La única salida es amar al vi...

By LeChatLunaire

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Charlotte creció para ser amada y adorada como la única hija del Marques Raphelle pero sus sueños se destruye... More

Capítulo 1 ¿Por qué otra vez ...?
Capítulo 2 Gracias
Capítulo 3 Vamos a pensar que hacer.
Capítulo 4 El espíritu.
Capítulo 5 Llyr (1)
Capítulo 6 El festival es una bandera roja (1).
Capítulo 8 El festival es una bandera roja (3).
Capítulo 9 Pasado.
Capítulo 10 Es inútil preocuparse ahora.
Capítulo 11 El Cuervo (1)
Capítulo 12 El Cuervo (2)
Capítulo 13 El cuervo (3)
Capítulo 14 El Cuervo (4)
Capítulo 15 Dos mitades.
Capítulo 16 La marca del Cuervo.
Capítulo 17 En orden.
Capítulo 18 Recuerdos Amargos.
Capítulo 19 No dirá que no... ¿Verdad?
Capítulo 20 ¡Por favor!
Capítulo 21 Nosotros.
Capítulo 22 El plan.
Capítulo 23 Seguiremos con el plan.
Capítulo 24 Entrenamiento.
Capítulo 25 Príncipe heredero.
Capítulo 26 Prueba (1).
Capítulo 27 Prueba (2).
Capítulo 28 pruebas (3)
Capítulo 29. Encuentro.
Capítulo 30 Falsa Amabilidad.
Capítulo 31 Te estaba buscando.
Capítulo 32 Mal sueño.
Capítulo 33 Ruptura.
Capítulo 34 Y sí...
Capítulo 35 Destino (1).
Capítulo 36 Destino (2).
Capítulo 37 Destino (3).
Capítulo 38 Funeral (1)
Capítulo 39 Funeral (2)
Capítulo 40 Reencuentro (1)
Capítulo 41 Reencuentro (2)
Capítulo 42 Reencuentro (3).
Capítulo 43 Llyr (2).
Capítulo 44 Llyr (3).
Capítulo 45 Errores.
Capítulo 46 Suposiciones (1)
Capítulo 47 Suposiciones (2).
Capítulo 48 El dios perdido (1).
Capítulo 49 Me quedaré contigo (1).
Capítulo 50 Me quedaré contigo (2).
Capítulo 51 Reunión.
Capítulo 52 Palacio real.
Capítulo 53 Central de Información.
Capítulo 54 Discusión.
Capítulo 55 Te espero.
Capítulo 56 Pequeña festejo (1).
Capítulo 57 Práctica.
Capítulo 58 Pequeño festejo (2).
Capitulo 59 Las preocupaciones del pequeño.
Capítulo 60 Nombramiento.
Capítulo 61 Banquete.
Capitulo 62 Fiesta (1).
Capítulo 63 Fiesta (2).
Capítulo 64 Fiesta (3)
Capítulo 65 Revelación.
Capítulo 66 Intenciones.
Capítulo 67 Caster.
Capítulo 68 Locura.
Capítulo 69 Presentimiento.
Capítulo 70 Cuentos para dormir (1)
Capítulo 71 Cuentos para dormir (2).
Capítulo 72 Cuentos para dormir (3).
Capítulo 73 Aquel lugar.
Capítulo 74 Borroso.
Capítulo 75 Aramis.
Capítulo 76 Promesa.
Capítulo 77 Dieciséis años.
Capítulo 78 Suplente
Capítulo 79 ¿Quién eres?

Capítulo 7 El festival es una bandera roja (2).

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By LeChatLunaire



Los tres niños lo rodearon en un instante y comenzaron a hacerle preguntas al mismo tiempo. El sirviente de baja estatura, estaba paralizado con el acoso de los pequeños y comenzó a retroceder un poco.


— ¡Lottie!


Los tres se callaron en el acto.

Al mirar hacia atrás, el rostro fruncido de Thomas la estaba mirando fijamente. Se había acercado después de que los gritos desesperados de los niños llamaran su atención.


William, por favor, diles lo que quieren saber para qué se callen de una vez.


Los tres pequeños lo miraban expectantes.


Bueno... tal como solicitó la señorita, me he dirigido a la plaza de la capital para confirmar la culminación del festival.

— ¿El festival?


Thomas miró a los niños un momento y cruzó los brazos.


— Así es, mi joven señor.

— Entiendo, continua.


William aclaró su garganta antes de continuar.


— El festival se realizará correctamente esta noche.

— ¡SI!


Los tres niños gritaron al mismo tiempo con demasiada energía y corrieron a sus habitaciones para prepararse.

En la entrada de la mansión solo quedaron Thomas y William que se habían quedado atrás mirándolos en silencio.



