Alysa POV
-¿A qué te refieres con que en parte es tu culpa lo de La Luna de Sangre? -La felicidad burbujeante que estaba sintiendo hace un momento comenzaba a hacerse más tenue.
No tenía ni idea de lo que me diría Nevra a continuación, pero con la primera frase entendí que iba a ser algo bastante malo.
-A eso exactamente. De no ser por mí Los Cazadores nunca hubieran entrado al Reino de Los Vampiros y nunca hubieran llevado a mi raza hasta casi la extinción.
Miré la aflicción en su rostro. De inmediato las emociones de Nevra pasaron a través de nuestro vínculo, una profunda tristeza combinada con una horrible culpa había estado corroyendo a Nevra desde hace tiempo y él había estado lidiando con eso por su cuenta, sin dejarme entrever, ni a nadie, como se estaba sintiendo.
Esa idea casi me hace llorar.
-Sin importar lo que haya pasado Nevra, no hay manera de que sea culpa tuya, los únicos culpables de lo sucedido son Los Cazadores, nadie más. -Puse mi mano en el rostro de Nevra y él se dejó llevar por mi toque, por lo menos por unos segundos, hasta que se apartó de mi mano y me miró con seriedad.
-Escucha primero mi historia y luego si decides si fue culpa mía o no
-Claro, te escucharé, pero nada de lo que digas me hará creer lo contrario -Nevra parecía querer discutir eso, pero decidió no decir nada más al respecto y comenzar con su historia.
-Para empezar, creo que deberías saber quién era yo antes de llegar al C.G -Nevra me miró ahora completamente nervioso, y suspiró casi con tristeza. Él temía mi reacción ante lo que iba a decir, y esa nunca era una buena señal. - Yo era un príncipe en el Reino de los Vampiros, mi nombre completo es Nevra Ventrue y mis padres gobernaban sobre la raza vampírica
Mi respiración se detuvo y mis ojos se agrandaron hasta no poder más.
Esto no podía ser cierto.
-No estamos para bromas, Nevra
-No estoy bromeando, Alysa
-¿Eres un príncipe?
-Era, creo que el titulo pierde valor si no tienes un pueblo sobre el que gobernar
-Entonces, solo para confirmar, tus padres eran los reyes del Reino de los Vampiros y tú eras el siguiente en la línea al trono ¿correcto?
-Casi, yo era príncipe segundo, la que iba a gobernar después de que mis padres abdicaran o murieran era mi hermana mayor, Cassandra
Si hubiera estado de pie, bien me podría haber caído de culo.
-¿Tienes otra hermana? -Los ojos de Nevra se oscurecieron en un gris tormentoso.
-Tenía, ella murió en La Luna de Sangre junto con mis padres
Por el Oráculo, nunca pensé...nunca pensé que Nevra hubiera estado ocultando un secreto tan grande, que hubiera tantas cosas de él que no sabía.
-¿Alysa? -Reaccione ante la voz de mi compañero, dándome cuenta de que había estado callada por un tiempo demasiado largo.
-Lo siento me...me tomaste por sorpresa. No pensé que fueras a decirme algo así
-Siento no habértelo dicho antes, quería hacerlo, pero eso también requería contarte lo otro que me falta por decirte y aun no estaba preparado para ello
Lo entendía, por supuesto que sí, después de todo yo también tenía mis secretos, pero enterarme de algo tan importante sobre Nevra, me hacía replantarme si lo conocía tan bien como yo creía.
-Sabes que sí me conoces, que me conoces mejor que nadie. -Maldición, había olvidado que ahora él podía oír mis pensamientos perfectamente y sin problema alguno. -Sabes lo que me hace feliz y lo que me hace reír, lo que no me gusta y lo que me hace enojar, conoces la esencia de lo que soy y eso es lo que más importa
Me quede completamente muda ante las palabras de Nevra, más por la certeza de ellas que por la impresión que me causaron. Él, obviamente, tenía razón, como usualmente solía tenerla en esta clase de cosas. Podía haber varias cosas de mi compañero que no hubiera sabido antes, pero conocía a Nevra a pesar de ellas, formaban parte importante de él, pero no definían al completo quien era.
-Está bien, tienes razón, continua con tu historia -Nevra estiró un poco la comisura de sus labios hacia arriba, contentó por su pequeño triunfo.
