CAPÍTULO 39 - Se acabó.

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Tomó el cuerpo de la inconsciente Ha-neul y lo arrastró a una de las camas vacías de la enfermería, buscó en los cajones la llave de la sala, luego algunas gazas firmes que pudieran servirle, las observó con detenimiento y comprobó la suavidad de su textura, pero la rigidez de su afirme y se dirigió hacia su amada, se sentó en la cama, la observó con suma ternura y sonrió... "Hoy descubrí algo nuevo unnie, eres ingenua". Entonces desenrolló las gazas y con hábiles movimientos amarró a Ha-neul a la cama de las muñecas y de los tobillos. También la silenció con una mordaza hecha de la misma gaza. La cubrió con una manta y se aseguró de dejarla en una cómoda pose. Observó el reloj que estaba sobre el escritorio y suspiró. Se levantó y cerró la cortina del apartado. Abrió la sala y la cerró por fuera con llave. Observó a su alrededor. Todas habían entrado a clases. Pero ya lo sabía bien... Sun Hee, no.

Entonces se dirigió a aquel pasillo en donde ya sabía con certeza que la encontraría y ciertamente, ahí estaba, con ojos tristes, sumergida en un mar de confusión y soledad... sentada con su aspecto infantil que sólo demostraba inocencia y que a Min-Jee le irritaba. Se acercó a ella y cuando Sun Hee elevó su mirada se encontró con el sonriente rostro de Min-Jee que lucía anti natural y desagradable, como amenazador y tétrico. No pudo evitar temblar y ponerse nerviosa, sentía que el corazón le saltaba a mil e intentó levantarse con rapidez.

—Necesito ir al bañ... —Fue interrumpida.

Min-Jee la había tomado de una coleta y en sus pálidas manos tenía atrapado el azabache y sedoso cabello de la pobre Sun Hee quien la miraba aterrorizada, tanto así, que sus piernas delgadas parecían dos fideos temblorosos a punto de sucumbir.

—Vendrás conmigo —Ordenó. Y Sun Hee asintió casi sumergida en una profunda sumisión y temor. La siguió sin saber por qué lo hacía, pero se planteaba muchas cosas. Entonces notó que llegaron a las afueras de la sala de enfermería. Vio como Min-Jee inexpresiva abría la sala con una llave y sintió que algo andaba realmente mal—Entra —Indicó con suma autoridad. Sun Hee a pesar de sus inquietudes entró con el miedo de ser golpeada otra vez... ya no se sentía con la valentía de antes.

Al entrar, no tuvo tiempo de girarse hasta que sintió el sonido brusco del portazo que dio Min-Jee para cerrar. Sun Hee se giró desconcertada.

—¿Qué necesitas...?, ¿por... por qué me has traído acá? —Preguntó con inseguridad y voz temblorosa casi como si fuera a llorar.

Min-Jee sonrió ampliamente y hasta lució tierna y sincera, pero... su respuesta no lo fue.

"Te he traído acá porque necesito que...

Mueras 😊."

Mi vida es de UNNIE 🔪❤️ (Lesbianas, Stalker)Where stories live. Discover now