Le busco por todo el salón con la mirada, pero no le veo en ninguna parte.
-Creo que se ha ido.- me giro y Beth me sonríe.
-Oh...gracias.- le sonrío de vuelta. Me alegro de oírlo porque así mañana lo hablamos con más tranquilidad y estaremos mucho más relajados...Pero hay un inconveniente.- Ahora vengo...
Voy a las escaleras y marco el número de Evan.
-¿Maddie?- responde a los dos segundos.
-Hola Evan...eh...esto...ah, que se supone que hoy duermo en tu casa, ¿te acuerdas? Me acaban de decir que te has ido y nuestros padres se van a ver mañana seguramente... -es lo malo de que los padres de tus amigos se lleven bien entre ellos-, ¿qué hacemos?
-Tienes razón, pues cuando te vayas a ir me llamas y voy a por ti.
-¿No te importa?- que tenga coche es una gran ventaja.
-¿Y me lo preguntas a estas alturas?- se ríe.
Yo también me río.
-Tienes razón...muchas gracias, anda. Luego te aviso...
-Vale, adiós...
-Adiós...
Noto que sigue callado al otro lado. Yo tampoco cuelgo.
-¿No vas a colgar o qué?- sonríe al otro lado de la línea.
-No hasta que tú lo hagas.
-Qué tonta eres.- se ríe.
-Ah...- le imito.
-No voy a colgar...
-Pues allá tú...
-Por favor esto es increíble JAJAJAJA.
-¡Sí pero cuelga!- me río también.
-No.
-Bien, adiós.- y cuelgo. Ay, espero no haberle parecido borde o algo...
Me entra otra llamada suya, lo cojo.
-Adiós.- y cuelga. Empiezo a reírme en medio de las escaleras: y tenía que ser Evan.
La fiesta sigue con normalidad, todo va perfecto, ahora sí que nada va a estropearlo. Pronto llegan las cinco de la mañana y decido llamar a Evan para que venga...no quiero que esté mucho tiempo despierto esperando
Me despido en general y le espero en la entrada. Al poco tiempo veo su coche y me acerco corriendo. Me sonríe, le imito y me subo. Nos quedamos en silencio hasta que llegamos a su casa. Abre la puerta y subimos a su habitación con cuidado para no despertar a su familia.
-Evan...
-Dime.
-No tengo pijama.
-No hay problema, a ver qué tenemos por aquí...
Al poco rato me trae unos pantalones con los que entrena para jugar al fútbol y una camiseta también suya.
-Ya verás qué pintas voy a tener con esto...
-Oye, eres una quejica. Además, te queda todo lo que te pongas bien.- me sonrojo y me lo pongo todo. ¡Parezco un palo cubierto con sábanas enormes!
Me río de mí misma y Evan hace lo mismo. Me meto en su cama y al rato viene él también. Nos tapamos con la manta y me abrazo, como siempre, a su cintura. Él me atrae hacia sí como siempre también.
-Hasta mañana, Maddie...
-Hasta mañana, Evan.- le agarro la mano que tiene en mi cintura y me quedo dormida a los...¿diez segundos?
YOU ARE READING
Returning.
Teen FictionJusto cuando crees que el chico del que llevas enamorada durante varios años ya ha salido de tu mente, te lo encuentras de nuevo. ¿Y qué haces ahora? Para colmo surgen más problemas, ¿por qué tienen que complicarse tanto las cosas?