<<Yo era parte de la realeza vampírica, como mis padres y mis hermanas lo eran, a pesar de ser segundo hijo, tuve casi la misma cantidad de obligaciones que mi hermana Cassandra, me prepararon, igual que a ella, para gobernar porque si algo llegaba a pasarle yo tendría que tomar su lugar, aunque esperaba fervientemente que eso nunca llegara a suceder, a mí no me interesaba gobernar, mucho menos sentarme en el trono. Sabía que la candidata perfecta para eso era Cassie, ella tenía todas las cualidades de una buena líder y, además, el pueblo la amaba, iba a ser una gran reina. Se supone que debió ser así, pero las cosas se vinieron abajo en el momento en que conoció a su compañero.>>
-¿Cómo dices? ¿No se supone que conocer por fin a tu compañero es algo bastante bueno?
-Lo es, pero hubo varias razones por la que esto no lo fue. Para empezar, él era humano y en realidad...
Puse una mano sobre la boca de Nevra, evitando que dijera nada más. No podía simplemente soltar lo que acababa de decir y esperar que no dijera nada.
-Me dijiste que tú y yo somos el primero caso de un vampiro vinculado a un humano, pero todo este tiempo tu hermana también había tenido un compañero humano y no me dijiste nada al respecto
-No te dije porque hablar de mi hermana requería contarte muchas cosas de las que no estaba preparado para hablar, como ya te había mencionado antes, y en segundo lugar nosotros somos el primer y único caso de un vampiro que tiene un compañero humano, no te mentí en eso
-¿Entonces por qué...? -Nevra me interrumpió antes de que pudiera terminar mi pregunta.
-El supuesto compañero de mi hermana no lo era en realidad. Aun no sé cómo lo hizo, pero él le hizo creer a Cassandra que era así
-Eso debería ser imposible, hay señales en la vinculación
-Al parecer encontró la forma de replicarlas o hacerle creer a Cassandra que así era
Un escalofrío horrible me recorrió el cuerpo. La idea de que alguien mancillara algo tan sagrado como el vínculo entre compañeros me ponía completamente enferma.
-El humano era un cazador ¿verdad? -Nevra asintió y vi una lenta furia arder en sus ojos.
-Lo era, aún lo es
Ahora podía sentir por mí misma un poco de esa furia que sentía mi compañero. No era difícil adivinar cual era la intención del cazador al hacerle creer a Cassandra que eran compañeros. No sé si de plano esperaban invadir el Reino Vampiro y matarlos a todos o fue algo que se dio sobre la marcha, pero de cualquier manera ese hombre había usado a la hermana de Nevra para dañarlos a todos ellos y seguía por ahí libre y vivo, mientras que casi toda la familia de mi compañero no lo estaba.
Lo quería muerto, y quería que sufriera por ello. Tanto como había sufrido Nevra por la muerte de su pueblo.
Los ojos de mi compañero se habían oscurecido un poco, aunque no supe distinguir el por qué, asumía que había leído mis pensamientos y eso había provocado lo que sea que estuviera sintiendo en este momento.
-¿Qué fue lo que pasó?
-Cuando mi hermana nos contó sobre su compañero y sobre quien era, mis padres no se lo tomaron completamente mal, pero tampoco puedo decir que la noticia les había alegrado, como esperaba Cassandra que pasara.
<<Al contrario, se mostraron algo cautelosos. No había ningún caso de un vampiro vinculado con un humano, ni siquiera se creía que fuera posible, además de que estaba el hecho de que para ese entonces ya se conocía más sobre los Cazadores y sobre su objetivo en Eldarya, así que temían que ese hombre que se decía ser el compañero de mi hermana fuera uno de ellos, pero Cassandra siempre afirmó que él había llegado a través de un círculo de setas y que había estado viviendo con unos duendes en una isla cercana a nuestro pueblo hasta que decidió recorrer Eldarya en busca de una portal para volver a su mundo, por lo menos ese era su plan hasta que conoció a Cassandra y quedaron perdidamente enamorados él uno del otro, obviamente nunca pudimos confirmar su historia. Conocimos al Cazador en una cena familiar, se hacía llamar Pierre, aunque dudo mucho que ese fuera su verdadero nombre, parecía simpático y para nada sospechoso, por lo menos eso pensábamos Karenn y yo, mis padres seguían teniendo su dudas.>>
-Me sorprende que nada de eso te pareciera extraño. Sueles ser bastante perspicaz con esa clase de cosas
-Fue un habilidad que adquirí después de todo lo que pasó. Si la hubiera tenido antes, créeme que hubiera sabido que el Cazador no era de fiar
-Puedo llegar a hacerme una idea de cómo terminó todo tan mal, pero no entiendo cómo es que tú puedes tener alguna culpa en algo de eso. -Nevra suspiró y sabía que no quería llegar a ese punto de la historia.
