c u a r e n t a y n u e v e.

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Narra Amber.

— Buenas noches querida — dijo la señora Talabis mientras cerraba la puerta de mi habitación.

— Buenas noches — respondí sin ganas como siempre.

Una vez más...sola. Es algo con el que comúnmente sigo cargando, a pesar de haber conseguido el afecto de más personas los señores Talabis o lo señores Varley, de algún momento ellos me llenaron un vacío que no logré conseguir con mis papás, pero ahora siento que no es suficiente.

Molestar a los raros de  _______ o a Blake se me volvió satisfactoriamente al principio, incluso más cuando se trataba de quitarlos de lugar para obtener la atención de sus padres, cosa que si logré. Pero ahora ya no se me hace divertido, no es que me arrepienta, pero ya no me hace sentir muy orgullosa o satisfecha, la sensación de soledad me volvía a rodear.

No estaría haciendo nada de esto si no fueran por mis papás, quienes nunca me dieron la mínima atención, crecí con todo, lujos, educación, popularidad, e incluso a mi corta edad de 22 años manejo una empresa, lo tengo todo.... pero jamás obtuve aquel afecto familiar que cualquier hijo desea tener, se la pasaban en viajes todos los días o incluso discutían, llegaron a exigirme tanto para nada, en la que solo pedían más y más para ser perfeccionista.

Una conducta que cambió de débil para mal fue por lo que pasé, no quise dejar pisotearme todavía, por lo que tomé este camino que al menos me ha logrado servir demasiado, pero finalmente terminé con la misma decepción de siempre.

Dejé caer una lágrima, pensando en todos lo hechos que he creado, a veces desearía ser otra maldita persona o simplemente no haber nacido, esto no es lo que me gusta, no es lo que quiero en mi vida, mis papás fueron o son las personas equivocadas en traerme a este mundo que me llenó de desilusiones.

Me alejé del tocador, retirando el rastro de maquillaje, iba a acostarme pero el sonido de mi celular me detiene, y mi rostro pasó a uno disgustado al ver el nombre.

— Hola papá — saludé normal.

— Hola Amber... — saludó como lo suele hacer, siguiendo con ese tono frío y sin sentimiento — Seré directo con esto, la próxima semana nos mudaremos permanentemente a Londres, todos, así que tu madre y yo te esperamos a que vuelvas a Nueva York y abordar el avión hacia Inglaterra.

— ¿Qué? — pregunté incrédula como si me hubieran tirado un balde de agua helada — Pero...yo estoy bien aquí...Los Ángeles es nuestro territorio.

— Lo sé, pero tengo negocios muy grandes allá — presumió — Así que tengo que atenderlos, ya que lanzaremos un proyecto que puede renovar la industria o inclus....— lo interrumpí.

— Si, si, eso ya sé, tienes muchas campañas, tantas conferencias, lo mismo de siempre...solo hablas de eso al igual que mamá, ¿pero acaso te has puesto a pensar en como me hace sentir esto? — sermoneo conteniendo las ganas de llorar.

— No empieces con eso Amber, ya lo habíamos hablado desde hace....

— ¿Hablado? Ustedes ni siquiera me llaman para saber como me siento, no saben lo mucho que me cuesta encajar en cualquier lugar...— reproché.

— No me hables así, soy tu padre y me debes respeto, más que eso, soy la autoridad, tanto tuya como la de tu madre — suspiró cansado — Espero que te vayas preparando, es más, para asegurarme de que regreses, mandaré a unos guardaespaldas.

— ¡Haz lo que quieras! — le grité colgando la llamada y lancé mi celular a cualquier parte de la habitación.

Regresar allá sería como estar en el mismo infierno de siempre, volver a una soledad aún más oscura.




Sadness ➵ Aidan Gallagher.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora