Mi vida es de UNNIE 🔪❤️ (Lesbianas, Stalker)

CAPÍTULO 11 - Seamos amigas

Jueves, en la tarde, después de clase, biblioteca de la Academia, había pasado 1 hora, en donde Ha-neul le explicó muchas cosas a Min-Jee.

—Creo que con esto es suficiente Ha-neul unnie —Me dijo Min-Jee, aun mirando sus cuadernos. Dejé de hablar.
—Está bien Min-Jee... creo que tienes razón, aprendes bastante rápido —Le sonreí, aprende rápido y es que... todo esto ya lo sabía, ¿verdad? En fin... no puedo seguir pensando en cosas estúpidas, no entiendo a esta chica y eso es todo... debo de ir a descansar. —Bien, Min-Jee... nos vemos luego, da lo mejor de ti. —Me ignoró.

Comencé a guardar mis cosas para irme, me paré de mi silla y fui detenida.

Sujetó mi brazo.

—Espera, Ha-neul unnie... —Me dijo mientras se ponía de pie y también guardaba sus cosas. —De verdad agradezco tanto que me hayas ayudado... realmente eres increíble. —Me sonrió ampliamente... yo... era la primera vez que la veía sonreír... me recordó a mí, cuando estaba en primero... primero no es tan estresante. Esa sonrisa inocente... era muy linda.

Me pareció tierna.

—No hay de qué, Min-Jee... —Le dije jalando suavemente mi brazo, para que me soltase, pero... ¿no me soltaba? Comencé a sentirme incomoda.

Como pudo comenzó a guardar sus cosas sin soltar mi brazo, guardaba todo con una mano.

Iba a preguntarle por qué no me soltaba, pero me interrumpió antes de que yo pudiese hablar.

—Bien... todo listo, unnie... ¿volvamos juntas a casa? —Quedé sorprendida ante tal pregunta... ¿quería que volviésemos juntas a casa? Bueno, personalmente no me molestaría, pero... bueno... la forma en la que me lo dijo me hizo sentir un poco de escalofríos, pero me agradó.
—Bueno, vamos... —Le dije feliz.

Realmente no la conocía, detrás de esa percepción de chica tímida, inocente e indefensa que tenía de ella, había una joven que era capaz de abrirse a los demás.

Salimos juntas de la Academia, la miré sin que ella se diese cuenta... sus ojos brillaban, la luz del maravilloso atardecer la hacía lucir muy, pero muy linda.

Ella llevaba una inmensa sonrisa en su rostro y eso me hizo sonreír a mí también. Se acercó a mí y se fue prácticamente pegada a mí... pero no me incomodó, ella lucía para mí como una hermana pequeña...

Hablamos de cosas cualquieras durante el camino.

—Unnie... —Habló con aquella voz insegura... ¿ella estaba ocultando su inseguridad? Hasta hace un momento ella actuaba como una chica segura y normal...
—¿Qué pasa Min-Jee? —Le pregunté extrañada.

Su tono de voz había cambiado... ¿qué quería decirme?

—¿Po...podemos ser amigas? —Me dijo mientras yo observaba como sus piernas se hacían lana y no paraba de temblar... sus orejas estaban rojas.

Tuve un gran deseo de querer reír... ¿se había estado guardando eso todo el tiempo? Me pareció un lindo gesto... recordé que ella no tenía amigos, a veces la observaba, siempre estaba sola.

Sin pensarlo más le dije que sí, claro que sí... ¿por qué no?

Su rostro se iluminó de alegría. Me puse contenta yo también.

Hoy llegaría a casa pensando en que hice a una nueva amiga.

Llegamos hasta ese punto en donde algunas mañanas la veía dirigirse al camino de mi escuela, en donde a veces coincidían nuestros caminos, a veces ella iba delante de mí, y a veces detrás de mí... pero no le hablaba yo por el simple hecho de que jamás lo encontré necesario...

Pensé que iba a separarse ahí de mí, pero... ella no se separó de mí.

Mientras más pasos dábamos cada vez me sentía más nerviosa... ¿planeaba irme a dejar a casa? Yo no tenía ese tipo de confianza con ella... me sentía incomoda... y así fue, llegó conmigo hasta casa.

Pensé en si quería pasar... obviamente no iba a invitarla a pasar, no la conozco bien.

Así que para evitarme todo eso, me despedí rápidamente y la dejé fuera.

Saludé a mis padres, subí a mi habitación y me fui hasta mi cama, miré por la ventana... algo me hizo hacerlo... una extraña sensación me hizo querer mirar por mi ventana.

Ella aún seguía ahí...

Inevitablemente un montón de emociones me llenaron. Desde el segundo piso de mi habitación la miré, su figura... sosteniendo su bolso, sin retirarse...

Extrañez y miedo.

¿Qué le pasaba? Estaba congelada frente a mi casa, sonriendo de esa manera tan... tenebrosa, me sentí tan... mal.

Sus enormes ojos se cruzaron con los míos y ya no me parecieron tiernos e inocentes... sino que tenebrosos, extraños... tétricos.

Sin pensarlo di un grito corto y sentí como mi corazón latía más rápido de lo normal... ¿sentí miedo?... cerré mis cortinas con rapidez y fuerza. Es un milagro que las cortinas no se hayan desgarrado.

Pude sentir sus pasos, ella huyó, corriendo...

Qué chica tan extraña... pensé... que... mi estómago se revolvía.

¿Qué demonios había pasado? Esa fue una situación realmente extraña, me siento fuera de mí misma, estoy confundida... ¿quizás sobre exageré? Pero... esa mirada... esa mirada...