- Puedes tomar asiento - me indicó e hice lo que me pidió - Buenas tardes, soy el doctor Robert Sheehan, formo parte del equipo de psiquiatría, ¿Cuál es tu nombre?.
- ________ Varley - me presenté nerviosa.
- ________, que peculiar, ¿Cuántos años tienes? - comenzó con la plática.
- 19 - dije tratando de calmarme.
- Parece genial, bien....- suspira comenzando a tomar un papel - ¿Por qué llegaste hasta aquí? ¿Qué fue lo que te pasó?.
- Bueno yo...- me preparo mentalmente para saber lo que tengo que decir - Me he sentido triste últimamente, y muy molesta conmigo misma, a veces me veo como alguien insignificante, y también he tenido problemas de autoestima con mi familia, pero...llego a la conclusión de que realmente no es por eso, sino que es algo más.... es decir, no sé cual es él verdadero problema.
- ¿Y desde cuándo te has sentido así? - se vio más severo.
- Desde hace...- paré recordando el tiempo - Un mes casi, pero estos últimos días he empeorado.
- Llevas un mes triste...- lo apuntó en la hoja - ¿Y qué otros síntomas has tenido?, además de la tristeza y falta de autoestima.
- No sé como describirlo... - negué confundida - Me siento muy mal, y al principio fue porque mi familia comenzó a darme comentarios hirientes, de esos en los que te reprochan y te exigen para ser la persona que ellos quieren, o que no eres lo suficiente capaz para complacerlos, pero ahora sé que ya no es eso, hay algo más que me inquieta pero simplemente no lo sé, y me harta estar así...- cuento con un toque de desesperación.
- Es común que personas se sientan tristes así como tú y que han llegado a creer que la vida no tiene sentido, ¿has pensado así?.
- Si...- apagué mi voz - Me cuestiono siempre si mi existencia vale o no, o que sí soy valiosa dentro de las vidas de las personas que me conocen...es una sensación de culpabilidad que no puedo evitar.
- Entiendo...y ¿has intentado hacerte daño, como físicamente? - inquiere.
- A veces....no sé si esto sirva...- me remuevo incomoda en el asiento - Pero suelo vomitar en cada comida que consumo, lo veo como una obligación, algo que dentro de mí me lo pide a gritos para que lo haga.
- Bien y... ¿Qué dices de la alteración en el sueño, lo has sentido?.
- Pues...últimamente no he podido dormir, me la paso horas y horas pensando si esto está bien, si debería seguir...
- ¿Y la alimentación, has comido bien?.
- No demasiado, pero la sensación de hambre llega y como de todo, pero al finalizar, como le dije, termino vomitando - dije odiando aquel hábito.
- Recién me dices que hace un mes empezaste a sentirte esta manera, ¿presentas la misma tristeza de ahora como cuando empezaste a sentir los síntomas?.
- No doctor, al principio solo era la decepción de mi misma.... he empeorado, y es más que tristeza, un tormento muy fuerte que me ataca cuando estoy más débil.
- Mm...no sé si es la repuesta que yo creo, pero volveré a hacerte esta pregunta - me miró fijamente - ¿Cuál crees que sea la causa de todo esto?.
- Supongo que el rechazo....mis padres son los que me hacen sentir así, hicieron que mi autoestima bajara más de lo que ya estaba, y como le toman más importancia a otras cosas que a mí, me afecta demasiado, pero como conté, lo que siento últimamente ya no es por ellos específicamente, o sea lo iniciaron todo, pero ya no tienen que ver, el problema soy yo, sin saber que rumbo de mi vida tomar - comenté ahorrándome el llanto.
No podría ser más inútil.
- ¿Y has experimentado algo diferente a lo que sientes ahora? Es decir, ¿más alegre, energética, feliz....?
- Siempre fui o soy una persona seria y con dificultades para socializar, feliz...no del todo, pero al menos estaba más animada aunque no lo demostraba, y respecto a energética, jamás llegué a ser alguien activa, como salir a caminar o hacer ejercicio, cosas así....- describí.
- De acuerdo, entiendo...,________...la exploración física está perfectamente normal, al parecer no te pasa nada extraño en tu cuerpo, pero no significa que lo que sientas no es real...- comenzó a sacar sus conclusiones, dejándome confusa sin saber a que punto va.
- ¿Qué me pasa doctor? - cuestiono algo ansiosa - ¿Habrá que hacerme algún análisis?.
- No, no, por ahora no habrá que hacerte ningún análisis, es más.... - esperó unos segundos para que me calme y confesó lo que me sucede - Creo que estás sufriendo más que tristeza por lo que veo, esa es una etapa que comienza para atacar, y ahora, como el pequeño diagnostico que te hice, veo que terminaste cayendo a la depresión.
- ¿Depresión? Pero....yo no estoy loca....- niego no tan alterada, pero quería, me es difícil de aceptar.