********



— Papá, ¿¡Sabías que esos niños se atrevieron a invitar a mi hermana al festival esta noche!?


Thomas ingresó sin golpear al despacho de su padre. Dentro, el marqués se encontraba jugando a las cartas con su amigo. Ambos se voltearon al mismo tiempo y mientras el Duque se distrajo con las palabras del hijo mayor del Marqués, Ethan aprovecho de echar un vistazo a las cartas en la mano de su amigo.


— ¡Papá!


Thomas gritó enfurecido y salió de la habitación dando un portazo.


— ¿Qué le pasa a tu hijo?


Ethan solamente se encogió de brazos.


— No lo sé... Pubertad, ¿quizás?



*******



Thomas iba hecho una furia mientras subía las escaleras al tercer piso donde se encontraba la habitación de su hermana. Sus ojos azules echaban chispas, su cabello rosado estaba despeinado y se le pegaba a la frente por el sudor. Corrió por los pasillos refunfuñando y pensando en lo permisivo que era su padre cuando se hablaba de los hijos del duque Green.

Con solo diez años, ya había escuchado suficiente de las bromas de ese par de amigos que se atrevían a apostar sobre el futuro de los niños. Era consciente de que ambas familias deseaban que sus hijos se enamoraran y se comprometieran. Él por otra parte, prefería que se llevaran tan mal como fuera posible. Asi que se sorprendio cuando volvio de su primer año en la academia, y se  encontró con la escena de los niños siendo mucho más amigables que antes, lo que se le hacía insoportable.

Después de correr todo el camino desde la oficia de su padre hasta la habitación de Lottie, se tomó un segundo para tomar aire y golpeo la puerta. Espero atentamente a que su hermana le permitiera entrar y solo entonces se atrevió a ingresar.


Lottie, ¿Puedo saber que estás haciendo?


El chico la miraba con la frente arrugada y los brazos entrelazados.


Oh, estoy eligiendo un vestido para ir con los chicos al festival más tarde.


La niña se encontraba revisando sus opciones que habian sido colocadas cuidadosamente sobre la cama.


— Hermano, ¡llegas justo a tiempo! ¿Cuál crees que me quedaría mejor?


Thomas observó los dos atuendos sobre la cama.


Por supuesto, el azul.

— Hermano, vendrás con nosotros, ¿verdad?


Lottie lo miró con una enorme sonrisa en el rostro y todo su enfado se fue. Con la cabeza en alto le entregó su respuesta.


— Por supuesto que sí. No dejare que mi hermanita vaya a jugar sola con esos niños molestos.



*******



Al caer la tarde, los cuatro niños tomaron el carruaje más lujoso mientras que en otro vehiculo menos llamativo, subieron tres sirvientas y se dirigieron a la plaza de la capital, escoltados por cinco caballeros.

Les tomó veinte minutos llegar a su destino. Dentro del carruaje todo era silencio. Thomas, se había sentado junto a Lottie y miraba a los niños que habían tomado los asientos frente a él, con fuego saliendo de sus ojos, Liam y Raven parecían totalmente acostumbrados a la actitud del niño y por tal motivo no le prestaron mucha atención.

Cuando llegaron a su destino, lo primero que Lottie notó fue el delicioso aroma de la comida callejera. Los hijos del duque la tomaron de la mano y se internaron corriendo entre el gentío. Thomas y los escoltas los seguían de cerca monitoreando todas las acciones de los niños

Raven cumplió su promesa y compró todo lo que ella pidió. El duque y la duquesa le habían dado una bolsa enorme de monedas de plata a Raven cuando este les pidió dinero para el festival. Además, les habían entregado otras dos bolsas igual de pesadas a los sirvientes en caso de que se quedaran sin dinero. Así que cada vez que el niño observaba a Lottie maravillada por algún objeto o juguete extraño, simplemente le entregaba el dinero al vendedor y se llevaba los objetos.

Lottie estaba feliz. Lo único que le molestaba era el rostro enfadado de su hermano cada vez que intentaba pagar por algún objeto y Raven se le adelantaba. Se sentía realmente sorprendida por la rápida habilidad del niño para desprenderse del dinero.

De los cinco caballeros que los acompañaban, tres  iban totalmente cargados de paquetes.

Thomas, que después de un rato, se había rendido de tratar de pagar lo que Lottie deseaba, se había separado del grupo por unos minutos.

La plaza estaba totalmente repleta de gente. Habían niños jugando por todas partes y música alegre en todas las calles. Era un reflejo de los muchos años de paz que habían vivido dentro del imperio Lantis.

Cuando llegó la hora del espectáculo de luces, la gente comenzó a reunirse alrededor de la pileta en el centro de la plaza principal. 