-Mis padres comenzaron a tener aún más dudas con Pierre, no les terminaba de encajar del todo y temían que Cassandra pudiera estar en peligro sin saberlo, así que tomaron la decisión de prohibirle ver al humano y tomaron las medidas necesarias para asegurarse de que así fuera, empezando por prohibirle a Pierre traspasar el límite hacia la tierra de los vampiros. Mi hermana, obviamente, no se lo tomó nada bien.
<<Cassie tenía el juicio nublado y creía estar perdidamente enamorada de Pierre. Ella acusó a mis padres de ir en contra del Oráculo, al prohibirle estar con el compañero escogido para ella por ese mismo ser. Mis padres intentaron hacerle entrar en razón, que escuchara sus argumentos, pero ella dijo que solo hablaría con ellos cuando le dejaran volver a ver a Pierre, cosa que ellos no estaban dispuestos hacer. Cassandra entró en una depresión fuerte, no quería comer, no quería hablar con nadie, ni tampoco salir de su habitación. Karenn y yo intentamos animarla, hacerla salir y que comiera algo, pero nada funcionaba, en algún punto comenzó a enfermarse y mis padres consideraron la opción de dejarle ver a Pierre, pero temían que, si lo hacían, y tenían razón respecto a él, no habría nada que pudieran hacer para evitar el daño que causaría, así que tomando la decisión más dura decidieron seguir con la prohibición y llamar un sanador para que ayudara a Cassandra.
<<La obligaron a comer, tanto comida normal como a beber sangre, y a tomar un poco de aire. Ella mejoró un poco, pero seguía triste, deprimida, parecía que cualquier cosa pudiera romperla. Ya no quedaba mucho de la hermana mayor que recordaba, y eso me estaba matando por dentro. No podía seguir viendo a Cassandra consumirse de esa manera, así que decidí ignorar la prohibición de mis padres y fui a buscar a Pierre para que mi hermana pudiera verlo un rato. No fue difícil porque él se mantuvo cerca todo ese tiempo, le ayude entrar a nuestras tierras y luego al castillo para que pudiera verla. Mi hermana estaba exultante de alegría y no paró de darme las gracias por lo que había hecho. A escondidas de mis padres seguía armando encuentros entre ambos, todos los días que pudiese, y Cassandra comenzó a mejorar notablemente. Mis padres estaban tan contentos de ver que Cassie estaba bien, que ni siquiera se pararon a pensar el motivo del porqué.
<<Las reuniones clandestinas siguieron por casi cuatro meses, hasta que llegó el fatídico día. El día de La Luna de Sangre. Sin yo saberlo, Pierre había estado tomando nota de todas las entradas secretas por donde habíamos ingresado a mi reino, con el fin de hacer pasar un gran número de Cazadores por esos lugares y tendernos una encerrona para que pudieran matar al mayor número posible de vampiros. Fueron primero al castillo, ya que sabían que sería el lugar más difícil de acceder una vez se dieran cuenta de su presencia ahí, y asesinaron a todos lo que estaban dentro y en los alrededores. Por cosas de la vida Karenn y yo habíamos salido con un par de guardias a hacer una inspección a los torreones del norte, y eso fue lo que nos salvó la vida a ambos en ese momento. Cuando supe lo que estaba pasando, envié a Karenn junto con los guardias que nos habían acompañado hacia los barcos que había en la costa, junto con demás vampiros que alcanzaron a escapar hacia la entrada principal, mientras yo iba al castillo en busca de mi familia. Logré llegar sin que ningún Cazador me detectara, pero lo único que encontré fueron cuerpos inertes y sangre por todas partes. >>
Los ojos de Nevra brillaron con lágrimas contenidas hasta que un par de ellas se deslizó por sus mejillas. Mi compañero tenía la mirada perdida y sabía que estaba viendo con claridad, en su mente, ese mismo momento, como si aun estuviera ahí. Tomé su mano entre la mía y me acerqué a él tanto como pude. Nevra me apretó mi mano con un poco de fuerza, un recordatorio de que estaba aquí conmigo y no atrapado en ese horrible instante.
