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Su cuerpo se frotaba contra el mio, sus manos me tocaban y acariciaban y sus labios me devoraban por todas partes.

El sueño más húmedo y excitante de toda mi vida me tenía ahogado en calor y deseo, más aún cuando empecé a ser consciente y lo que creía que era un sueño muy realista se convirtió verdaderamente en la realidad de la mujer más hermosa del planeta con su boca dejando besos húmedos por mi abdomen en dirección a mi amigo que estaba mas despierto que yo.

—Despiertame así todos los días por favor —gruñí cuando me agarró la ereccion por encima del pantalón.

Apreté los labios y respiré duro por la nariz porque literalmente estaba duro y las acciones de Erin me ponían peor.

Sus dedos me acarician al mismo tiempo que su boca me devora profundo y siento que exploto por lo buena que es haciéndolo. Es la jodida mujer perfecta para mí, sabe lo que me gusta y lo hace mejor que nadie.

—Que rico, Erin —gimo mirando la fantasía erotica que utilizaré cuando me pajee solo, mi hermosa Erin chupandome la polla.

Su boca empieza a succionar más deprisa y siento que me corro pero respiro hondo y aguanto unos minutos más el delicioso placer de su boca caliente y húmeda alrededor de mi pene.

Le agarro el pelo con la mano y la guío para que se mueva más rápido. Gimo y jadeo cuando me da lametones como si fuera un helado y me basta mirarla una vez más para no contenerme más acabar corriendome en su boca.

Se pasa los dedos por la comisura de los labios para limpiarse mis restos y se me pone dura otra vez.

—¿A que vino esta forma tan bonita de despertarme? —pregunto en cuanto vuelve del baño.

Me da un corto beso y noto el sabor de la menta, se ha lavado los dientes. Mi parte primitiva y morbosa se estaba despertando en mí de imaginarla todo el día notando mi sabor en su boca. 

—Es para que te levantes con buen humor para ir al instituto.

—No voy a ir.

—Aiden, llevas dos semana sin ir te vas a meter en problemas —insiste—. Podrían expulsarte.

—Me da igual, no voy a ir —repito hastiado.

Había empezado de maravilla la mañana con Erin usando su boca sobre mí pero ahora había conseguido hacer desaparecer mi buen humor.

Salto el balcón y me meto en la ducha quedándome ahí un buen rato.

Me visto con los primeros vaqueros que veo y tras ponerme la chaqueta cojo mis cosas y en la puerta me encuentro a Erin que también sale de su apartamento.

Me mira y me sigue al ascensor entrelazando nuestros dedos hasta llegar al garaje.

La miro cuando me hace parar al ver que voy hacia mi moto, no quería arriesgarme a que me lleve al instituto.

—Entiendo que no quieras ir —murmura—. No quieres despegarte de tu madre y me parece bien, yo tampco me iría de su lado.

Suspiro aliviado y me pongo delante de ella cogiendola de las mejillas para besarla.

—Gracias por entenderme.

Al salir del edificio nos recibe la mañana lluviosa. El cielo está tan oscuro que parece de noche para ser las ocho.

Llegamos al hospital y corremos dentro del edificio por culpa de la intensa lluvia.

Yo subo directamente a la habitación mientras que Erin va a al cafetería a por café.

Atracción ✔️Where stories live. Discover now