- Claro que no estás loca ________ - aclaró - La depresión es una enfermedad muy común que puede afectar a cualquiera, no significa que estás loca, significa que estás triste, cansada y que has dejado de disfrutar la vida como antes, de hecho, la depresión afecta tanto a la persona que le impide funcionar normalmente ¿Crees que esta descripción coincide con lo que estás pasando? - me apuntó.
- Si, si...coincide - dije luego de pensarlo bien, no creía tener este síntoma, o más bien, una enfermedad mental que me impide lleva una vida plena.
- Hay muchas cosas que podemos hacer aquí para ayudarte con la depresión, tenemos tratamientos para eso, y es posible que en unas semanas te sientas mucho mejor - empieza a contar el plan.
- De acuerdo, pero...no quiero nada de medicamentos - puse una condición, no es algo que me agrada usar o consumir - No querré tenerles un mal uso y volverme adicta - expliqué, ese era mi miedo.
- No tienes que hacer nada que no quieras hacer, vamos a hablar a fondo de las soluciones posibles y cuando todo lo tengas bien claro, juntos elegiremos lo mejor para ti, ¿Qué te parece?.
- De acuerdo - asentí.
- En primer lugar, hay unas cosas sencillas que puedes hacer para ayudarte a ti misma, primero, tratar de dormir regularmente, lo más importante es que todos los días te levantes a la misma hora de la mañana, aunque no hayas dormido bien en la noche anterior - requirió.
- No sé si pueda hacerlo...sobre todo si paso mal la noche - dije dudosa.
- Entiendo, al principio puede costar, pero a la siguiente noche dormirás mejor, inténtalo y lo hablamos de nuevo ¿ok? - animó.
- Lo haré, y.... ¿Qué más puedo hacer? - continúe.
- Intenta salir a caminar por unos 30 minutos, 3 veces a la semana, aunque estés cansada, te ayudará demasiado.
- Está bien.
- También puedes hacer las cosas que antes disfrutabas, pero que ahora ya no te dan placer, sobre todo actividades sociales con gente, con quien te sientas cómoda.
- Comprendo - correspondo a cada punto.
- Sé que mencionaste que no quieres nada de medicamentos, ¿Pero me permites explicarte este último requisito? - pidió.
- Si, claro - le permití.
- Vamos a ver....en primer lugar, tienes que saber que los antidepresivos son medicamentos para controlar la depresión, no son adictivos, si las tomas correctamente, te servirán demasiado - informa, pero no estaba tan convencida.
- ¿Por cuánto tiempo tendré que tomarlos?.
- En tu caso, serían como entre los nueve o doce meses - eso es mucho.
- Pero es que no, no quiero medicamentos, se me hace demasiado tiempo para tomar esas pastillas - digo queriendo cambiarlo de opinión.
- No pasa nada, como te dije, no tienes que hacer nada que no quieras - habló con paciencia.
Bien...si quiero ayuda de verdad....no puedo pasar esta oportunidad.
- De acuerdo...acepto los antidepresivos - finalicé el asunto, así tal vez pueda curarme pronto, o controlarlo.
- Genial....- sonrió feliz de mi decisión.
Se colocó de pie y sacó de una repisa de medicamentos un frasco en la que traían los antidepresivos, y me los entregó.
- Ten, toma una en la mañana y otra en la noche, todos los días - agregó.
- De acuerdo - dije viendo con detenimiento las pastillas.
- Estaremos programando una cita cada semana, para regular mejor tu estado, cuando estés mejor, lo extenderemos más, además, estaremos desarrollando los problemas que más te afligen y encontrar una solución, ¿de acuerdo?.
- Me parece bien.
- Fue un gusto conocerte _______, nos vemos pronto - hace un gesto de adiós.
Es una excelente persona después de todo.
- Gracias doctor, hasta pronto - me despido poniéndome de pie, hago un ademán y salgo de ahí.
Cuando estoy fuera del consultorio, me encuentro una vez más con el profesor Gallagher viendo algo en su dispositivo, el me notó y se levantó del asiento acercándose un poco.
- ¿Todo bien? - cuestionó primero.
- No.. - digo desanimada - Fui diagnosticada con depresión - suspiro señalando las pastillas - Y esto me lo va controlar.
Cuando él vio el frasco, noté como tragó saliva nervioso, como si estuviera recordando o algo así por el estilo, su expresión era muy distinto que nunca lo había visto.
- Lo siento mucho - desvió su mirada hasta a mi de nuevo - Pero...que bueno que comiences con este tratamiento, estarás en buenas manos, Robert es un excelente psicólogo y consejero.
- Entiendo - comprendí - Es momento de irme, su hermana me espera para el trabajo - comienzo a caminar.
- Te puedo llevar si quieres - se ofreció.
- Se lo agradezco, pero....necesito un tiempo a solas - esperé a que él comprendería.
Fue un golpe muy fuerte lo que me informaron.
- Con cuidado - aceptó mi decisión.
- Adiós - me despido del mismo modo y salgo del edificio.
Ojalá que esto me regresé lo bueno.