Raven, Lottie y Liam, se encontraban tomados de las manos mientras observaban como poco a poco cada una de las luces de los negocios y casas de los alrededores se iban apagando una tras otra.

Una vez que todo quedó sumido en oscuridad, el sonido suave y ligero de un arpa se oyó por todas partes y en ese mismo momento, pequeñas bolitas de luz comenzaron a formarse en todas direcciones quedando suspendidas en aire por doquier.

 Cuando la voz dulce de una mujer empezó a cantar una bella historia sobre el nacimiento de las hadas y como ayudaron a construir el imperio, aquellas diminutas esferas de luz se movieron revoloteando entre todas las personas hasta que tomaron distintas formas.

Los seres de luz danzaban y se movían al compás de la música y el canto, permitiendo a los espectadores observar cada escena relatada por la chica. 

Lottie, al igual que todos los niños y adultos presentes, parecían fascinados durante todo el espectáculo pero para ella, el mejor momento fue el final.

Cuando la música se detuvo y la cantante dejó de hablar, todos los personajes que flotaban por aquí por alla, explotaron, dejando una lluvia de polvo dorado y brillante por todas partes. Definitivamente verse envuelta en aquella sorpresiva llovizna la hizo dar vueltas y vueltas mientras juntaba en sus pequeñas manos las diminutas partículas.

Para cuando se dio cuenta, se había alejado un poco de los demás pero eso no la preocupo. Charlotte conocía la plaza de memoria ya que en su vida anterior la había visitado incontables veces.

Esperó a que la lluvia dorada dejara de caer y las personas comenzaran a volver a sus casas, antes de empezar a buscar a los caballeros de su familia.

Estaba sola en un rincón observando todo, cuando una pequeña figura corriendo entre las sombras llamó su atención.


— ¡Lottie!


Ella saltó cuando sintió la mano pequeña de Raven tocando su hombro.


¡Raven, Me asustaste!
— ¿Por qué estás aquí? ¡Te hemos buscado por todas partes!


Raven miró en la dirección donde apuntaba el dedo extendido de su amiga.


— ¿Qué es eso?

— No lo sé, pero es muy lindo.


Lottie dio un paso adelante y se detuvo después de que Raven tomara su mano.


— No vayas...puede ser peligroso.


Pero ella no lo escucho y siguió al pequeño animal de todas formas. Después de dudar un segundo, Raven fue tras ella.

Charlotte estaba realmente sorprendida de que la pequeña bestia  peludo no le temiera. 

La criatura parecía un gato con orejas largas como de conejo, tenía un intrincado símbolo dibujado en su pecho y una cola suavemente esponjada de pelaje blanco y rojo en algunas zonas.

Al pararse frente al animal, Lottie noto que una de sus patas estaba herida. Quiso acercarse a ella pero la criatura le mostró los colmillos. Lottie retrocedió tan rápido que piso uno de los pies de Raven.


— ¡Auch! ¡Me pisaste!

— Ay, lo siento... Me asusté.

— Te dije que no lo siguiéramos. No sé qué es, pero debe ser salvaje.

— ¡El único salvaje has de ser tú!


La voz desconocida de un chico les llego desde la espalda. Ambos giraron al mismo tiempo y vieron una figura un poco más alta que ellos acercándose rápidamente con una capucha cubriéndole el rostro.

Cuando la silueta los alcanzo, inmediatamente se arrodillo en el suelo y estiró un brazo hacia la criatura.


— Num... Lo siento, vamos a casa.


Las palabras que el niño pronuncio estaban cargadas de afecto y preocupación.


— Ten cuidado, es peligroso...


Lottie intentó advertirle pero el niño no la escuchó.

Cuando su mano tocó a la pequeña bestia, esta se encogió y tras brillar por un segundo, desapareció.

Ambos niños quedaron muy sorprendidos.


— ¡Wow!

— ¿Es tu espíritu?

— ...


Debajo de la capucha, el niño arrugó el rostro.


¿Por qué me están hablando con tanta naturalidad? ¿Qué acaso son estúpidos?

— ¡Oye!


Raven se había enfadado y tras el insulto le dio un buen empujón al niño.

Detrás de ellos, comenzaban a escucharse las voces de los adultos que los llamaban, los gritos fuertes de Thomas y el llanto de un niño. Ambos amigos se congelaron viendo hacia abajo.

El niño había perdido el equilibrio y había caído al suelo por el empujón de Raven. La capucha se había caído hacia un lado revelando su rostro pequeño y redondo.

Thomas fue el primero en encontrarlos. Estaba muy enojado. Le gritaba a Raven y a Lottie mientras sacudía sus brazos pero ella no podía dejar de mirar al suelo. El hijo mayor de los Raphelle miró en la misma dirección que su hermana.

— ¿Príncipe heredero? ¿Caster?

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