¡Mierda, mierda, mierda, MIERDA! ¡Se me ha hecho tarde! ¡Llegaré tarde a la entrevista de trabajo!
Si no fuera porque caí de la cama, seguiría dormido. ¡Odio cuando se me hace tarde!
Como puedo, me visto a prisa frente al espejo, contemplando mis facciones demacradas... bien, espero que el maquillaje pueda esconder mis ojeras y la debilidad que refleja mi rostro.
Lleno mis pulmones de aire y cierro mis ojos dejándolo salir lentamente, haciendo un esfuerzo casi sobre humano por sonreír y aparentar que no pasa nada.
Llegué un poco tarde a la entrevista... lo supuse.
Media hora esperando a que me llamaran. Media hora observando el reloj que tenía de frente, tiempo en el que sólo podía recordar la voz de Tom... de mi amado Tomi... sus "te amo", su risa, sus palabras cuando estaba triste...
Necesitaba con urgencia hablarle... decirle que lo extrañaba y me estaba muriendo por dentro sin él.
— Joven Kaulitz, pase por favor.
Bien... aquí vamos.
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— ¡Hey, felicidades! —los brazos de Andreas me tomaron por sorpresa— Será un placer trabajar con un modelo tan "profesional" como tú. —rió al tiempo que me giraba a verlo.
— Será la primer vez que trabaje de modelo... ¿en serio no será problema trabajar con un inexperto como yo?
— ¿Bromeas? Será divertido —se quedó fijo en mi mirada— ¿Qué pasa? ¿A caso has estado llorando?
— ¿Qué? ¡Claro que no!
— Tienes los ojos... am... "hundidos."
— Debe ser porque no he dormido... es decir, he estado tan nervioso por lo de la entrevista... —sonreí, convenciéndole.
La verdad, había llorado gran parte de la noche y de la madrugada, hasta quedarme dormido.
No podía decirle que estaba destrozado por dentro. Soy de esas personas que tienen prohibido dejarles saber a los demás qué tan mal está... tenía que estar bien para los demás. Siempre tenía que ser el "todo esta bien" para el mundo... sin importar si me estaba muriendo por dentro, como ahora.