El día inevitablemente había llegado.
Desde temprano en la mañana la mansión fue un caos. Los ruidosos sirvientes que corrían de un lado a otro para preparar a sus amos no pudieron evitar las molestias.
El emperador, consciente de la edad del niño, no quiso extender los festejos por muchos días, como era la costumbre, así que deliberadamente exigió que todo se realizara el mismo día
Los planes del Sol del Imperio Lantis, comenzaban desde la mañana hasta altas horas de la noche, dividiendo el día en tres grandes eventos.
Se empezaría a las diez de la mañana con la ceremonia de nombramiento, la cual estaba programada para durar al menos dos horas, en donde el sumo sacerdote del templo daría el discurso para ser precedido por el mismo gobernante quien le daría el puesto de Duque. Una vez esto se hubiera cumplido, debían correr hasta el salón del ala norte en el palacio del Sol, donde en el primer y segundo piso, se llevaría a cabo el banquete oficial al que asistirían todos los nobles. Para finalizar, al anochecer, comenzaría el baile para celebrar en un ambiente más relajado al futuro Señor del Norte.
La agenda era demasiado extensa y pesada para un niño de trece años por lo que se le había ordenado descansar correctamente tres días antes del evento.
Raven, que se había despertado por los pasos de las personas corriendo fuera de su puerta, no pudo volver a dormir y permaneció durante unos minutos mirando al espacio vacío sobre su cabeza.
La mansión que el emperador le entregó era bastante lujosa, pero no se comparaba con el castillo que su familia había construido hace tantos años en la capital.
Llevaba al menos cuatro meses viviendo en los terrenos entregados por el gobernante del imperio y comenzaba a extrañar su propia casa. Desde hace bastante tiempo que esperaba el día del nombramiento. No para recibir su título, sino a que una vez terminado el festejo, podría volver al fin a su propio hogar.
'Crash'
Su cuerpo dio un salto tras el sonido de algo rompiéndose que llego desde afuera de su habitación.
— Haaaa... Debería dormir un poco más.
Pero aun así se levantó de la cama y se dirigió hacia las grandes ventanas sentándose en el alfeizar.
Afuera aún era de noche. Había nevado copiosamente los últimos días así que el suelo seguía cubierto por una capa gruesa de nieve. El ambiente lucia particularmente frío. La niebla seguía arremolinándose como un velo blanco que se elevaba desde el suelo e impedía que viera demasiado lejos.
"Es bueno haberse quedado aquí... De otra forma habríamos tenido que viajar con este clima."
Pudo ver algunas lámparas agitándose entre la neblina en dirección a los establos, lo que indicaba que ya había personas preparando los carruajes.
"Pronto vendrán a despertarme."
{¿Estás nervioso?}
El niño negó con la cabeza.
— Ya lo he hecho antes... Será agotador, pero es bueno que sea el mismo día. Mientras antes termine, antes podre volver...
{¿... Y que hay de la chica?}
— ¿Q-que hay c-con eso?
El chico tartamudeo al responder.
Tooki pareció divertido con la reacción del niño y eligió meterse un poco con el niño.
{No pensé que la invitarías ahora también.}
Raven quien recordó como hace unos días se había armado de valor para pedirle a la niña que fuera su acompañante durante el banquete y posterior fiesta moria de vergüenza mientras sus orejas se cubrían de un tono escarlata.
— E-ella dijo que si...
El niño lo dijo más para sí mismo que para responder al espíritu.
Su corazón acelerado se volvió loco ese día. El significado detrás de su petición le había hecho dudar durante meses, después de todo, si Lottie aceptaba y ambos se mostraban juntos en un evento en el que toda la aristocracia estaría presente, dejaría claro que ambas casas estaban preparadas para unirse, probablemente dando a entender que en un futuro serian una pareja oficial.
{Espero que no tengas problemas con el Príncipe heredero después de hoy.}
El espíritu sintió como el humor del niño se oscureció de inmediato después de nombrar a Caster.
Los recuerdos de su ultimo encuentro pasaron furiosamente por su cabeza.
Ese día, Raven había roto un par de cosas tras una explosión de mana después de que el chico saliera del despacho. Estaba agradecido de que su poder no se liberara en demasia dejandolo inconsciente o con algún daño en su cuerpo. Por supuesto, a pesar de que el efecto fue mínimo no escapo del ojo de su maestro quien volvió a enojarse y a regañarlo, pero a él no le importo. En el mismo instante en que el príncipe abandono la habitación había decidido ganarse el corazón de la niña, aunque le resultara más difícil permanecer cerca de ella que aguantar frente a Caster.
"Voy a proteger a Lottie aunque tenga que casarme con ella..."
{¿Es así?}
— ¡...!
Se sobresaltó al analizar sus propios pensamientos mientras volvía a sonrojarse.
