q u i n c e.

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- No sé porque me siento sentimental cuando vas a regalar esta ropa - dice Haley mirando algunas prendas sobre mi cama.

- ¿Y eso? - pregunté extrañada.

- Pues es ropa que ha estado mucho tiempo contigo, ¿entiendes no?.

- Eres más extraña de lo que pensaba - me burlé y negó - Bueno, si la hubiera usado demasiado, supongo que si.

- ¿Por qué no las ocupaste tanto? - las señala.

- Nunca me gustaron, es algo que no va con mi estilo, prefiero algo más cómodo, como lo que tengo puesto - apunté el atuendo que uso en este mismo momento.

- Bueno, la verdad es que me gusta la ropa que siempre traes, y esta....- alarga mirando el tiradero en el colchón - Creo que no me imagino verte con eso - ríe.

- Ni yo, pero mi mamá detesta mi forma de vestir - suspiro recordando sus regaños - Pero si no tiene valor alguno para mí, mejor se lo doy a alguien que realmente lo necesite.

- Y apoyo tu idea, poca gente hace cosas por quienes de verdad la pasan mal - habla triste, y era una realidad dura para los de afuera.

- Haley, ¿te gusta algo de aquí? Es que la verdad es mucho, no sé si me la acepten toda - la miré dudosa.

- No lo creo, yo también tengo una tienda de ropa en mi armario - bromea - Mejor la donamos.

Haley me ayudó a doblar hasta formar una pila de blusas y vestidos, deseaba verlo fuera de mi casa y ver las sonrisas de aquellas personas cuando lleguen a tener esta ropa sobre su manos.

Al final, las acomodamos bien en unas bolsas de basura, la ventaja es que nadie estaba en la casa más que yo, y así me evitaría un montón de preguntas, no tenía el mínimo temor de que mi mamá llegara a enterarse, ya que lleva tanto tiempo sin ver mi guardarropa y sé que no lo sabrá, o eso creo.

Bueno, en caso de que fuera lo contrario, no tengo del que angustiarme, hago una buena causa y sé que lo entenderá después de todo, no es como si fuera a desecharlo definitivamente a un basurero.

- ¿Ya está todo listo? - pregunta la chica.

- Claro ¿nos vamos?.

- Si...solo que...¿a que parte piensas dejarlo? - carga una bolsa.

- Al centro de acopio de la ciudad, andan realizando varias campañas para regalar cosas nuevas, ropa, juguetes, lo que sea que no usemos - informé.

- Bien, andando, que esto pesa demasiado - dijo y finalmente salimos de la casa.

[•••]

La entrega resultó un éxito, yo libre de una cantidad de ropa, y aquellas personas necesitadas con mejores "condiciones" por así decirlo, eso era todo para mí.

Ahora las dos nos decidimos tomar un paseo por la ciudad, ambas pasamos por una heladería y compramos, ella de chocolate, y yo de menta.

Luego tuvimos unos minutos llenos de plática de cualquier tema en la que continuamos caminando y comiendo nuestro helado.

- ¿Y tu trabajo? Ya no me contaste como te fue esta semana - pregunta.

- Excelente, de hecho me pagaron lo de estos días - respondí feliz.

- Que bien, ¿Quién iba a decirlo?, después de todo encontraste empleo.

- Si....aunque...- la miré - Mis papás se sienten inconformes - hago una mueca.

- Solo estás haciendo lo que te corresponde como hija, verás que luego te lo agradecerán - ánima.

- Entiendo, por cierto, la dueña es muy amigable - mencioné mientras tiro mi servilleta del cono, pues ya me lo había acabado, al igual que ella.

Sadness ➵ Aidan Gallagher.✔Where stories live. Discover now