Returning.

«Capítulo 25: bad thoughts.»

-¿¿¿Sí???- el corazón me arde y estoy muriéndome de la intriga.

-¿Maddie? ¿Estás bien? ¿Pasa algo?- esa voz no es muy femenina que digamos, pero sí familiar. Me acabo de dar cuenta que he gritado demasiado a causa de los nervios.

-Ah...Ian, hola...no es nada, tan sólo esperaba otra llamada...- contesto con tristeza y más calmada. Miro a Evan con ojos llorosos y negando con la cabeza. Él se remueve el pelo y se deja caer en la cama tapándose los ojos.

-¿De quién? Si no es molestia preguntar.

-De Beth. No sé nada de ella desde ayer por la tarde y estoy preocupada, mucho.

-Bueno, ya la conoces. Es muy espontánea, se sabe cuidar a sí misma, así que espera un poco más a que te llame o lo que sea...

-Eh...sí, muchas gracias Ian. Ya te diré novedades, ¿vale?

-Sí, perfecto pero llamaba para...

-Ahora mismo no tengo ganas de nada, espero que me comprendas. Hasta luego.- cuelgo y me abrazo a Evan a punto de estallar. ¿Dónde se ha metido esta gilipollas? Estoy pasándolo fatal, todo para que luego se haya ido a no sé dónde con algún tío que haya conocido recientemente y vendrá riéndose a contarlo. Seguro. A veces la odio, en serio.

Además, Evan también está preocupado. No podemos seguir así, tiene que dar señales de vida, o algo.

Nos quedamos así un rato más y empiezo a mirar su perfil de Twitter, por si había puesto algo por ahí, pero no, seguía igual que ayer por la mañana. Y sus favoritos también.

La verdad, ella no lo usa mucho, en todo caso soy yo la que está todo el día viciada, pero por intentarlo no pierdo nada.

Sé que me estoy poniendo pálida, y tengo la tripa como antes de hacer un examen. Beth...dime algo.

Cierro los ojos y decido calmarme hasta que sepa cosas nuevas. Se lo digo a Evan y está de acuerdo: vamos a estar tranquilos y pacientes. Al fin y al cabo Ian tiene razón, Beth sabe cuidarse, pero después me tendrá que dar mil explicaciones de esto, desde luego.

* * *

-Me voy a ir ya, ¡que mañana ya es viernes!- por fin me sale una sonrisa no fingida.

-Entonces quedamos por la tarde, obvio.- me imita y le pego con la almohada mientras me río. En el fondo me encanta que me imite porque lo hace igual. Últimamente están pasando cosas que nos acercan y estoy más cómoda, es decir, antes éramos muy amigos, pero ahora es diferente, mejor.

-Así que pensando, ¿eh? Vaya cara se te pone...

-Y sigo estando más guapa que tú, así que fíjate.- le guiño un ojo y me río. Se ríe un poco y se queda callado. No quiero ofenderle, ¡era broma!

-Pero es que tú siempre estás guapa, Maddie.

Nos quedamos callados, pero no aguanto esta situación, me pone nerviosa. Así que hago una broma antes de levantarme, despedirme e irme corriendo.

-Yo siempre estoy guapa porque soy divina, hasta mañana Ev.- le vuelvo a abrazar.- Gracias...- le sonrío y a los diez minutos ya estoy en casa.

Cierto la puerta y me doy la vuelta.

-¡¡Derek!! ¡Pensaba que venías el domingo!- corro hacia él y le doy un abrazo enorme mientras sonreímos. Me hace tanta ilusión que esté aquí.

-Hay que ver, lo que se te llega a echar de menos.- me abraza más fuerte.

Hablamos durante un rato y me cuenta todo lo que ha hecho en la playa con los demás, y pensar que este verano me toca lo mismo es genial, no puedo esperar a que sea junio. Lo pasaremos genial...de pronto pienso en Beth, pero la saco otra vez de la cabeza y sigo escuchando a mi hermano.

Cuando acabamos de hablar me voy a la habitación y me meto en Whatsapp, quizás distráyendome hablando con otras personas y haciendo un esfuerzo enorme para no ver cada diez segundos la última conexión de Beth, que por suerte no se la ha quitado. Última vez ayer a las 21:05, genial. Ya me la sé de memoria. Hablo un poco con mis amigas del colegio por nuestro grupo y consigo distraerme del todo. También hablo con Evan de una serie que se está empezando a ver, y del plan de mañana. Los viernes me dan la vida.

Me despido de todos y me voy a dormir, ahora estoy mucho mejor, y espero que mañana todo vaya bien.