sabía perfectamente como debía de estar pasándola U.A y se sentía bastante avergonzado. Era como si tuviera ese sentimiento de no ser alguien digno.
―Tus brazos, ¿Están bien? ―pregunto Power guiando su mirada hacia las manos totalmente vendadas de izuku.
―¿Eh? S-si... ―el llevo en automático sus manos hacia al frente―. Ya se encuentran curadas ―respondió.
―¿Por qué llevas las vendas entonces?
Izuku recordó el por qué.
Ni si quiera pudo responder cuando devolvió su mirada al suelo nuevamente. Esto al profesor Power Loader le resulto curioso cuanto menos pero a pesar de esto, solo pregunto por querer sacar de ese espacio tan nervioso de izuku.
―Como sea. Tengo cosas que hacer y papeleo que llevar a la oficina del director. Hatsume no tarda mas de cinco minutos cambiándose, a veces cuatro. Ella es muy quisquillosa con el tiempo perdido así que no debería tardar mucho más. Por ahora suerte y hasta luego, Midoriya Izuku.
Power Loader lanzo sus manos mecánicas por encima de izuku alcanzando los papeles al filo del escritorio mientras este salía por la puerta pero antes de que esta se cerrara devolvió su mirada a izuku.
―Puede sonar egocéntrico de mi parte al no tener conociendo mucho a la señorita Hatsume pero, ella es del tipo que aunque no parezca demostrar lo que siente con palabras, lo hace con acciones. Quizás no estes de humor para hablar sobre cosas técnicas así que por lo menos de pido que le eches un ojo al esfuerzo de ella. Este ultimo mes se la ha pasado trabajando muy duramente entre clases por tu traje.
Devolviendo su mirada hacia el profesor, izuku giro un poco mirando al escritorio de mei donde se encontraba algo que no había visto hasta ahora.
Era el bozal de su traje el cual estaba en perfectas condiciones.
Los minutos pasaron y como dijo el profesor encargado de la clase de apoyo, Hatsume salio casi volando de la habitación de almacenaje con su usual cambio de ropa de siempre.
Un traje parecido al que usan los mecánicos pero este era mas holgado y de tela mas suave mientras le quedaba bastante grande a mei por lo cual ella usualmente se quitaba la parte de arriba dejándola colgada en su cintura mientras que su camisa sin mangas de color oscura era lo único que acompañaba su torso.
Unos grandes guantes con un agujero que le permite al dedo índice salir mientras que en su cabeza portaba sus gafas de toda la vida las cuales le permitían agregar un mejor enfoque a su vista la cual de por si ya tenia un gran enfoque debido a su quirk.
Fue gracias a este gran enfoque que aquellos desentendidos cabellos verdosos con raíces oscuras saliendo de la cabeza de izuku se vieron reflejados en los ojos de Hatsume.
―¡Lo tengo Midoriya! ¡Lo logre! ―apenas alzo su voz, izuku volvió su mirada hacia un lado donde mei parecía arrasar con todo a su paso. Como si fuera una roca en medio de una cascada abriéndose paso entre ella.
―Tardaste bastante en venir, ¿Qué estuviste haciendo? ―pregunto mientras se detenía al frente de izuku.
―¿Qué? ―izuku fue tomado por sorpresa con esa pregunta.
―¡Mas importante! ―mei se dio la vuelta directo hacia su escritorio dejando a izuku con la duda.
La chica parecía tener la mirada despreocupada de siempre como si ella...
―¿No sabe que paso? ―se pregunto a si mismo izuku percatándose de la realidad.
―Fue bastante tiempo el que tuve para trabajar en tu traje y pude desarrollar muchas cosas que pensé imposible. Tuve que leer ciertos libros que tome prestados de la biblioteca los cuales... perdi, ¿Creo? ―ella se rasco aquellas grandes rastas color rosado con bastante despreocupación.
―Como sea ―Hatsume arrojo a las manos de izuku el gran bozal metálico en el cual había trabajado durante dos días en él―, el bozal tiene una nueva funcionalidad gracias al filtro que conseguí. Todo en base a lo que vi que podrías necesitar ya que le pedí a Power Loader-Sensei que me consiguiera las grabaciones de tu pelea con el chico molesto y pude deducir que todo lo que hice con anterioridad no sería suficiente si quería lograr tu seguridad ―la chica tomo una jaladera de un cajón de su escritorio el cual tenia un compartimiento secreto del cual saco un maletín lleno de rasguños y suciedad el cual tenia dentro el traje de izuku.
―Ajuste la interacción entre la mascará y el bozal logrando que no fuera tan fácil que se separen con un golpe fuerte así que no sucederá lo de la ultima vez que con la explosión de ese chico desprendió el bozal de la máscara. A la misma, agregue una fibra mucho mas dura y flexible la cual se diferencia del resto de tu traje. En resumen, tu rostro estará más seguro y cambien también el fondo de los ojos de la mascará dejándola sin lentesillas. Ahora solo hay dos orificios en donde tus ojos se ocuparán de ocupar estos ―la chica tomo el maletín y se empujó hacia atrás girando en la silla hasta quedar delante de izuku, aun sentada sobre esta misma.
