Antes de iniciar el capítulo.Hago unas pequeñas aclaraciones visto que varios lectores me han preguntado lo mismo. Así que mejor dejarlo indicado aquí que el tener que responder otra vez lo mismo.
Primero, a Katsuki no le ha curado los brazos Tsunade porque para ello necesita un equipo médico en condiciones. Son heridas internas que para su operación requiere de asistentes, anestesia, etc. Tened en cuenta si es compeljo que Kabuto creía que era imposible que alguien pudiera curarle. Por tanto, hasta que Tsunade no regrese a Konoha no se le van a sanar los brazos.
Segundo, el Kyubi. El Kyubi fue espantado por Minato el día del nacimiento de Naruto (en lugar de encerrarlo en su hijo). Kushina murió en el parto. No existe el jinchuruki del Kyubi. El zorro de nueve colas anda libre por el mundo al igual que lo está la bestia de tres colas. En un futuro (bastante lejano, tengo que decir), saldrá Kurama.
Tercero, los combates. Recuerdo el orden de los combates que puse en el capítulo 93.
1er combate: Kankuro vs Naruto
2º combate: Sasuke vs Gaara
3er combate: Bakugo vs Temari
4º combate: Ino vs Neji.
1ª semifinal: Ganador 1er combate vs Ganador 2º combate
2ª semifinal: Ganador 3er combate vs Ganador 4º combate
Final: Ganador 1ªsemifinal vs Ganador 2ª semifinal.
Por último, sobre esto volveré a incidir más adelante para los más despistados, el tema de la limitación impuesta por Minato. El Hokage le ha prohibido realizar explosiones de más de 1 metro de diámetro de potencia. Eso quiere decir que tiene permitido usar pequeñas explosiones. Volveré a insistir en esto porque ya me veo a la gente despistada no entendiendo porque Bakugo use explosiones, pero no van a ser grandes como contra el combate de Todoroki o contra Uraraka.
Y con esto, os dejo con el capítulo
Todos los personajes y la historia pertenecen a Kohei Horikoshi y Masashi Kishimoto
Después de los insultos recíprocos entre los espectadores y Bakugo, el rubio ceniza provocó que, en las gradas, Sakura y Ayame estuvieran rojas de la vergüenza y que al Hokage le estuviera costando disimular el ataque de risa que le estaba dando. Además, a raíz de aquellos, habían varios pares de ojos que miraban con mucha atención al rubio ceniza. Entre ellos el Kazekage.
Lo que es seguro, es que Bakugo, de ser un don nadie para la mayoría de los espectadores había pasado a ser el foco de atención del torneo.
—Mmm...—Genma miró el reloj y vio que marcaban las 10:14 de la mañana.—Quedan poco más de 15 minutos para el inicio de los combates. Podéis esperar mientras tanto en la sala de espera del primer piso reservada para los participantes del torneo que no estén luchando.—indicó el jonin, señalando donde debían ir con su dedo índice.
Los siete participantes presentes se encaminaron a la zona indicada por el examinador. Bakugo aprovechó la oportunidad para hablar con Ino a solas.
—Friki de las flores, yo ...—Bakugo fue interrumpido por Ino.
—¿Qué parte de la frase No vuelvas a dirigirme la palabra no entendiste ayer?—dijo Ino, con brusquedad. Pero luego prosiguió, contradiciéndose ella misma—¿Y qué haces aquí? ¿No se suponía que ibas a abandonar? ¿O es que vas a hacerlo cuando te toque pelear?—
—Tsk.—masculló Bakugo, rascándose la nuca.—Yo ...—
—¿Sabes qué?—volvió a interrumpir Ino.—Olvídalo. No me interesa lo que tengas que decir.—después de decir eso , la kunoichi se fue a un rincón de la sala de espera repasando mentalmente la estrategia de combate planeada contra Neji.
—Joder ...—Bakugo emitió un suspiro.—Como diría el bostezos ... Vaya lata..—
—¿Qué es eso de qué ibas a renunciar, Bakugo?—preguntó Naruto, molesto. Y es que Naruto se había acercado a la pareja de rubios para entablar conversación ya que al resto, el trío de la arena y Neji, no los conocía en absoluto.
—¿Eh? ¿Y a ti que cojones te importa, butanero? —dijo de malos modos Bakugo, irritado por sentirse espiado.
N/A: cuando puse el mote de butanero cuando se conocieron , allá por el capítulo 15, hubo algunos que no entendieron la referencia. Naruto va vestido de naranja y la bombona de butano es de color naranja.