-Encontré primero a Cassie y luego a mis padres, quise quedarme con ellos y llorar sus muertes, o por lo menos llevarlos conmigo para darles un entierro apropiado, pero no había tiempo. Tenía que volver con Karenn porque sabía que ella no se iría sin mí, lo cual solo sería un peligro para ella y ya había perdido a suficientes personas para perder a alguien más
<<De regreso al barco tuve que enfrentarme a varios Cazadores y también algunos hombres murciélago, pero contra todo pronóstico regresé al barco con apenas algunos cortes y logramos zarpar hacia otra isla. Pedimos ayuda al pueblo más cercano que resultó ser el de las Sílfides, pero ellas se negaron a acudir a nuestro pedido de ayuda, y todos los demás pueblos estaban demasiado lejos, para cuando llegaran ya no quedaría nada por salvar en el Reino de los Vampiros, cosa que terminó siendo cierta. Cuando los Cazadores se fueron del lugar, esperamos un par de días para regresar y poder darles a los cuerpos una entierro digno, cosa que pudimos hacer con casi todo el mundo, menos con Cassandra, cuando volvimos su cuerpo ya no estaba, se lo habían llevado. Te diría lo que pasó después, pero esa parte de la historia ya la conoces, así que no creo que sea necesaria repetirla. >>
Me quede en silencio un rato, intentando procesar todo lo que me había dicho Nevra. Había algo de eso último que me sonaba, pero no recordaba de que.
No, espera un momento, si lo recordaba.
-El mensaje que te había ocultado Miiko, el que te di después de lo de Mnemosine, era sobre tu hermana ¿verdad? Y te lo envió el Cazador que se hizo pasar por su compañero -Nevra asintió y otra vez no pude evitar sentirme enferma.
Le había dado ese mensaje así sin más, con el propósito de hacerle daño, para que viera que él tampoco podía confiar en nadie. Sabía que era un tema delicado, pero nunca imagine...
-No vayas por ahí, nena. No es tu culpa, no había forma de que supieras todo lo que había detrás de ese mensaje
-Lo sé, pero me hubiera gustado estar junto a ti cuando leíste el mensaje, haberte reconfortado de algún modo
-Lo estás haciendo ahora, estando aquí, junto a mí, es más que suficiente -Me acerqué a Nevra, aun con su mano entre la mía y besé su mejilla. Necesitaba su contacto, por más mínimo que fuera, solo quería su cercanía.
Y algo más que eso, pero esta conversación aún no había terminado.
-No fue tu culpa lo que pasó en el Reino de los Vampiros, Nevra -Mi compañero se apartó un poco de mí, para poder mirarme de frente.
-¿Sí oíste lo que te acabo de contar? De no ser porque yo le mostré a Pierre las entradas secretas de mi reino, él nunca hubiera podido pasar un ejército a nuestras tierras
-Entonces, más bien, sería culpa de tu hermana por haber traído a Pierre a sus vidas -Nevra soltó mi mano y vi como sus facciones se endurecieron, además podía sentir cierto enojo viniendo de él a través del vínculo.
Obviamente estaba molesto por mi comentario. Era un poco extraño ver como ese sentimiento iba dirigido hacía mí, después de todo eran muy pocas las veces en las que Nevra se había enojado conmigo.
-Cassandra no tuvo la culpa de lo que pasó, ella solo fue una víctima en todo esto
-Igual que lo fuiste tú, Nevra -Mi compañero mantuvo la boca, finamente, cerrada. No sabía cómo replicarme eso sin darme también la razón sobre Cassandra.
Los únicos culpables de la Luna de Sangre eran Los Cazadores, se lo había dicho a Nevra al principio y lo seguía manteniendo. Sin embargo, también tenía claro que no porque le dijera eso a Nevra, él iba a dejar de sentirse culpable así nada más, eso iba a requerir mucho más trabajo que una simple conversación.
Menos mal ahora tenía todo el tiempo del mundo por delante para eso.
-Sigo manteniendo lo que te dije en un principio Nevra, no creo que seas culpable de lo pasó y tampoco he cambiado de opinión sobre lo nuestro. Quiero estar contigo
-Gracias, gracias por seguir creyendo que valgo la pena a pesar de todo
Nevra se inclinó un poco hacia mí y me beso con lentitud y cariño.
