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El silencio que reina es tenso y bastante incómodo, al menos para mí.

Robert bebe un sorbo de su vaso de agua y mi madre le sonríe mientras yo sigo removiendo la comida de mi plato deseando salir corriendo.

Esta comida fue una mala idea pero debía hacerlo por mi madre ya que debo aceptar que si es feliz con Robert, aunque me joda horrores tengo que aceptarlo. Soy su hijo y no quiero compartirla pero tiene derecho a hacer con su vida la lo que quiera. Y como yo me estoy tirando a su mejor amiga no puedo ser tan malo con esta relación.

—Bueno —interrumpe el silencio Robert—. Tú madre me dijo que quieres estudiar arquitectura, Aiden.

—Sí —asiento masticando el trozo de brócoli, trago y miro a mi madre—. Quiero ser como la mujer que hizo todo por darme lo mejor.

Mi madre me mira con ojos cristalizados cogiendo mi mano encima de la mesa.

—Y, ¿decidiste a que Universidad quieres ir?

Me encojo de hombros.

—Pediré plaza en las tres e iré en la que me admitan.

—Mi niño hermoso tendrá lo mejor —mi madre me acaricia la mejilla y le sonrío.

—Tengo un amigo que es profesor en la New York University —dice Robert—. Si quieres puedo hablar con él para que te guíe y te ayude en todo lo que necesites.

—Eso es fantástico —exclama mi madre mirando con ilusión a Robert.

—En cuanto acabes el curso me pondré en contacto con él para que te ayude con la plaza —le sonríe a mi madre y luego me mira a mi—. Si te parece bien.

—Si, claro, sería genial —asiento—. Gracias.

Robert me sonríe y seguimos comiendo. Mi madre y él hablan un poco mientras yo los observo. Estamos tomando el café cuando el portero suena.

Aviso que voy yo y me levanto a ver quien es. El portero me avisa que es mi prima y su marido y enseguida abro la puerta esperando con una sonrisa enorme a que suben.

Amber es la primera en salir del ascensor y se viene deprisa a abrazarme mientras Evan empuja el carrito en el que va su hija.

—Hola preciosa Angelina —digo con voz ñoña asomándome al carrito.

Aprovechando que la pequeña está despierta la cojo en brazos y se ríe cuando le hago caras.

—¿Como estás, Aiden? —me saluda Evan y mi prima ya se fue corriendo dentro de casa para ver a mi madre.

—Muy bien —respondo riendo cuando la pequeña forma una o con su boca agarrando el colgante de mi cuello y lo observa con curiosidad.

Lo agita cual sonajero y se ríe más.

—¿Como te va con estas dos bellezas? —le hago cosquillas a Angelina y suelta una carcajada pero se distrae mirando fascinada mi pelo.

—Son la alegría de mi vida —responde mirando embobado a su hija que extiende su mano hacia su padre y este deja que agarre su dedo con sus pequeños deditos.

Es tan diminuta y adorable, tiene unos ojos preciosos y es tan bonita como mi prima con unos enormes mofletes que piden que los pellizques.

Oímos una puerta cerrarse y la primera en darse cuenta es Angelina que sonríe agitando los brazos intentando ir por encima de hombro. La agarro con fuerza para que no se escape y la miro enfadado pero ella es feliz.

—Pequeña traviesa —le digo pero me ignora por mirar a todos lados.

Me giro al ver que Evan también está mirando detrás de mi y me encuentro a Erin en la puerta de su casa.

Atracción ✔️Where stories live. Discover now