—Me importa más de lo que crees, Bakugo. ¿Recuerdas lo que ha dicho el examinador sobre los favoritos?—preguntó Naruto, aunque sabía a ciencia cierta que el rubio ceniza lo recordaba por el numerito que había montado minutos antes.
—¡Eres de lo que no hay, butanero! —dijo Bakugo, indignado.—¡No solo te dedicas a espiar conversaciones ajenas, sino que también vienes a regodearte por ser el favorito de esos estúpidos! ¡Pues recuerda tú también cuando dije que se arrepentirían de apostar por vosotros en vez de por mí!—
—¡No lo he dicho para molestarte, Bakugo!—protestó Naruto.—¡Para ellos soy el favorito pero para mi padre no lo soy! —Bakugo arqueó una ceja, confundido ante la confesión del hijo del Yondaime.—Esta mañana nada más levantarme le pregunté a mi padre quien creía que se alzaría vencedor del torneo. Esperaba que dijera mi nombre y temía que dijera el de Sasuke, el del tipo de la calabaza o el de Neji. ¿Sabes que nombre dijo?— preguntó sin esperar respuesta por parte del rubio ceniza.— El tuyo, Bakugo. Mi padre dijo tu nombre.—
—¿Eh?— dijo Bakugo, incrédulo.—Permíteme dudarlo. Si tu padre de verdad cree que resultaré vencedor no habría acabado con solo el 0,1% de las apuestas a mi favor. O te ha mentido o es un puto rata que ha apostado menos de 100 Ryos por mí.—
—Lo de las apuestas no tiene nada que ver.—negó con la cabeza Naruto.—Los ninjas tienen prohibido apostar por temas de ética y posibles conflictos de intereses. Los que han apostado son la nobleza, comerciantes y algunos aldeanos.—
—Je. Así que Namikaze piensa que voy a ganar, ¿eh?—dijo Bakugo, con una sonrisa orgullosa y con los ánimos renovados.
—Por eso es que me he sentido insultado e indignado cuando he oído que tenías pensado rendirte. Mi padre, Kurenai-sensei, Hinata-chan ... Todo el mundo que me rodea te tiene en muy alta estima. Aún no consigo ver la grandeza que se supone que tienes que ellos sí ven. Pero no cometeré el error de Kiba. No te subestimaré y ganaré. Demostraré a mi padre que puedo llegar a ser su sucesor cuando se retire. Y para ello qué mejor forma que ganado a Sasuke o al tipo de la calabaza en semifinales y a ti en la gran final.—explicó Naruto.—Ambos soñamos en convertirnos en el Godaime Hokage. Te espero en la final, Bakugo. No me decepciones.—
SIn esperar respuesta de Bakugo se dio la vuelta y empezó a realizar estiramientos.
—Je. Qué creído se lo tiene el hijo de Namikaze.—pensó divertido Bakugo.—Aunque supongo que esa es la actitud que se tiene que tener para ganar este torneo. —luego echó una mirada a Ino que parecía estar muy nerviosa. La rubia apenas podía disimular el temblor que le recorría todo el cuerpo.— ¿Y ahora como soluciono esta mierda?—
Bakugo se volvió a acerca a Ino, y ésta al verlo adoptó una actitud agresiva.
—¡Te he dicho que ...!—empezó a decir Ino, pero esta vez fue Bakugo quien interrumpía.
—No hace falta que digas nada, solo escucha lo que tengo que decirte, Ino ...—al oír su nombre por boca de Bakugo y no el estúpido mote que le ponía, la rubia se ablandó y dejó que prosiguiera.—Ayer me comporté como un idiota ...—
—Como un completo idiota.—dijo Ino, volviéndose a molestar por recordar lo sucedido en el restaurante de las barbacoas.
—Ayer me comporté como un completo idiota.—confirmó Bakugo. Ino se quedó con la boca abierta al oír como Bakugo le daba la razón.—Soy el tipo de persona que odia la excusas, pero ayer no estaba bien. Bueno, sigo sin estar bien del todo, pero ...—
—Bakugo ... Yo no sabía ...—dijo Ino, compadeciéndose del rubio ceniza. Y es que el mal presentimiento que había tenido con la marcha de Bakugo se había hecho realidad.