Esta conversación con Nevra me había aclarado un montón de cosas, una de ellas es la razón de porque se había resistido tanto a nuestro vínculo en un principio. Se estaba castigando a si mismo por lo ocurrido en La Luna se Sangre y lo que conllevo después para él, se castigó absteniéndose de tener algo que, él sabía, lo haría feliz.
-Tenías razón al decir que no debe de haber más secretos entre nosotros, no después de todo lo que hemos pasado juntos. -Me mentalice para decirle a Nevra lo que nunca había querido contarle a nadie más. -También tengo un secreto por contar, algo en relación con mi familia y mi vida en la tierra
La expresión de Nevra se volvió seria. Estaba casi segura de que él ya se intuía algo así.
-Te escucho
-Ya sabes que mis padres murieron cuando yo era una niña y que quede al cuidado de mis tíos. -Nevra asintió despacio. -Pues digamos que ellos no eran las mejores personas del mundo, ni ellos ni sus hijos
<<Mi madre nunca tuvo una gran relación con su hermana, yo apenas había visto a mi tía y su esposo un par de veces antes de la muerte de mis padres, así que cuando tuve que mudarme con ellos supe que iba a ser raro, por lo menos al principio, sin embargo, no estaba preparada para cómo iban a ser las cosas en realidad. Ellos no me querían ahí, pero si querían el dinero mensual que les llegaba del seguro de vida de mis padres, así que tenían que soportarme les gustara o no.>>
-Alysa...-Nevra me miró y vi un reflejo de mi tristeza en sus ojos. Él estaba pensando en cómo pase casi toda mi vida sin amor, sin que hubiera alguien me quisiese o se preocupase por mi realmente.
Ojalá eso hubiera sido lo único.
-Me hubiera contentado con que solo me ignoraran, con que se limitaran a tratarme como un muble más en su casa, pero no fue así, Nevra. Ellos querían que supiera lo indeseada que era en ese lugar e hicieron de todo para que lo entendiera
<<Para empezar ni siquiera me dieron una habitación como tal, sino que pusieron un feo colchón en el sótano, donde guardaban toda las cosas viejas que ya no usaban, y me dijeron que si quería ganarme la comida y la estadía en su casa tenía que trabajar por ello, así que también me volví su empleada, de ellos y de sus hijos, y ninguno era especialmente amable conmigo. Me humillaban constantemente diciéndome que era una basura y que no servía para nada, que menos mal que mis padres estuvieran muertos porque así no tendrían que soportarme ni un minuto más. Solo tenía diez años, acababa de perder a mis padres y sentía que en cualquier momento me iba a romper y ellos se aseguraron de que así fuera, minaron mi voluntad y mi amor propio hasta que sentí que no valía nada y que el mundo llegaría a estar mejor sin mi>>
-Tú no...-No necesitaba que Nevra terminará de hablar para saber qué es lo que quería preguntarme.
-No, nunca llegue a intentar suicidarme ni nada por el estilo, pero hubo un par de veces, en los peores días, en que se me pasó por la cabeza -Cerré un momento los ojos intentando hacer retroceder las lágrimas, aunque sabía que no duraría mucho. Nunca había hablado de esto con nadie y al hacerlo estaba reviviendo algunas viejas emociones y sentimientos que no quería realmente sentir. - Yo solo quería que alguien me amara, Nevra, importarle a alguien, me esforcé muchísimo para ganarme el amor de mis tíos y de mis primos, pensé que si era buena niña y hacía lo que me decían, eventualmente me iban a querer. No fue así
No pude mantenerle la mirada a mi compañero cuando las lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas una detrás de otra.
<<Sabía que, si seguía en esa casa, solo seguiría marchitándome más, así que apenas cumplí dieciocho años me fui de la casa de mis tíos y renté un apartamento con el dinero que quedaba del seguro de mis padres, conseguí un trabajo, seguí con mis estudios e intenté tener una vida normal. Me costó mucho quitar esas ideas de mi mente para volver a construir confianza y amor en mí misma, tuve que pasar por un par de relaciones malas para entender que mendigar amor no iba a llenar todos los vacíos que había dentro de mí.>>
Seguía mirando hacia mis manos cuando termine de hablar, no me atrevía a mirar a mi compañero por miedo a ver si me estaba mirando con lastima o algo parecido, sin embargo, terminó dejándome sin opción cuando pasó casi cinco minutos sin que él pronunciara palabra.