―Cambie un poco el diseño del traje borrando el color rojizo de las franjas de tu traje y volviéndolas oscuras. También la parte de la muñequera y el resto del brazalete hasta por encima de tu codo los cambie a un color mas claro para poder divisar mejor los daños que recibas ―ella seguía hablando mientras izuku observaba el maletín.
No fue hasta unos segundos despues que observo con detenimiento el rostro cansado de Hatsume.
Sus ojos se abrieron en grande y todo su mundo se quedo en silencio.
Aunque la boca de mei se moviera y ella dejara salir palabra tas palabra, izuku solo estaba en su cabeza, escuchando sus propios pensamientos.
«No esta bien, no lo está» una y otra vez repitiéndose a si mismo hasta que su boca entre abierta dejo escapar unas palabras.
[No deberías de esforzarte tanto.]
Mei guardo silencio de golpe mientras izuku borro aquella expresión neutra de su rostro remplazándolo por uno de sorpresa.
Todo se volvió bastante incomodo ya que Mei se quedo en silencio mientras su mirada cayó sobre sus piernas.
Entonces izuku reacciono.
―Te ves cansada... no deberías de esforzarte por mi de esa manera ―izuku dijo nervioso.
―¿Qué no me esfuerce tanto, dices?
Algo había sucedido y de esto se percato izuku al escuchar el tono de voz de Mei el cual cambio abruptamente.
―Hatsume-San yo... ―apenas abrió la boca para decir algo con aquella sonrisa penosa cuando la chica lo interrumpió.
―¿Por qué no debería esforzarme tanto?
Esta pregunta hizo que izuku agachara su mirada observando sus dedos sin poder responder. Fueron largos los segundos de incomodidad cuando la chica alzo su mirada.
―Escucha Midoriya, esto es algo importante para mí así que déjame explicártelo, ¿Sí? ―dijo con un tono serio―. Desde el momento de que entro a este taller, para mi la nada se vuelve todo y lo todo se vuelve absoluto―. Izuku estaba salpicando su nerviosismo detrás suya en forma de gotas de sudor―. No se que suceda realmente contigo. Pero en el momento de que alguien pide mi ayuda, sea quien sea me enfoco totalmente en esa persona. Ese es al código que me apego ―la chica empujo la silla hacia atrás suya mientras que de un movimiento se coloco de pie―. Y no solo se reduce a simples, "Reparaciones o Mejoras" para mí, el sentido de ˂Ayuda˃ va más allá de lo que crees.
Izuku levanto su rostro percatándose de que ahora, a comparación de hace un mes que fue la ultima vez que vio a Hatsume, ahora le veía por debajo suya.
―Todos tenemos sueños, Midoriya ―los ojos penetrantes de mei se ajustaron como la mirilla de un fusil de asalto sobre los esmeraldas óvalos de izuku―. Salvar personas, proteger cosas y demás no es lo que define al curso de héroes, también puede definirnos a nosotros, el curso de apoyo.
Mei apunto sus ojos sobre el maletín que izuku sostenía con ambas manos vendadas.
―Puede que parezca distante sobre diversos temas ―hizo énfasis en ello―, pero no significa que no lo sepa ―Mei levanto su mirada―. Lo mucho que todos ustedes se esfuerzan― la chica empujo su mano sobre el maletín en medio de las manos de izuku.
―Si yo te pidiera que no salvaras a alguien, ¿Lo harías? ―pregunto dejando sin palabras a izuku―. Claro que no lo harías por que eso es lo que hace un héroe, salvar. Así que, aunque nosotros no podamos luchar como ustedes, aunque no podamos estar en el lugar de los percances, personas como nosotras solo nos queda esforzarnos de la mejor manera que podemos así que Midoriya, yo no puedo dejar de esforzarme.
Izuku se dio cuenta de la gravedad de sus palabras. La mirada calcina de Hatsume no era por enojo, claro que estaba molesta pero no tanto como para clasificar molestia con enojo, ella estaba sobre todo esto, algo triste y decepcionada y de eso rápidamente izuku se dio cuenta.
―Tu eres mi primer cliente así que permíteme dar toda mi atención a ti.
Ella sonrío borrando toda sensación de molestia en sus ojos.
A esto, izuku se quedó embelesado con aquella mirada tan brillante y esos ojos ámbares casi dorados.
En automático al verse reflejado en ellos solo pudo recordarse a así mismo de pie en la arena mientras que a su espalda estaba aquella otra chica de ojos similares, sosteniéndose a si misma mientras su bufanda ondeaba con fuerza por la gracia del viento.
Un recuerdo efímero que avivo su corazón.
Sin si quiera mostrar nada mas que sus labios, izuku sonrió y alzo su mentón.