—Déjame terminar, Ino. Luego me dices lo que quieras.—Bakugo se rascó la cabeza, incómodo.—Joder, se me dan fatal estas mierdas.—a Ino se le escapó una sonrisa ante sus palabras.—Ayer toqué fondo, pero eso no me justifica para pagarlo contigo. Fui un hipócrita al decirte que también debías abandonar cuando yo odio a la gente que no da el máximo. Lo que te dije fue cruel y por eso ...—hizo una pequeña inclinación de cabeza.—Lo siento, Ino.—
N/A: los que creáis que he cambiado mucho la personalidad de Bakugo en este episodio, echad un vistazo al capítulo 322 del manga. Precioso capítulo, por cierto. Que me refuerza en la sensación que tenía con Bakugo desde la primera temporada.
—Yo ...no sé que decir, Bakugo.—Ino se había quedado sin palabras ante el perdón e Bakugo.
—Ya has visto lo que ha pasado antes.—dijo Bakugo refiriéndose al incidente con las gradas.—La mayoría de la gente me odia. No quiero que tú me odies también.—
—Bueno, es que les llamaste pedazos de mierda. Y luego les dijiste que ...—Ino se detuvo un momento.—Ya sabes lo que dijiste, que me da vergüenza decirlo en voz alta.—
—¡El punto no es lo que llamé a la escoria que nos está viendo! ¡Me importa una mierda lo que piensen de mí esos pedazos de mierdas! En este mundo, puedo contar con los dedos de las manos y me sobran dedos las personas que me importan. Y tú eres una de ellas.—explicó Bakugo.— Y no solo porque me salvaste en el bosque de la muerte. Me he encariñado contigo y con tus cambios de humor. Y no soporto que estés así conmigo por mis cagadas. Así que ... ¿me perdonas?—Bakugo cerró los ojos, rojo de la vergüenza por volver decir esas cursilerías. Al sentir el tacto de los brazos rodeándole el cuello, abrió los ojos como platos.—¿Esto significa que ...?—
—Pues claro que te perdono, idiota.—dijo Ino con una sonrisa de oreja a oreja, ocultando su rubor al pegar su cabeza en el pecho del rubio ceniza.—Eres un idiota. Pero eres mi idiota.—
—....—Bakugo devolvió el abrazo, contento de haber resuelto uno de los numerosos problemas que tenía. —Gracias. Lo necesitaba. De verdad que lo necesitaba.—le confesó, abrazando con fuerza a la rubia.
—¿Algún día me contarás lo que te sucedió cuando te fuiste con ese extraño anciano?—preguntó Ino, aún abrazada a Bakugo.
—Algún día. —volviendo a entristecerse al recordar a la niña bandida asesinada por él y a Uraraka.—Te lo prometo.—
—Bakugo ....—dijo Ino después de unos segundos en silencio.—Tengo miedo. Estoy muerta de miedo. —le confesó al borde las lágrimas.—¿Y si Neji ...?—
—Te juré que no permitiría que ese bastardo te haga lo que le hizo a la ojos raros. Y yo soy de la clase de hombres que cumple su palabras.—dijo Bakugo separándose de ella y mirándola muy seriamente.—Escúchame otra vez esto. Si las cosas se ponen feas, no dejaré que ese puto creído se sobrepase como se sobrepasó con la ojos raros. No acabarás en el hospital como ella. Te lo juro.—
—...—Ino asintió con una sonrisa, limpiándose las ojos de las lágrimas que estaban a punto de caer.
La escena afectuosa no pasó desapercibida por el resto de participantes.
—Mira que parejita más mona que hacen ...—comentó con tono burlón Temari.—Sería una lástima que hoy sucediera algo que pudiera arruinarles el día.—
—Sería toda una verdadera lástima, Temari.—le dio la razón Kankuro también con una sonrisa maliciosa.—¿Verdad que sí, Gaara?—
—....—Gaara se mantenía en silencio. A diferencia de sus hermanos, no encontraba nada de esto divertido. Solo conseguía que sus deseos de matar a Bakugo se intensificaran. Solo había una persona a la que tenía más ganas de matar que al rubio ceniza, y esa persona era su padre, el Kazekage.
Los dos hermanos de Gaara al ver su mirada de puro odio se quedaron petrificados. Su buen humor quedó destruido al instante de ver esos ojos de color turquesa.
Por otra parte, el pensamiento de los otros dos participantes era bien diferente.
—Katsuki Bakugo... Ojalá vuelva a haber otro milagro y consigas vencer a la chica de la arena. Te haré ver lo insignificante que eres.—pensó con odio Neji.
—Menos mal que Hinata-chan no está aquí para verlo. Jejeje.—pensó Naruto, incómodo con una gota en la nuca.