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Habían regresado a Seúl la tarde del 4 de enero, Yongsun dejó a los tailandeses en casa, en cuanto llegó a la suya cenaron, desempacaron y fueron directo a dormir.

Fue hasta el 6 de enero que Taeyong pudo reunirse con Doyoung, y desde ese día habían estado viéndose diario.

Ya era 8 de enero y Doyoung quería salir al boliche y de paso ir a comer, así que Taeyong salió de su casa al mediodía para llegar a las 12:30pm.

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La relación con Taeyong iba relativamente bien, a diferencia de como Ten hubiera creído. No habían hablado sobre su incidente de año nuevo en ningún momento, y seguían tratándose como si nada hubiera sucedido.

Chittaphon había despertado con mucha energía y de buen humor; la tarde anterior había encontrado un gatito llorando afuera de su casa y había decidido darle de comer y cuidarlo mientras las heridas que tenía sanaban. Entonces su plan ese día era llevar al felino al veterinario, comprarle comida e ir a mostrárselo a Taeyong. Su plan estaba casi completo para las cuarto de la tarde, lo único que le faltaba hacer era ir a casa del coreano.

Ten llegó caminando con una mochila en los hombros. Debido a que el gato parecía ser cachorro todavía, cabía perfectamente en la mochila, así que únicamente le había puesto una cobija doblada para que durmiera encima. Eran las 16:15 cuando tocó el timbre.

Luego de checar la mirilla, Yongsun le abrió la puerta.

—Phonie, ¿cómo estás? Pasa.

—Bien, gracias, ¿usted?

—Bien también.

Ten caminó detrás de Yongsun, la mayor le ofreció de las galletas que había hecho el día anterior, Ten aceptó y se sentó con ella en el sillón, la bandeja la pusieron en la mesa de centro.

—¿Para qué traes mochila? Aún no entran a clases. —Yongsun dijo.

—Es que traigo... ayer encontré un gatito llorando afuera de la casa y lo estoy cuidando porque no se veía bien.

—¿Puedo verlo?

Ten abrió la mochila y con cuidado sacó al felino bicolor, le permitió a Yongsun tomarlo en brazos, así que ahí lo tenía dormido en su regazo mientras lo acariciaba.

—¿...Taeyong no está? —Ten preguntó después de un rato con una galleta en la mano.

Yongsun le dirigió la mirada confundida, apenada e incluso parecía enojada —¿No te dijo?

Ten negó.

Yongsun no sabía qué sentir. Desde que habían regresado a la ciudad, Taeyong no se había visto con Ten por distintas razones, el primer día no había podido porque tenían que hacer limpieza luego de no haber estado una semana en casa, pero los demás días se había estado reuniendo con Doyoung y al parecer ni siquiera se había tomado la molesta de decirle al menor aún sabiendo que éste podía presentarse cualquier día en su casa, como acababa de suceder.

Yongsun suspiró —Taeyong salió con un amigo.

—Oh, debí haberle avisado que vendría.

—¿No han hablado?

—Sólo por chat de repente. —pero aún así no me hace mucho caso, pensó.

Yongsun frunció los labios —¿Y eso?

Yongsun preguntó aunque conocía la razón. Chittaphon en verdad estaba ocupado, había estado acompañando a su madre al hospital y le ayudaba hablándole a los pacientes, tranquilizándolos, incluso Lawan le había contado que se había vuelto amigo de una pareja de ancianos que había sufrido un choque, y que luego de terminar de atenderlos, Chittaphon estuvo con ellos hasta su dada de alta. Pero Taeyong, aunque estaba ocupado en cosas menos importantes, cuando recibía mensajes no les ponía atención por estar con Doyoung, y tampoco tenía la amabilidad de decir que no podía hablar en ese momento.

Escapando de mi ex I TaeTenحيث تعيش القصص. اكتشف الآن