Lo que vi me sorprendió.
A diferencia de lo que pensaba no veía lastima o tristeza en las facciones de Nevra, al contrario de eso parecía estar ardiendo en furia, todo su cuerpo estaba en tensión y estaba apretando los dientes tan fuerte que, si fuera posible, se los astillaría uno contra otro.
Me permití levantar la barrera de mi mente para confirmar si lo que estaba viendo era justo lo que sentía Nevra y, efectivamente, así era.
<<¿Nevra?>>
No confiaba en que mi voz saliera estable en este momento, así que recurrí a nuestro vínculo mental.
<<Lo siento Alysa, solo dame un momento para calmarme>>
Esperé un par de minutos y mi compañero seguía sin hablar. Quería darle su tiempo, pero me impacientaba saber que estaba pasando por la cabeza de Nevra, no recuerdo haberlo visto nunca tan enojado.
-¿Estás bien?
<<¿Por favor podrías usar nuestro vínculo? Necesito la paz que eso me traer>>
<<Sí, por supuesto que lo hare>>
<<Bien, gracias. Y la respuesta a tu pregunta es no, no estoy bien. Estoy muy enojado, la clase de ira que no sentía desde la muerte de mis padres y de mi hermana. Estoy intentando mantener mis emociones en control nuevamente, pero estoy fallando estrepitosamente, y temó que terminaré haciendo alguna estupidez si no consigo controlarme>>
La sincera confesión de Nevra me tomó desprevenida. Tenía claro que estaba enojado, pero no espera que estuviera tan conflictuado consigo mismo.
Sin pensármelo dos veces me acerqué a él por detrás, lo rodee con mis brazos y apoye mi cabeza al lado de la suya. Lo sentí suspirar, al tiempo en que ponía una mano sobre uno de mis brazos y comenzaba a hacer lentas caricias ahí.
<<Debería ser yo él que te reconforte, no al revés>>
<<Que estes tan enojado por lo que me pasó, me hace sentir un poco mejor. Además, me encanta abrazarte así que es un gana y gana>>
Nevra se giró hacia mi aun con su mano sobre mi brazo. Estábamos tan cerca el uno del otro que podía ver con más detalle el precioso gris de sus ojos, o de su ojo para ser más exactos ya que las vendas seguían cubriendo el ojo que había perdido y las heridas que le había infringido Damien.
Eso tendría que cambiar pronto.
<<Ellos se lo perdieron>>
<<¿Qué?>>
<<Ellos se lo perdieron, tus tíos, tus primos. Se perdieron la oportunidad de conocerte, de ver lo maravillosa que eras, que eres ahora. Si hubieran tenido el más mínimo sentido común, hubieran dejado de comportarse como la mierda que eran y te hubieran mostrado el amor que merecías, el amor que todos merecen a esa edad, el amor de una familia, pero esa basura no pudo ver más allá de sus propias narices para entender eso. Ellos fueron los que se lo perdieron, no tú.>>
Las lágrimas que pensé que habían cesado, volvieron nuevamente como si nunca se hubieran ido en primer lugar.
<<Sé que no hay nada que pueda hacer para borrar lo que te pasó, para darte la familia que merecías, Alysa, pero si puedo hacer algo ahora. Puedo prometerte que no estarás sola nunca más, que seré tu familia ahora, como espero tú seas parte de la mía, que te amaré por el resto de mi vida, e intentaré hacer feliz tanto como me sea posible>>
Mi corazón se enterneció ante las palabras de Nevra. No me di cuenta de cuanto necesitaba escuchar esas palabras hasta que mi compañero las dijo.
En este mundo extraño, sacado de los cuentos de hadas, tenía lo que no tuve por mucho tiempo en mi mundo.
Y lo tendría para siempre.
<<Gracias, gracias, gracias>>
Aprete los brazos con más fuerza alrededor de Nevra y lo abrace entusiasmada. Mi compañero ya estaba más relajado y la ira que él había sentido en un principio se había ido casi por completo. Nevra besó mi cabeza y se apartó de mí.
-Alysa hay otras dos cosas de las que tenemos que hablar, no son secretos como tal, pero no me parece bien dejarlas de lado
-¿Y cuáles son esas dos cosas?
