«Capítulo 35: algo más que amistad.»

96 5 0
                                    

Es una buena noticia que la familia de Evan se haya ido a pasar el fin de semana con unos amigos de sus padres, y se fueron hace unas horas, ya que, como nos acostamos a las seis, nos hemos despertado a las cuatro de la tarde.

Cuando hemos acabado de ducharnos y de desayunar y todo lo que conlleva después de despertarse, nos sentamos en su cama uno enfrente del otro con las piernas cruzadas.

-Siento decir esto pero...tenemos que hablar, Maddie.- odio oír esas palabras. Sólo las he oído en películas o en historias que he leído, y nunca llevan a nada bueno.

-Sí...- estoy más nerviosa de lo que debería, pero es que no suelo sentarme con nadie a contar mis sentimientos de forma directa, y menos con la persona que...me gusta...aún me es raro hablar de Evan como esa persona. Todo ha cambiado tan rápido...

-Empiezo yo a hablar, ¿te parece?

Asiento y le miro atentamente.

-Verás, en el colegio llevamos siendo mejores amigos desde infantil. ¡Desde infantil! Han pasado los años y hemos seguido yendo juntos, llevándonos bien siempre. Nuestros padres se conocían de antes, en fin, ya me entiendes. Que nos conocemos mucho...- asiento otra vez y sonrío al recordar todos y cada uno de los años con Evan a mi lado.- Dos niños alegres que jugaban a ser súper héroes y que se dedicaban a leer libros de aventuras debajo de la mesa en el recreo cuando llovía y no nos dejaban salir al patio. Que jugaban como unos viciados a la Nintendo DS, a las cartas Pokémon, a los gogos...Que iban al parque y se hacían amigos de todos, pero siempre juntos a todas partes. Nos pasábamos los días uno en casa del otro, prácticamente éramos hermanos. Y aún así...mira cómo estamos. Yo mismo me he preguntado profundamente si lo que siento no es una simple confusión...pero no puedo estar más seguro...

-Cada vez que pienso en todos estos años...me siento tan feliz, tan completa Evan...te tengo tanto aprecio...- y otra vez me lagrimean los ojos. ¡Es desquiciante!

-Si te entiendo perfectamente...estoy igual que tú...

-Pero...no es fácil...

-¿No es fácil?

-No es fácil porque una amistad tan fuerte, tan larga, tan prometedora...podría irse totalmente a la mierda después de tanto, tanto tiempo Evan...

-Eso es verdad...

-Me gustas mucho.- aún no puedo creer que haya dicho eso...me sonrojo al instante, obviamente.

-Tú también me gustas Maddie, me encantas.

-¿Desde...cuándo? Tampoco pretendo que lo sepas exactamente, es decir, eso es progresivo, pero ya sabes...

-Sí, lo entiendo. Pues...desde que empezamos la ESO fui sintiendo algo especial, más allá de cariño de amistad...pero éramos pequeños aún, y pensaba que era por las hormonas y ese rollo que nos excusaba de todo. Fueron pasando los años y veía cómo no se iba, sino que iba creciendo poco a poco. El año pasado estuve serio con el tema, tratando de auto-obligarme a olvidarme de ello, a distraerme con otras chicas, aprovechando en mi nuevo colegio...pero los intentos eran en vano, incluso se volvían contra mí y me atraías aún más. Estaba desquiciado...no quería admitirlo...no podía...- se queda callado y oculta su cara con las manos mientras suspira.

-Evan...yo estoy casi igual que tú. Ahora mismo no hay otra cosa en la que pueda pensar, otra cosa que esté en mi cabeza. Y tengo miedo, porque no quiero que una amistad de toda la vida se vaya a la mierda. Y ahora mismo no hay marcha atrás, ya está todo dicho, a partir de aquí nada va a volver a ser como antes. Y estoy cagada, porque sólo puede ir en dos direcciones, y siempre hay una que supera a la otra, la mayoría de las veces...

-Lo entiendo...pero mira, tú siempre dices que todo pasa por algo, crees mucho en el destino...¿ahora no lo piensas así? Porque puede que sea porque ha tenido que ocurrir de este modo...

-Sí, siempre lo digo, y lo mantengo, de hecho. Pero siempre hay dudas, e incluso miedo de que el destino quiera algo distinto de lo que quiero yo...

-No te preocupes...

-Ya, no me preocupo. Pero, ¿ahora qué? Yo no puedo hablar de esto ahora, de verdad, necesito irme a casa a tranquilizarme y asimilar todo...espero que lo entiendas...

-Bueno...

-Si quieres quedamos después...- se queda callado y me acompaña a su puerta.

-Adiós, Evan.

-Chao Maddie.- se acerca y doy un paso hacia atrás inconscientemente.

-Eh...lo siento, ha sido un acto reflejo, no quería...

Su expresión es mucho más seria y vuelve a quedarse callado. Retrocede unos pasos y cierra la puerta lentamente mientas me mira a los ojos con esa cara...otra vez...

Miro hacia el suelo, ¿por qué habré tenido que reaccionar así? Me doy la vuelta y empiezo a irme hacia mi casa.

Al otro lado de la puerta, Evan está observando por la mirilla.

A medio camino veo dos personas en la calle vacía por la que estoy yendo yo también. Cuando nos acercamos me doy cuenta de que es Ian, va con una chica que parece de nuestra edad.

-¡Hola Maddie!- saluda enérgicamente.

-Hola.- finjo una sonrisa.

-Esta es mi prima Alex, tiene un año menos que nosotros. Alex, esta es Maddie, una amiga mía.- ambas nos saludamos sonrientes, esta vez mi sonrisa es natural, creo que por primera vez en el día.

-Alex, ve yendo tú, ahora te alcanzo...- ella se despide y camina hacia delante a paso lento.

-¿Qué tal vas? ¿Estás bien? Te noto bastante seria...- ¿por qué nunca finjo bien?

-Bueno...vengo de hablar con Evan...

-¿Habéis discutido?

-Algo así...

-No te preocupes, no será por tu culpa, siempre creí que era muy raro...nunca nos hemos llevado bien...pienso que...

-Ese 'raro' es mi mejor amigo.- ¿hola? Puedes respetar, gracias. Ahora estoy mucho más borde.

-Ah...bueno...perdona...

-Da igual. En fin.

-¿Se ha enfadado contigo?

-Nos gustamos bastante y estamos sin saber qué hacer.

-Ah...¿sí?

-Sí, me estaba yendo a casa para relajarme, no quiero que toda la amistad se vaya a la mierda.

-Haces bien...yo al final lo dejé con Rose. No se lo tomó muy bien, pero bueno, era lo mejor que podía hacer.

-Me alegro mucho, así ya estás más tranquilo, más libre.

-Supongo, muchas gracias por abrirme los ojos, Maddie.

-De nada hombre...- sonrío de nuevo.

-Bueno, ya hablaremos, me tengo que ir...adiós.

-Adiós.- nos despedimos y por fin puedo llegar a casa.

Returning.Where stories live. Discover now