48

92 22 1
                                    

Qué día.

Era miércoles en la noche, Lawan no tenía mucho de haber llegado a la casa y estaba cenando con Ten, él estaba perdido en sus pensamientos.

El viernes era la fiesta de graduación, Ten estaba emocionado. Había sido un buen día, en la escuela ya estaban desocupados, así que tenía tiempo libre, aunque no había podido ver a Taeyong otra vez hasta ese día. En la tarde Ten había ido a comprar ropa, específicamente lo que usaría durante la fiesta, y mientras buscaba se había encontrado a Taeyong haciendo exactamente lo mismo, no había sido una cita pero habían pasado tiempo juntos, después le había comprado flores e ido a dejarlo a su casa. Ten estaba viviendo en un sueño.

—¿Compraste más flores? —le preguntó Lawan.

—mhm, sí.

Oh porque claro, aún no le había contado nada a su madre, sabía que salía con Taeyong pero no que eran citas, le había estado diciendo que estaba interesado por las flores y también que si pensaba y suspiraba mucho era por preocupación, no porque alguien ocupaba su mente toda la semana.

—¿Y por lo menos sabes qué flores compraste?

—Sí mamá.

—Qué milagro que no se te hayan muerto.

—¡Mamá! Las estoy cuidando.

—¿Bueno, me vas a decir quién te las regaló o no?

—No me las regalaron.

—No soy tonta, Chittaphon. No es como que de repente te hayas interesado por las flores, no te la crees ni tú.

—Me gustan las plantas, hasta tenía en mi cuarto.

—Pero no son lo mismo que las flores. Además traes ramos, primero gardenias, ¡y hoy traes rosas! Dime quién te está pretendiendo.

—Nadie.

—¿Con quién te encontraste?

—Mamá, no importa.

—Seguro por eso te la pasas suspirando. ¿Ya tienes novio? Por lo menos avísame.

—No somos novios, mamá, ya no me digas.

—Uy, ¿no se te van a declarar? ¿Problemas en el amor, Chittaphon?

—Mamá, ya no quiero hablar.

—Bueno, ¿pero qué hacen? Ya te dió flores, ¿va en serio? ¿o van mal?

—No es nada de eso. Estamos bien.

Lawan sonrió —¿Seguro? Bueno, entonces le voy a reconocer que supo elegir las flores.

—¿Cómo que las supo elegir?

—Si es quien yo pienso que es, no te dió gardenias nada más porque son bonitas.

—¿Si es quien tú piensas? Mamá, ya sacaste muchas conclusiones.

—Dí lo que quieras, yo solamente te voy a decir que en lugar de mentir te pongas a investigar, nada más que no quiero que me despierte un grito tuyo.

Ten simuló que no importaba, pero cuando estuvo listo para dormir se encontró a sí mismo ansioso por agarrar su teléfono y abrir el buscador. No, no podía hacer eso.

O tal vez sí.

Llevaba dos horas sin poder dormir, se había puesto a leer para que le diera sueño, pero no funcionaba, también había intentado dibujar pero no tenía ideas. ¿Qué más podía hacer? Sacarse de dudas y meterse al buscador porque no dejaba de pensar en las flores.

Escapando de mi ex I TaeTenWhere stories live. Discover now