'Toc-toc'
— Pequeño maestro, es hora de que se levante.
Raven fue sacado de la cama a primera hora de la mañana por Derak para cumplir con el horario programado.
El hombre lo apresuro al baño y lo vistió con una lujosa túnica en tonos negros y blancos, con adornos dorados. Un par de joyas rojas fueron puestas en sus muñecas mientras una larga capa negra con el interior rojo colgaba de sus hombros.
El traje era bastante cómodo y abrigador debido al clima invernal que congelaba el aire en la capital.
El niño comió un par de cosas antes de salir.
Mientras esperaba su carruaje, noto que no había más personas a su lado además de su escolta liderada por Olivier.
Miró esos confiados ojos que parecían dispuestos a seguirlo al infierno de ser necesario y por un momento se sintió orgulloso de ser quien era en esta vida.
Subieron al carruaje que en unos minutos lo llevo al palacio.
Avanzó en procesión mientras era guiado por dos de los guardias del emperador y sus propios hombres lo seguían fielmente unos pasos atrás recorriendo los pasillos hasta llegar a las grandes puertas que le permitirían entrar en el salón de audiencias del gran Sol.
El corazón de Raven se agitó mientras veía las puertas abrirse. Dentro, los nobles del imperio Lantis estarían esperando su llegada de pie.
Tal y como recordaba, vio las figuras una vez la entrada se abrió por completo. Los guardias del emperador se posicionaron en ambos lados del pórtico. El chico de ojos rojos vistiendo lujosas ropas esperó.
'Clanck'
Las espadas de los hombres sonaron fuertemente cuando chocaron entre sí impidiéndole el paso. La voz de un hombre anuncio su llegada y los guardias bajaron sus armas estrellándolas en el suelo. Era todo parte de la ceremonia.
La nobleza reunida se ubicaba según su rango, al igual que los territorios, mientras más cerca estuvieran del emperador, más importante eran. Debido a esto, los primeros en ver al niño de cerca fueron los nobles rurales; algunos barones y vizcondes de bajo rango comenzaron a inclinarse a medida que el niño avanzaba. Paso a paso la aristocracia lo reverencio hasta que llego frente al Sumo sacerdote del templo.
Raven se inclinó poniendo una de sus rodillas en el suelo mientras el hombre comenzaba su discurso. Era consciente de las miradas penetrantes de todos a su alrededor.
Estaba nervioso. De pronto se sintió como la primera vez. Cerro sus manos con fuerza cuando las notó temblar. Le dio un poco de asco cuando advirtió el sudor que comenzaba a salir de sus palmas apretadas.
El sacerdote hizo un par de preguntas y él contestó monótonamente sintiendo la presión de todos.
Entonces llegó su momento de hablar.
Las personas presentes lo esperaban expectantes.
Raven recordó como anteriormente tembló cuando tuvo que pronunciar las palabras. En ese entonces se sentía solo. Ya había sufrido un par de ataques y su cuerpo comenzaba a malograrse rápidamente.
Podía resumir esa experiencia en dos sencillas palabras: "Soledad y dolor". Pero a diferencia de ese entones, ahora ya no estaba solo y el dolor se había ido casi en su totalidad. Fue consciente de la presencia del Marqués Raphelle y su tío Alex entre la multitud. Únicamente ellos pudieron ingresar debido a que eran los únicos que poseían un título noble.
Se puso de pie cuando el sacerdote termino de hablar. El hombre puso un objeto redondo en la palma de sus manos y le entregó su bendición con una sonrisa.
Dentro del objeto un denso humo negro comenzó a emerger, era la prueba de su contrato con el espíritu del cuervo. Él se perdió un momento en el danzante mana sobre sus manos y comenzó a hablar. Sus palabras recitadas a la perfección finalizaron la ceremonia con el templo. Entonces se puso nuevamente de rodillas mientras el emperador se levantaba de su trono y se acercaba a él.
— Raven Asterion Green.
La voz grave del hombre reverbero por la habitación silenciosa haciendo eco mientras depositaba una espada decorativa sobre los hombros del niño.
— Por el poder que me otorga la ley del sagrado imperio Lantis, te nombro Duque.
Raven sintió una extraña tensión mientras el emperador dirigía sus palabras.
— Usa tu título para enorgullecer y enriquecer al imperio.
El hombre retiró la espada y la puso frente a él.
'Tak'
El sonido del arma siendo azotada contra el piso por las manos del emperador se propagó por el salón y como si fuera una señal, los caballeros presenten siguieron el gesto.
Tres veces se oyó el retumbar de las armas contra el suelo frío.
Entonces Raven se puso de pie y el señor del Sol grito.
— ¡Larga vida al Señor del Norte!
— ¡Larga vida!
Los nobles respondieron con fuerza en sus palabras.
La ceremonia acabó sin inconvenientes.