-La primera es sobre el vínculo. No es algo que omití apropósito, pero si se me pasó por completo. Cuando el vínculo es completado nuestra fuerza vital se convierte prácticamente en una, así que de ahora en adelante envejecerás como lo hacen los vampiros, siento no habértelo dicho antes
-No hay necesidad de disculparse. Ya sabía que eso era lo que pasaba cuando el vínculo se completaba -La expresión de Nevra me pudo haber hecho reír si aún no siguiera conmovida por todo lo que me había dicho antes. -Quería comprender nuestro vínculo así que leí lo que más pude sobre la vinculación vampírica, sabía lo que pasaría después de completado el vínculo y no es algo con lo me sienta mal o incomoda, al contrario, me alegra saber que tenemos más tiempo juntos
Nevra me sonrió realmente contento por mis palabras, pero su sonrisa apenas duró un par de segundos.
-Lo otro que tengo que decirte es sobre Andrómeda
Ese, definitivamente, era un tema del que no quería hablar
-Sé que viste lo que pasó entre Andrómeda y yo aquella noche, El Oráculo también me mostró eso
-No quiero hablar de ello
-Sé que no, pero, creo, que por el bien de nuestra relación deberíamos hablar de ello
Sé que Nevra tenía razón, pero recordar esa noche hacía que me entraran ganas de llorar como si lo estuviera viendo nuevamente.
-No hay mucho que discutir al respecto, tuviste un momento con Andrómeda mientras no estábamos juntos, eso es todo
-No, eso no es todo. Te vi esa noche y me dolió muchísimo hacerlo porque sabía que lo que hice te rompió el corazón. Te herí, Alysa, sé que no estábamos juntos y que técnicamente no hice nada malo, pero si te hice daño y eso lo cambia todo
Cerré los ojos para no mirar más a Nevra. No sabía que decirle siquiera. No podía decir que no pasaba nada, que en realidad no me afectó cuando eso no era verdad, pero eso no era culpa de Nevra, y realmente no había nada que se pudiera hacer para cambiar lo que pasó.
Pero tal vez, sí podría tener algo de paz con respecto a ese tema.
-¿Dormiste con ella?
-No
-¿Hubo más momentos así?
-No
-¿Te sientes atraído por ella? -Nevra me miró fijamente durante varios segundos que se sintieron demasiado largos.
-¿En ese momento? Sí, me sentí atraído por ella, pero hubo más factores involucrados que conllevaron a que se dieran las cosas de esa manera. Pero más allá de eso, en cualquier otro momento, la única persona por la que me siento atraído eres tú y así ha sido desde hace mucho tiempo
-Bien
-¿Bien?
-Sí, bien. Eso era lo único que necesitaba escuchar. No te voy a negar que me dolió lo que pasó o que lo habré borrado de mi mente de la noche a la mañana porque no es así, pero no es tu culpa nada de esto Nevra, además yo te hice mucho daño, mucho más daño del que tú, accidentalmente, me hiciste a mí.
Acerqué mi mano al lado izquierdo del rostro de Nevra que estaba cubierto por la venda, mi compañero se alejó un poco, casi nada, pero estaba lo suficientemente cerca como para notarlo. Baje mi mano y suspire un poco triste, sabía que esa sería su reacción.
-Perdona, Alysa
-Está bien, esto no es algo que podamos solucionar de la nada. Requerirá tiempo e ir paso a paso, pero es algo que podemos hacer juntos
Y espero que antes de que tengamos que enfrentar a Los Cazadores
-Lo haremos, y sin más secretos
-Sin más secretos
Nevra puso su frente contra la mía, su nariz hacia cosquillas en la mía y sentía el fantasma de un beso con sus labios casi tocando los míos.
-Te amo, Nevra
-Y yo te amo a ti, Alysa
Esta vez no iba a dejar que nada nos separará.
Nunca más.
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Hola mis lindas lectoras. El día de hoy vuelvo con otro capítulo. Lamento la tardanza, pero e intentando traerlo tan pronto como me fue posible. Espero lo disfruten. Ahora vamos con algunas preguntas.
¿Qué opinan de la historia de Nevra?
¿Qué piensan del secreto de Alysa?
¿Creen que Nevra y Alysa puedan solucionar sus problemas antes del ataque de Los Cazadores?
Eso es todo por hoy. Espero le den amor a este capítulo con sus votos y comentarios.
Gracias por leer.
Besos sabor Nevra.