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Taeyong se acercó a la pared y se arrodilló, haciendo un escalón con su rodilla y uno más alto con las manos, Ten debía subirlos e impulsarse para llegar a la cima de la pared, luego se sentaría y esperaría a que el peliblanco llegara.

Ten se apoyó en el mayor, rápidamente puso su otro pie en sus manos y dio un pequeño brinco posando sus manos en lo más alto, luego con algo de esfuerzo se cargó hasta poder sentarse sobre la pared, con una pierna de cada lado. Taeyong subió con él. La barda no era tan alta, así que para bajar lo más conveniente era colgarse y después brincar para al piso. Taeyong lo hizo primero, las cosas se veían muy fáciles hasta que fue su turno.

—Taeyong, me voy a morir. Me voy a caer y me voy a desnucar. No puedo.

—Sé un poco optimista Ten.

—Me voy a morir, está muy alto, no puedo bajar.

—No te vas a quedar ahí hasta morir deshidratado ¿verdad? Deja de pensar en lo que vamos a poner en tu lápida y mejor baja.

Ten negó.

—Chittaphon Algo, murió a los 18 años porque no pudo brincar de una pared. Salió bien, ¿no? Ya estoy practicando.

Ten puso una sonrisa fingida en su rostro —Guarda silencio, que vas a morir primero por llevar 10 años siendo amigos y no saberte mi apellido, Lee Taeyong.

—Si no bajas no creo que puedas matarme, Leechaiyapornkul.

No dejaría que le dijera eso, como la persona más orgullosa, puso ambas piernas de un sólo lado y luego se giró quedando de espaldas a Taeyong, quien lo miraba estupefacto, bajaba lentamente hasta finalmente dejar todo su peso sobre sus antebrazos puestos sobre la pared, luego ya no supo qué hacer.

—¿Ten?

—Cállate.—

El peliblanco soltó una carcajada.

—Cierra la boca Taeyong.

—Por dios Ten, ¿y si te tomo una foto y te hago viral? "El chico que no pudo brincar a 60cm del piso" ¡Sólo suéltate! No te va a pasar nada.

—No. Y ni se te ocurra tomarme una foto porque sino-

—No puedes bajar, amenázame cuando estés en el piso.

—Eres un-

—¿Qué? ¿Acaso quieres que te cargue?— se burló.

Ten guardó silencio.

—¿En serio Chittaphon?

—No digas nada, sólo hazlo.

—¡Por dios!

—Taeyong, guarda silencio.

—No me la creo— fue hasta donde Ten estaba —Déjate caer, te atrapo.

—No, en este punto ya no confío en ti.

—¿Sólo porque no puedes bajar?

—Déjame.

—Me das risa.— dio una palmada en su pierna indicando que bajara poco a poco hasta sentarse en su hombro, luego lo giró y lo cargó tal cual un costal en el hombro.

—Mi teléfono.

—¿Se cayó?

—No, está sonando.

—¿Dónde está?

—Mi pantalón.

—Baja— se agachó hacia adelante dejando que los pies del tailandés tocaran el piso, ambos quedaron de pie. Ten sacó su móvil —¿Quién es?

Escapando de mi ex I TaeTenWhere stories live. Discover now