«Capítulo 43.»

35 4 0
                                    

Son las 17:00.

La fiesta es a las 22:00, pero tengo la manía de empezar a arreglarme unas mil horas antes cuando voy a algo que me hace mucha ilusión o de lo que tengo muchas ganas, así soy yo.

Elijo una falda negra, una camisa blanca ligera y unos tacones beige que me encantan.

Beth llama a la puerta a las 21:00, y, cuando abro, veo que se ha vestido con unos pantalones de campana negros, una blusa también blanca, y unas plataformas muy altas negras. Sabe que me encanta cómo va y se nota en cuanto me ve la cara. Nos reímos y termino de arreglarme y preparar las cuatro cosas importantes que me tengo que llevar sin falta.

Derek también se va a una fiesta esta noche y vemos cómo sale de su habitación con una sonrisa enorme. Nos guiñamos el ojo con complicidad y se despide de nosotras. Necesitamos todos un descanso por lo que parece.

A y cuarto nos vamos juntas hacia allí, y mientras hablo con Evan por Whatsapp, él ya está por ahí con unos cuantos amigos más.

Llegamos en cuestión de minutos y saludamos a todos. Es genial ver a todo el mundo junto fuera del horario del diablo de la rutina. Empieza a hacer frío y estoy deseando que pasemos dentro.

Como si me hubiera leído la mente a distancia, Jack abre la puerta de su casa junto a Marie y Nick, dos amigos más, y todos entramos corriendo. Su casa es más grande aún de lo que esperaba: un salón de forma cuadrada, con unos ventanales enormes en cada pared de color blanco roto con cristal de vidriera. Del techo, blanco, caen cuatro lámparas de araña que iluminan todo el espacio; en el centro hay una mesa redonda de madera de pino con un mantel también blanco hecho a mano con seda: me deja sin palabras.

Todo el suelo de madera está cubierto por una alfombra que me recuerda a las típicas películas de Navidad, y, de hecho, también hay una chimenea (no encendida) al fondo y centrada. Además hay varias estanterías con libros de todos tamaños y contenido. Cómodas con fotos familiares y candelabros, por Dios.

-¿Y aquí es la fiesta? ¿Estamos tontos?- le susurro a Evan al oído.

Se empieza a reír.

-Eso parece...pero, Maddie, allá Jack y su familia, ¡no es problema nuestro!- me da un beso y hace un saludo con la cabeza a otro amigo con el que se acaba de encontrar. La verdad es que me preocupo demasiado por las cosas de los demás a veces. Beth se acerca y me separo de los chicos.

-¡Qué flipe de casa!

-¿Verdad? Es lo que le estaba diciendo a Evan...madre mía. Nunca me ha dado tanta pena una casa.- ambas nos reímos mientras Beth asiente a lo que digo.

-'Bonita casa, Jack.'- dice irónicamente después de hacer el amago de vomitar, y ambas seguimos riéndonos. Justo pasa por nuestro lado y le saludamos vergonzosamente, pero con todo el gentío no nos habrá oído. Nos tapamos la boca mientras nos miramos con cara de asombro y volvemos a estallar a carcajadas; esta noche promete.

Returning.Where stories live. Discover now