Returning.

«Capítulo 17: ¿por qué?»

Siento que estoy incómoda de repente y me levanto del sofá.

-Eh...bueno, me alegro de que esté todo más claro. Pero ahora tengo que llamar a Evan y Beth para que vengan.

Espero que pille la indirecta, no quiero echar al pobre explícitamente de casa.

-Vale...entonces lo mejor será que me vaya, ¡que también tengo que hacer unos recados!- me sonríe y le acompaño a la puerta.

-'Menos mal'.- pienso para mis adentros.

-Bueno, ya me dirás si me has hecho caso o no...- le comento.- ten un buen resto del día.

-Te tendré informada, y muchas gracias por todo. Eres genial. Y por cierto, igualmente.- me abraza y nos quedamos así un rato bastante (¿demasiado?) largo. Creo que es mi nuevo sitio favorito. Si me descuido me voy a quedar dormida.

Me separo y le sonrío.

-Pues hasta la próxima.

-Adiós, preciosa.

Siento que me pongo rojísima y cierro la puerta.

Oh Dios mío. ¿Cómo me puede encantar tanto?

Cojo el móvil y llamo a Beth.

-¡Hey! ¡Maddie! ¿Ya habéis terminado?- siento cómo está sonriendo al otro lado de la línea. Me lo contagia.

-Pues sí, ya se acaba de ir...venid cuando queráis, ¡estaré aquí esperándoos!

-Perfecto, pues llegamos en veinte minutos máximo.

-Vale, hasta ahora.- y cuelgo.

* * *

Llaman a la puerta. Me levanto corriendo y la abro.

-¡Hola chica fea!- Evan me coge en brazos y me hace cosquillas.

-¡¡Ah!! ¡Evan, para, por favor, sabes que odio las cosquillas!- le grito mientras me río y él sigue para mi pesar.

-¡Vaya dos, por favor!- Beth entra riéndose también y cierra la puerta.
Evan para por fin.

-Te parecerá bonito habernos hecho esperar en la calle con el frío que hace...

-Jo, entiéndeme, había que tener privacidad...- le respondo al insatisfecho y falsamente indignado Evan.

-Bueno, bueno...- me saca la lengua.

Veo que Beth está un poco seria y me acerco a hablarla.

-Beth, ¿pasa algo?- la verdad es que desde que han venido he visto que aunque sonreía, la sonrisa no le llegaba a los ojos.