«Capítulo 51.»

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Me entra un escalofrío que recorre toda mi espalda.

-¿De qué...- le tapo la boca a Beth negando con la cabeza.

-Sí.- ahora hablo yo.

-Bien...¿por qué no abriste los ojos? Jo...- cada vez estoy más nerviosa, esa voz me pone enferma...

-Luego te cuento.- le susurro a Beth.- No abrí los ojos porque no quería ver a nadie en ese momento, ¿por qué lo dices?

-Es una pena, si los hubieras abierto, Evan no estaría así.

-No te entiendo...habla sin indirectas y no te hagas la interesante.- esperamos su respuesta durante varios segundos, y cuelga.

-¡Joder! ¿¿De qué habla esta loca??- Beth está alterada, y yo me siento una tonta, no sé qué hacer o qué decir. Me están viniendo demasiadas cosas a la mente en demasiado poco tiempo.

-Cuando salí fuera a descansar, me senté en la terraza de Jack, con sofás de cuero. Una chica se sentó enfrente, pero yo no miré. Así que...no sé...

-¿Crees que tiene algo que ver con que Amanda se llevara a Evan a alguna parte?

-Totalmente...- empiezan a caer algunas lágrimas por mis mejillas.- Y yo pensando otras cosas, y la cagué, Beth. La he cagado. Todo por nada. Ni siquiera sé dónde está Evan, no sé nada, no sé de qué va esto, me dan ganas de cualquier cosa.

No puedo parar de llorar, me siento una mierda ahora mismo. Me siento tan mal. Beth se acerca y me abraza.

-No te preocupes, sabes que todo va a salir bien.

-Ojalá tengas razón.- digo entre suspiros y el hipo. No quiero que sea verdad. No sé que hacer.

De repente suena el timbre de abajo. Beth baja primero y yo la sigo. Cuando abrimos la puerta, encontramos a Evan sentado y apoyado en la pared, a nuestra izquierda, con los ojos cerrados y una nota en la mano. Lleva la misma ropa que ayer, y para mi sorpresa, está intacta. Está perfectamente, al menos por fuera.

Miramos por todas partes, ya que no puede ser que él haya tocado el timbre, pero no se ve a nadie.

Me agacho enfrente de él y le agarro de los hombros.

-¿Evan? ¿Estás bien? - vuelvo a llorar. La abrazo y Beth hace lo mismo.

-Tenemos que meterle en casa y esperar a que esté bien, si vemos que pasa demasiado tiempo llamamos a sus padres.

Asiento con tristeza. Al menos está aquí. Ella le coge por los hombros y yo por las piernas, a durísimas penas conseguimos meterle en casa con cuidado, y cierro la puerta.

Beth coge la nota y lee:

-'De momento te dejamos a tu querido Evan, pero ten cuidado, puede que pasen cosas que no quieras que pasen...'

-Tía, yo paso de rayarme. No estoy para gilipolleces.

-No puedes pasar de esto, Maddie...a saber de qué es capaz esa persona, o esa gente, o quien sea.

-Tienes razón, pero por hoy de verdad que paso.

Evan parpadea un par de veces y se lleva las manos a la cabeza.

-Dios...me duele todo. ¿Qué ha pasado?

Me levanto y le doy un abrazo rápidamente.

-Han pasado demasiadas cosas, Evan...

Nos sentamos todos en los sofás, de forma que nos podemos ver los tres a la vez.

-¿De qué es lo último de lo que te acuerdas?

-De que se empezó una conga, de que Amanda me llevó a la terraza de Jack, de que me presentó a unas amigas, traían bebidas, me bebí una, y no me acuerdo de mucho más.

-Evan...- empiezo a llorar.

-Evan, te acabamos de encontrar sentado en la puerta de mi casa tirado.

-¿Qué?- se incorpora con una mueca de dolor.

-Sí...no sabíamos nada de ti, tenías el móvil apagado, nadie te vio después de la conga, no sabíamos qué hacer, estaba desesperándome.- le cuento.

-Lee esto.- Beth le acerca la nota a Evan y él la lee.

Returning.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