Ahora él lo sabía, aunque no lo entendiera a la perfección podría decirse que ahora era consciente de los sentimientos de aquellos que cursan el estudio de apoyo al curso de Héroes.
Aquello que Hatsume Mei era, aquello que sus palabras quisieron decir, izuku lo entendio y ahora no dejaría que mas palabras hirientes salieran sin pensar.
―Gracias.
Sus ojos se cerraron y con una gran sonrisa de oreja a oreja el chico apreto con fuerza el maletín el cual estaba siendo tocado por Mei y el.
Ese era la conexión entre el apoyo y el heroísmo.
Ellos dos mantenían sus sonrisas al frente del otro durante unos pequeños instantes creando un mundo para ellos cuando en un sonoro golpe ahogado, la puerta detrás de ambos fue abierta dando luz a una sombra la cual extendió un grito atronador.
―¡Te encontré! ―exclamo con fuerza Shimura Tenko quien se mantenía sostenido al marco de la puerta con dos sombras detrás suya.
―Compórtate Shimura-San, ¿Qué impresión le daremos a otros de la clase A si su presidente actúa así? ―dijo con resentimiento la chica de coleta trasera.
―Siempre eres tan ingenioso Shimura-Kun ―dijo entre risas uraraka cuando sus ojos y los de los demás se toparon con la escena de los dos chicos delante suya.
―¿Midoriya...? ―dijo tenko parpadeando un par de veces como un pez.
―¿Deku-kun? ―dijo Uraraka con ojos perdidos.
―Midoriya-San... ―Momo la había tomado por sorpresa la escena delante suya la cual a los pocos segundos se percato izuku al sentir algo en su mano.
Lo que todos veían no era la gran cabellera del peliverde ni su espalda, era el hecho de que sus manos estaban tocando las de mei. Este no se había dado cuenta ni tampoco mei que al momento de que el pego el maletín a su pecho con fuerza, su mano se movió hasta la de mei tocando sus dedos.
―Una escena de enamorados, ¿Tal vez? ―dijo Momo intrigada.
―¿¡E-enamorados?! ―bramo Uraraka con sorpresa.
―No sabia que tenias novia... ¡Espera! ¡Tenias novia y no querias ser nuestro amigo! ―gruño con recelo Tenko quien pego su pecho al marco de la puerta con ojos llorosos.
Sin que nadie supiera como, tenia un paño limpiando sus lagrimas como si se tratara de una escena de drama en las películas de romance mexicana.
―¡No lo hubiera creído de ti, Midoriya! ―dijo con un gemido de dolor el joven shimura quien se lanzaba a los brazos de su vicepresidenta.
Momo se aclaro la garganta mientras sostenía en brazos al chico envuelto en sollozos.
―Supongo que si es algo ingenioso ―murmuro con una risa ahogada mientras que Uraraka estaba con los ojos en constante parpadeo con una sonrisa.
―¿Los conoces? ―pregunto Mei quien separo sus manos de izuku sin si quiera mostrar una pizca de vergüenza en su rostro a lo cual izuku bajo el maletín a un costado suyo con esa sonrisa aun dibujada en su rostro.
El entonces respondió.
[Si, son mis amigos.]
Mas tarde ese mismo día, Izuku se había despedido de Mei mientras llevaba su maletín en su mano derecha caminando junto al trio de sus amigos.
Los cuatro estudiantes de la clase de primero A llegaron a la puerta de su salón de clases cuando las chicas fueron las primeras en pasar. Tenko quien estaba a punto de dar un paso siguiéndolas fue detenido abruptamente por izuku quien lo tomo del hombro.
―¿Eh?
―Shimura-Kun, ¿Podemos hablar más tarde?
Izuku solo quería saber una cosa, una que lo había mantenido despierto muchas noches preguntándose el cómo pudo haber sucedido aquella cosa y por supuesto, Tenko también se percato de lo que quería hablar al ver la mirada y la mano vendada de su amigo.
El solo asintió y entonces ambos pasarían al salón de clases donde durante las próximas 4 horas estuvieron tan llenos de reproches del profesor aizawa y tareas que ni si quiera paso lo que izuku y All Might habían prevenido, esa ola de preguntas hacia tenko sobre aquello que hizo en la USJ.
Todos parecían estar concentrados en todo lo que Eraser bramaba hasta que la hora de la comida llego donde todo estaba a punto de desvelarse si no fuera por...
―¡Midoriya Izuku! ―apenas dio un paso al comedor cuando todas las miradas de los ciento y pico estudiantes que yacían ahí quedaron sobre él.
Entonces sabiendo la avalancha que vendría hacia él, solo le quedo resignarse a perder.
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[Una joven de cabello celeste bastante animada quien le gusta saber hará mil y un preguntas mientras que el chico cabello oscuro tratará de hablar con su amigo sobre aquello que ambos los conecta.]
Proximo capitulo: Nejire Hado